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dictado por el pueblo mismo o por un numen que vienea ser la propia conciencia del
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cura, afin de hacer entrar en mí el espíritu que la ha dictado y
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duque lo había dictado, y el mismo día sería colmada la dicha delos dos amantes
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descendientes del día les ha valido el dictado de
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descubiertos, habia dictado unaley, la cual mandaba que fueran enterrados vivos todos aquellos que,bajo
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miedo noentra en las almas nobles sino con el dictado deprudencia; la codicia no se introduce en
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avanzado le arrojase al rostro enplena sesión el dictado de
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(posteriormente adquirido por ScanSoft)tiene productos y servicios en dictado, traducción, compresión
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las líneas dirigidasa Flavia las habían dictado el afecto o el odio,
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los nuevos explotadores del suelo virgenque me le ha dictado
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—Todos los sucesivos castigos que se han dictado contra mí
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Antonio Pérez se despidió de la Reina, dejandoen su mano un memorial dictado en
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Declaración hecha á la hora de la muerte,escrita al dictado por Gil de Mesa y firmadade su
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cuchillo que corta su gargantainterrumpe el dictado
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lahistoria con el nuevo dictado de presidente de Teruel
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mendigos, quienes le dieron elhonroso dictado de El Obispo de
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a veces pasande raya, le han merecido el dictado del Don
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realidad, en lavida de los entes privilegiados que han merecido el dictado de Santos,
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dictado o la inspiración de Dios mismo, y sancionado con
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ellos, por el cual bajo el dictado depensionistas con trecientos pesos anuales, se han enviado alláá esperar colocacion á muchos que deberian aun estaraprendiendo
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lo que les importaria saber, mas que no obtar áempleos tan imajinarios como el dictado de su colocacion para
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nadie allamarla la «Reina de las cursis», que era el dictado que
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justificación del dictado de Roma laChica que lleva
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Las víctimas empezarían a seguir el dictado de todos sus impulsos, hasta del más pasajero, y perderían cualquier inhibición y sentido de la contención
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En ella me interesaba por la decisión final del exterminio de los judíos y demostraba que, durante el verano de 1941, los judíos tenían abierta la posibilidad de la emigración, aun cuando se hubieran dictado algunas restricciones
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Sturm dio un abrazo a Tajanubes algo estirado, pero dictado por el corazón
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Armado con aquella prueba, su labor habría sido bastante fácil; pero cuando a aquélla se agregó un borrador de la carta amenazadora, que sé encontró entre los papeles de Vassalaro, y que, evidentemente, había sido escrita al dictado, pues algunas palabras estaban mal escritas y habían sido corregidas por otra mano, el caso quedó completo
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Aunque fuera a través de un intermediario, era el primer contacto entre Milans y Tejero, y en él se habló de política pero sobre todo se habló del proyecto de asalto al Congreso concebido por Tejero, y días o semanas más tarde, en otro almuerzo similar, siempre a través de su ayudante de campo Milans le encargó al teniente coronel que estudiara la idea y le informara de sus progresos; a pesar de que estaba a la espera de que el Consejo de Justicia Militar ratificara la sentencia que un consejo de guerra había dictado contra él en el mes de mayo por su implicación en la Operación Galaxia, y a pesar de que sospechaba que estaba siendo vigilado, Tejero empezó de inmediato los preparativos del golpe y durante los meses siguientes, mientras seguía en contacto con Milans a través de Mas Oliver, tomó fotografías del edificio del Congreso, se informó de las medidas de seguridad que lo protegían y alquiló una nave industrial en la ciudad de Fuenlabrada donde guardó prendas de vestir y seis autobuses que había comprado con la intención de camuflar y transportar a su tropa el día del golpe
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Stackpole estaba sentado junto al fuego, fumando un cigarro, mientras esperaba el dictado de Westermark
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Villefort se estremeció y miró al conde como si hubiese querido leer en el fondo de su corazón la intención que había dictado las palabras que acababa de pronunciar
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Pero era ella misma quien las había dictado y quien las rompió gustosa lanzando un suspiro de agradecimiento
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Una sola vez se me ha repetido el regalo de un libro dictado desde otra dimensión, cuando en 1993 escribí Paula
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Es por ello que el gremio ha dictado medidas severísimas de protección al punto de que, caso de no seguirlas al pie de la letra, automáticamente se desentendería de ustedes
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A la memoria le vinieron de inmediato todas las recomendaciones que una y mil veces le había dictado Stephan, ratificadas por Sigfrid antes de su partida de la casa
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Aquí viene-Señor Dupont, ¿le ha sorprendido la rapidez con la que el juez ha dictado sentencia en favor de la protección del Megalodon, sobre todo en vista de los recientes ataques?
