1.
—Yo, estas cosas, casi que las habléis cuando el crío esté dormido —dijo Juanjo—, que en el Men's Health dicen que un niño hace su personalidad por la información que recibe durante el primer mes
2.
Me hizo recordar algo que ocurrió cuando era un crío
3.
Estaban hablando con un vampiro de mil años como si fuese un crío en vísperas de su cumpleaños
4.
—Cuando eras un crío mamá intentó suicidarse
5.
—Lo conoces desde que era un crío
6.
Había afirmado siempre, pero nadie le prestó atención, que el lanzamiento por el bajante de la basura no fue la causa del deceso, el crío estaba muerto antes de nacer
7.
Apenas daba a luz se vendaba apretadamente los pechos y entregaba el crío a una nodriza; en su casa había casi tantas niñeras como niños
8.
Ya no se es a los veinticinco un crío, ni a los veinte, sólo si se es un chico listo, un incipiente intelectual, como Juan Campos era, con la concupiscencia de la carne reducida más o menos a un pajote, la experiencia de la convulsión ante el amor se te da como el chorro de una manga de riego en plena cara, que te tira hacia atrás sin refrescarte, duro como un palo en las costillas, como una patada en los cojones, como un insulto merecido
9.
Superpuso Antonio la intención por un instante a las preguntas de Balbanuz como quien redibuja o repinta velozmente el ingenuo dibujo de un crío, un profesor de dibujo que por encima del hombro del crío repinta o retraza la melena del león, la cabecita del pato, las caras de papá y mamá
10.
Pero yo sólo era un crío
11.
-Pues allí tienes, en Durango, a tu cara [260] mitad loca con su hijo, digo, loca no, cuerda, enteramente cuerda y bien curada de sus arrechuchos, y esperándote, esperándote, hombre, para que seas feliz con ella y con el crío
12.
Cerró el grifo y como si yo fuese un crío chico que se hubiera dejado llevar por una repentina rabieta, tendió sus manos hacia mí y me sacó sin decir palabra
13.
Un crío de siete u ocho años dijo: «La gente se ha puesto histérica por el humo
14.
Y el crío se pulió una fortuna
15.
Pero ten cuidado con ese crío
16.
Y oí decir que había tenido un aborto y que andaba diciendo que el crío era mío
17.
! Ahora tengo un hijo que es un ladrón —dice el padre del carpintero mirando con desprecio a su hijo giboso, que tiembla en el rincón como un crío que ha robado y mentido y está a la espera de su castigo
18.
Despiértase un crío y llora
19.
Yo vi una cuando era un crío y me hice pis en los pantalones
20.
Tiene un crío
21.
Parecía un crío pequeño intentando explicar con su escaso vocabulario el esplendor del universo
22.
Te garantizo que en ese caso el peor delincuente que habría en esta ciudad dentro de un mes sería un crío que se mete el dedo en la nariz
23.
Atilia es obsesiva con ese niño Confiaba en la herencia para financiar la carrera del crío
24.
Es un crío
25.
Pero entonces no, entonces el llanto del crío se oía entre las explosiones haciendo estremecer el corazón de los milicianos dispuestos a tomar de cualquier modo la fortaleza
26.
Parecía al mismo tiempo un crío entretenido con su juguete favorito y un hombre hecho y derecho comprometido por entero en una tarea extremadamente dura, misteriosa y precisa en la que acaso le iba la vida
27.
“Un crío, un crío inestable e inmaduro, de personalidad peculiarmente cruel y todavía sin definir
28.
Ve que el crío articula la palabra en silencio un par de veces para memorizarla
29.
Y el crío está asustado
30.
Llevas a un crío a un zoo y el crío se convierte en un crío
31.
El crío continúa mirando a los gorilas
32.
Pero antes tiene que encontrar a Kit, porque, si bien lo más inteligente sería irse de allí a toda hostia y abandonar al crío, a estas alturas de su vida no va a empezar a decantarse por la opción inteligente
33.
En cualquier caso, será mejor que le devuelvas el crío a su madre
34.
El crío te está dando una lección
35.
Es por el crío
36.
Tres millones de dólares y toda una vida en libertad, y probablemente conseguirá que lo maten por culpa del crío
37.
El crío es un cabronazo listo y duro
38.
Ve los restos de su cuerpo en el muelle, y sabe que debe poner a salvo al crío, y eso solo puede hacerlo en el agua
39.
Porque tener el dinero, la mujer y el crío habría sido estupendo, habría sido un sueño, tío, pero los perdedores no convierten sus sueños en realidad
40.
¿Para que sirve llevarse un crío así a la ciudad?, se pregunta, enfadado
41.
