skyscraper

skyscraper


    Scegli la lingua
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    flag-widget
    Vai ai sinonimi

    Usa "temblar" in una frase

    temblar frasi di esempio

    temblaba


    temblaban


    temblado


    temblamos


    temblando


    temblar


    temblábamos


    temblé


    tiembla


    tiemblan


    tiemblas


    tiemblo


    1. Siento su cuerpo temblaba en mis brazos y la influencia de su vientre se hace más rítmico


    2. El médico gordo estaba tumbado en el suelo, su cuerpo temblaba y sus extremidades daban convulsiones


    3. La tierra temblaba y se crearon en ella grietas y fisuras


    4. Él se pegó a la pared y temblaba


    5. En la estación tomé un coche con mi compañera, que temblaba


    6. Yo temblaba, y tuve que esconderme en el oratorio, porque


    7. Y en efecto, el supuesto lord temblaba


    8. palidez, la luna temblaba en el cielo, como tiembla


    9. Sonaron los atambores, llenó el aire elson de las trompetas, temblaba debajo de los pies


    10. El anciano temblaba

    11. Y el gabarrero temblaba de emoción, saltándole las lágrimas,


    12. que temblaba de cólera y miedo ante los hijos de San Ignacio!Se


    13. Un viejo temblaba de fiebre


    14. Temblaba de emoción al consumar el acto audaz


    15. designados y temblaba deemoción pensando en su madre, en su mujer, en todos los de


    16. Temblaba a todo esto el buen labriego, pues ya había caído él en lacuenta de que si


    17. Los crujidos de la bóveda habían cesado, el suelo no temblaba


    18. y fuerte la voz, le temblaba en el puño elsombrero, y al rey le


    19. Temblaba el aire, dicen, de los mugidosterribles, y


    20. San Juan, y su oración temblaba a la par de lasllamas humosas que el viento doblaba y

    21. Señora de la Merced, a la cual tenía particular devoción, sulabio temblaba sin cesar, y


    22. introducido en la sartén, temblaba deimpaciencia y maltrataba a


    23. cubiertos detiniebla; pero ya una claridad dudosa temblaba en el


    24. Estaba el clérigo pálido, le temblaba un poco la voz, y se movía sincesar en la mecedora en


    25. los cuatro juntos se presentaron de nuevo, ante el objetivo delcatalejo que temblaba en las manos


    26. temblaba delante de él


    27. Y temblaba recordando las tristezas y los terrores pasados


    28. Pero la bujía temblaba en su mano y lasgotas de cera caían a su


    29. A los pocos pasos temblaba interiormente con las vacilaciones


    30. que larodeaban, temblaba con sólo el recuerdo de este hermano,

    31. pasaban las olas sobre lacubierta, y todo el buque temblaba y se


    32. temblaba el aire,y los pobladores de la arboleda, cuervos y


    33. Cada una de estas palabras parecía herir, como con un cuchillo, elcorazón de la pobre mujer, porque procuraba ocultar la cabeza más y másbajo los pliegues del pañolón, temblaba toda y se le cosían a la faldalos hermosos niños


    34. Al salir á la calle temblaba de emoción ante los soldados


    35. Temblaba el suelo á lo lejos con blancas palpitaciones,


    36. Lavela, recogida, temblaba en lo alto del


    37. » Y temblaba con el eco


    38. Allá en elfondo del establo columbraron al pobre animal, que temblaba, con


    39. Miguel temblaba cuando subía al cuarto de laguardilla con el pantalón roto,


    40. Temblaba Bonis, más que por el frescode la

    41. Una noche de invierno llovía en las calles de San Juan de Luz; algúnmechero de gas temblaba a impulsos


    42. La forma temblaba porque ella estaba temblando, pero era fría al tacto, fría y dura como vidrio o piedra


    43. Viola temblaba con todo el cuerpo y aún tenía la mirada fija en el remolino


    44. A cada explosión la montaña gemía y temblaba


    45. Mientras recorría la estancia con la mirada, reparó en que le temblaba el brazo y tuvo que hacer un gran esfuerzo para templar los nervios


    46. Cuando se hubo ajustado el batiente, Oswal escudriñó al excitado caballero, que, gracias a su disciplina, se mantenía enhiesto, pese a que le temblaba todo el cuerpo