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Se enfureció consigo mismo, pues una orden era una orden, e involuntariamente había dictado una sentencia de muerte, esta vez inmerecida
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[55] mi traidora no lo fue realmente por dictado de su libre voluntad, sino por el maleficio con que la trastornó ese pillo de Zoilo, bigardón dotado de una formidable terquedad vizcaína, y con esa fuerza de terquedad, que es como el poder que gozan los magnetizadores y taumaturgos, reduce a esclavitud a cuantas personas caen bajo su dominio
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Sherwin también me pareció igualmente dictado por la compasión y el respeto; insinuó incluso la frialdad con que ella lo trataba, aunque la atribuyó con toda consideración a los caprichos involuntarios que son propios de un nerviosismo generalizado y de una salud tan delicada como la suya
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En verdad declaro que esto me pareció dictado por la más alta sabiduría
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Antes de que yo le hablara, acercó sus dedos al rimero de periódicos, y con voz que de ronca se había trocado en blanda, me dijo: «Pobre Tito, si para sortear la furia de tu mujer engañada has de fingir un alegato dictado por el bueno de Zorrilla, puedes empezar diciendo que los del Jurado no acabarán de encontrar la fórmula de avenencia hasta el momento preciso en que suenen las trompetas del Juicio final
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Durante décadas el sistema había estado superpoblado y la población reclusa limitada a un máximo dictado por el juez
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La llevó a uno de los compartimientos de dictado, separado del salón por unas puertas de vaivén
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–Tal vez alguna de las mecanógrafas repasó los datos mientras los mecanografiaba, vio el informe del equipo de socorro y anotó equivocadamente lo del cinturón… en otras palabras, no se dio cuenta de que había una discrepancia con lo que usted había dictado en el informe de la autopsia
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Diez años después de la muerte de Loyola, el libro que conocemos como autobiografía o relato de El peregrino, dictado por Loyola a un compañero en 1555, fue ocultado
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Sólo restaba electrificar la máquina (de tal modo que los motores hicieran el trabajo dictado por la presión aplicada a las llaves), y el dispositivo de Pascal-Leibniz se convirtió en el moderno computador de mesa
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–Todas las directivas de aeronavegabilidad que se han dictado están en un archivo del Centro Técnico de la FAA, en la ciudad de Oklahoma
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Explicó que en el caso del N-22 se habían dictado dos directivas, que el problema se había corregido en todos los aviones, excepto en los de las compañías extranjeras que no habían hecho las reparaciones necesarias
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He dictado sentencia contra mí mismo y no habrá apelaciones
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Miss Ivés parecía no estar cumpliendo un deber de mayor significado emocional que el de tomar al dictado una lista de envíos
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Tal vez durante un instante se hacen la ilusión de que han visto, instalados cómodamente en una percepción que es pariente de la cinematográfica, pero es inmediata la desilusión que los lleva, de forma mecánica, a buscar la distancia justa, y la secuencia apropiada, es decir, exactamente a lo que el cine mismo los ha deshabituado, dictando a cada paso sus propias distancias y secuencias, y deseducándolos así en la elección de la mirada, siendo el cine una mirada constantemente forzada, por decirlo de algún modo, vicaria, déspota, tirana: cuando, en cambio, esas ninfeas parecen sugerir más bien el vértigo de una percepción libre -un dictado, como sabernos, prohibitivo
