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    ostracismo frasi di esempio

    ostracismo


    1. siempre al ostracismo y la conspiración, fueronasimismo el


    2. ostracismo en Grecia; el monte Taygetoen Esparta; el monte Calvario en Judea; la roca Tarpeya en la


    3. Cuando ya estuvieron solos se encaró con el coronel Zerna y con Dan, preguntándoles: -¿Irán al ostracismo?


    4. De ahí al ostracismo sólo median dos etapas


    5. Gandhi merece reconocimiento por su crítica al sistema de castas hindú, según el cual los estratos inferiores de la humanidad vivían condenados a un ostracismo y un desdén que en algunos aspectos era aún más cruel y absoluto que la esclavitud


    6. Como tal, no se había dado la circunstancia que el Estado lo hubiera requerido para algo en concreto ya que el servicio militar estaba suspendido para los de su raza; y en cuanto a organizaciones juveniles, estaban condenados al ostracismo más absoluto


    7. Florentina se enfrentó al hecho de tener que pasar dos años en el ostracismo, y no le sirvió de alivio leer el titular del Tribune de Chicago el día después de las elecciones


    8. Decretado el ostracismo de don Manuel el 4 de Febrero, con la coletilla de que no podría volver a España sin permiso previo del Gobierno, aquella misma noche fue puesto en ejecución


    9. Ser militar para mantener en el mando a una casta de ladrones, explotadores y vendepatrias endiosados es mucho más triste, por infame, que morirse de hambre en el ostracismo


    10. Si damos crédito a la explicación dada por los autores ingleses de aquellos días, el año 1815, el año de Waterloo, ser hijo de un comerciante modesto significaba en aquel tiempo quedar condenado al ostracismo

    11. –… y fuera de la ciudad hay una sola manera de vivir, y es descender bajo el mar y soportar el ostracismo trabajando en las minas submarinas de ilirión…,


    12. A algunos se los considera aceptables; a otros, en cambio, se los condena al ostracismo


    13. Finalmente, condenado al ostracismo por todos y cada uno de sus parientes y por sus convecinos, decidió retirarse a Lausanne, donde murió en 1931 por intoxicación con extractos glandulares de mono, que le estaban siendo administrados en un intento de restaurar su virilidad


    14. Estaba claro que habían condenado a Anarkia al ostracismo por meras razones políticas


    15. El hombre que ha pecado conoce la potencia del Estado totalitario, que es infinitamente grande; sirviéndose de la propaganda, el hambre, la soledad, el campo, la amenaza de muerte, el ostracismo y la infamia, esa fuerza paraliza la voluntad del hombre


    16. El campeón inicial de la idea fascista era el esteta vanguardista Ernesto Jiménez Caballero ("el D'Annunzio español"), que anunció públicamente su fascismo en 1929 y rápidamente quedó sometido casi por completo al ostracismo por el mundillo cultural español, predominantemente liberal, con lo cual se convirtió en lo que él mismo calificaba de "Robinson Crusoe literario"


    17. 1 y 4) afirma específicamente que fue Clístenes el responsable de la ley del ostracismo


    18. Puede que en aquel entonces no se haya concebido así, pero el ostracismo del 482 a


    19. A medida que se aproximaba la fecha pautada para el ostracismo, los propios atenienses parecían irlo comprendiendo vagamente


    20. El día del ostracismo, ante el puesto de votación, uncampesino analfabeto, que no reconocía al gran hombre, se le acercó a ofrecerle un pedazo de cerámica para que allí escribiese «Arístides»

    21. Tal vez lo hubiesen condenado a sufrir el ostracismo, pero antes de marcharse ya estaba preparando el terreno para su regreso


    22. Por ello, a insistencia de Temístocles, se autorizó convocar el regreso al Ática de varias víctimas del ostracismo, «con el fin de que todos los atenienses pudieran pensar como una sola cabeza en la defensa contra los bárbaros»


