1.
En 1815, a principios del año, se encuentra nuevamente en Guaduas, y fue entonces cuando tuvo oportunidad de conocer al Libertador a su paso por la población
2.
La temprana muerte de su esposa María Teresa Rodríguez del Toro y Alaíza, antes de cumplir un año de casados, no sólo privó al Libertador de una descendencia legítima, sino que, al parecer, destruyó en su corazón todo interés por reconstruir un hogar que naufragó en su iniciación
3.
Por un incidente entre la esposa del dueño de la fonda y el último de los nombrados, el Libertador dispuso mudarse de alojamiento, para lo cual ordenó a un negro de su servidumbre llamado Andrés, que le instalara en el nuevo hospedaje una hamaca limpia y le pusiera a su disposición las pistolas y la espada, lo cual fue oportunamente cumplido por el sirviente
4.
Luego del frustrado atentado de Jamaica, el Libertador se trasladó a Puerto Príncipe, inundada de patriotas fugitivos de todos los rincones de Nueva Granada y Venezuela, Los últimos en llegar fueron parte de los sobrevivientes de la martirizada Cartagena, en las más lamentables condiciones de agotamiento físico, pobreza y desesperanza
5.
Brión se sintió desautorizado y ofendido, los expedicionarios y sus comandantes perdieron confianza y entusiasmo, las tripulaciones convirtieron el episodio en un motivo de habladurías y alusiones burlescas a la conducta del Libertador, el cual perdió autoridad y prestigio, al dar la impresión de que para él era más importante la fugaz aventura erótica que la campaña emancipadora que acababan de emprender
6.
Las tropas que comandaba el Libertador estaban compuestas por 600 infantes y 800 jinetes, y su objetivo inmediato era el de unirse a las del General Páez, para marchar luego hacia la provincia de Carabobo
7.
El Coronel Santander procedió a adelantarse hacia la mata, llamando a voces al Libertador, a quien suponía durmiendo en la hamaca; en ese preciso instante sonó la primera descarga de los emboscados, contra las hamacas de los oficiales
8.
Él lo, de agosto de 1820, desde Cúcuta, escribe el Libertador al General:
9.
Durante su permanencia en Ocaña, el Libertador se hospedó en casa de la familia Jácome, una de las más respetables de la localidad, donde conoció una agraciada y joven esclava de nombre Lucía León
10.
En ella invirtió considerables sumas de dinero para adquirir armamento, cabalgaduras y provisiones, apoyando así al ejército libertador que ya pisaba tierras boyacenses
11.
En este momento crucial, el Libertador ordenó al Batallón Primero de Línea reforzar la vanguardia y contraatacar, logrando así recuperar las posiciones perdidas y recobrando la desfalleciente moral de sus hombres
12.
Fue este el momento crítico para el Libertador, quien al ver la posibilidad de quedar acorralado, ordenó al Coronel Juan José Rondón que a toda costa se lanzara al ataque con los lanceros de a caballo
13.
En el atrio de la Catedral se colocó un tablado con dosel, bajo el cual se situaron Bolívar, Santander y Anzoátegui A tiempo que la multitud los aclamaba, los oficiales levantaban los sables, la tropa sus lanzas y los cañones disparaban salvas desde San Francisco, Al toque de silencio, ordenado por el clarín, siguió el discurso de don José Tiburcio Echeverría, Gobernador de la provincia de Santa Fe, y concluido éste, la joven Dolores Vargas París, una de las 20, coloco sobre la cabeza del Libertador la corona, al paso que las bandas ejecutaban himnos, las tropas presentaban armas y la multitud, estimulada con chicha y aguardiente, prorrumpía en estridentes vítores
14.
El Libertador se quitó la corona y luego de colocarla sobre las sienes de Santander y Anzoátegui, la arrojó a la tropa que la recogió para lucirla en la bandera del batallón Rifles
15.
El 14 de noviembre, la sociedad pamplonesa y la oficialidad organizaron un banquete en honor de Anzoátegui, quien junto con el General Santander tenía la más alta graduación del ejército libertador
16.
Nariño vio entonces que había perdido la batalla y en última instancia envió con una escolta al conflictivo prisionero al cuartel general del Libertador, para que fuera este el árbitro de la situación planteada
17.
Fue entonces cuando se le apareció su hada madrina en la persona del comisionado Rafael Revenga, enviado por Bolívar para negociar el reconocimiento del gobierno peninsular, y quien, autorizado por el Libertador, le asomó a Zea la posibilidad de salir «de apuros, negociando una gran cantidad de barras de platino guardadas en la Casa de la Moneda de Bogotá
18.
