1.
Que Dorregaray andaba entratos con Moriones para rendirse, que Moriones le había ofrecido diezmillones de reales, en fin, mil indecencias
2.
deMagdalena? ¿A qué encantos podría rendirse el mío?
3.
y casi todos empezaron a rendirse al sueño, excepto el mayorazguito, cuyo despabilamiento era
4.
puso en el aprieto de rendirse, con la esperanza de salvar el convoy
5.
La justicia, viviente ysagrado símbolo de la Divinidad, no es una palabra vana, y esta justiciase ha impuesto como deber el rendirse a los deseos del pueblo, juiciosodefensor de la religión y del trono
6.
le advirtieronque era rendirse al deleite, y contra el amor
7.
parteles dijese que yo estaba en las galeras y que lesrogaba se entretuviesen sin rendirse hasta
8.
Los portugueses optaron por rendirse
9.
querían rendirse anhelandosólo las menos duras condiciones
10.
Calculó, pues, en esta ocasión, que rendirse sin condiciones no
11.
rendirse sinprotesta en tan apurada situación de espíritu, y no
12.
quería ya rendirse á discreción delenemigo, á no haber sucedido
13.
áquemarlos vivos en sus casas cuando no querían rendirse, las
14.
Acabó el cuñado por rendirse, y en un coche de alquiler fueron a laplaza, entrando
15.
rendirse a los ingleses quecustodiaban el barco; enarbolaron de nuevo la bandera española, y
16.
La gente Quraiza se les permitió rendirse a su discreción
17.
Al cabo de media hora, tuvieron que rendirse a la evidencia: se había ido, aprovechando sin duda la distracción proporcionada por los gritos de Robertson
18.
¡No se trata de paz cuando la gente tiene que rendirse porque sus cuerpos están agotados y cualquier alternativa a todo ese dolor y sufrimiento resulta más atractiva!
19.
El cuerpo de la mujer se adhería ahora al suyo y aquella boca entreabierta parecía rendirse a cada respiro
20.
Una desnutrición atávica y sin esperanzas los había llevado al punto en que ahora se encontraban, y había conseguido que incluso los siempre activos y laboriosos incas acabaran por rendirse a la evidencia de que no existía forma humana de hacer reaccionar a aquella cuadrilla de inútiles
21.
Tras intentar disuadirle por todos los medios, el gobernador terminó por rendirse y le dijo que podía ocupar el puesto de jefe del Departamento de Arte y Educación
22.
Su fin estaba cerca, tan cerca que casi podía rozarlo con la punta de los dedos, pero eso no significaba, en absoluto, que estuviera dispuesto a rendirse
23.
Habría bastado una andanada para hundirlo u obligarlo a rendirse, pero los soberbios corsarios tenían gestos incomprensibles y hasta admirables en ladrones del mar
24.
Sin duda querían obligarlos a rendirse por hambre o por sed
25.
—¿El rey de los pescadores de-perlas rehúsa rendirse?
26.
Los tres valientes volvieron a abrir el boquete, y apoyando uno de los largueros de la escalera, se dejaron deslizar al piso inferior, decididos a hacerse matar antes que rendirse
27.
-Y no consentirán en rendirse; antes bien, parece que tienen la intención de saludar a nuestros barcos a cañonazos
28.
Los españoles se habían agrupado en buen número detrás de los muros, decididos a oponer una desesperada resistencia y a dejarse matar antes que rendirse
29.
Los españoles, en vez de rendirse, se defendían vigorosamente
30.
A cada intimación de rendirse contestaban con disparos e insolencias, prometiendo volar la santabárbara antes que dejarse coger
31.
A la primera intimación de rendirse se dio a partido, entregando a los filibusteros diez fuertes armados de gran número de cañones, y almacenes bien nutridos de armas, municiones y provisiones
32.
Por encima del estruendo escucharon la voz histérica de un oficial que les ordenaba rendirse y bajar en fila india y con los brazos en alto
33.
