1.
abajo, en la puertade calle, estaba la sirvienta de las Aliaga
2.
Y continuó la conversación entre el ama y la sirvienta, mientras ésta,con delantal blanco y
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La sirvienta dudó si sujetar por la fuerza a su ama; pero era tal elbrillo que fosforecía en los ojos de Felicita, que Telva obedeció
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No debió la sirvienta ser muy sorda á las proposiciones del de loshábitos, por
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losbrazos: pero era falso, según la pecadora sirvienta, que la
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Todosalía: el hombre moreno que penaba por la sirvienta,
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La sirvienta trajo dos llaves; sin escuchar lo que quería decirle
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salón, mediante la complicidad dela sirvienta, y me entregué
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La proposición de buscar una sirvienta para los más vulgares
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otraexclamación o risotada, y que la tal sirvienta, por su cara y
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quehabían mantenido a la pobre sirvienta devorando en silencio
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antigua sirvienta de los Rey), y el padreCarantoña, de la orden de Predicadores, que algunas
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En contra de la costumbre, que señalaba que la señora de la casa contrataba al servicio, don Fernando admitió a la sirvienta sin consultar siquiera a su mujer
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Dio a la sirvienta una breve lección sobre los sagrados derechos de la propiedad, le pagó los tres meses de salarios que su señora le había dejado a deber —T
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Y cada noche, a lo largo del año, poco antes de que don Santiago se acostara, una sirvienta debía calentarle un rato el lecho yaciendo en él
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Recorrimos un pasillo largo y admirablemente decorado y, al encontrar a una sirvienta, se dirigió a ella en sueco
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Mi hermano Vicente, el mayor, había terminado ya el bachillerato, y poco después lo mandaron a Cádiz para estudiar ingeniería, la «carrera de ingeniero», como recalcaba, orgullosa, la vieja sirvienta
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Dentro de un momento llamarán a la puerta y la sirvienta entrará para servirnos el té
19.
Una orden concisa envió al mayordomo en busca de la sirvienta encargada de atender las habitaciones
20.
La fornida sirvienta española le salió al encuentro en el pasillo y le abrió una puerta lateral después de mirarle con curiosidad todo el rato
21.
Mientras la sirvienta se retiraba, Violet desdobló el papel, le echo una ojeada y se lo entregó a Emily
22.
Nuestra joven sirvienta abrió la puerta y dijo:
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Y, dando un empujón a la sirvienta, Ipy salió
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Fueron interrumpidos por la aparición de una menuda sirvienta que anunció que la cena estaba servida
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La diminuta sirvienta que salió a abrir la puerta, le informó que el señor y la señora Cloade estaban sentados a la mesa
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—En ocasión en que atendía usted a uno de sus pacientes en la posada «El Ciervo», se acercó a usted la sirvienta Gladys Atkins, ¿verdad?
27.
Una sirvienta limpiaba la escalera cuando salimos por la puerta principal de la casa
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Farica, la sirvienta de Nasuada, tiró de la última venda de lino que le envolvía el brazo
29.
Después de leer los avisos del periódico, me presentaba en todos los sitios donde se solicitara personal, pero al cabo de unos días comprendí que, a menos que estuviera dispuesta a bailar desnuda o atender clientes de un bar, sólo conseguiría trabajar como sirvienta y de eso ya había tenido bastante
30.
La sirvienta se retiró silenciosa llevándose los enseres del servicio
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Vestía el individuo un mandil verde sobre su corta túnica y en aquellos momentos se dedicaba a limpiar un par de perolas y ollas de cocina en el agua sucia de un barreño, mientras una joven sirvienta vestida con una arrugada camisa blanca, una falda de sarga marrón y un mandil anudado a la cintura y con la cabeza cubierta con una cofia que le sujetaba el cabello, zascandileaba con un trapo haciendo ver que quitaba el polvo de las mesas del local
32.
Sin embargo, había algo en la actitud de la sirvienta que le provocaba más recelo que lástima y la llevaba a evitarla
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Marta tal vez se hubiera percatado de la impropia curiosidad de la sirvienta de no haber sido porque unas voces enojadas llegaron hasta ella desde el jardín y llamaron su atención
34.
Un sollozo estremeció el pecho de la joven, y la sirvienta comenzó a gritar: "¡Murió mi padrino!"
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Segundo, porque no quería perder, con los cabellos y la vergüenza, las comodidades de su espléndida casa, su cuenta en la tienda y el almacén, la sirvienta para todo servicio, los perfumes, y el dinero guardado bajo llave en sus cajones
36.
¿Quién podía ser? En la casa no había ninguna sirvienta, ni siquiera por horas
37.
—Una sirvienta —explicó el jefe—
38.
