1.
El autor, observa la interacción de un papa vivo terrenalmente con su hijo fallecido en la tierra pero vivo en espíritu, con estos dos papas distintos sucedió y dos hijos distintos
2.
Loenviaban sus papas para
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todo ello rociado con ese exquisito Château-neuf de los Papas, de un colorrojo
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ovejas y llamas; ó en cultivar en losalrededores algunos frutos de las regiones frias, como las papas y
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montañas de Altuncama, en vista de su elevacion,produjesen la viña y las papas
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las papas, la cebada para elpastoreo, el trigo, la quinua, la oca[1] y todas las plantas de lasregiones frias
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amor de sus papas
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que ofrece á los Papas, formando los soldados en el moldede su
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almuerzo compuesto de uncaldo con papas, las papas duras y el
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Para él, eran losseres más grandes del mundo después de los papas,
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En los primerostiempos, papas y obispos eran elegidos por los fieles y
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tres puntas, y una jarrade estaño: y el ganso con papas, y un
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hablan en las reuniones sobre esos papas del socialismoy la anarquía, no dan ni un
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divina de los papas, los pastores ylos reyes, bajo la forma
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los pueblos y lasbendiciones de los papas
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papas porel Preste Juan o el Gran Kan de la Tartaria, poderosos
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Hildebrando, el más tenaz yambicioso de los papas
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papas que tuvieren para abastecer elejército, que estaba muy escaso de pan, ofreciéndoles se los
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eHistoria natural, que en seguida la hizo leer la Historia de los Papas yla Inquisición y
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alegoría escrita en piedra, que corona la puerta principal de la iglesia, y sobre la cual se ven algunos papas que se han condenado por sus crímenes: hé aquí el protestantismo, que en nombre de la libertad, mutila
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ensalada de papas y descuidadamente cogió una ración en su plato de plástico
22.
Durante cerca de dos siglos, los templarios fueron los consejeros, diplomáticos y banqueros de los papas, emperadores, reyes y señores
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-Si no vienes ya, se enfriará la comida, y las papas con chocos frías no valen un pimiento -me dijo Carmeli, desde la puerta de la habitación
24.
Más o menos por aquí, hace ya un montón de años, fue donde el viajero se hizo amigo del Mierda, el hombre que a fuerza de recibir zurras y aguantar denuestos ya no se fiaba de nadie más que del Papa: el Papa era Pío XII y desde entonces, van ya tres o cuatro Papas más
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Sobre unos mesones de madera se apilan los alimentos: un cordero entero trozado y en adobo, salchichas y chuletas de cerdo, pilas de pollos marinados en limón y hierbas, pescados de todas clases, langostas apenas aturdidas, mariscos, papas y maíz
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Muela las papas antes que enfríen
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Acompañe con papas al vapor y
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Hilda terminaba de preparar una tortilla de papas y el intenso aroma del café recién colado impregnaba la cocina
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La aparición de un cochino dorado y crujiente, reposando en un lecho de papas con una zanahoria en el hocico y ramas de perejil en las orejas, trajo a la memoria de Irene el cerdo faenado en casa de los Ranquileo y una oleada de náusea subió por su garganta
30.
En grandes calderos hervíamos agua con las yerbas disponibles en el valle -romero, laurel, boldo, maitén- y luego agregábamos lo que hubiese: unos puñados de maíz o frijoles de nuestras reservas, que disminuían muy rápido, papas o tubérculos del bosque, pasto de cualquier clase, raíces, ratones, lagartijas, grillos, gusanos
31.
Por orden de Juan Gómez, alguacil de nuestra diminuta ciudad, yo disponía de dos soldados armados de día y de noche para evitar que se robaran lo poco que teníamos en la bodega y la cocina, pero igual desaparecían puñados de maíz o unas papas
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Blanca tuvo que indicarle en alguna ocasión que por favor no agarrara las papas con la mano para ponérselas en el plato
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{282} Fueron perseguidos de generación en generación, pero también hubo grandes papas que los protegieron
34.
The Mamas and the Papas empezaron a decir que todas las hojas se habían vuelto marrones
35.
Minutos después, la Reina Madre me preguntaba si conocía yo Nápoles, y Bravo Murillo se condolió de que yo hubiera desistido de escribir la Historia de toditos los Papas, obra que sería, sin duda, de las más edificantes
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como un libro, como hablará la Historia de los Papas cuando la escribas»
37.
Luis XIV se encontró con uno de los problemas más agudos y delicados de la política eclesiástica y de la política internacional: cómo mantener esa autonomía insólita que invalidaba la autoridad de Roma sin chocar abiertamente con los sucesivos papas de la Iglesia católica
38.
