1.
Entonces abrió la puerta el marinero y nos advirtió:
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su vez la gorra de marinero
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Un chico rubio, vestido de marinero, concara de desvergonzado, se quedó fijo delante de nuestrasniñas contemplándolas con insistencia, y no hallandoal parecer conveniente la gravedad que mostraban, sepuso á hacerles muecas en son de menosprecio
4.
Así como en la calma el marinero,
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No es de olvidar que los restos mortales del insigne marinero fueronembarcados é hicieron todavía dos viajes atravesando el Atlántico y elmar de las Antillas
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Cuando algún marinero inexperto cantaba desdeel tope ¡tierra! engañado por el celaje, contestábanle desde abajo ¡la del fogón!
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mucho andar, sin la serenidad y ladestreza del marinero que los
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—El timón se ha ido—dice un marinero caladode agua, el cual cruza
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El viejo marinero me miró desconfiado, con lasmanos en los bolsillos,
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á los reales con el marinero, que en castigo le tuvieron atado de pies y manos toda la noche, á cuatro palos
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Un marinero del brick hizo fuego antes de la orden
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«¿Te figuras que estás en lataberna?» El marinero
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marinero aquien el señor de las Cuevas había amenazado
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vestir lablusa del marinero o la camiseta
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del pueblo,hija de un marinero, nieta de un sereno, a quien toda
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presintiendo lapiedad del marinero: iba á salvar á la Virgen
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preocupa al marinero es la dirección ysalvamento de su
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Mientras, un fuego maldito ardía en las entrañas del marinero;
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Cuando fondeamos, un marinero a quien la jaula incomodaba
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El marinero entró detrás de Tragomer en la barraca, donde sentados en elsuelo y con la espalda contra la pared, unos presidiarios estabantrabajando en gruesas y duras maromas embreadas
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El marinero abrió la caja y sacó una biblia, un libro de viajes y unospaquetes de tabaco
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marinero quemado por el sol de lostrópicos
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Echó una ojeada á losdos hombres, reconoció al visitante extranjero y al marinero que
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lainfeliz; lloran asustados los granujas, y el iracundo marinero sale albalconcillo renegando de su estrella y
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marinero que tiene por esta obligación algunos gajes
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aceptó con cierta solemnidad la jarra yel vaso que el marinero le ofreció; en seguida colocó éste el pan
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, el arisco y hercúleo marinero del Cabildo deAbajo, curtido por todos los climas y batido por todos los
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de su mirada! No ladulcificó el viejo marinero cuando la sardinera volvió á encararse conél; antes bien,
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marinero, que á su lado estaba depie y con los brazos cruzados sobre el pecho
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delarmada, antes estar en opinión de hombre de experienciay marinero, que no vernía por
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Y hasta el pobrecito marinero
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Era el galan pretenso un marinero,
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Gonzalo García, marinero, rescatado de los Charruas, en
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un marinero, estaba en camino de ser algo,podía con todo
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El marinero se echó a reír
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Y al decir esto se retiró el marinero
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En fin, al cabo de tres días, el marinero, al llegar como de
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Podía pasar por marinero curtido en cien combates contra
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Desde que se conocieron el tosco marinero y el ilustrado
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No es de olvidar que los restos mortales del insigne marinero
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«Queriendo un marinero aprovecharse del serón de esparto
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El marinero tomó la cuerda que el otro le tendía, y haciendo
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El marinero, aunque tenía los ojos en el
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enagradecimiento concedía al marinero un don
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Vestía el cadáver, traje de marinero, compuesto de elástica de lana depunto y pantalón y
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En el momento que encontré a aquel marinero estaban cerrando el puerto