Hace menos de un siglo, antes de que se iniciara la era de los satélites para comunicaciones, fue nuestra invalorable pero errática sirvienta: un fenómeno antes insospechado, que valió incontables billones de dólares a las tres generaciones que la explotaron
39.
Había una vieja sirvienta, una mujer flaca y silenciosa, de nombre Ide, a quien yo no había visto el día anterior
40.
Una sirvienta empezó a enjabonarla
41.
La criatura dejó escapar un áspero siseo seguido de un horrible rugido mientras se abalanzaba hacia la puerta con las manos extendidas, como si quisiera silenciar el penetrante chillido de la sirvienta
42.
Metió la llave e intentó abrir, pero la puerta tenía echado el cerrojo por dentro, de manera que tocó el timbre y esperó impaciente a que la sirvienta le abriera, pues Sharazad jamás lo hacía
43.
Aumentó su excitación al acercarse los pasos de la sirvienta, oyó que corrían los cerrojos y la puerta se abrió sólo una rendija
44.
Eché a un lado a la gigantesca sirvienta y en dos pasos me puse junto a Alicia
45.
Nortbury necesariamente la puso al tanto de lo que le pasaba, la sirvienta le dio una extraña respuesta
46.
Al cabo de un rato la sirvienta dejó la habitación por la escalera de servicio
47.
La sirvienta se fijó en la condesa, y murmuró a su vez:
48.
Ha sido doblemente insultada, primero por una sirvienta, y luego por su marido
49.
Milord no sólo aprueba el proceder de la sirvienta, sino que expresa sus dudas sobre la fidelidad de su esposa con un lenguaje tan brutal que la condesa no puede manchar sus labios repitiendo sus palabras
50.
Con la habitación de la sirvienta
51.
¿Sabes dónde está el señor Beddoes? »Por favor, señor, yo sé dónde están todos mis viejos amigos dijo el hombre con una sonrisa siniestra, y se deslizó tras la sirvienta en dirección a la cocina
52.
La tarifa oficial por indultos a delitos de entrada ilegal asciende a un millar de reales para un matrimonio con hijos, y un par de cientos más si los acompaña una sirvienta
53.
La bonita cifra de 30 pesos de sobresueldo extra no resulta mal botín para una sola mañana: 100 reales de un quincallero de la calle de la Pelota por alojar y emplear —para todo, aseguran maliciosos los vecinos— a una sirvienta viuda y emigrada sin papeles en regla, y otros 500 de un platero de la calle de la Novena, receptador contumaz de objetos robados, al que Tizón dio a elegir, sin rodeos, entre esa cantidad puesta directamente en su bolsillo y la ingrata alternativa de 9
54.
La confusión llegó primero al hogar del doctor Darell, muy de mañana y por mediación de Poli, la sirvienta, cuyo mes de vacaciones pertenecía ya al pasado
55.
Una joven sirvienta israelita, cautiva en las guerras contra Israel, sugirió a Namán que consultara en Israel al mago Eliseo
56.
No tardó en llegar a las bocas de las comadres de luto que la muchacha de mala vida había salido de la iglesia en la mula del cura y vestida con las ropas de la sirvienta, y que en la iglesia se había quedado muerta, tras aplastarla un carro, la bruja Laguna
57.
Santiago se instaló en el cuartito de las escobas y los útiles de limpieza donde Clara Laguna se había quitado la bata y los pantalones morunos para ponerse las ropas de la sirvienta, mientras el padre Imperio la esperaba en el oratorio de santa Pantolomina de las Flores
58.
La esposa de Genaro Rodas, Niña Fedina, encontró a la sirvienta tirada en el patio, con las mejillas bañadas en sangre, los cabellos en desorden, las ropas hechas pedazos, luchando con las moscas que manos invisibles le arrojaban por puños a la cara; y como la que se encuentra con un espanto, huyó por las habitaciones presa de miedo
59.
Del patio subía el grito de la sirvienta atormentada por las moscas
60.
El Auditor rompió el sobre de mal modo; pasó los ojos por la tarjetita que encerraba y dijo a la sirvienta con el gesto endulzado:
61.
El Auditor, mientras la sirvienta salía arrastrando los pies, repasaba la cantidad del negocio en perspectiva, número por número, en uno, un cero, otro cero, otro cero, otro cero… ¡Diez mil pesos!
62.
La sirvienta del Auditor de Guerra dejó en la puerta a la viuda de Carvajal, mientras atendía a dos mujeres que hablaban a gritos en el zaguán
63.
Reo y custodio ocuparon en silencio el poyo que la sirvienta les señaló de mal modo
64.
Y en tanto el Auditor pasaba los ojos de mal modo por el papel orlado de negro, la sirvienta continuó:
65.
