1.
blanquísimas, cada una de ellas del tamaño de un hombre, entre las cuales refluye la espuma
2.
Mi frente era el mascarón de proa hendiendo la espuma de las olas como una
3.
Le gustaba ver el mar y la espuma de las olas que se forma en su acercamiento a la orilla
4.
En su boca y a su alrededor tenía espuma, la transformación ya había comenzado
5.
—Esta, Adela—le dijo Juan, poniendo ante ella, antes de sentarse, una delas tazas de coco negro, en la que la espuma hervía tornasolada
6.
Unpoco de espuma deshecha por el viento es el resultado del batir yrebatir del oleaje—dice Guyau
7.
manchada con la espuma delmerengue emprendió una furiosa carrera hacia el salón
8.
como en triunfo el turrón de Jijona y los pasteles de espuma
9.
Piafaban los caballos con la boca llena de espuma, esparciendo en tornoel pajizo olor de las
10.
vez;camalotes y espuma a discreción,—sin contar, claro está, las víboras
11.
— Comed, amigo, y desayunaos con esta espuma, en tanto que se llega la horadel yantar
12.
alma, cuya ya casi consumida y acabada espuma, que en el calderollevaba, le representaba la
13.
hacia ellos venía un desmesurado jabalí,crujiendo dientes y colmillos y arrojando espuma por la
14.
lasfracciones se han reunido en el cauce común; chocan las corrientesbordadas de espuma y luego juntas
15.
Pero el mar adelantaba de tal modo, que las olas iban a romperse a suspies y les cubrían de espuma
16.
su boca entreabierta, por la que salía una respiraciónronca, asomaba ligera espuma
17.
Su corazón de guerrero se estremece,un círculo de espuma
18.
se reflejan en los torbellinos delas ondas, y las gotas de espuma
19.
Las plantas de jazmines parecen cubiertas de blanca espuma,
20.
Los barberos que trabajaban en una de las mejillas de Edwin, viendo suguadaña completamente cubierta de espuma, creyeron necesario limpiarlacon un palo antes de continuar su labor
21.
Así pudieron los barberos continuar tranquilamente el rasuramiento deEdwin, dejando caer sus proyectiles de espuma densa, que al esparcirsesobre la tierra hacían saltar inquietos y asustados á los corceles delos guardias
22.
La isla de Nou extendía enfrente de larada su costa baja orlada de espuma y en el cielo sin nubes serecortaban las agrestes y verdosas cimas de la isla de los Pinos
23.
Era una embriaguez de espuma que se evaporaba en lasoledad
24.
espuma, y sefue sobre Loppi, con las bocas abiertas:
25.
Le llega a los pies la espuma:
26.
El caudal de su padre habíacrecido como la espuma
27.
¡Lo que es el mundo de malo! Al salir, los acreedores del patio, queechaban espuma
28.
una expresión espantable que crispaba los nervios, llena laboca de espuma que se
29.
aculándosesobre los corvejones y arrojando espuma y sangre por la boca, pues
30.
roquete! Parece de espuma
31.
El agua, verde y blanca, saltaba furiosa entre las piedras; las olasrompían en lluvia de espuma,
32.
viento, porque la espuma del mar resplandecía mucho en laobscuridad
33.
peinando sus barbas de espuma en los puentes medievales;otras,
34.
titilaciones de espuma y de luz,parecía transformarse
35.
sumiendo Fernandosu mirada en los borbotones de espuma
36.
de la existenciabohemia y se manchaba con la espuma del
37.
de unaalba intensidad, sólo comparable a la de la espuma, con
38.
blanca como la espuma, sin más alteración en sualba majestad
39.
ojos con lágrimasiracundas y una leve espuma en las comisuras
40.
azul arribay abajo, sin otra alteración que las franjas de espuma
41.
espuma en virtud y en saber
42.
De tiempo en tiempo se detienen, y sobre lasolas crestadas de espuma
43.
"manteca de la mar," y "espuma de la mar;" lo cual noquiere
44.
esasfuerzas crecerán como la espuma
45.
auténtico el síntoma deun poco de espuma en las comisuras de los labios
46.
La luna caia sobre los borbotones de agua y de espuma, y daba ála
47.
purgan la tierra? ¿Por qué haytorrentes que se precipitan y corren cubiertos de espuma? ¿Por qué haytubos
48.
el agua salta convertida en espuma; el vapor parte
49.