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Dicho así, parece algo que ni siquiera es demasiado grave -ser tragados de nuevo por la ciénaga de una existencia ordinaria- y yo durante años no fui capaz de comprender su gravedad, pero el secreto es acercarse más aún, mirar de cerca, ya sé que da asco, pero es necesario que me acompañes hasta ahí, Gould, tápate la nariz y ven a ver de cerca, el estudioso seguro que tenía un padre, míralo más de cerca, un padre severo, estúpidamente severo, pendiente durante años de doblegar a su hijo haciendo que le pesara su continua y desmesurada ineptitud, y eso hasta el día en que ve el nombre de su hijo en un periódico, impreso en un periódico, no importa el motivo, el hecho es que los amigos empiezan a decirle Felicidades, he visto a tu hijo en el periódico, da asco, ¿verdad?, pero él está impresionado, y el hijo encuentra lo que nunca tuvo fuerzas para encontrar, es decir, una venganza tardía, y esto es algo impresionante, poder mirar a tu padre fijamente a los ojos, una redención como ésta no tiene precio, ¿qué importa haber intrigado un poco con tus ideas, olvidado ya todo nexo real con su origen, ante el hecho de poder ser hijo de tu padre, por fin, hijo reglamentariamente autorizado y aprobado? No hay precio demasiado elevado por el respeto de tu padre, créeme, ni, si lo piensas un poco, por la libertad que nuestro estudioso encuentra en el primer dinero, dinero de verdad, con el que una cátedra arañada en una universidad de la periferia empieza a llenarle los bolsillos, arrancándolo del dictado cotidiano de la indigencia, e inclinándolo por la pendiente de los pequeños lujos que al final, por fin, finalmente confluyen hacia la codiciada casa en el campo, con estudio y biblioteca, una nimiedad, en teoría, pero una enormidad, realmente, cuando se eleva, en el reportaje del periodista de turno, hasta apartada madriguera del estudioso que en ella encuentra un refugio ante la deslumbrante vida que lo asedia, vida que en realidad es sobre todo imaginaria, pero allí, en la realidad del refugio, imprevistamente demostrada, y por tanto verdadera, y por tanto impresa para siempre en la mente del público, que desde ese momento tendrá una mirada hacia el estudioso de la que él ya no podrá prescindir, porque es una mirada que, renunciando a cualquier comprobación, regala, a priori, respeto y consideración e impunidad
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Al otro, el que está al lado de los pobres, o de los débiles, o de los marginados, el que lleva un jersey y unas Reebok, ese mismo, habrá empezado con alguna deslumbrante aparición caótica del infinito, algo que en la penumbra de su juventud le habrá dictado vagamente el imperativo de tomar posición, y la sugerencia de qué parte estar, todo habrá empezado como debe empezar, de un modo honesto, pero luego, Dios santo, cuando vuelves a verlo ya adulto y famoso, Jesús, famoso, da cosa ya sólo decirlo, famoso, con su nombre en los periódicos y las fotografías, con el teléfono sonando sin parar porque los periodistas quieren preguntarle su opinión sobre esto o aquello, y él responde, puta miseria, responde, y participa, y marcha en cabeza de las manifestaciones; el teléfono de los sacerdotes no suena, Gould, quiero decírtelo con toda la crueldad necesaria, tú no puedes saberlo pero el teléfono de los sacerdotes no suena porque su vida es un desierto, es programáticamente un desierto, una especie de parque natural protegido, donde la gente puede mirar, pero desde lejos, son animales de parque natural, nadie puede tocarlos, ¿puedes imaginártelo, Gould?, para los sacerdotes es todo un problema incluso dejarse tocar, ¿has visto alguna vez a un sacerdote dando un beso a un niño o a una señora?, sólo para saludarlos, no pienses mal, una nimiedad, lo normal, pero él no puede hacerlo, la gente de alrededor enseguida tendría una sensación de malestar y de inminente irritación, y ésta es la durísima condición cotidiana del sacerdote en este mundo, él, que podría ser un hombre como los demás y que ha elegido en