La sirvienta frunce el entrecejo, desconfiada
66.
Le contó lo que había ocurrido con una mujer pelirroja llamada Renee, una mozuela que hacía de sirvienta
67.
Una sirvienta se arrodilló junto a su cabeza
68.
No tenían, la sirvienta y el ama, ningún secreto la una para la otra
69.
La contundencia de Pedro fue tal que la sirvienta retrocedió asustada, escapando del lugar en dirección a la puerta de la casa
70.
El muchacho, abandonado a sus propios medios, sin que mediaran las señales y milagros que aún sobreviven en América, seguramente hubiera sucumbido en seguida en alguna calleja del puerto de Nueva York si aquella sirvienta no me hubiera comunicado en una carta, que luego de una larga odisea llegó anteayer a mi poder, toda esta historia, incluso señas personales de mi sobrino; me indicaba también, sensatamente, el nombre del barco
71.
De nuevo a las alfombras dice Blumfeld con cara enojada, y una vez que las pelotillas, gracias a las alfombras, han vuelto a quedaren silencio, hace entrar a la sirvienta
72.
Por fin la sirvienta acaba; se despide y se dispone a salir
73.
Rashid se levantó enseguida de un salto y ordenó a la sirvienta de la cocina un caldo
74.
Kamal le indicó a una sirvienta que la acompañara hasta su dormitorio
75.
La sirvienta alzó la vista, y tenía lágrimas en los ojos
76.
Aunque nunca había querido hacer el trabajo de una sirvienta
77.
Pero antes de que la sirvienta alcanzara la puerta Maud habló de nuevo:
78.
No iría El Jarameño a tres calles, cuando la sirvienta se apersonó en la habitación, a prevenir a Santa que la buscaban
79.
"María la sirvienta" es para Néstor;
80.
—Te haces pasar por sirvienta, pero en tu corazón eres la hija de un señor
81.
—EMMA, sirvienta de El Cálamo y el Pichel, donde las mujeres están bien dispuestas y la sidra es monstruosamente fuerte;
82.
—Una sirvienta le puso delante una empanada de morcilla, y Ser Jorah la cogió con ambas manos
83.
Era la sirvienta que había estado a punto de ser víctima del loco y que seguía trabajando en el Hotel
84.
El viejo escritor ya había oído hablar de la hermosura de la esclava egipcia de Lelio, pero incluso allí, desde la distancia, no dejó de sorprenderle la figura serena y el rostro de rasgos suaves, con labios carnosos, ojos grandes y piel morena de aquella sirvienta
85.
– Una sirvienta le puso delante una empanada de morcilla, y Ser Jorah la cogió con ambas manos
86.
¿Quién es nuestra sirvienta? Tendrá que ser fuerte, a ser posible, el trabajo es pesado
87.
Era evidente que se estaba preguntando en ese mismo instante cómo esa niña se desenvolvería en las funciones de sumisa sirvienta en la casa de uno de los dignos notables de Christchurch
88.
Hombres como ése no podían permitirse ninguna sirvienta en Londres
89.
Witi se habría transformado en un discreto mayordomo, Moana en una cocinera perfecta y Kiri en la imagen de una sirvienta
90.
Conservar las tradiciones no le importaba demasiado a la dueña de la casa, incluso si la sirvienta llevaba ahora zapatos y servía con toda corrección
91.
–Te haces pasar por sirvienta, pero en tu corazón eres la hija de un señor
92.
–Emma, sirvienta de El Cálamo y el Pichel, donde las mujeres están bien dispuestas y la sidra es monstruosamente fuerte;
93.
Su madre caminaba al lado de Lope mientras ella los seguía escoltada, a su vez, por la sirvienta
94.
Besó la mano de doña Catalina, que entró en el palacio seguida de la sirvienta, y retuvo la de Otxanda
95.
Al llegar a "El Portalón", los dos hombres se encerraron con Blas y Francisca en la cocina, dejando fuera a Hernando, a Sancho, a los mozos y a la nueva sirvienta
96.
–Volverá para comer -aseguró él, harto de las interrupciones de la sirvienta que no le dejaban proseguir la lectura de la gaceta -
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Las palabras de la sirvienta provocaron sonrisas y relajaron el ambiente, pero no borraron la preocupación que todos sentían en aquellos momentos
98.
Al pasar por la huerta, la sirvienta cogió una hoja de berza para taparse el culo, y corriendo y gritando se encaminaron al castillo
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Gesticulaba y reía mientras narraba a la sirvienta su última expedición a tierras de la Burunda en busca de unos malhechores
100.
Puede que ambas fueran más o menos de la misma edad puesto que sus hijos también lo eran o, tal vez, la sirvienta fuera algo mayor