A su paso los chilenos desperta-ban tanto odio y temor, que provocaron una violenta antipatía interna-cional, con la consecuente serie interminable de reclamaciones y litigios diplomáticos, exacerbando en sus adversarios la decisión de luchar has-ta la muerte, puesto que de poco les servía rendirse
34.
En el momento de rendirse, no sabía si tomarían prisioneros
35.
Cuando el almirante Leptine, enviado por Dionisio de Siracusa, conquistó la isla, los mocianos, antes de rendirse, degollaron a sus hijos
36.
En 1801, el Ejército inglés, después de un asedio de tres años, al fin desembarcó tropas en la costa de Egipto y obligó a las fuerzas de Napoleón a rendirse
37.
La conversación terminó en el punto en que la he dejado, porque la noche estaba muy avanzada y casi todos empezaron a rendirse al sueño, excepto el mayorazguito, cuyo despabilamiento era casi febril a causa del organismo de su imaginación
38.
Unos corrían, arrojándose en las acequias por no poder saltarlas, otros se entregaban a discreción, soltando las armas, algunos se defendían con heroísmo, dejándose matar [65] antes que rendirse, y por último no faltaron unos pocos que, encerrándose dentro de un horno de ladrillos cargado de ramas secas y de leña, le pegaron fuego, prefiriendo morir asados a caer prisioneros
39.
Los voluntarios se encuentran entre dos fuegos, y si bien aún pueden retirarse por uno de los dos agujeros practicados en el claustro alto, casi todos juran morir antes que rendirse
40.
restantes batieron el E del río Keresti obligando a los rusos emboscados a salir de sus posiciones y rendirse
41.
Los empecinados no pueden rendirse -exclamaba el general
42.
–Vale, pero adelántalo hasta la parte en que ella le hace prometer que la amará para siempre antes de rendirse
43.
Matrimonio: ¡quién habría imaginado que sentiría la tentación, por leve que sea, del matrimonio! No piensa rendirse, todavía no
44.
Y también en la invasión de Persia fué cuando el sátrapa Harmozán, que había resistido con más valor que nadie a los guerreros musulmanes, consintió en rendirse, pero remitiéndose a la propia persona del califa para que decidiera en su suerte
45.
Lo peor fue que el humo, penetrando en la torre por diferentes huecos, les molestaba más de lo que quisieran; a media noche parlamentaron con los sitiadores por un ventanucho ojival, distante como doce varas del suelo, y, reiterando el propósito de no rendirse, pidieron al General consintiese la salida de las mujeres y niños, que no merecían correr la triste suerte de los hombres
46.
El hijo mayor, Escipión Emiliano, demostró ser el militar más competente de los rebeldes y resistió en Alba Longa algún tiempo, pero, al final, tuvo que rendirse; cumpliendo órdenes del Senado, Catulo lo ejecutó
47.
En el punto en que la Via Latina confluía con la primera de las carreteras diverticulum que circunvalaban la ciudad, Sila hizo alto y dividió sus fuerzas; si alguien se había creído el cuento de que el ejército se acantonaría en el Campo de Marte, tenía ahora que rendirse a la evidencia de que Sila estaba dispuesto a invadir Roma
48.
De vez en cuando, sus palabras y sus actos -especialmente en su trato conmigo- me hacían pensar en temores ante los cuales su mente y su cuerpo empezaban a rendirse
49.
¿Qué mujer, en el caso de Isabel, hubiera tenido capacidad de resistencia suficiente para no rendirse un poco ante una llamada como aquélla?
50.
Atacada por un flanco por su tía y por el otro por Hardyman, y débilmente defendida, en el mejor de los casos, por sus propias dudas y confusiones, Isabel acabó por rendirse a la discreción
51.
Soldados acudieron de Granada, de Málaga y de Jaén, y reunidos frente a Loja, bajo el mando de un valeroso General, saludaron a los insurrectos con la estimación de rendirse y poner fin al democrático juego
52.
López Domínguez dijo que la Plaza tenía forzosamente que rendirse a discreción, y que si se [137] obstinaba en lo contrario la tomaría por asalto, haciendo un duro escarmiento en los que intentasen una resistencia inútil
53.