    23. Sansón y diciendo como él: “Los dos sexos morirán cada uno por su lado”; excluidos, inclusive, salvo en los días de gran infortunio, en que la mayoría se apiña en torno a la víctima, como los judíos en torno a Dreyfus, de la simpatía a veces de la sociedad de sus semejantes, a quienes dan la repugnancia de ver lo que son, pintado en un espejo que, al no adularles ya, acusa todas las lacras que no habían querido observar en sí mismos y les hace comprender que lo que llamaban su amor (y a lo que, jugando con el vocablo, hablan anexionado, por sentido social, cuanto la poesía, la pintura, la música, la caballería, el ascetismo, han podido añadir al amor) dimana, no de un ideal de belleza que hayan elegido ellos, sino de una enfermedad incurable; como los judíos, también (salvo algunos que no quieren tratar sino a los de su misma casta, tienen siempre en los labios las palabras rituales y las bromas consagradas), huyendo unos de otros, buscando a los que son más opuestos a ellos, que no quieren nada con ellos, perdonando sus Sofiones, embriagándose con sus complacencias, pero unidos asimismo a sus semejantes por el ostracismo que les hiere, por el oprobio en que han caído, habiendo acabado por adquirir, por obra de una persecución semejante a la de Israel, los caracteres físicos y morales de una raza, a veces hermosos, espantosos a menudo, encontrando (a pesar de las burlas con que el que, más mezclado, mejor asimilado a la raza adversa es relativamente, en apariencia, el menos invertido, abruma al que ha seguido siéndolo más) un descanso en el trato de sus semejantes, y hasta un apoyo en su existencia, hasta el punto de que, aun negando que sean una raza (cuyo nombre es la mayor injuria), los que consiguen ocultar que pertenecen a ella los desenmascararán gustosos, no tanto por hacerles daño, cosa que no detestan, como por excusarse, y yendo a buscar, cono un médico busca la apendicitis la inversión hasta en la Historia, hallando un placer en recordar que Sócrates era uno de ellos, como dicen de Jesús los israelitas, sin pensar que no había anormales cuando la homosexualidad era la norma, ni anticristianos antes de Cristo, que sólo el oprobio hace el crimen, puesto que no ha dejado subsistir sino a aquellos que eran refractarios a toda predicación, a todo ejemplo, a todo castigo, en virtud de una disposición innata hasta tal punto especifica que repugna a los otros hombres más (aun cuando pueda ir acompañada de altas cualidades morales) que ciertos vicios que se contradicen, como el robo, la crueldad, la mala fe, mejor comprendidos y por ende más disculpados por el común de los hombres, formando una francmasonería mucho más extensa, más eficaz y menos sospechada que la de las logias, ya que descansa en una identidad de gustos, de necesidades, de hábitos, de peligros, de aprendizaje, de saber, de tráfico, de glosario, y en la que los mismos miembros, que no desean conocerse, se reconocen inmediatamente por signos naturales o de convención, involuntarios o deliberados, que indican al mendigo uno de sus semejantes en el gran señor a quien cierra la portezuela del coche, al padre en el novio de su hija, al que había querido curarse, confesarse, al que tenía que defenderse, en el médico, en el sacerdote, en el abogado que ha requerido; todos ellos obligados a proteger su secreto, pero teniendo su parte en un secreto de los demás que el resto de la Humanidad no sospecha y que hace que las novelas de aventuras más inverosímiles les parezcan verdaderas ya que en esa vida novelesca, anacrónica, el embajador es amigo del presidiario, el príncipe, con cierta libertad de modales que da la educación aristocrática y que un pequeño burgués tembloroso no tendría al salir de casa de la duquesa, se va a tratar con el apache; parte condenada de la colectividad humana, pero parte importante, de que se sospecha allí donde no está, manifiesta, insolente, impune, donde no se la adivina; que cuenta con adeptos en todas partes, entre el pueblo, en el ejército, en el templo, en el presidio, en el trono; que vive, en fin, a lo menos un gran número de ella, en intimidad acariciadora y peligrosa con los hombres de la otra raza, provocándolos, jugando con ellos a hablar de su vicio como si no fuera suyo, juego que hace fácil la ceguera o la falsedad de los otros, juego que puede prolongarse durante años hasta el día del escándalo en que esos domadores son devorados; obligados hasta entonces a ocultar su vida, a apartar sus miradas de donde quisieran detenerse, a clavarlas en aquellos de que quisieran desviarse, a cambiar el género de muchos adjetivos en su vocabulario, traba social ligera en comparación de la traba interior que su vicio, o lo que se llama impropiamente así, les impone no ya respecto de los demás, sino de sí mismos, y de suerte que a ellos mismos no les parezca un vicio


    24. Durante los años que siguieron a la paz, hubo varios intentos de aplicar el ostracismo a ciudadanos a quienes se sabían simpatizantes de la política de Pericles; pero sí Tucídides y sus consejeros esperaban desembarazarse mediante ese recurso de Pericles, los hechos probaron que estaban equivocados y no pasó mucho tiempo sin que se emplearan contra ellos sus propios métodos


    25. Fue también un abuso del ostracismo que, en mi opinión, sólo es recurso político válido en épocas en que en el Estado contienden con encono dos políticas, una de las cuales ha de adoptarse necesariamente; y en tales casos, es de desear que el hombre que ha de marchar al exilio sea uno u otro de los jefes de los dos partidos


    26. Un notable ejemplo del absoluto ascendiente que Pericles había conquistado sobre el pueblo ateniense puede hallarse en la guerra con Samos, que estalló poco después del ostracismo de Tucídides


    27. Prácticamente todos decidieron darles la espalda, condenarlos al ostracismo por lo que entendían una clara falta de moral y un insulto a los más elementales principios de la decencia y el comportamiento púdico —una teoría que se encargaba de fomentar Pedro el Macho, que parecía haberse tomado la campaña de desprestigio de la nueva pareja como un asunto personal—


    28. Durante toda su vida temerá más al ostracismo que a la violencia


    29. Ellos no lo dicen, por supuesto, pero todo japonés se da cuenta de que están poniendo en tela de juicio el papel de la vergüenza (haji) y de que esperan un nuevo florecimiento de libertad entre sus compatriotas: libertad frente al miedo de las críticas y el ostracismo «del mundo»


    30. Aunque la maldición femenina la condenaba al ostracismo parcial y temporalmente, la mayoría de las mujeres agradecían el respiro periódico que significaba sustraerse a las exigencias constantes y a las miradas observadoras de los hombres

    31. Pero, volviendo a la cuestión de la responsabilidad en la política española, qué sentido tiene que se haya combatido al PSE con una política que lo ha llevado al Gobierno, gracias al apoyo del PP, que a su vez ha salido del ostracismo al que lo habíamos conducido todos, ellos mismos incluidos


    32. —Por lo visto los han condenado al ostracismo


    33. Esas vidas de ostracismo marginal, que no se han superado en la mayoría de los casos, tienen todavía un sello de infinita tristeza, marcado al rojo incandescente; y ahora, con sus facultades a veces mermadas por el paso del tiempo, con la incomprensión no sólo de la sociedad homófoba, sino también de las generaciones de gays más jóvenes que no han vivido en la sociedad opresora de aquel entonces y que, por tanto, desconocen sus vivencias de desolación personal y social, no quieran hablar ni recordar su historia, aun cuando para ellos pudiese suponer, si no una catarsis, sí al menos un cierto alivio en su soledad existencial


    34. [La marginación y el ostracismo social del colectivo transexual es indudablemente más dolorosa que en los restantes colectivos LGTB


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