1.
Gracias a la languidez de Verónica, los hombres de Milos pudieron tomar posiciones,
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languidez de la alta cultura
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sidollamado en los últimos días de la enfermedad del marido, lo que aumentóla languidez de éste
4.
Asunción una tristeza, una decadencia, una languidez taciturnay
5.
abandonando por el momento suhabitual majestad y languidez
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cuando los comparamoscon nuestra languidez
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languidez yuna turbación deliciosa que se quisiera prolongar
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la más deliciosa languidez
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recuerdo hoyaquellas horas de pretendido reposo y de languidez,
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el cansancio de la espera, acabó porasimilarse el alimento, sumiéndose en una dulce languidez
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baile; la exaltación y la languidez se suceden tanrápidamente,
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como una onda tibia, acariciandonuestras sienes y penetrándonos de una languidez
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dispuestos a devorarse;pero luego caían de nuevo en el abatimiento y la languidez
14.
Y en medio de aquella languidez espiritual y de aquella debilidadfísica, el deseo de ser santa ardía en su corazón con encendimientotenaz, atormentándole con la punzada hiriente de una idea fija
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La conversación se resintió de la languidez de nuestros
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«¡Vuelta al miedo! a la tristeza, a la languidez espiritual
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La languidez de latarde había acabado con mi
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languidez en las que la inercia del enfermo paraliza losesfuerzos del médico y en las
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labiospintados, a la languidez de unos ojos engrandecidos por el
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transición de las inquietudes epilépticas auna languidez
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conversación, todo lo animada quepermitía la extrema languidez
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corazón anegándoloen una languidez de felicidad inefable
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Esa languidez, ese quebranto de la voluntad,esa
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tumultuosa, la languidez de la circulacion yla inercia nerviosa diferencian entonces la
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Hastaen su vestir percibíase la languidez y desaliento que tan a
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¿Amará Angué? ¿Obedecerá su languidez á uno de esos tiernossentimientos que llenan el alma? No
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cualquier enfermedad y cualquier languidez entre el pueblo
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Pero esta vez había en ellos algo que yo no había visto antes y que nunca desde entonces he vuelto a ver: una especie de languidez, semejante a la de quien al despertar de un largo sueño, se alegra de encontrarle a uno a su lado
29.
El corazon de la joven se henchia con estas dulces palabras: la languidez del amor, la fatiga de sus sufrimientos pasados, consumian sus fuerzas
30.
La tranquila languidez de aquel lugar no era interrumpida más que por el chisporroteo del fuego y por la voz de uno de los doctores, que vagaba con pasos lentos a
31.
Después de esto recayó en su languidez
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Stle stles stlen (o el nombre que estuviera utilizando a esa hora del día) se puso en pie y agitó con languidez los largos dedos de su mano
33.
De todas maneras, el profesor Smoill, quizás un poco preocupado, no podía apartar la idea de que este sujeto tenía el aspecto un poco extraño y descorazonador; era alto y desgarbado, de nariz aguileña, ojos hundidos y unos bigotes que caían con languidez; parecía estar animado tan sólo por la emoción de lo que acababa de ver; parecía huir de allí con mucha rapidez cuando ellos le pararon para preguntarle
34.
Ella sólo se despabilaba cuando él aparecía para practicar con ella las maromas aprendidas en todos los lupanares desde Singapur hasta Valparaíso, y el resto del tiempo permanecía atontada por una languidez mortal
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Además, Blanca comenzaba a gustarle, ahora que estaba más robusta y con esa languidez que había atenuado sus modales de campesina
36.
Mujer tan de fuego en el mundo no había, con aquel calor, aquella ternura, aquellos suspiros, aquella languidez
37.
Bebed vino en compañía, y burlaos de quien pasa su tiempo en languidez
38.
De este modo reflexioné sucintamente y con languidez sobre la narración con que se abría la carta; luego seguí leyendo maquinalmente
39.
Presentó excusas con la mano en la frente y su expresión dio la imagen de languidez y desconsuelo de un hombre dolido
40.
Verdad que las de aquel mancebo manos de monja parecían, en consonancia con su rostro lampiño y terso, con su expresión de honestidad y la inocente languidez de su mirada
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De aquí resulta que el ejemplar, el tipo de burlador más común en estos tiempos, es de un prosaísmo evidente, agravado por los toques de sensiblería fúnebre y de languidez mocosa
42.
Sí, dice Negro, instalándose cómodamente en la languidez del momento, varias historias muy curiosas
43.