    47. Temblaba ante la idea de adquirir la certeza de que Marguerite no mereciera lo que experimentaba por ella


    48. Temblaba de furia mistress Cody


    49. Ceferina temblaba de excitación y de pavor


    50. Le temblaba la voz de excitación y tenía los ojos asustados














































    1. Los dedos lívidos temblaban sobre el gatillo


    2. En lascasas temblaban los muchachos y las


    3. Allá a lolejos las torres de Madrid temblaban en


    4. a las sienes y susmanos temblaban levemente


    5. Le temblaban laspiernas, estaba


    6. espuelas y de los fusiles de lossoldados, que temblaban, no de miedo del enemigo,


    7. los muebles, lasporcelanas, los vasos temblaban a su


    8. los trabajadores a larepresión y la violencia, temblaban por


    9. temblaban las piernas,balbuceaba y no se atrevía a alzar los ojos


    10. En los ojos deRaimundo temblaban dos

    11. Estabalívido; le temblaban los labios, secos por el calor de un aliento


    12. constelaciones temblaban en el azul inmenso y liso de lanoche


    13. Uno y otro temblaban


    14. En sus meditaciones de niña temblaban los pensamientos chocando unos conotros, doloridos, ante el cuadro siniestro de aquel hogar


    15. quele temblaban las piernas; era el desfallecimiento de aquel deleite queél llamaba moral, pero


    16. jadeante, a los pocos minutos le temblaban las piernas, pero


    17. solución, que sus manos temblaban, deshaciendocon alegre presteza el embutido de calcetines y


    18. Al anunciarse unos Juegos Florales temblaban los


    19. En la calle hacía calor y ellos temblaban de frío en esta


    20. temblaban, perdiendola cohesión que hacía de ellas una sola

    21. lado del viejo puente, los juncos del estanque temblaban


    22. pueblo, el estanque en que loscañaverales temblaban, el


    23. Le temblaban las piernas, y los recuerdos


    24. Sus párpados temblaban


    25. Sentía latir mi corazón y los párpados me temblaban ligeramente


    26. Luego le tocaba a una chica cantar el estribillo en solitario, con una voz agridulce, mientras las lámparas resplandecían en su pelo negro y las guitarras se estremecían y temblaban bajo los dedos rápidos y morenos de sus dueños


    27. Cuando se levantó del suelo, comprobó que el pulso le latía aceleradamente y que las manos le temblaban


    28. Las matas de campanas blancas ponían ligereza de cortinas en la vastedad de los salones que aún conservaban sus baldosas rajadas, y eran oros viejos de aromos, encarnado de flores de Pascuas en los rincones oscuros, y cactos de brazos en candelera que temblaban en los corredores, en el eje de las corrientes de aire, como alzados por manos de invisibles servidores


    29. Le temblaban las manos y tenía los ojos inyectados en sangre


    30. Por un momento vi que las pestañas de ella temblaban

    31. Tenía el corazón en un puño y las piernas me temblaban


    32. Le temblaban los dedos


    33. Las piernas me temblaban y era incapaz de tenerme en pie


    34. La noche anterior, la madre del doctor había observado que le temblaban las manos mientras leía un telegrama de su mujer


    35. El pánico empeoraba la sensación de encontrarme a punto de estallar, y me temblaban las piernas


    36. Se apretaron unos cuantos centímetros más y, con la incorporación de Tully, el grupo ascendió a siete comensales que parecían haberse reunido allí por un extraño azar, Tully se movía aún con cierta inseguridad y le temblaban las manos mientras engullía una taza tras otra de gfé reforzado con carbohidratos y le daba de vez en cuando pequeños mordiscos a la comida


    37. Los ojos de Satipy estaban abiertos y sus párpados temblaban


    38. La sensación de frío intenso aumentaba constantemente; sus miembros temblaban, sus dientes se entrechocaban, mientras el corazón le latía aceleradamente


    39. Le temblaban las manos porque comenzó a beber a escondidas, sintiéndose culpable por gastar así un dinero esencial en su hogar


    40. El germano se acomodó mejor sobre un cajón; pero a pesar de ello le temblaban las piernas y estaba muy pálido

    41. Con lentitud y cierta torpeza, porque le temblaban las manos, abrió uno por uno los botones de su blusa y descubrió el hueco tibio de sus axilas, la curva de sus hombros, los senos pequeños y la nuez de sus pezones, tal como los había intuido al sentir su roce en la espalda cuando viajaban en la moto, al verla inclinada sobre la mesa de diagramación, al estrecharla en el abrazo de un beso inolvidable