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cuando estaba displicente, pegaba Demóstenes el negro,un marinero que con frecuencia hacía de
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escoge sus hombres y paga lasdeudas con los anticipos de la soldada del marinero
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Un marinero holandés de la tripulación de El Especulador, un barcopirata que dió mucho que
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su carabela en un abrigo de la costa,mientras el otro, marinero
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alimento de los peces; y cada chiste que el marinero
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marinero con una cesta, iba repartiendo entreellos manzanas
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Devez en cuando, un marinero con impermeable
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Declaración de un marinero náufrago
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y años, a oír los latinajos del antiguo marinero, quedesde su
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El marinero, con la ayuda de un muchacho, echaba su
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Una tarde, contó el marinero á las dos mujeres cómo se había
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sobre la cubierta,ordenando á un marinero que buscase al
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marinero cubierto de burdocapote impermeable que, con los enseres de pescar en la
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pierna postiza del marinero
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algún marinero conocido,que esperaba encontrar en el muelle
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tras ellos siguiendo lasórdenes de mi amo; pero la imagen del marinero herido y abandonado
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En cierta ocasión preguntó un comerciante a un marinero:
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tiempo al marinero de echar el áncora
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Me sentí, supongo, como puede imaginarse uno que se siente el marinero desarmado cuando un navío de guerra amigo le salva de la persecución de un buque pirata
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Fueron en una barca de remos hasta la nave para hablar con su capitán, un marinero con el pecho tan ancho como un barril, que estaba en tránsito con una carga de pieles y lana
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A eso de las dos de la mañana Miguel le dijo a Betty Boop que iba un momento a su casa a buscar el traje de marinero para volver a Ferrol a primera hora, Betty Boop había gozado mucho, ¿cuántas veces?, ¡vete tú a saber, llevar esa cuenta es una vulgaridad!, y se quedó dormida, a las seis se despertó sobresaltada, vio que seguía sola, se asustó, se vistió, y se fue para su casa corriendo, entró por el piso de abajo para que sus padres no se enterasen de que había estado fuera toda la noche, sus padres aún no se habían separado, claro, y el piso de Linares Rivas era un dúplex
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Preguntar quería el general qué azotes eran aquéllos, o qué desencanto de Dulcinea, cuando dijo el marinero:
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«Sí, padre», decía el niño al azar, aunque ignorara cómo podía ser malo un pensamiento, y hasta el día siguiente vivió con el temor de dejar escapar sin saberlo un mal pensamiento, o, lo que le resultaba más claro, una de esas palabras malsonantes que poblaban su vocabulario de escolar, e hizo lo que pudo para retenerse, por lo menos hasta la mañana de la ceremonia, en que, vestido de marinero, con brazal, un pequeño misal y un rosario de cuentas blancas, todo ello regalado por los parientes menos pobres (la tía Marguerite, etcétera), recorrió blandiendo una vela el pasillo central, en una fila de niños, cada uno con su vela, bajo las miradas extasiadas de las familias puestas en pie entre los bancos, y el trueno de la música estalló en ese momento dejándolo petrificado, sobrecogido de espanto y de una extraordinaria exaltación en la que por primera vez sintió su fuerza, su capacidad infinita de triunfo y de vida, exaltación que lo poseyó durante toda la ceremonia, distrayéndolo de lo que estaba pasando, incluido el instante de la comunión y el regreso y la comida, pues los parientes habían sido invitados a una mesa más [opulenta] que de costumbre, y poco a poco los comensales, habituados a comer y a beber moderadamente, se fueron excitando hasta que una enorme alegría llenó poco a poco la habitación, destruyendo la exaltación de Jacques y al mismo tiempo desconcertándolo hasta el punto de que al llegar al postre, en el colmo de la excitación general, estalló en sollozos
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trepaba por la pasarela, mostraba a un marinero, que no entendía, la tarjeta del agente
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¡Con qué alegría y estremecimiento leí y releí aquel hallazgo inesperado! Todavía lo conservo en la primera página de un ejemplar viejísimo de Marinero en tierra, lo único que por una rara casualidad pude salvar conmigo de la guerra española
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Creo que supe por él que a Juan Ramón le habían gustado mucho varias canciones de mi Marinero aparecidas en La Verdad, un suplemento poético que dirigía en Murcia Juan Guerrero Ruiz, el amigo más fervoroso del poeta y de la nueva poesía
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por el marinero muerto!