La invadía una extraña languidez y había dejado de llorar
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En la tierra había vidrios y pedazos de faros y plástico, y en el aire, la languidez de lo ineluctable
45.
No había en ellos ninguna exaltación ni sensación de triunfo; solo el agotamiento de los combatientes, inmersos en la languidez de la batalla recién concluida y aturdidos por estar todavía vivos
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Este silencio y esta languidez,
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El frío que le palidecía parecía depositar sobre su cara una languidez más suave; el cuello de la camisa, un poco flojo, dejaba ver la piel; un pedazo de oreja asomaba entre un mechón de cabellos y sus grandes ojos azules, levantados hacia las nubes, le parecieron a Emma más límpidos y más bellos que esos lagos de las montañas en los que se refleja el cielo
48.
Sebastián observaba su figura enlutada en la que contrastaba el cabello brillante y plateado, un contraste que también podía apreciarse entre la delgadez extrema y la vitalidad nerviosa de los miembros de su cuerpo, incluida la mirada, en la que no había ningún rastro de languidez enfermiza
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Entonces unas corren a arrojarse a las rodillas de su superiora, y buscan allí consuelo; otras prostérnanse en sus celdas o al pie de los altares e imploran el auxilio del cielo; otras desgarran sus vestidos y se arrancan los cabellos; otras buscan un pozo profundo, ventanas bien altas, una cuerda para ahorcarse, y a veces la encuentran; otras, después de haberse atormentado mucho tiempo, caen en una especie de embrutecimiento y tórnanse como bobas; otras, débiles y delicadas, consúmense de languidez; las hay que sufren perturbaciones del organismo y enloquecen
50.
Los dos atacantes parecieron flotar hacia él con una languidez somnolienta
51.
Este espectáculo produce en nuestros corazones una hiriente y monótona languidez
52.
Y de la misma manera la extraña languidez en el centro de su conciencia, esas ideas vaporosas que aparecían como si fueran independientes de su voluntad, eran meros intentos fragmentarios de su propia presencia que se asomaba contra la nada de un sueño todavía tibio, un sueño lo bastante poderoso todavía para volver a tomarla en sus brazos
53.
En las ventanas, las luces brillaban con languidez
54.
Sus pies iban calzados con primorosas sandalias y, cuando se movía en silencio por el suelo de piedra, sus movimientos le parecieron a Tarzán una combinación de la seductora languidez de la mujer sensual y la sinuosa gracia y salvaje atención de la tigresa
55.
El macarra se encogió de hombros con languidez y sonrió
56.
A ratos declinaba la conversación y los dos convivíamos en una misma languidez; luego renacía el diálogo y mi timidez habitual se transformaba, frente a ella, en mi estado de ánimo adquirido en todo el día, entre la ternura casi pueril y el afán de hombrear, que me infundía audacia para vaciarme, dándome en palabras
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La única respuesta que recibió fue una sonrisa de complicidad y un lento paseo que lo llevó hasta casa con languidez
58.
Kyaren y Josif se sentían completamente agotados por el trabajo del día, completamente en paz por la belleza de la noche, con un delicioso estado de languidez
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Sólo la idea de hacerlo le produjo a Clodio espasmos y agitaciones; se percató entonces de que la circuncisión no produce impotencia, destino al que una permanente languidez desde que estaba en Antioquía parecía haberlo destinado
60.
—Smithback se estiró con languidez y buscó a la camarera con la vista—
61.
Era primavera, muy agradable tras el mordiente invierno, cuyos excesos parecían ahora un sueño, en medio del nuevo frescor y vigor de la naturaleza, ya que había vigor en esta estación en la que un agudo frío corregía al anochecer la languidez de los mediodías
62.
Y en cuanto al trabajo mental, éste no cesaba nunca, excepto cuando así lo deseaban, a pesar del sueño, de la languidez digestiva, del aburrimiento, de los estímulos externos o de la actividad muscular
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En efecto, todo era rápido en muchos casos: dolor de cabeza, languidez, ligero aumento de la temperatura, de repente el delirio, antes incluso de la erupción cutánea y la terrible fiebre, empeorada por el asfixiante calor, y a continuación la muerte
64.
Se quedó quieto, con una leve sonrisa en el rostro, y saboreó la tosca, pero no exenta de placer, languidez del cuerpo que usaba
65.
–¿Ah, sí? ¿Del sur? Tal vez a eso se deba que hablan de un modo diferente, con cierta languidez, con lo que yo llamaría un deliberado balbuceo al emitir los sonidos, y su acento es melodioso pero a veces difícil de entender para quien no tiene el oído acostumbrado a él
66.