    42. Sus cuadríceps y sus corvas temblaban, y si hubiera llegado a tener libertad de movimientos, las piernas habrían flaqueado


    43. El aguijoneo de la lluvia era frío como el hielo y, al cabo de un instante, estaban empapados y temblaban


    44. A Eragon le temblaban los labios y estuvo a punto de lanzarles un estallido de magia, pero se contuvo


    45. Se quedó inmóvil, y tan sólo los labios le temblaban de vez en cuando


    46. Le temblaban todos los músculos del cuerpo


    47. En cuanto se hubieron alejado, Roran se frotó el rostro y se observó las manos, que le temblaban


    48. Los brazos le temblaban, su respiración se había vuelto agitada, y la túnica ondeaba con fuerza siguiendo sus movimientos


    49. La mañana fue transcurriendo hasta que, finalmente, se abrió la cancela y apareció al fondo del caminal el hidalgo a caballo; hacía mucho calor, él calzaba unos zuecos y vestía únicamente una calzas de pana sujetas al hombro por un tirante en bandolera; recordaba que cuando se cruzó ante el caballo le temblaban las piernas


    50. El clamor de sus cantos, sus pisadas y el resplandor de sus antorchas penetraron al interior de las casas cerradas y silenciosas, donde temblaban los que habían terminado por creer en su propia campaña de terror y estaban convencidos que la poblada los iba a despedazar o, en el mejor de los casos, despojarlos de sus bienes y enviarlos a Siberia














































    1. Eugenia, que mientras estuvo junto a su primo no había temblado, cuando Volvió a entrar en su cuarto apenas pudo sostenerse sobre sus piernas


    2. Una vez que quemó la ropa del marido, Fermina Daza se dio cuenta de que el pulso no le había temblado, y con el mismo impulso siguió prendiendo la hoguera cada cierto tiempo, echándolo todo, lo viejo y lo nuevo, sin pensar en la envidia de los ricos ni en la retaliación de los pobres que se morían de hambre


    3. Le habían entrenado para matar en defensa de su califa, y nunca antes le había temblado el pulso cuando se había dado la oportunidad, pero aquello era distinto


    4. –La voz del hombre de la bata había temblado de placer–


    5. Justo cuando el edificio había temblado, Sophie se hallaba cepillándose los dientes en el lavabo de la planta superior


    6. – La voz del hombre de la bata había temblado de placer-


    7. «Hace un momento ha temblado el Complejo, y parece que ha sido a causa de una explosión


    8. El director de la Doble Casa blanca debería haber temblado de miedo y derrumbarse ante la idea de fracasar, tan cerca ya de su objetivo, por aquella brutal intervención


    9. Una especie de vaguedad, como una foto cuando la mano del fotógrafo ha temblado un poco


    10. Irritada, Alviarin encauzó para hacer caer el polvo al suelo, y lo llevó a cabo con tanta violencia que las losas de piedra tendrían que haber temblado

    11. Porque esa mano que ella desprecia ahora tan profundamente sólo ha temblado una vez, cuando la paralizaron la bondad, la comprensión y la compasión, y no se extendió para alcanzarla a ella, a la Verdadera Mujer de mi vida


    1. Movimos los pies, temblamos de frío y hablamos


    2. Temblamos ante la relación que lo físico pueda tener con éstas cuando pensamos en el pequeño cambio del gusto puramente físico, en la ligera tara de un sentido, que explican que el universo de los poetas y de los músicos, tan cerrado para el duque de Guermantes, se entreabra para monsieur de Charlus


    1. Las mujeres, aunque temerosa y temblando, pidiendo a los dos la razón de esta controversia: gritos furiosos traer a los oídos de la ahora muy curioso por qué las mujeres de la disputa


    2. A Jacinta se le clavó esta frase en el corazón, y estuvo temblando unrato en él y agrandando la herida, como sucede con las flechas que no sehan clavado bien


    3. temblando con la ternura,latiéndole el corazon, y el habla interrumpida con sollozos; quieredescorrer las


    4. virgen pálida y envidiosa, llamaba temblando en losvidrios del


    5. lesbullía en la imaginación, temblando, con el vago temor de la


    6. encorvaban antesus papeles, temblando al oír tras de los


    7. insistencia, ya estaba temblando; si enel curso de la conversación un tertulio