El argumento empleado una y otra vez por los papas desde Urbano II y por los intelectuales de la Iglesia para defender la necesidad de acudir a la cruzada era que Dios estaba con los cristianos y que todos debían de cumplir con la misión de recuperar Tierra Santa para la cristiandad
39.
Estaba dispuesto a gobernar la Iglesia con mano firme y en esa opción no quedaban al margen los templarios, a los que los papas, cosa que no habían hecho hasta 1196, comenzaron a amonestar
40.
¿Por qué desapareció la Orden del Temple? Eran poderosos, tenían una extensa red de encomiendas por toda la cristiandad, habían sido la principal fuerza armada en la defensa de Tierra Santa y se habían ganado el reconocimiento de papas, reyes y nobles durante dos siglos
41.
Los templarios lo hacían por una regla, bien conocida, cuyos artículos eran públicos y estaban refrendados por los papas y los concilios
42.
Por allí han pasado, y orado frente a los fotógrafos, los Papas Pablo VI (en 1967), Juan Pablo II (1979) y Benedicto XVI (2006)
43.
Con el regreso de los papas a Roma, la ciudad y sus reliquias recobraron el antiguo esplendor
44.
Poder para decretarla no les falta a los papas, desde luego, dado que lo que tú atares en la tierra será atado en el cielo y viceversa, como es sabido
45.
Al solicitar datos sobre los cardenales que en aquellos momentos disfrutaban de un mínimo de posibilidades para convertirse en papas, uno de los especialistas del tercer círculo -muy introducido en los ambientes esotéricos de Irlanda- confeccionó un insólito informe, fundamentado en cálculos numéricos Y en la Profecía de san Malaquías
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Pero ¡quia! no creo yo las papas que tú cuentas, ni las hechicerías que te has traído de tu tierra de infieles
47.
camino, risas; si el sacristán de las Huelgas les contaba mil papas, diciendo que la señora abadesa se ponía mitra y gobernaba a los curas, risas
48.
¿Y qué dios creen ustedes que ha juzgado este asunto, el de ellos o el nuestro? Sólo hay una respuesta, amigos míos: ¡ha sido nuestro dios quien ha decidido a quién entregar el poder y la victoria! ¡Es nuestro dios quien ha triunfado, por las razones que aducen estas hojas que circulan en la ciudad desde hoy, escritas por el gran Talleyrand! Nuestro dios ha vencido porque el de los jesuitas, el de los obispos, el de los papas y los serviles no es el padre de Cristo ni la Primera Persona de la Trinidad
49.
Barbara Tuchman dedicó su libro The March of Folly a abordar ejemplos históricos famosos de decisiones catastróficas, las cuales abarcaban desde la decisión de los troyanos de introducir el Caballo de Troya entre las murallas de su ciudad o la provocación de los papas del Renacimiento de la sucesión protestante, hasta la decisión alemana de emprender una guerra submarina sin restricciones durante la Primera Guerra Mundial (con lo cual desencadenaron la declaración de guerra por parte de Estados Unidos) o el ataque de Japón a Pearl Harbor, que provocó igualmente la declaración de guerra por parte de Estados Unidos en 1941
50.
Los obispos y los Papas han carecido, tradicionalmente, de Hombre Primitivo: se toman en serio la doctrina de la Iglesia pero no la ecología de la tierra
51.
La había conocido treinta y cuatro años antes en Viena, comiendo salchichas con papas hervidas y bebiendo cerveza de barril en una taberna de estudiantes latinos
52.
De modo que el viernes al almuerzo, mientras trataba de poner la cabeza en su puesto, ordenó un filete de ternera con papas fritas y una botella de vino
53.
Billy Sánchez trató de sacudírselo con un recurso de cadenero, y entonces el guardián se cagó en su madre en francés, le torció el brazo en la espalda con una llave maestra, y sin dejar de cagarse mil veces en su puta madre lo llevó casi en vilo hasta la puerta, rabiando de dolor, y lo tiró como un bulto de papas en mitad de la calle
54.
La casa quedó en manos del mayordomo solo, que a veces no aparecía hasta el anochecer cargado de yogur y bolsas de papas fritas
55.
Las mamás se habían puesto guapas, y los papas comprobaban las baterías de las cámaras de vídeo
56.