cambio esa soledad vertiginosa, que no tendría vía de escape, nada, salvo una idea, una idea incluso justa, llegada desde fuera para cambiar ese panorama, para devolverle una tibieza de humanidad, una idea que, bien utilizada, perfilada, revisada, protegida de los arriesgados choques con la verdad, conduce al sacerdote fuera de su soledad, simplemente, y poco a poco hace de él el hombre que es ahora, rodeado de admiración, y ganas de acercársele, e incluso deseo en estado puro, un hombre con jersey y Reebok, nunca solo, se mueve arropado por hijos y hermanos, nunca perdido porque está constantemente conectado a alguna terminal de los medios de comunicación, de vez en cuando entre la multitud atrapa al vuelo los ojos de una mujer cargados de deseo, piensa qué puede significar eso para él, esa vertiginosa soledad y esta vida que estalla, ¿hay que sorprenderse si está dispuesto a morir por su idea?, él existe en esa idea, ¿qué significa morir por esa idea?, estaría muerto de todas formas si se la quitaran, se salva en esa idea, y el hecho de que con ella salve a cientos o a lo mejor a miles de semejantes no cambia ni un ápice en este asunto, y es que ante todo se salva a sí mismo, con la coartada accesoria de salvar a los demás, robando a su destino esa necesaria dosis de reconocimiento y admiración y deseo que le hace estar vivo; vivo, Gould, ¿comprendes bien esta palabra?, vivo, sólo quieren estar vivos, hasta los mejores, los que construyen justicia, progreso, libertad, futuro, incluso para ellos se trata de una cuestión de supervivencia, acércate todo lo que puedas, si no me crees, mira cómo se mueven, a quién tienen a su alrededor, míralos e intenta imaginarte qué sería de ellos si por casualidad un día se despertaran y cambiaran de idea, simplemente, qué quedaría de ellos, intenta arrancarles una respuesta que no sea una instintiva autojustificación, mira si puedes aunque sea una sola vez escucharles pronunciar su idea con el estupor y la indecisión de alguien que la descubriera en ese momento y no con la seguridad de alguien que te está mostrando con orgullo la devastadora eficacia del arma que empuña, no te dejes engañar por la aparente docilidad de su tono, por las palabras que eligen, astutamente dóciles, están luchando, Gould, luchan con los dientes por la supervivencia, por la comida, la hembra, la madriguera, son animales, y eso que son los mejores, ¿comprendes?, ¿qué puedes esperar de los demás que sea distinto, de los pequeños mercenarios de la inteligencia, de los comparsas en la gran lucha colectiva, de los pequeños guerreros cobardes que rapiñan restos de vida en los márgenes del campo de batalla, conmovedores basureros de salvaciones irrisorias, cada uno con su ideíta artificial, el médico a la caza de financiación para pagar el internado de su hijo, el viejo crítico que intenta paliar el abandono de su vejez con cuarenta líneas a la semana que suelta donde hagan un poco de ruido, el científico y su puré de Vancouver con que alimentar de orgullo a mujer, hijos, amantes, las penosas apariciones televisivas del escritor que teme desaparecer entre un libro y otro, el periodista que apuñala a diestro y siniestro desde la primera página para estar seguro de existir al menos otras veinticuatro horas más, sólo están luchando, ¿lo comprendes?, lo hacen con ideas porque no saben utilizar otra cosa, pero en esencia es lo mismo, es lucha, y son armas sus ideas, y por mucho asco que nos dé admitirlo, están en su derecho, su deshonestidad es una lógica deducción de un deseo primario, y por tanto necesario, su asquerosa traición cotidiana a la verdad es la consecuencia natural de un estado natural de indigencia que hay que aceptar, no puede pedírsele a un ciego que vaya al cine, no puede pedírsele a un intelectual que sea honesto, no creo, de verdad, que pueda pedírsele, por muy deprimente que sea admitirlo, pero el concepto mismo de honestidad intelectual es un oxímoron
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¿Recuerda usted la declaración de Vanzetti del día 9 de abril y después que el juez hubo dictado sentencia?