Pero ante los hechos, aun los más vulgares, el más profundo y concluyente razonamiento teórico tiene que rendirse
54.
Jabes Galad, que no esperaba ayuda de un Israel que vivía tranquilo a la sombra del poder filisteo, estaba dispuesta a rendirse, pero los términos de Najas eran brutales y sádicos: insistía en que los habitantes de la ciudad se sometieran al castigo de que les arrancaran el ojo derecho
55.
Sea como fuere, apareció la flota de Pompeyo, la ciudad no mostró intención de rendirse y César, viendo que su ejército era rechazado y estaba cortado de su base, comprendió que debía renunciar a esa empresa
56.
Sólo en 73 los romanos estuvieron en condiciones de capturarla, y entonces, justo antes del asalto final, sus últimos defensores, 960 hombres, mujeres y niños, se mataron antes que rendirse
57.
Notó la presencia de Francisco en la mente de Rearden y creyó rendirse a ambos, a lo que había adorado en cada uno de ellos, a lo que tenían en común, a lo esencial del carácter que había convertido su amor hacia los dos en un acto de lealtad hacia ambos
58.
«Durante unos momentos… mientras esto dure, está bien rendirse por completo; olvidarse de todo y permitirse tan sólo sentir…», reflexionó, preguntándose cuándo había experimentado aquello antes
59.
Pero resultaba extraño sentirse protegida y aceptar aquella protección como algo bueno; rendirse ante un sentimiento de seguridad tan peculiar que no constituía protección contra el futuro, sino contra el pasado; no era la protección de verse libre de una batalla, sino la de haber vencido en la misma; no una protección otorgada a su debilidad, sino a su fuerza… Notando con anormal intensidad la presión de sus manos, el dorado y cobrizo color de su pelo y las sombras de sus pestañas sobre la piel de la cara a muy poca distancia] de la suya, se preguntó débilmente: «¿Protegida de qué…?» Él era el enemigo… pero no lo sabía con certeza ni podía pensar en ello
60.
«Tú nunca has sufrido», decían los ojos con arrogante desdén, mientras él recordaba la sensación de orgullosa rectitud con que combatió en aquellos instantes, rehusando rendirse al dolor; una sensación producto de su amor, su lealtad y su conocimiento de que la alegría es el objetivo de la existencia y que no debe tropezarse en ella, sino conseguirla, mientras la traición consiste en permitir que se sumerja en el pantano de la tortura
61.
La muerte antes que rendirse al reino del que Galt era hijo radiante
62.
—Desde luego, aceptaron rendirse —se apresuró a añadir Koja, para no provocar al Khahan—
63.
No pudiendo rendirse, Jim regresó con la bicicleta rota al apartamento de los Maxted en la Concesión Francesa
64.
Durante los días siguientes Jim intentó nuevamente rendirse a los japoneses
65.
Como sus compañeros de escuela, Jim había despreciado siempre a quienes se rendían -aceptaba sin dudar la rígida ética de los Chum Annuals-; pero rendirse al enemigo era más difícil de lo que parecía
66.
Jim fue a buscar al señor Guerevitch, pero el viejo guarda ruso ya no vigilaba las casas de la Shell; quizá también él estaba tratando de rendirse
67.
Dijo que después de que la población salió para rendirse, Gengis ordenó
68.
No es momento de rendirse
69.
Cambronne o Michel, contestaron a la intimación de los ingleses para rendirse:
70.
Hasta que no le hicieron daño las palabras, hoy no podría decir si por la costumbre o por el mal pensamiento que le hacía rendirse en los brazos de Luis Santos o de Antonio Rivera, ya que todos se le insinuaban, cuando se reunían en una fiesta, sin recatarse en mirarle los labios y las rodillas, con los ojos encendidos
71.
Los obligaron a rendirse, y luego los hicieron marchar delante carretera abajo
72.
A los alemanes se les daba diez minutos para rendirse, pero también se aseguraba que
73.
