Usa "erguido" in una frase
erguido frasi di esempio
erguido
1. En cuanto a Milos, se había quedado erguido en el sillón, dando la impresión de que se iba a
2. tras ella un caballero provecto, aunque muy erguido
3. mientras el sonido del silencio aparece, erguido verdugo;
4. las manos apoyadas en los muslos, con los codossacados hacia adelante, el torso erguido, el cuello
5. Semantuvo erguido, con una
6. mostraba en lo erguido de su cuello y en suactitud firme que poseía una complexión
7. conciertos,en todos los bailes, en el paseo, en la luneta, erguido siempre,bailando,
8. Yo me sentía estar parado erguido, así que estaba en una posición de pie
9. Entraba Rafael en el cortijo sobre su briosa jaca, erguido y
10. con el cuerpo erguido, mientras supecho se agitaba con un
11. los principios, masdespués osada y con el cuello erguido; y fue
12. Enfrente del cantor estaba erguido, como
13. Al final de la galería encontró Maltrana al Barrabás, erguido en lapuerta de su
14. esperando el fin de la entrevista, yEsteven pasó erguido, sin
15. Envuelto en su capote de lujo, se dejaba llevar como unadivinidad, inmóvil y erguido
16. Erguido, horrorizado, miró hacia arriba y enfocó la vista en la gran aleta negra del Bastimento
17. Erguido en el puente, con la sangre manando de las heridas que le dejarían marcado para siempre el rostro con cicatrices indelebles, Tossak agitaba el puño del guantelete hacia el cielo
18. Muy erguido, con ojos alerta y nerviosos y una mirada de intensa concentración
19. Tanar se puso en pie y permaneció muy recto y erguido
20. El doctor Montsalvatje, erguido junto a la hoguera, señalaba las mesetas lejanas que se pintaban en azul profundo hacia donde iba la luna: «Nadie sabe lo que hay detrás de esas Formas», decía, con un tono que nos devolvió una emoción olvidada desde la infancia
21. Durante aquellos meses de suplicio personal y estertores políticos Carrillo ni siquiera evitó el ademán exasperado de usar el recuerdo del 23 de febrero para defenderse de los rebeldes del PCE (o para atacarlos): lo hizo en reuniones donde sus camaradas le abucheaban -«Si el teniente coronel Tejero no consiguió que me tirara al suelo, menos van a conseguir que me calle aquí», dijo entre el griterío de un acto celebrado el 12 de marzo del 81 en Barcelona- y lo hizo en reuniones de los órganos del partido, recriminándoles a los dirigentes que la noche del golpe quedaron a cargo de la organización su ineptitud o su falta de coraje para responder con movilizaciones populares al levantamiento del ejército; tal vez también lo hizo (o al menos así lo sintieron sus detractores) favoreciendo un cuadro del pintor comunista José Ortega que le retrata erguido en el hemiciclo del Congreso durante la tarde del 23 de febrero, mientras el resto de los diputados salvo Adolfo Suárez y Gutiérrez Mellado -en el lienzo dos figuras modestas comparadas con la figura panorámica del secretario general- se protegen bajo sus escaños de los disparos de los golpistas
22. Allí estaba, envejecido, el pelo más ralo, manchas de vejez detrás del tejido ya vitrificado de las mejillas y las manos, desplazándose con más lentitud que antes, y visiblemente contento cuando podía sentarse de nuevo en su sillón de mimbre, cerca de la ventana que daba a la calle comercial y donde cantaba un canario, ablandado también por la edad y mostrando su emoción, cosa que no hubiera ocurrido antes, pero todavía erguido y la voz fuerte y firme, como en los tiempos en que, plantado delante de sus alumnos, decía: «En fila de a dos
23. Después que la puso en tierra, se estuvo erguido un momento abriendo y cerrando su navaja
24. Al decir esto se arregló su traje y se sentó, con su porte erguido, mirando hacia la puerta
25. - (Parándose en firme, erguido
26. Y Maximiliano, en efecto, tenía paciencia, admirando el contraste que había entre las dos jóvenes, entre aquella rubia de ojos lánguidos y de cuerpo esbelto como un hermoso sauce, y aquella morena de mirada altanera y cuerpo erguido como un álamo: además, en esta comparación entre dos naturalezas tan opuestas, toda la ventaja, en el corazón del joven por lo menos, estaba por Valentina