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Este trabajo (en francés y en ruso) no fue escrito por él, sino dictado, pues Lobatchewsky estaba ciego
55.
Jueces competentes han dictado su veredicto de que mi fiel discípula, mi “punto débil”, no es una “frívola tramposa”
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No sabía muy bien por qué, pero Caxton estaba segura de que se refería a Malvern, que era Justinia Malvern quién había dictado las normas de aquella conversación
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[328] Afirmó que esa instrucción se había dictado después de que un oficial de estado mayor hubiera intervenido para puntualizar que «Laycock tenía todavía dos batallones de su brigada en Egipto»
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Pero el general Student ya había dictado, el 31 de mayo, la orden siguiente:
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Estos aldeanos llevaban meses ofreciendo refugio y protección a bandas comunistas bajo el dictado de mercenarios
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Se han dictado órdenes de que la bahía de Suda no debe ser minada, ni destruirse los aeródromos cretenses, para no interferir con las operaciones previstas
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Luego, de acuerdo con la voluntad de los dioses y el dictado
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Con la mirada en el papel, Turcotte comenzó a tocarlo siguiendo el patrón de símbolos que Nabinger le había dictado
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La señorita Prinn entró cautelosamente en la oficina, aterrorizada ante el posible dictado oral
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Y si lo hubiera, ¿se quejaría de él alguna vez? Me he limitado a levantar un acta, según su dictado, sobre su conversación y, a través de ella, he tenido suficiente noticia sobre la bondad del señor alcalde y sobre su tipo de respuestas
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En la parte delantera, junto al pupitre, hay mesas muy bajas a las que se sientan los escribientes, quienes, cuando lo desean los funcionarios, escriben según el dictado de estos últimos
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Con frecuencia dicta el funcionario en voz tan baja, que el escribiente, sentado, no puede oír nada, entonces tiene que levantarse, captar lo dictado, y volverse a sentar rápidamente para escribirlo, volverse a levantar, etc
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Siempre de repente el puño golpeando la puerta de la criada, el dictado del pedido, bajar a la cocina, sacudir al mozo de cocina que duerme, poner el pedido en el suelo ante la puerta de la criada, donde lo recogía uno de los sirvientes, qué triste era todo eso
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—Pero, ¿no podía el Gobierno haber dictado leyes para regular la práctica de este arte?
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Los mismos ojos hundidos, la misma boca de expresión ligeramente desdeñosa en el labio inferior y el mismo pelo castaño, antes rizado y largo hasta los hombros, siguiendo el dictado de la moda, y ahora cortado por encima de las orejas, en redondo, como un clérigo, pero sin la tonsura
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El estilo es algo diferente, casi como si se tratara de un dictado
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A la mañana siguiente, encontré un sobre en mi bandeja del desayuno, que contenía una copia certificada del mandato judicial dictado por el juez Romero, acompañado de una hoja grapada que rezaba: «De parte de Andrés Lucas», y el ejemplar matutino de Tiempo
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Al atacarme a mí y a Seixas en su edición de hoy, el director y el personal de Tiempo habían infringido los mandatos judiciales que Romero había dictado contra ellos
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E Hipólito se acostumbró al dictado, formóse con él una especie de coraza por la que resbalaban sin herirlo las carcajadas y denuestos con que por lo general acogían sus cínicas declaraciones amatorias las hembras de algunos puntos que el ciego perseguía y que las más de las veces, andando el tiempo, venían a ser suyas -¡son las mujeres tan caprichosas!– Pero Santa antojábasele diferente, de pasta distinta, no obstante su género de vivir; reputábala inasible y domiciliada en regiones quiméricas de bienaventuranza y ensueño
74.