    8. con unamano, temblando de impaciencia por saber lo que ella


    9. ruina; en el segundo vienen temblando por esos caminos, ypreguntan si son ladrones


    10. Sir Evandale le escuchaba temblando y empapada en sudor la

    11. temblando pordebajo de la tierra! En cuatro hileras están en el


    12. , que dejaba siempre la copa temblando


    13. María, temblando con la fiebre y con la agitación, se colocó en


    14. Y añadía con sencillez, temblando aún su voz con el recuerdo de lapasada emoción:


    15. Temblando de impaciencia y de


    16. Elena la miró temblando; pero la viuda evitó la explicación,


    17. temblando de que le den una cruz por no comprar lasinsignias; quien no quiere ser


    18. Debeestar temblando con la idea de que


    19. las puertas de la muerte, delante de las cuales todos pasan temblando


    20. temblando, y eso que gastaba barbas; el padre hablabacuando lo

    21. Y remando con los codos, escapó a un pasillo, temblando


    22. tomaba la puerta, le dijoasustado, temblando ante el temor de que no se le hubiera


    23. equivocación, temblando, anhelante, dudando si romper unavez más con lo convencional y echar


    24. La forma temblaba porque ella estaba temblando, pero era fría al tacto, fría y dura como vidrio o piedra


    25. Estaba literalmente temblando, me dijo Víctor, mientras miraba a través de la puerta en dirección a Anna


    26. Y continuó temblando durante toda la mañana, mientras esperaba a la funcionaria que debía conducirla hasta la puerta


    27. Cuando me acercaba con aquel bocado me miraban con los ojos muy abiertos y las manos extendidas en ademán de súplica, temblando ligeramente y profiriendo débiles chillidos de emoción


    28. Lo vio vestido con chaqueta y pantalón a rayas, el ridículo pijama del preso, y con un número tatuado en su antebrazo izquierdo, temblando y vacilando bajo los golpes de un vergajo de toro


    29. Las pestañas de uno de los párpados estaban temblando


    30. Temblando, trepé por los muros del túnel hasta la platea y partí en busca de Marina

    31. Mary miraba hacia atrás, con el labio temblando de nuevo


    32. Por lo demás, en una época en que la muerte de Franco tras cuarenta años de gobierno absoluto aparecía a la vez como un hecho portentoso e inmediato y en que cada crisis de salud del dictador octogenario dejaba al país temblando de incertidumbre, Suárez cultivó de forma magistral la ambigüedad necesaria para preparar su futuro fuera cual fuera el futuro de España: por un lado, no perdía oportunidad de proclamar su fidelidad a Franco y a su régimen, y el 1 de octubre de 1975, acompañado de otros miembros de la UDPE, asistió en la plaza de Oriente a una manifestación multitudinaria de apoyo al general, acosado por las protestas de la comunidad internacional a raíz de su decisión de ejecutar a varios miembros de ETA y el FRAP; por otro lado, sin embargo, prodigaba en público y en privado declaraciones a favor de abrir el juego político y crear cauces de expresión para las distintas sensibilidades presentes en la sociedad, lugares comunes del potaje político de la época que a los franquistas les sonaban como osadías inofensivas o añagazas para ingenuos y que a los partidarios de terminar con el franquismo podían sonarles como afirmaciones todavía reprimidas del deseo de un futuro democrático para España


    33. Esta serie continuada de impresiones empieza a operar una sutil, casi invisible metamorfosis en Bardone, y una noche sobreviene lo insólito: durante un bombardeo aliado que provoca un griterío de pánico en la prisión Bardone exige salir de su celda; está temblando de miedo, pero, como si el personaje del general se hubiera apoderado momentáneamente de su persona, plantado en el corredor de la galería de los presos políticos e investido de la grandeza de De la Rovere Bardone aplaca el temor de sus compañeros levantando su voz en medio de un estruendo de batalla: «Amigos, os habla el general De la Rovere -dice-


    34. Los había también, como Jacques, que soportaban los golpes sin soltar una palabra, temblando, y que volvían a su lugar tragando gruesas lágrimas


    35. Temblando, me quité la diadema de la cabeza y me enjugué la frente, pero pensé en Hastur y en mi propia justa ambición, y recordé al señor Wilde tal como lo había visto por última vez, con la cara desgarrada y sangrante por las garras de esa criatura del diablo, y lo que había dicho