¿Qué encontramos en cambio en los vanos dioses del cristianismo? ¿Qué os ofrece, pregunto, esa imbécil religión?[27] El insulso impostor de Nazaret[28] ¿provoca en vosotros el nacimiento de alguna gran idea? Su sucia y repugnante madre, la impúdica María, ¿os inspira algunas virtudes? ¿Y encontráis en los santos con que han adornado su Elíseo algún modelo de grandeza, o de heroísmo, o de virtudes? Es tan cierto que esa estúpida religión no presta nada a las grandes ideas, que ningún artista puede emplear sus atributos en los monumentos que alza; en Roma mismo, la mayoría de los adornos y ornamentos del palacio de los papas tiene sus modelos en el paganismo, y, mientras el mundo subsista, sólo él encenderá el verbo de los grandes hombres
57.
–Esta operación se planeó para liberar a una niña desagradecida y enviarla a casa con sus papas -replicó el psiquiatra
58.
¿Recuerda cuando en el puente sugirió en broma, por supuesto, que los bombardeáramos con pan duro y papas rancias? Bueno, algo así
59.
Sí, pero sólo en las últimas décadas del siglo XV y las primeras del siglo XVI, los papas concedieron catorce indulgencias como respuesta a otras tantas peticiones de los Saboya
60.
Recordemos, entre otros, a san Carlos Borromeo, quien atravesó los Alpes a pie para venerar la Sábana y fue uno de los que motivaron su traslado a Turín; o a los papas del siglo XX, todos «comprometidos» de alguna manera, desde Pío XI («desde luego que no es obra del hombre») a Pablo VI, que aprobó primero la presentación televisiva de 1973 y luego, calurosamente, la de 1978, con un mensaje emocionado sobre lo que denominó «el misterio de esta sorprendente y misteriosa reliquia»
61.
Sin embargo, el Tratado de las Garantías no fue aceptado por ambas partes, pues era una ley unilateral del gobierno saboyano: los papas nunca la reconocieron ni quisieron aceptar ni un céntimo de esa llamativa cifra
62.
Les he hecho observar que, hasta que la medicina puso a nuestra disposición los medios que conocemos, todos los papas estuvieron «enfermos» de algo, por más que sólo fuera esa enfermedad que (repitiendo el dicho latino) es la vejez misma
63.
–Bien, cuando seáis un poco mayores comprenderéis que no existe ese juego de mamas y papas
64.
Y siempre les respondo lo mismo: ¿por qué no buscan en la historia de los papas? ¿No sabe que algunos se esforzaron mucho por hacerse con el candelabro?
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Papas que quieren ser faraones
66.
Por consiguiente, incluyen a todos los Papas y, en efecto, también a Su Beatitud Inocencio XI
67.
—Pero ésos no son los nombres de los Papas —lo interrumpí
68.
Al nombrar a los Papas anunciados por la profecía se había detenido en el papa Clemente X, el número ochenta y cinco
69.
Mientras los lemas de los otros Papas eran enigmas inocuos, el del nuestro amado Pontífice era atroz y amenazador
70.
—A propósito, ¿quién es el autor de la profecía de los Papas?
71.
Sin embargo, el amor tiene poco que ver con esos himeneos, que son decididos por los papas respectivos a menudo ignorándolo los interesados, y basados casi exclusivamente en criterios económicos
72.
Waterhouse mira por las ventanas a las muchachas Bletchley del tren, unas frente a otras en grupos de cuatro y cinco, sacando la costura de la bolsa, convirtiendo bolas de lana escocesa en pasamontañas y manoplas para los tripulantes de los convoyes del Atlántico Norte, escribiendo cartas a sus hermanos en servicio y a sus mamas y papas en casa
73.
Este tipo de escritura es habitual en las bulas de los papas medievales
74.
Stephen se acarició la barbilla, como suelen hacer los hombres en tales ocasiones (se dice que incluso los papas hacen tal gesto), y asintió
75.
Había milanesa con papas fritas
76.
Y Ramiro recordaba por contraste la alegría ingenua de María ante la sopita blanca y suave de camarones, chupe celestial, o su relamerse dichoso ante las papas rellenas
77.
Una parva de heno y una parte de la cosecha de papas fueron vendidas y el contrato de huevos se aumentó a seiscientos por semana, de manera que ese año las gallinas apenas empollaron suficientes pollitos para mantener las cifras al mismo nivel
78.
Verduras, papas y salsa esperaban listas para calentarse
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Que sobre ese particular, de justicia es entender que hasta los papas tienen su buena memoria y su pizca de honrilla
80.
Una lista en ese lugar enumera todos los papas de la historia eclesiástica
81.