, que unas veces hundía en el abismo la perilla del bauprés,para luego verla levantarse trabajosamente y rozar con la espuma las
50.
—Pues mira, guapa —ya mosqueado vivo—: si tienes en ese bolso horroroso un poco de espuma de afeitar y unas cuchillas, lo mismo me hago las piernas
51.
Siente que el silbato del tren atraviesa la espuma de su cabeza
52.
Cada tarde camino hasta los raudales y me acuesto en las piedras estremecidas por el hervor del agua metida en pasos, tragantes y socavones, hallando una suerte de alivio a mi irritación cuando me encuentro solo en ese fragor de trueno, aislado de todo por las esculturas de una espuma que bulle conservando su forma -forma que se hincha y adelgaza, según las intermitencias del empuje de la corriente, sin perder un dibujo, un volumen y una consistencia que transforma su mutación perenne y vertiginosa en objeto fresco y vivo, acariciable como el lomo de un perro, con redondez de manzana para los labios que en él se posaran
53.
Tomó un largo trago y se limpió la espuma de los labios con la lengua
54.
Unas gotas de espuma pespunteaban las comisuras de sus labios
55.
-Comed, amigo, y desayunaos con esta espuma, en tanto que se llega la hora del yantar
56.
Quedé yo viuda y desamparada, y con hija a cuestas, que iba creciendo en hermosura como la espuma de la mar
57.
Las olas bañaban una y otra vez el bajío de plata, rompiendo como ópalos quebrados donde las arenas cantaban con la espuma sonora
58.
loba de espuma azul en los altares,
59.
Los frotaba hasta obtener una espuma perfumada y luego, lentamente, dejaba caer la brillante masa de su peinado en aquel brillante líquido blanco y oleoso
60.
Era como si el mundo hubiera dejado de girar, al igual que la hélice, y un agua tan transparente y quieta que permitía ver las rocas del fondo, sustituyó a los pocos instantes a la rugiente espuma
61.
Las algas, la arena y los copos de espuma seguían arrastrándose, y tuve que pedir ayuda para conseguir cerrar la puerta contra el viento
62.
Por fin, aprovechando una gran ola que se retiraba, miró a los que sujetaban la cuerda, para que la largasen, y se precipitó en el agua; en un momento se puso a luchar fieramente, subiendo con las colinas, bajando con los valles, perdido en la espuma y arrastrado a tierra por la resaca
63.
Recorrió calles, bajó senderos empinados, hasta encontrarse junto al mar, que penetraba con furia por los desfiladeros de las rocas y que, al retirarse, producía un ruido de espuma en violenta ebullición
64.
Como si la espuma penetrara también los intersticios de su cerebro y, al retirarse, arrasara con los fragmentos de imágenes, con el bullicio reciente, con la exaltación y el agotamiento
65.
y asomaré a la playa con la timidez de la espuma
66.
esa espuma ligera que son siempre los dientes
67.
—¿Qué has visto, cariño? —preguntó la dama, y sus ojos siguieron a los del bebé hasta que descubrió a Tom, nadando allá en el fondo, sobre las burbujas de la espuma
68.
Un cuerpo con los miembros retorcidos, las pupilas hinchadas, una espuma sanguinolenta en la boca, fue lo que en aquel lecho de dolor ocupó el puesto del ser tan inteligente que se había acostado pocos minutos antes
69.
Una ligera espuma cubría sus labios y apenas respiraba
70.
Y se levantó con el cabello suelto y los labios llenos de espuma
71.
Cada golpe de remo le había hecho brotar, con la húmeda espuma del mar, un millar de pensamientos y recuerdos
72.
—Tiene espuma en los labios
73.
Entre las olas enfurecidas, que barrían la cubierta con sus lenguas de espuma, el silbido diabólico del viento, el humo y las chispas, aquellos hombres luchaban con la energía de la desesperación, animados por la voz del viejo lobo de mar
74.
Instantes después una de las monstruosas cabezas apareció en medio de un chorro de espuma
75.
De un salto se incorporaron, sacudiéndose la espuma que les había empapado
76.
Se disponía a cruzar el puente levadizo cuando, por el camino que llevaba hasta los estanques, apareció un capitán de jenízaros, de elevada estatura, corpulento, de grandes bigotes y que montaba un soberbio caballo tordo cubierto de espuma
77.