Cuando George llegó a la recepción, Lisa había desaparecido y Victoria fumaba con languidez
67.
—¿Ah, sí? ¿Del sur? Tal vez a eso se deba que hablan de un modo diferente, con cierta languidez, con lo que yo llamaría un deliberado balbuceo al emitir los sonidos, y su acento es melodioso pero a veces difícil de entender para quien no tiene el oído acostumbrado a él
68.
Mecidos por ligeros y encontrados vaivenes, que las aves motivaban, todos los árboles, en torno de Alsino, inclinaban sus ramas con esa languidez que sólo alcanzan cuando oscilan bajo el peso de las frutas maduras
69.
Como contrapeso moral y físico de la enormísima exaltación de las tardes, Horacio, al retirarse de noche a su casa, se derrumbaba en el seno tenebroso de una melancolía sin ideas, o con ideas vagas, toda languidez y zozobra indefinibles
70.
¡Eso es el río Languidez, eso es lo que es!
71.
Y mientras que me repetía yo a media voz las notas de esas músicas y le devolvía su beso, la voluptuosidad especial y suya que me hacía sentir se me hizo tan grata, que hubiese sido capaz de abandonar a mis padres para irme, detrás del motivo, a ese mundo singular que iba construyendo en lo invisible con líneas plenas, ora de languidez, ora de vivacidad
72.
Luego miró a Adamsberg, que no estaba dibujando y que, con las piernas estiradas ante él, una mano en un bolsillo de los pantalones y la otra dejando que se consumiera un cigarrillo en la punta de los dedos, parecía desintegrado en una languidez difusa que no se sabía cómo juzgar
73.
Pero en cambio había una fotografía de la víctima mucho mejor que la del día anterior y Carvalho examinó facción por facción aquella delicada combinación de rasgos suaves, románticos, dotados de esa languidez ingenua y erótica que tienen las mejores rubias
74.
"¿Quién es?", pregunta, y se levanta para ir al encuentro del hombre, dispuesta, igual que en aquellas primeras noches de primavera en las que el árbol, bajo las grandes casas de Londres en que respetables ciudadanos se acostaban serenos, apenas bastaba para cobijar su amor, y el chirriar de los tranvías se mezclaba con sus gritos de goce, y la agitación de las hojas daba sombra a su languidez, a su deliciosa laxitud, mientras se hundía refrescada por todas las dulzuras de la naturaleza satisfecha
75.
Con languidez, con flojedad
76.
Si alguien menciona hoy las Cottages, lo que me viene a la cabeza es una serie de días sin complicaciones, en los que entrábamos y salíamos de los cuartos de unos y otros, y en la languidez con que la tarde entraba en la noche; y mi montón de viejos libros de bolsillo, con las hojas blandas y combadas, como si alguna vez hubieran pertenecido al mar
77.
Mientras aquéllos se mueven por los aeropuertos con una elegante languidez, incluso cuando tienen prisa, los viajeros ocasionales siempre parecen abrumados por las circunstancias y el ambiente, por el cambio de puertas, por las pantallas que anuncian las salidas de los vuelos, por las colas frente al finger y la colocación de los bultos en el compartimento superior
78.
Es un remedio eficaz contra la languidez y la desesperación
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—Le ruego que permanezca sentado —insistió su guardián con la languidez acostumbrada, pero también con un brillo de decisión en las grutas de los ojos
80.
—Estoy de acuerdo por completo —asintió con languidez Waleran
81.
Parado junto a la puerta de la cabina, a diez metros de ella, se desperezaba con languidez
82.
Inclinan la cabeza con una languidez entre romántica y cachazuda; aquello lo mismo puede significar: «Señorita, abrigo una pasión secreta, que
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Por la languidez que se adueñó de Lisa al aproximarse las vacaciones de verano Mary adivinó que el amor había hecho mella en el corazón de la chica
84.
—Me dedica una sonrisa paciente y se estira con languidez en la cama, luego dobla las rodillas y se pone una camiseta—
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Es difícil pensar en la guerra cuando las casas sobre el canal de las que parten esas embarcaciones son mansiones pintadas de rosa o amarillo canario, azul cobalto o verde lima, con jardines que parecen un aluvión de rojo y magenta y en los que las palmeras evocan esa languidez característica de los trópicos
86.
La hija miraba con languidez y la madre con voracidad; el señor grueso miraba con pesada satisfacción de sí mismo