—Puede que la encuentre extraña, eminencia, pero para mí se convirtió en una necesidad después de la muerte inesperada de Juan Pablo I, pues de todos los papas que gobernaron durante breve tiempo se sospecha que fueron asesinados
82.
Un buen día por la noche hablé de Miguel Ángel y les informé de mis descubrimientos, del odio que profesaba Miguel Ángel a los papas y de sus tendencias cabalísticas
83.
En aras de la fe me he echado sobre las espaldas una pesada carga, sin escatimar penalidades ni trabajos, desde que dejé Florencia y vine a Roma, y puedo asegurarte que he soportado más de lo que puede soportar el común de los cristianos, y todo para amenizar la vida de los papas y quitarles el aburrimiento
84.
En su afán por condenarme, papas y cardenales llegaron en su ceguera a pasar por alto lo más importante, precisamente aquello que introduje subrepticiamente en la trama de los frescos de la bóveda
85.
Fue un hombre honrado, de integridad a toda prueba, al igual que Savonarola; ambos fueron acosados como perros por los papas y fueron perseguidos por herejes, pues la Iglesia no es lo que la Iglesia debería ser
86.
—En el archivo, donde se guardan los legados de todos los papas
87.
Era una lástima decepcionar a Flor de Loto, con su cuerpo que le recordaba a Rincewind un plato de papas onduladas, pero era tiempo de que ella aprendiera que no debía confiar en hechiceros
88.
La guerra civil entre católicos y hugonotes continuó en Francia, pero no me voy a explayar en ella porque se acaba de morir Wojtyla, le están cantando sus nueve misas y ya lo van a enterrar en el pudride-ro de los papas con bombo y platillo, entre pedos y relinchos y mucha pompa y circunstancia
89.
¿Cuándo hablaron Cristo y Mahoma y cuándo los curas, los pastores, los popes, los rabinos, los ayatolas y los papas de "derechos de los animales", de "respeto por los animales", de ''violencia contra los animales", del "sufrimiento de los animales", de "decencia para con los animales", de "genocidio de los animales", de "dignidad de los animales"? Jamás se les pasaron esas ideas nobles por sus menteci-tas estrechas a estos inmorales
90.
¡Cuánto había vivido, oído, pecado, visto! Con la horqueta entre dos milenios le habían tocado, entre muchos otros prodigios y fenómenos extraordinarios, el radio, la televisión, el jet, el internet, el homosexualismo, los papas besapisos y la desaparición del idioma español, en cuestión de semanas, del milenario verbo "oír" reemplazado por "escuchar"
91.
El poderío político de los papas ha crecido mucho desde que ya no tienen ni Estados ni ejércitos; las catedrales ejercían un prestigio mucho menor sobre un devoto del siglo XVII que sobre un ateo del XX, y de haber sido la princesa de Parma soberana de un Estado, sin duda hubiera tenido yo la idea de hablar de ella tanto, aproximadamente, como de un presidente de la República; es decir, ni poco ni mucho
92.
“Tengo tres papas en mi familia respondió el señor de Charlusy derecho a vestir de rojo, por un título cardenalicio, ya que la sobrina de mi tío abuelo el cardenal trajo a mi abuelo el título de duque, que le fue sustituido
93.
Es lo que me explicó el deán de Doville, hombre calvo, elocuente, quimérico y goloso, que vive obedeciendo a BrillantSavarin, y me expuso en términos un tanto sibilinos pedagogías dudosas a tiempo que me hacía comer admirables papas fritas”
94.
“¿Châteaubriand con papas?”, interrumpió el doctor Cottard
95.
Allons les papas, allons les mamans, Contentez vos petits enfants; C'est moi qui les fais, c'est moi qui les vends, Et c'est moi qui boulotte l'argent
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Y mezclando otros medios más humanos (como los papas enfermos, que al mismo tiempo que mandan decir misas no dejan de llamar a su médico), insinuaba a sus visitantes que si Brichot le traía en seguida a su joven Tobías, acaso el arcángel Rafael consintiera en devolverle la vista como al padre de Tobías, o en la piscina probática de Betsaida
97.
En la plaza de la Catedral los puestos de figuras de nacimientos, cada vez más en competencia con papas Noel de trapo o de escayola y la maravilla de las escenificaciones con corcho y musgo, palmeras metálicas, un niño Jesús portentosamente desnudo en el invierno de un Belén imaginado como paisaje napolitano o del Empordà
98.
– ¿Sabe bien eso que coméis? – preguntó, y- ¿Dónde están vuestros papas y vuestras mamas? – y cosas por el estilo