Esto es, el héroe de Ayacucho fue uno de los artífices de la base deleznable sobre la cual se asentó el gobierno del Libertador Presidente, para unos, o del Dictador, para otros, y en el que colaboró estrechamente en la destacada posición de Jefe de Estado Mayor
19.
Tal hecho produjo, a no dudarlo, una sensación de debilitamiento de la autoridad del Gobierno y una mengua del prestigio del Libertador
20.
Los venezolanos que hoy tributan una veneración que linda con el fanatismo a Simón Bolívar, y hasta en sus mensajes oficiales siempre dicen: “Venezuela, Patria del Libertador”, tal vez intencionalmente, o quizás por ignorancia, callan la publicidad del mensaje a que se ha aludido, y del cual citamos los siguientes apartes:
21.
“En cualquier lugar de la República que exista, el Libertador Simón Bolívar será tratado siempre con el respeto y la consideración debidos al primero y mejor ciudadano de Colombia”
22.
Maneja los archivos secretos de Estado, selecciona rigurosamente a quienes tienen acceso al Libertador, influye en sus decisiones y en la política y terminación haciéndose nombrar miembro del Estado Mayor, con el grado de Coronel, para lo cual diseña su propio uniforme
23.
Que Manuela compartía con el Libertador las cosas del Gobierno y con el facultativo las intimidades de la alcoba, no es una afirmación gratuita de nuestra parte
24.
Así describe Femando Bolívar, sobrino del Libertador Presidente, y quien también residía allí, la casa de Gobierno:
25.
No obstante que los sentimientos del Libertador habían contado con la aprobación de Castillo, no fueron del agrado de Urdaneta, el cual convocó la oficialidad a los batallones Vargas y Granaderos, que presionando insistentemente, obtuvo una revocatoria a lo proyectado, forzando de esta manera al Libertador Presidente a continuar en el gobierno, al tiempo que decía: “Que se cumplan, pues, las leyes, no teniendo, por consiguiente, lugar la reunión del Congreso”
26.
Tiempo después, y ya con ánimo más sereno, o tal vez como una rectificación a lo dicho contra el Hombre de las Leyes, expresará el Libertador: “El no habernos compuesto con Santander es lo que nos ha perdido a todos
27.
El adiós del último homenaje popular que se rendía al Libertador
28.
ES Libertador, con voz cavernosa y fatigada, pronunció las esperadas palabras de la dimisión como Presidente
29.
Había que conseguirlo, porque aun cuando el Gobierno granadino le había asignado una pensión, las arcas del Libertador estaban casi vacías
30.
El episodio fue aprovechado hasta llegar a la exageración de seguirle un proceso que fue suspendido, no sólo por insinuaciones prudentes de Joaquín Mosquera, Presidente de la República, sino porque los acontecimientos motivados por el golpe del General Urdaneta, dejaron pendiente la orden de destierro de la Libertadora del Libertador
31.
El 15 de septiembre de 1892, le dirigió una carta algeneral Máximo Gómez, invitándolo a que aceptara la investidura deencargado supremo del ramo de la guerra, a que «ayudara a organizardentro y fuera de la isla, el Ejército Libertador que había de poner aCuba, y a Puerto Rico con ella, en condiciones de realizar con métodosejecutivos y espíritu republicano su deseo manifiesto y legítimo deindependencia»
32.
Trueba hizo muy bien en nollamar por su cuenta Libertador á Bolívar
33.
Urdaneta, mientras el Libertador, Ribas,Mariño y otros jefes operaban en la segunda
34.
El Libertador y un emigrado deCarácas amigo suyo, llamado
35.
Retirado el Libertador en Puerto-Príncipe trabajaban en tanto paraorganizar una nueva expedicion,
36.
cualrepresentaba la farsa de ofrecer la dimision del Libertador con la suyapropia para obtener la distincion que ambicionaba
37.
Esto tenia lugar el 9 de Agosto, y al siguiente, diade San Lorenzo, saludado por las expresiones de la mas viva alegria,entraba el Libertador en Santa Fé de Bogotá
38.
—Entrada del ejército libertador en
39.
las provincias del Alto Perú á 10 de Julio del mismo año1825 y confiaron al Libertador la autoridad
40.
esto es, el 6 de Octubre, despuesde haber encargado al Libertador que formase una Constitucion
41.
despues de asesinar á los centinelas, ylograron penetrar hasta la estancia del Libertador;
42.