    36. Media hora después, incapaz de concentrar la atención en su trabajo y consciente de que estaba a punto de provocar un colapso circulatorio o un grave accidente, abandonó su puesto, cruzó el paseo y el pequeño jardín del Ministerio y penetró, casi temblando, en la amplia recepción de altas columnatas de mármol blanco


    37. Aunque estuve temblando durante un segundo, me sumé a mi hermano y al agente de seguros y avanzamos con cautela por el pasillo en dirección a la cocina


    38. Bajé del árbol temblando de frío y de nerviosidad, y aterricé entre la heterogénea muchedumbre


    39. Me pareció de un atrevimiento inaudito el darme cuenta de que hasta el pasillo tenía aspecto confortable, mientras me dirigía, temblando, a su presencia


    40. Yo la miré temblando, con el corazón en los labios, mientras se dirigía con paso decidido a un rincón del jardín, donde se inclinó a sacar de raíz una plantita

    41. Yo pasaba temblando mi mano por encima de la suya, con la que intentaba taparse el rostro


    42. Cuerdas, dientes temblando en las ramas;


    43. -Parece que estamos a las puertas del Infierno -decía temblando fray Jerónimo


    44. Franz pronunció temblando las letras del alfabeto


    45. A modo de bienvenida, una aromática corriente de aire empezó a brotar por el pasillo y Pyanfar preparó las conexiones con el comunicador del puente, tomando las disposiciones necesarias para asegurar el funcionamiento de los aparatos, con las manos casi temblando, tanta era su hambre, sintiendo un enorme hueco en el centro de su dolorido estómago


    46. Pyanfar puso la mano en el hombro de Tully, percibiendo entonces lo fría que estaba su piel y dándose cuenta, por primera vez, de que siempre encorvaba el cuerpo al sentarse, Tully se puso en pie, temblando levemente


    47. –Están siguiendo el curso del ataque anterior -dijo Pyanfar, prácticamente temblando por la excitación que sentía-


    48. La cola de esta frase pareció engancharse en el estridor del tren, que se acercó temblando y chirriando


    49. encontraba en un estado penoso debido a la fiebre y el abatimiento, temblando de la


    50. Estaba temblando de pies a cabeza y parecía a punto de desmayarse














































    1. y el estruendo hacía temblar el edificio


    2. su adoración hace temblar los muros


    3. – Con las piernas inquietas hacía temblar las patas de la mesa


    4. El sobresalto la había hecho temblar


    5. Su cuerpo dejó de temblar hacía poco pero la transmutación aún seguía en proceso


    6. Los humroides igual que el pajaroid empezaron a temblar, el aire se puso más denso y luego invadieron la mente tensa de Tonny varias ondas potentes de alta frecuencia


    7. Esta le hacía temblar con sus acerados juicios, y ya no erafácil que el habilidoso caballero triunfara de aquella alma tierna,cuya dialéctica solía debilitarse con la fuerza del cariño


    8. temblar en sus párpados una lágrima de poéticaunción


    9. temblar latierra bajo el peso de los cañones


    10. suvoz en la cocina, le dio un vuelco el corazón, sepuso a temblar como un azogado y

    11. Una sensación de frío que lo hace temblar de la cabeza a los


    12. temblar las piernas de la maestra


    13. hacen temblar loscorazones mejor puestos


    14. rugía como un trueno en la escaleraespiral y hacía temblar


    15. Laalegría y el miedo le hacían temblar como un árbol


    16. intento, y suvoz hacía temblar el eco de las vecinas colinas:


    17. al prelado con patillas que hacía temblar atoda la diócesis con su genio acre y desabrido y sus


    18. temblar el beso en todos los labios


    19. haciendo temblar la tierra, yellos a un lado y otro de la vía


    20. temblar a lossantos y contra el cual los conventos levantaban sus poderosas

    21. Elena, cuyo corazón hacía temblar el presentimiento de una


    22. Los criados, siempre nuevos y de lejanos valles, pedían la cuenta conpremura, y Carmen, llena de espanto, se escondía en el último pliegue dela casa a temblar como una hoja


    23. Juan saldaba sus cuentas con el Comendador lehizo temblar; fue un presentimiento terrible


    24. Los escalofríosque le hicieron temblar en el cementerio y se


    25. La tierra yerma parecía temblar bajo el sol


    26. Nos hacía temblar, pero le


    27. las olas hacía temblar las rocas, y suruido iba repercutiendo en todos los agujeros y