–Oh, no seas crío -contestó éste
42.
Era un crío con las facciones muy agraciadas que se hacía el duro, pero saltaba a la vista que se le rompía el corazón mientras se aferraba al brazo de su madre en la foto
43.
El rey se derrumbó en el suelo y se puso a gimotear como un crío
44.
Después lo oigo hablar como si mientras nos dormirnos su voz fuera haciéndose más la voz de un crío, un crío que corretea por mi vida tratando de hacerse con ella
45.
Bastaba comparar una prueba genética de María Antonieta con otra del crío fallecido en el Temple para descubrir si era el delfín
46.
Cuando avisaron de que los hombres regresaban yo estaba con los demás, apiñados en las puertas, y me puse al crío en la cadera mientras los hombres rompían filas en el patio embarrado
47.
La noche de mi declaración lloré como un crío
48.
—En ambos casos, lo que vi estaba relacionado con el crío, y se trataba de información muy, muy sensible
49.
Todo lo había empezado el maldito crío, que lo miraba desde arriba en su trono de arciano labrado, bajo los pendones con la luna y el halcón que identificaban a la Casa Arryn
50.
Me he comportado como un crío
51.
Los ojos fijos en la lumbre, Sarnita contaba y no acababa, hasta que Martín se acercó a decirle oye, ¿no ves que es un crío, un monaguillo? Pues por eso, porque aún es pequeño, ¿qué quieres que le diga, la verdad y toda la verdad y nada más que la verdad? ¿Que no son tan finas ni cariñosas, las putas, que se burlan de uno y no tienen vergüenza ni alma, que la chupan y la rechupan, que le pidió a Java que la diera gusto por el culo una y otra vez y que llorando le pasó la lengua desde las uñas de los pies hasta la punta de los cabellos, llorando como una pobre loca y como muriéndose de pena, llorando y chupándosela con desespero para retenerle, para no quedarse sola otra vez, perdiendo el mundo de vista de tal manera que él llegó a asustarse y se le quedó como un higo en la boca, y entonces ella abandonó el intento y acurrucada al borde del lecho fue resbalando hasta dejarse caer en la alfombra, entre los pies de los que iban a ser fusilados, botas y zapatos negros y las alpargatas del catalán con barretina, el sombrero de copa y la venda ensangrentada del joven caído, ella un fardo sacudido por los sollozos sobre la arena fría al amanecer, confundida con los maniatados en ringlera, como aguardando ella también la descarga del pelotón…? ¿Qué quieres, la asquerosa verdad, que es una viciosa perdida, una degenerada y que está podrida, venérea hasta las cejas, acostumbrada a todo por delante y por detrás, un pellejo lleno de pus que ya no encuentra clientes, que apenas tiene qué comer y que Java por lástima le compra cucuruchos de judías cocidas…? Y de qué te extrañas, tú también, pues qué te creías
52.
El otro crío tiraba de él para liberarlo del peso de aquel viteliano muerto, pero era como cuando un jinete queda con una pierna atrapada bajo el peso de su caballo abatido por el enemigo
53.
En lugar de ello, allí estaban los dos, ella sentada en un rincón, sobre una banqueta, y el crío en la otra esquina, sucio de cenizas y con el atizador firmemente sujeto entre sus manos
54.
A Diana le entra un ataque de tos, cuyo producto líquido lanza sin escrúpulos en dirección a la madre del niño del Red Bull, que está levantándose de la mesa mientras la niñera se hace cargo del crío
55.
–Peter lleva construyendo una red de informadores desde… bueno, desde que era un crío
56.
Mucho antes de que ninguno de ellos supiera que era sólo un crío
57.
Piggy le llamó crío
58.
Ella debió de ver bien pronto que sería un terrible ejemplo para el crío y al final se libró de él
59.
El crío rabiaba en un rincón, con los ojos secos y los pequeños puños apretados
60.
Vorkosigan sonrió como un crío por encima del hombro y echó a correr hacia su presa
61.
Pero Vorrutyer era más bien un crío
62.
Cuando ya estaban en la cama, Rachel le dijo a Richard que le gustaba Charles y que, desde luego, era un hombre que había visto mucho mundo, aunque era un tonto y un crío
63.
Fácilmente, aquellas bestias eran del mismo tamaño que un crío pequeño, extremadamente delgadas, con cabezas desproporcionadas, frentes demasiado anchas y barbillas puntiagudas
64.
El crío estaba aterrorizado
65.
La veía detenerse y contemplar embelesada al crío, que quizá en ese instante movía seductoramente los brazos en dirección a ella
66.
Podía ver al crío crecer alrededor del cesto de costura, de la máquina de coser
67.