Esta Asamblea, legalmente constituida en la capital el 26 de Noviembre,resolvió: "desconocer la autoridad del Libertador; separar á Venezueladel gobierno de Bogotá; consultar la voluntad de los antiguosdepartamentos de aquella, invitándoles á que por medio de un cuerpoconstituyente reconociesen, defendiesen y manifestasen públicamente laseparacion que
43.
cree, a ser el libertador de los hombres,yo vería y haría con
44.
consigo el libertador de todos
45.
La capital de esta confederaciónverdaderamente pacífica fué Mildendo, por haber partido de ella elmovimiento libertador; pero se despojó de su nombre, que databa de losantiguos emperadores, para
46.
enlosada, con la estatua del Libertador en elcentro, llena de
47.
Libertador, de pie, de un méritoartístico excepcional en esa clase
48.
El Libertador, en una de sus visitas al Salto, encontrándose
49.
excursiones; pero con estadiferencia: que el Libertador llevaba
50.
Libertador, en el tiempo yel espacio de la prospectiva continental
51.
de la Estatua del Libertador Simón Bolívar en
52.
Condecoraciones: Orden del Libertador en 3a clase
53.
Libertador, elgeneral Simón Bolívar
54.
Y otro siglo más tarde, en el tiempo presente, del modo más solemne que es dable imaginar, precisamente al lado de la tumba de su Libertador Simón Bolívar, Venezuela recuerda y llora a un gran "desaparecido", cuyos restos no pudieron ser encontrados
55.
Encargó una vajilla de porcelana con su retrato pintado a mano en cada pieza, copas de cristal tallado y muebles con gárgolas furiosas en las patas, además de un raído sillón que hizo pasar como reliquia colonial, diciéndole a todo el mundo que había pertenecido al Libertador, razón por la cual le ató un cordón rojo por delante para que nadie pudiera posar las asentaderas donde el Padre de la Patria lo había hecho
56.
No sé cómo llegué so-la a la calle Ejército Libertador, donde me recibió Caramelo histérico de gusto, pero Paulina del Valle casi sufrió un infarto al verme aparecer con la ropa embarrada y los ojos hinchados
57.
Creo que más de algo se ablandó también en el recio corazón de mi abuela, porque a partir de esa estadía en el campo se acercó de a poco a la religión, empezó a ir a la iglesia por gusto y no sólo para ser vista; dejó de maldecir al clero por costumbre, como hacía antes, y cuando volvimos a Santiago mandó construir una hermosa capilla con vitrales de colores en su casa de la calle Ejército Libertador, donde rezaba a su manera
58.
La casa de la calle Ejército Libertador albergó a mucha gente en los años turbulentos de la Revolución, pero nada fue tan complicado y exci-tante para mi como la llegada de mi padre a esperar la muerte
59.
Nuestra ca-sa de la calle Ejército Libertador había permanecido al cuidado de un par de lejanas tías pobretonas, de los muchos allegados que cualquier familia chilena tiene, y unos cuantos empleados
60.
Frederick Williams y yo habíamos salido de la casa de Ejército libertador y estábamos todavía en un hotel, porque aún no concluían las repara-ciones en la quinta donde hoy vivimos
61.
Jubad, el libertador
62.
Más tarde le celebraron como libertador, como vencedor del tirano
63.
Fue que al llegar las niñas con su caballero libertador, surgieron en la familia dudas acerca de la conveniencia de aposentarle en la propia casa
64.
Espartero se aproximaba con todo su Estado Mayor para entrar solemnemente en la plaza como libertador glorioso
65.
Las cosas que dice y hace siguen las ideas de Simón Bolívar el Libertador
66.
Tanto es así que su tema «El Libertador», dedicado a Simón Bolívar pero reinterpretado en clave chavista, se convirtió en el nuevo himno de la juventud bolivariana
67.
Es que los dos gobiernos van a celebrar conjuntamente este año el fifticentenario del Natalicio de la muerte del Libertador, y él va a pronunciar la oración lúgubre
68.
Cuando las avanzadas del ejército libertador aparecieron, destacándose del horizonte obscuro en las primeras claridades del alba, rompió la multitud en exclamaciones de júbilo
69.
En la tradición judía esta conjunción había señalado antiguamente el «año de Moisés», libertador del pueblo de Israel
70.
Clamaron a Yahvé los hijos de Israel, y suscitó Yahvé a los hijos de Israel un libertador…: Otoniel, hijo de Quenaz, el hermano menor de Caleb
71.
Ayer tarde celebré una nueva entrevista con el profesor Yehmel y Drakyl, los cabecillas de este magnífico movimiento libertador
72.
Es preciso que, a fuer de imparciales, reconozcamos que la Corte de Algorán jamás alcanzó tanto esplendor como cuando gobernaron los presidentes que participaron de manera directa en el Movimiento Libertador
73.