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Cada vez que un marinero negro se dirigía a una de nosotras, nuestros compañeros intercambiaban fugaces miradas y corrían al rescate, desviando el tema de conversación y situándose entre nosotras y nuestros interlocutores
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Algunas gotas de ron que contenía la cantimplora reanimaron el desfallecido corazón del joven, al paso que las friegas que seguía dándole el marinero, de rodillas, contribuían a que sus miembros recobrasen la elasticidad
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Cuando volvió Dantés al barco, llevando a Jacobo la camisa y el pantalón que le había prestado, viose en la precisión de repetir su historia, pues el patrón no acertaba a reconocer en aquel elegante marinero al hombre de espesa barba que desnudo y moribundo había recogido en La Joven Amelia, con los cabellos llenos de algas y el cuerpo empapado en agua de mar
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La consecuencia de esta simpatía que Jacobo demostró a Edmundo desde el primer momento, fue que Edmundo experimentase también por Jacobo cierto afecto, pero el marinero no exigía más, adivinando instintivamente que el discípulo del abate Faria era muy superior a su posición y a aquellos hombres, superioridad que Edmundo sólo de él dejaba traslucir
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Además, como había terminado ya el período de enrolamiento de Edmundo con La Joven Amelia, despidióse del patrón, que hizo muchos esfuerzos por retenerle, pero que habiendo sabido, como Jacobo, la historia de la herencia, renunció desde luego a la esperanza de que su antiguo marinero alterara su resolución
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Dantés le dio una moneda en agradecimiento de sus buenos oficios, y un instante después oyó que corría tras él el marinero
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Bien hubieran querido aquellas pobres gentes dar las gracias al generoso desconocido, pero al separarse de ellos le habían visto dar algunas órdenes a un marinero, montar a caballo y salir por la puerta de Aix
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Un marinero viejo, tostado por el sol del ecuador, adelantóse dando vueltas entre sus manos a los restos de su sombrero
82.
—¡Ah! —respondió el marinero adivinando su idea—
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Le abrió un hombre en el que el periodista vio tan claros los típicos rasgos de un antiguo marinero, que no tuvo la menor duda de su identidad
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-¡Un caballo muerto! -exclamó el marinero agachándose sobre la masa blanquecina -
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Si el marinero hindú no se había engañado, la situación era grave y podía tener consecuencias lamentables
86.
El marinero obedeció a hizo caer la luz de la linterna sobre una pequeña sierra apoyada en un rincón
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Cargando las dos pistolas con gran cuidado y pese a los consejos del marinero que trataba insistentemente de disuadirlo, el capitán trepó resueltamente por la escollera y avanzó hacia la costa con grandes precauciones
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-¿Ha huido? -preguntóle el marinero
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Alí, que había cargado las pistolas con arena, se dirigió hacia la playa acompañado por el marinero, esperando el momento propicio para hacer un buen disparo
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El marinero abrió los ojos con fatiga:
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El marinero comenzó a juntar ramas secas
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Pese a que Alí ignoraba qué peligro les amenazaba, al oír los gritos del marinero abandonó las presas y de un salto llegó al pie de un árbol alto y esbelto
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-Bebe, capitán -dijo el marinero cuando uno de los recipientes estuvo lleno
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Luego, volviéndose hacia el marinero, agregó en distinto tono:
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El viejo lobo de mar hizo una cómica inclinación ante la duquesa y se fue al lado del joven marinero, mientras susurraba:
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- En la silla de tu caballo tal vez no halles una capa de marinero, pero algunos cequíes acaso los encuentres –dijo Muley-el-Kadel, mientras sonreía
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Atravesaron el pueblo y se habían escondido en medio de los bosques, precedidos por un marinero que había vivido muchos años en aquellos lugares cuando Juan Baret cogió a Amali por un brazo y le dijo:
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-Carmaux -preguntó el Corsario Negro volviéndose a su fiel marinero, que en unión de Van Stiller se había colocado a su lado- ¿ves las chalupas?
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-¡Señor! -repuso el marinero
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Se interrumpió bruscamente, viendo a Sun-Pao que entregaba el timón a un marinero y que se acercaba a ella