Están haciéndole la ortodoncia al crío y tienen que ir todos lo miércoles
68.
–¿Cómo está el crío? – preguntó con gran afecto, mientras ellos se ponían en pie, agotados, e intentaban adecentarse
69.
Sentado en el centro de la cama, Doug parecía un crío mientras la observaba sin la menor intención de acortar distancias
70.
–¿Dónde está el crío?
71.
–¿Cómo estás, eh? – Conocía a Lips desde que era un crío en Houston
72.
—¿Acabas tú con el crío?
73.
En vez de eso, rellenaban casillas para descubrir si eran buenos padres o si su crío iba a crecer en buenas condiciones
74.
Durante la hora de la comida vi en la clase de 4°B a un grupo riéndose alrededor de un crío
75.
Allí estaba Rolando, sosteniendo a Susannah con un brazo curvado en torno a su trasero, como uno podía sostener a un crío
76.
Observé al crío mientras descendía con precaución y atravesaba los bloques de mampostería encajados y caídos hasta que se asomó por lo que quedaba de una de las ventanas del sótano
77.
No estaba bien de la cabeza, es decir, seguía comportándose como un crío de tres años
78.
—Señor —le dijo el más joven de los pajes, un crío de catorce años—, ¿te pasa algo?
79.
—Porque salvo en la cama, Roberto todavía es un crío
80.
¿Quién era el crío más mimado de su sección?
81.
Cuando eres un crío, es una explicación tan buena como cualquier otra, ¿no?
82.
El crío es mío
83.
Pero no era más que un crío
84.
Me quité las botas de goma y estaba cruzando la cocina, los pies sólo cubiertos por los calcetines, cuando casi fui a caer sobre Giles, el precioso bebé de la familia, un crío de un año que se me metió entre las piernas
85.
Pero sí que estaba en el garaje cuando fui a buscarlo el jueves por la noche, y Angie estaba en casa con el crío que estaba cuidando
86.
Si algo le había sucedido al crío, entonces aún más justificado estaba que él la borrase del mapa, ya que ello impediría a Guy obtener el divorcio
87.
«¡Con toda mi alma! Tal vez le haya estado tomando el pelo a Guy en lo del crío
88.
– ¡Oh, eres un crío!
89.
Es como un crío con un regalo de Solsticio
90.
–Desde que era un crío
91.
Y en cambio, las dos señoras y el ama consagraban días enteros a los trapitos del crío
92.
Durante años yo crío su caza, la alimento con la escasa agua que tengo, le muestro dónde está la comida
93.
El crío se echó a llorar, mientras Cornelia se retorcía de risa y Maertge intentaba rescatar el juguete del fuego con unas tenazas
94.
Cualquier imbécil, por ejemplo, lee El corazón de las tinieblas y cree saberlo todo sobre el horror, así que pasa dos días en Sarajevo para elaborar la teoría racional de la sangre y de la mierda, y a la vuelta escribe trescientas cincuenta paginas sobre el tema y asiste a mesas redondas para explicar la cosa, junto a cantamañanas que no han peleado jamás por un mendrugo de pan, ni oído gritar a una mujer cuando la violan, ni se les ha muerto nunca un crío en los brazos antes de pasar tres días sin poderse quitar la sangre de encima porque no hay agua para lavar la camisa
95.
El crío se había cagado
96.
Así que seleccionar la frase soy maricón para presentarse ante su padre después de un período de distanciamiento fue una argucia de Fernandito, un efecto buscado, equivalente en el fondo a aquel maravilloso efecto que Fernando, de crío, buscaba y obtenía al encaramarse de pronto en una roca puntiaguda al borde de la rompiente (tras haber observado que había profundidad de sobra para un cole) y exclamar ¡mira qué cole!, ante los temerosos ojos de Juan Campos o de Antonio y los demás hermanos
97.
Porque aquel Fernandito de veinte años era en gran parte todavía un crío que acababa de leer sobrecogido los relatos de Edgar Allan Poe y se vivía a sí mismo -al menos intermitentemente- como un enfermo y pálido héroe romántico encerrado en la mansión del desamor y la crueldad
98.
Ya no se es a los veinticinco un crío, ni a los veinte, sólo si se es un chico listo, un incipiente intelectual, como Juan Campos era, con la concupiscencia de la carne reducida más o menos a un pajote, la experiencia de la convulsión ante el amor se te da como el chorro de una manga de riego en plena cara, que te tira hacia atrás sin refrescarte, duro como un palo en las costillas, como una patada en los cojones, como un insulto merecido… Esta tarde convulsa Juan se aferra a la insulsa mano de su nuera para deshacer la sensación de desequilibrio y de malestar que le embarga