A su alrededor los tiburones, despertados por la luz, levantaban con sus enormes colas montañas de espuma
78.
Veinte hombres levantaron los dos troncos y los arrojaron a la laguna con sordo ruido, levantando un montón de espuma
79.
El mar estaba cubierto por olas de espuma que el viento impulsaba en distintas direcciones
80.
Se había aferrado al puente del castillo de popa y contemplaba con los dilatados por el terror, toda aquella espuma que caía sobre la pobre nave
81.
En torno rugía el mar salpicándola de espuma
82.
En la cima, una franja de espuma que reflejaba los temblores de las llamas desprendidas del trinquete, se rizaba y se rompía bajo el constante y poderoso soplo del viento
83.
Al llegar a ella detuvieron sus caballos, que iban cubiertos de espuma, y en seguida saltaron a tierra
84.
Mico cogió las dos pistolas y las municiones y, aunque debido al choque se había golpeado con fuerza la frente en el banco de popa, saltó entre la fragorosa resaca y nadó hacia tierra, llevando en alto las armas con el fin de que la espuma no apagara las mechas
85.
retirar con una cuchara la espuma que se forma en la superficie
86.
El huracán soplaba entonces con rabiosa ira; los relámpagos se sucedían sin interrupción; los truenos retumbaban, recorriendo toda la escala de tonos en menos de un minuto, y sobre el mar se oía rugir el viento, mientras las olas saltaban, alcanzando la ventana de la caverna con su espuma
87.
La “Roma”, volcada por el ímpetu de la ola, volvió a enderezarse, y enseguida desapareció en medio de la espuma; mientras tanto el huracán redoblaba su violencia
88.
Y en el centro de la espuma pudo apenas distinguir tres mástiles partidos y una vela negra que flotaban dando vueltas y vueltas en un círculo infinito
89.
Los cuatro filibusteros, revueltos entre la espuma, rodaron por la arena del fondo, y fueron con un último empujón lanzados a la playa
90.
Poco apoco se había calmado el mar; tan sólo de cuando en cuando una ola grande rompía con estrépito en la playa, salpicando de espuma hasta los primeros árboles de la floresta
91.
Las largas hojas se torcían, las ramas oscilaban violentamente, y borbotones de espuma que subían del fondo se rompían en la superficie
92.
El artefacto resultó inútil, porque cinco semanas antes de la fecha prevista Samantha dio a luz una hija a quien llamaron Margaret, como la abuela materna muerta en espuma rosada
93.
Los animales también estaban temblorosos por el cansancio, tenían la respiración agitada, y la boca, llena de espuma
94.
Cada litera, que se conocen como «ganchos», tiene un colchón de espuma de quince centímetros de grosor que puede tener o no la marca del cuerpo de tu equivalente en la tripulación alternativa del submarino
95.
Parecía un milagro que coronara la siguiente cresta, y cuando tras un instante de duda iniciaba el descenso, adquiría una velocidad tal que encogía el espíritu y parecía mismamente que se precipitara a las puertas del Sitra-Ahra68; y a la inversa, cuando llegando al final de un seno tocaba fondo y quería reaccionar crujiendo como un leño mojado en el fuego, entonces la siguiente ola se le echaba encima inundando la cubierta de espuma y barriéndola de proa a popa
96.
por delante, de amarse tranquilos, ebrios de olor a bosque y de amor, sin pasado, sin sospechar el futuro, con la única increíble riqueza de ese instante presente, en que se miraban, se olían, se besaban, se exploraban, envueltos en el murmullo del viento entre los árboles y el rumor cercano de las olas reventando contra las rocas al pie del acantilado, estallando en un fragor de espuma olorosa, y ellos dos, abrazados dentro del mismo poncho como siameses en un mismo pellejo, riéndose y jurando que sería para siempre, convencidos de que eran los únicos en todo el universo en haber descubierto el amor
97.
En cuanto el mesonero dejó frente a ellos el pedido, soplaron la espuma de las jarras y brindaron
98.
Estaba en cuarentena: las puertas y ventanas cubiertas con telas plásticas, los bordes sellados con espuma de secado rápido
99.
cayó al suelo con un ataque de envidia, echando espuma por la boca
100.
Bordeando los contrafuertes de las flotantes montañas de espuma, había incontables