Por ejemplo, recorrer las cuadras más anchas de la avenida Libertador, desde Dorrego hasta Pueyrredón, en el Honda automático, que corre delicioso, regulando la velocidad para e no nos toque ningún semáforo en rojo, montándonos felices en la «ola verde» de los semáforos sincronizados, una diversión tonta y memorable que mis hijas llaman el «juego verde» y que tarde en la noche, cuando salimos a las tres de la mañana de los cines del Village, es un poco más arriesgada y a veces te obliga a tomar una bifurcación, un camino que se mete en el bosque de los travestis, sólo para evitar un semáforo en rojo
74.
-Según dijo, el Maestro era sólo un idealista; un soñador bienintencionado, pero no el esperado libertador de Israel
75.
Para empezar, el general anda como la gran patria, ¿por qué razón?, porque cuando llegamos aquí, la gente que había reclutado el Rufián ya no estaba, no es Rujian, es Rujino, a saber, ¿tú le conoces?, sólo de quince días a esta parte, pero has dormido con él, déjate de bromas, Basilio, ¿qué es lo segundo?, lo segundo es que el Pantaleón no quiere devolver los rifles, ¿que qué?, dice que la orden de Benito Juárez no es clara, ¿a pesar de las firmas y los sellos?, a pesar, pero si nos dijeron que Pantaleón y García Granados eran amigos, ya no, ¿y cómo está eso de que la gente de Rujino se ha marchado, el Rufus tenía apalabrado un gential, pero se fueron a trabajar en la construcción de una carretera, ¿y eso?, se cansaron de esperar y no tenían para comer, no me extraña, por eso el general está para los balazos, tiene razón, corre el rumor de que no se entienden, ¿quiénes?, adivina, me doy, el general y el rufián, ¿lo sabías?, no, Basilio, y no vuelvas a llamar a Rufino rufián, está bien, pero, como yo digo, ¿qué pueden tener en común esos dos hombres?, un ideal, qué otra cosa, pues sería más fácil pesar el humo que coincidieran en algo, no hay que ser fatalistas, pero, dime, ¿cuántos somos?, unos veinte, déjate de bromas, hablo en serio, ése es el tamaño del glorioso ejército libertador, eres un cínico, veinte hombres y cuarenta rifles que nos ha devuelto el Pantaleón, ¿de los trescientos que traíamos?, justamente, dice el Panta que ya le tienen hasta el gorro de que la frontera sur de México sea como la casa de la Juana, que todo el mundo entra y sale por donde le da la gana, hijo de su madre, y que cómo puede saber él si somos libertadores, contrabandistas o un ejército de ocupación, no termino de entenderlo, siendo liberal y juarista, ninguna pandilla de hijos de la chingada, le dijo al GG, puede cruzar este país, dejando cadáveres por donde pasa, tiene razón, pero no tiene pruebas, no las necesita, para eso es el gobernador, ése lo que quiere es plata, ¿y con qué crees que el general les liberó a ustedes de la cárcel?, no lo sé, pero, ¿cuál es la situación ahora?, el Panta dice que no entregará los rifles hasta que García Granados no demuestre que sus fuerzas son algo más que una gavilla de salteadores, qué cabrón, antes no eras tan mal hablado, ni tú tan metido, bueno, sí, es un cabrón, ¿supiste que hace año y medio se sublevaron aquí en Chiapas los indios?, algo oí, y que mataron a miles de blancos, no sé si fueron miles, pero sigue, pues a los chiapanecos aún les tiemblan las canillas y el Panta quiere protegerse con nuestros rifles, yes, sir, eso quiere el son of a bitch, ¿cuándo aprendiste inglés?, en mi tiempo libre, mentiroso, no me interrumpas que aún tengo algo importante que decir, ¿bueno o malo?, no lo sé, dispara, el general quiere que vayas a una hacienda cerca de Comi-tán que se llama Los Puentes, muy cerca de la frontera con Guatemala, para que entrenes allí a los hombres en el uso de los rifles, a los veinte, eso es, Rufino cruzará con ellos la frontera para hacer en San Marcos una leva en rancherías y pueblos, ¿quieres agua?, no, yo sí, por cierto, ¿supiste lo de Cerna?, no, ¿qué cosa?, lo del atentado, primera noticia, un soldado de su guardia lo intentó asesinar, ¿de veras?, se salvó de milagro, ¿y detuvieron al cuque?, lo fusilaron allí mismo, caray, dicen que hay gente de plata, liberales, claro está, que se está moviendo en el país contra Cerna, ¿has oído algo?, no, lindo revólver, sí, es lindo, pero, tú no usabas armas, eso era antes, ¿dónde lo compraste?, en Nueva York, y no lo compré, me lo regalaron, quién, no seas curioso, háblame de lo que hiciste en Nueva York, otro día, Basilio, ahorita no tengo ganas, le dejas a uno exhausto
76.