    28. La brisa ligera hacía temblar los maizalesde Izarte; alguna


    29. Me eché a temblar, lo


    30. conmoviendo el horizonte delante de ellos,haciendo temblar las

    31. una palidez de rosa, en el que parecían temblar las gotas


    32. empezaron a temblar conlas ondulaciones excéntricas de


    33. de repente, rechazando su silla con energía, y,haciendo temblar el piso bajo su andar fuerte, se


    34. hacía temblar paredes y techos,dilatándose en la inmensidad del


    35. besarlo con aquel beso quehacía temblar las piernas del capitán


    36. La hacía temblar el


    37. empezaba á temblar, dándose cuenta de susituación


    38. Las flores que tenía en la cabeza se cayeron al agua,haciendo temblar


    39. hacía temblar lasparedes con el estruendo de sus ponderaciones


    40. hacía temblar con su peso la rampa de tablas, pero apenasentraba en aquél, caía la

    41. Se abalanzó sobre ella, pero justo entonces se oyó el clic de un seguro y una explosión hizo temblar la cabina


    42. Al irse acercando, los ruidos se tornaron más fuertes y se alternaron con intermitentes rugidos que la hicieron temblar


    43. En ese preciso momento empezaron a inclinarse y a temblar las paredes, al mismo tiempo que un ominoso estruendo lo llenaba todo


    44. El único ojo del namer se entrecerró, extático, y la tierra volvió a temblar


    45. Con gran consternación por su parte, el rostro del fotógrafo se cubrió de una intensa palidez y sus labios comenzaron a temblar violentamente, al tiempo que se ponía en pie


    46. Tomasa comenzó a temblar en el momento en el que empezó a recoger sus cosas


    47. Dodin y de Gastón el barrendero, a pesar de que su insatisfacción sin límites y la expresión que dan de ella la hagan temblar cada vez


    48. Las llamas de la hoguera palidecieron y algunos de los tomos en las interminables hileras de estanterías empezaron a temblar


    49. La idea de hallarse sola hacía temblar a Sybil


    50. Pero en este punto, con gran sorpresa de Alicia, la voz de la Duquesa se perdió en un susurro, precisamente en medio de su palabra favorita, «moraleja», y el brazo con que tenía cogida a Alicia empezó a temblar














