27. Dientes-de-oro se había erguido bruscamente: Pyanfar encontró la cajita y se la tiró
28. Encuentro al abuelo de Geeta erguido con aire marcial detrás del mostrador, tamborileando en el cristal con los dedos
29. Volvió la cabeza hacia miss Brent, que continuaba con el cuerpo erguido y su labor en la falda
30. El señor Satterthwaite completamente despierto, se había erguido en el sillón con los ojos brillantes
31. El viejo "beg" había permanecido algunos instantes erguido, con los ojos desencajados y las facciones contraídas por intenso sufrimiento; luego se había desplomado sobre un diván sollozando desesperadamente
32. El sargento parecía un soldado de la guardia de erguido porte marcial, y sabía decir de diferentes maneras la palabra «señor»
33. -¡Tigres de Mompracem! -gritó Sandokán, que se mantenía erguido sobre el gran reducto central, detrás de un cañón del veinticuatro-
34. Cuando conoció a Francisco Leal, Mario era un hombre de edad mediana, con nariz fina y recta fruto de una operación plástica, delgado y erguido a fuerza de dietas, ejercicios y masajes, bronceado con luz ultravioleta, impecablemente vestido con la mejor ropa inglesa e italiana, culto, refinado y famoso
35. Oromis apoyó un brazo en el quicio de la puerta y se encogió como si ya no le quedara voluntad para permanecer erguido
36. Llevaba el cuerpo erguido, tenía los ojos grandes y separados, la boca carnosa y el cabello cortado como un casco redondo, con una tonsura en la nuca donde lucía orgulloso las cicatrices de muchos torneos de garrotazos
37. Entonces se puso de pie, erguido como una torre, se golpeó el pecho con los puños y anunció con voz firme que a cambio de su libertad estaba dispuesto a entregar a los huincas la única mina de la región, unos lavaderos de oro llamados de Marga-Marga, y ofreció además mil quinientas personas para trabajar en ellos
38. Diego se dio vuelta y la boca de ella envolvió su miembro erguido y pulsante en una interminable faena de placer, de dar y tomar en la más recóndita intimidad, hasta que él ya no pudo re-sistirlo y se abalanzó sobre ella, penetrándola, y rodaron como enemi-gos en un enredo de brazos y piernas y besos y jadeos y suspiros y ex-presiones de amor que yo nunca había oído
39. Ella estaba boca arriba, su respiración era entrecortada y frenética, tenía las rodillas levantadas y los muslos abiertos; puso la mano sobre su miembro erguido y Sloifoiski, jadeando de deseo, cubrió de besos sus senos, sus muslos y su vientre
40. Cabellos rizados sobre una frente blanca y tersa; ojos negros, dulces y apasionados, revelando inteligencia y energía; nariz altiva; labios de granada, sensuales y húmedos; un cuello erguido; todo, en fin, me hizo conocer por instinto que aquella mujer no era vulgar
41. Aún hoy, a través de la suciedad que la envolvía, él la veía como la viera el primer día, recostada en un árbol, el cuerpo erguido, el rostro sonriente, mordiendo una guayaba
42. El cuerpo de Bárbara permaneció erguido, pero sólo por un momento
43. Se mantenía muy erguido, y la expresión de sus fieros ojos grises era imperiosa por naturaleza
44. Se había erguido ahí desde tiempos inmemoriales, como escudo y, sin lugar a dudas, como mucho más; después, de repente, desapareció, como si nunca hubiera estado
45. bajo el ciprés erguido,
46. Se alejó delgado, erguido y con paso vivo
47. El cuerpo del propietario del bar permaneció en posición vertical durante uno o dos segundos más de lo que permitían las leyes de la física, principalmente porque Dino tenía los pies muy grandes y antes del disparo estaba erguido y con la espalda recta
48. ¡Es prodigioso con su corazón tierno y con lo demás duro como el granito! ¡Para el cabrón y para la cabra, para el imberbe y el barbudo, siempre erguido!
49. Y la tercera flor era un jacinto erguido en su tallo y solo en absoluto, no el de los jardines, sino el jacinto padre de los lirios, el que tiene un blanco puro, el delicado, el oloroso, el frágil, el cándido jacinto que decía al cisne cuando salía del agua: "¡Soy más blanco que tú!"
50. Pero había aprendido a ocultar su aflicción, y durante todo el protocolo se mantuvo erguido con entereza sin que su rostro reflejase el menor sentimiento