»El ejército libertador le alcanzó finalmente en las inmediaciones de San Lucas
77.
Y mientras desde el balcón de la casa de doña Soledad, en medio de aquel alboroto, trataba de identificar a lo lejos, con el fondo del Calvario, la llegada del ejército libertador, me preguntaba si Néstor habría cambiado tanto como había cambiado yo y si no me vería muy distinta a la Clara Valdés que había dejado en Guatemala una madrugada de 1869
78.
Teníamos el ANC, teníamos el Partido Libertador Inkatha, y hasta los elementos de extrema derecha de los afrikáners, que lo que más deseaban era una revolución abierta para iniciar un exterminio racial
79.
Delante de ellos el libertador de Tara limpiaba la sangre de su espada en el pelo de su víctima
80.
El primero fue que el Libertador lo había cargado en sus brazos, en la población de Turbaco, cuando iba en su viaje desdichado hacia la muerte
81.
Pero cuando digo el León, por supuesto que me refiero a Aslan, el gran libertador de Narnia, que ahuyentó a la Bruja y al Invierno
82.
Hermano, sé que el Senado, el pueblo entero, busca no ya un nuevo emperador, sino un auténtico libertador de este tirano que sólo sobrevive porque sus legiones rodean la ciudad
83.
Con cierta vergüenza, Reina se acordaba de haberse contoneado al compás de ese horror en alguna fiesta de la adolescencia temprana, pero ahora le hacía gracia que fuera la brújula gracias a la cual llegaron de pronto a la plaza central, con la estatua ecuestre del Libertador alzándose sobre la copa de algunos árboles moribundos
84.
Ahí estaba su libertador presuntamente divino, Rey del Sacro Imperio Judío, totalmente desvalido frente a unos pocos soldados romanos
85.
¡Libertadores! ¿Dónde están los Libertadores? ¡Muerte a los Libertadores! Muchos subieron hacia el Palatino, hacia los estrechos callejones bordeados de hileras de casas anónimas cuyas puertas estaban cerradas, de modo que nadie sabía en cuál de ellas vivía un Libertador
86.
Cuando Mario murió en su lecho (cosa lamentable, pues debía haber sido asesinado lo mismo que él asesinó a millares de personas sin piedad), el pueblo no lloró al que se había nombrado a sí mismo su libertador
87.
Todos esperan al Libertador, y no querrán ser liberados sin él
88.
—Escucha bien, pues yo soy en realidad la voz del que clama en el desierto: Enderezad los caminos para nuestro libertador
89.
—Y si es el Mesías, el Libertador que busca Israel, ¿acaso ha de seguir las instrucciones de nadie sino del que le envió?
90.
Era como si estuviera diciendo a todos, y no sólo a los judíos: «Soy Jesucristo, el Salvador y el Libertador, el Ungido, el Hijo Eterno de Dios», pues en griego el nombre significaba todo eso
91.
Cuando oí decir que él transforma el agua en vino y que camina sobre las aguas, comprendí que era el Ungido de Israel, el Libertador, el Mesías que todos esperábamos
92.
Nuestra verdad estaba en el Libertador; la de ellos en todo lo que apoyaba su Imperio y su modo de vida
93.
La mayor era la infaltable reproducción del óleo de Blanes que retrata al libertador José de San Martín resignado a los azares de la guerra
94.
Aclamado en todo Egipto como libertador, Alejandro fue entronizado como faraón, con la doble corona y el áspid, los cetros cruzados del cayado y el mayal, símbolos del pastor y el juez
95.
Siguió un curso establecido de antemano, en dirección a la Avenida del Libertador
96.
El Tahedo que se enseña en su Academia es la herencia refinada del arte creado por Zenort el Libertador
97.
Se proclamará libertador de la ciudad, el hombre que puso fin al despotismo de los Iniciados, y restablecerá el esplendor del imperio
98.
Encima hay un tráfico terrible porque está cortada Libertador y cuando llego a Retiro ya son casi las ocho y media de la noche y el tren está estacionado al final del andén a punto de salir
99.
Es tan grande como una estación de ferrocarril y parece un cruce entre Versalles y el Partenón, pero sin embargo frente a esta enorme tarta de bodas, en la desembocadura de la magnífica y vacíaAvenida del Libertador General Lavalleja, se yergue un policía ataviado con el sombrero y la capa de un policía parisiense