Después de nuevas discusiones, se lanzaron por fin las cuatro granadas a un campo de grano; los oficiales alemanes inspeccionaron los resultados, reconocieron que eran efectivamente granadas de fósforo y regresaron al reducto para informar a su comandante de que ya podía rendirse con el resto de la guarnición y su hospital de campaña
74.
a División señala que «cuando otros elementos del enemigo, como, por ejemplo, los polacos, intentaban rendirse, la SS
75.
Pero la numerosa fuerza alemana estaba demasiado bien atrincherada en el parque como para obligarla a rendirse enseguida
76.
Los paracaidistas, excitados, por puro reflejo instintivo, mataron a varios soldados de las fuerzas aéreas según salían de las trincheras para rendirse
77.
Un teniente quiso dar la orden de rendirse, pero un sargento le replicó secamente: «Imposible»
78.
Por si fuera poco, los rumores malignos de que los oficiales de enlace británicos de Creta estaban a punto de huir o rendirse a los alemanes causaron gran confusión y alarma entre los grupos de resistencia y enfurecieron a los oficiales en cuestión cuando se enteraron
79.
El general Benthag, un oficial alto y corpulento, anunció que acababa de recibir la orden del almirante Donitz, en Flensburgo, de rendirse ante el cuartel general de las fuerzas aliadas
80.
Pensó en cómo su oponente estaría disfrutando y trató de prepararse para rendirse y no prolongar la humillación
81.
—Nahuel —susurró ella, a punto de rendirse, más allá de que sabía que era imperativo regresar a lo del doctor Javier, que estaba en un convento y que Blasco merodeaba
82.
Sin embargo, Christine no estaba dispuesta a rendirse tan pronto, y comenzó a golpearlo con sus puños en la espalda para que la soltara
83.
Pues sí —retomó Gramajo—, Racedo y otros oficiales debieron enfrentar a los últimos alzados, que preferían morir a rendirse
84.
Su padre se vuelve hacia él pero no con ánimo de rendirse
85.
Notaba en el sexo que se estaba acercando el ímpetu de la culminación, pero no quería rendirse todavía, no queda que el deseo acabara
86.
No pensaba rendirse
87.
Y calló durante tres horas más, hasta que finalmente Anawak estuvo a punto de rendirse
88.
Hay que concentrar otra vez todas las fuerzas y no rendirse
89.
El, sin poderlo evitar, pareció rendirse a la justicia de sus suposiciones
90.
Sin embargo, también tuvo que rendirse
91.
En el subterráneo, los Sardaukar supervivientes, los guerreros más fuertes, habían tomado posiciones defensivas cerca del centro de la gruta, sin la menor intención de rendirse
92.
Podía escapar en el jeep, cambiarse a su uniforme alemán, dirigirse al este con una bandera blanca y rendirse como un desertor que acabara de cruzar las líneas
93.
Alguien dijo que iban a rendirse, cuando las llamas se apoderaron del edificio, pero los alemanes no les habrían dejado —se quedó en silencio unos instantes—
94.
Estaba apunto de rendirse cuando recordó el túnel por donde la población abastecía el convento durante el Cessatio a Divinis
95.
La fortaleza aguantó un mes más, antes de rendirse
96.
Pero lo hizo, en el minuto crucial de su vida, sin tomar en cuenta para nada la belleza viril del pretendiente, ni su riqueza legendaria, ni su gloria temprana, ni ninguno de sus tantos méritos reales, sino aturdida por el miedo de la oportunidad que se le iba y la inminencia de los veintiún años, que era su límite confidencial para rendirse al destino
97.
En el lenguaje de los gorilas de las selvas africanas de Tarzán, aquella palabra: ¿Ka-goda?, se traducía según la inflexión con que se pronunciaba como una invitación a rendirse o como una pregunta: ¿Se rinde usted? o ¿Te rindes?
98.
Completamente exhausto por las largas horas de remar y por los horrores que había presenciado, Jason acabó por rendirse al sueño, turbado por horribles pesadillas, en las cuales veía a Jana en las garras de los horibs
99.
Los japoneses se suicidaron tan pronto como el capitán de U-234 les comunicó su deseo de rendirse