Este noble dictado y la coincidencia de que por esos días notificáronle a Ripoll en el ministerio que su submarino no ofrecía las condiciones apetecibles y no se lo aceptaban a precio ninguno, ni regalado, sumieron al ingeniero en negra melancolía que hubo de disimular en lo profundo para no incurrir en la pena de suspensión de víveres, que, regularmente, le infligiría doña Nicasia al percatarse, si se percataba, de que con la resolución ministerial ella perdía su dinero y la esperanza de juntarse con él ni en el Día del Juicio
75.
El gobierno del estado se había puesto serio últimamente, y ya no admitía que una prueba de encarcelamiento fuera equivalente a una prueba de desórdenes; el Tribunal Supremo había dictado una orden por la cual era imprescindible un certificado médico de un doctor en ejercicio
76.
«Agujeros negros» es un sobrenombre denigratorio, dictado por la envidia: son todo lo contrario de agujeros, no hay nada más lleno y pesado y denso y compacto, con una obstinación en sostener la gravedad que llevan en sí, como cerrando los puños, apretando los dientes, curvando la giba
77.
Elena dice que las cartas las escribió casi al dictado
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Elena sostiene que las escribió al dictado de Angelo
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deliberaciones sino simple acatamiento a un dictado
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En el recurso interpuesto frente al acto dictado por el Banco de España ante el Ministerio de Economía y Hacienda y ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, figuran con todo detalle las argumentaciones referidas a ambos aspectos
81.
iudicium populi: Era un juicio dictado por el pueblo
82.
Los junteros llevaban ya algún tiempo reuniéndose, se habían dictado varias disposiciones con el viejo sello de Obanos y nombrado los cargos de sobrejunteros, junteros y capitanes, siendo los sozmerinos de la Cuenca y del Val de Arakil quienes llevaban la voz cantante
83.
El filósofo Cabanis -que ayudó a Bonaparte a tomar el poder- dirá de esta Constitución: «La clase ignorante ya no ejercerá su influencia sobre la legislación ni sobre el gobierno; todo se hace para el pueblo y en nombre del pueblo, nada se hace por él ni bajo su dictado irreflexivo»
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–Lo que me ha dictado el sentido común
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Él mismo se lo había dictado a su secretaria
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La primera te hará rico o te traerá de vuelta a la cárcel, la segunda te mantendrá pobre pero libre», había dictado cátedra el Enano Lira
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Acabó el dictado con la misma conclusión que le había comunicado antes a Jeffrey
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Louis y había dictado su sentencia de cuatro páginas al relator del tribunal
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Un castigo inconsciente dictado por su cuerpo a raíz del fracaso de hace un mes, o una lamentable secuela del humillante régimen de hospital
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Y al revés de James, tuve con el dictado, a través del dictado, mi propia visitación
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—Mucho después, a la noche, leí otra vez esas páginas que le había dictado
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Quedó allí, abandonada, con la última frase que le había dictado a Luciana antes de que se levantara para hacer café
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Una cosa era percibir su presencia en el susurro, en la extraña comunión de ese dictado privado, o en las líneas al fin y al cabo inocentes de un texto, y otra, muy distinta, era admitir que pudiera existir fuera de mí y llegar a matar por su cuenta en la vida real
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Para mis adentros, había decidido considerar todo el episodio del dictado como un rapto pasajero, una perturbación mental después del duelo
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También le causó bastante impresión Las almas muertas, y además en cierto modo le sorprendió reconocer toda una parte que había escrito en su infancia larga y laboriosamente al dictado
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—Así que quizás el asalto a Ordo vino dictado al final por el gobierno
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Sin embargo, en este caso hay circunstancias atenuantes que han dictado una acomodación menos convencional
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Todo lo que he hecho desde entonces, en lo referido a Johann, ha venido dictado por el Orgullo
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Evidentemente, usted ya ha dictado las condiciones; las explicó con admirable claridad en la nota que dejó junto a la cuna de Johann
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–Me las ha dictado