    1. Llegadas aquí, las dos temblábamos y estábamos muy avergonzadas


    2. Desdicha grande fue la de nacer en la católica España a lo largo de siglos de persecución implacable! Ojalá nuestras madres nos hubieran cagado a mil leguas de ella, en tierras otomanas o de negros bozales! Allí hubiéramos crecido libres y lozanos, sin que nadie se metiera en nuestras vidas ni nos aterrorizara con castigos y amenazas! Cuántas veces vimos desfilar enjauladas a nuestras hermanas camino del quemadero! Cualquier gesto o descuido podían delatarnos y conducirnos a las mazmorras del Santo Oficio, debíamos obrar con sigilo, temblábamos de gozo y terror entre las piernas de quienes ofrecían lo suyo a la voracidad enloquecida de nuestros labios, quizás alguien nos había espiado e iría a denunciarnos, qué desgracia nos acechaba tras los breves instantes de fervor y de dicha? Nos sabíamos condenadas y la certeza de nuestra fugacidad nos empujaba a afrontar temerariamente el peligro, el Archimandrita en el que reencarnó Fray Bugeo nos protegió a la sombra de su convento, aquí no encontraréis mujeres sino hombres que huyen de ellas, componen fratrías y visten faldas, los que no corren tras las mozas de la cantina ni solicitan a las devotas en el confesionario se encargarán de vosotras y aliviarán vuestras ansias, éste es el único puerto seguro en nuestros tiempos de iniquidad y miseria, disfrazaos de monaguillos o monjes, vivid entre falsos castrati, fingid gran devoción a Nuestra Señora y afinad el canto en la iglesia, no puedo ofreceros más, extremad la prudencia, cien mil ojos y oídos fiscalizan nuestros actos, registran dichos y movimientos, graban el menor suspiro, ni el KGB ni la CIA han inventado nada, el Gran Inquisidor de estos reinos vela por su quietud y de todo tiene constancia, no confiéis en ningún amante ni amigo, sometidos a tormento podrían traicionaros, acampamos en un universo de fieras, quien no devora acaba por ser devorado a fuerza de envilecernos asumíamos el reto, invocábamos al demonio y sus obras de carne, celebrábamos aquelarres y coyundas bestiales, nos hacíamos encular junto a los altares por los matones más brutos del hampa, escupíamos su espesa lechada en los cálices, la consagrábamos y consumíamos con la misma unción de los Divinos Misterios las obleas eran nuestros preservativos! el odio y aversión del vulgo a las de nuestra especie nos servía de estímulo, instigaba a trastocar sus sacrosantos principios, convertía la abyección en delicia exaltada sangre, esperma, mierda, esputos, meadas, cubrían las ricas alfombras de la iglesia ante la mirada vacía de sus Vírgenes y santos de palo inventábamos ritos y ceremonias bárbaros, coronábamos con flores a los sementales más alanceadores, los proclamábamos Vicarios de Cristo en la Tierra, exprimíamos hasta la última gota del sagrado licor de sus vergas en noches inolvidables que evocábamos con místico rapto mientras prendían fuego a las piras y nos reducían a materia de hoguera entonces bendecíamos la crudeza del destino y la gloria de nuestra audacia, nadie nos puede arrebatar una furia y ardor que se renuevan en el decurso de los siglos, muertas hoy y renacidas mañana, sujetas a la gravitación de una absorbente vorágine, éramos, somos, las Santas Mariconas del Señor listas para todos los desafíos y asechanzas, las devotas del Niño de las Bolas y su Vara de Nardo, hemos sufrido mil muertes y no nos amedrantan los zarpazos del monstruo de las dos sílabas, descendíamos a las simas del Pozo de la Mina y nos dejábamos azotar por verdugos encapuchados, eran inquisidores?, gerifaltes nazis? Incubos revestidos de la parafernalia de las sex-shops neoyorquinas?, los zurriagazos restallaban en nuestras espaldas, nos revolcábamos con beatitud inmunda en los charcos de orina, allí no cabían sonrisas ni humor, sólo gravedad litúrgica, preceptiva de enardecida pasión, misterios de gozo y dolor, crudo afán de martirio, usted mismo nos vio, con cautela o cobardía de mirón, en la época de sus cursos en la universidad vecina, trabados en piña en el cerco de premuras y ahíncos, hasta el día en que topó con un denso e inquietante silencio y de escalera en escalera, túnel en túnel, aposento en aposento, asistió al espectáculo de la gehena, no ya de los mares de luz oscuridad fuego agua nieve y hielo, sino el de cadáveres y cadáveres maniatados, con grillos en los pies y collarines claveteados en el cuello, sujetos entre sí con cadenas, colgados de garfios de carnicero, inmovilizados para siempre en sus éxtasis por el índice conminatorio del pajarraco, debemos recordárselo? usted nos dejó allí, en aquel despiadado abismo, pero nosotras transmigramos y reaparecimos en el círculo de amigas del Archimandrita, de su odiado e inseparable pére de Trennes fuimos las gasolinas de mayo del 68 y desfilamos por los bulevares con nuestros perifollos del Folies Bergére y cabelleras llameantes, abrazamos con efusión todas las causas extremas y radicales, seguimos a Genet y sus Panteras Negras de Chicago o Seattle, coreamos con kurdos, beréberes y canacos consignas revolucionarias e independentistas, rechazamos las tentativas de normalización de nuestro movimiento y su inserción insidiosa en guetos, abjuramos solemnemente de cualquier principio o regla de respetabilidad nauseabunda somos, escúchenos bien, las Santas Mariconas, Hermanas del Perpetuo Socorro, Hijas de la Mala Leche y de Todas las Sangres Mezcladas y lo seremos hasta el fin de los tiempos mientras perdure la llamada especie humana o, mejor dicho, inhumana, ¿no cree? ya sé qué pregunta quiere hacerme, a mí, el fámulo importado de las remotas islas, sobre mi insulso traje de oblato, la adivino en el temblor impaciente de sus labios y la malicia abrigada en sus pupilas, y le responderé antes de que nos despidamos y le dejemos a solas con su asendereado libro por provocación, mi querido San Juan de Barbes! para dar una última vuelta al rizo y cumplir con el papel de garbanzo blanco en mi universo de garbanzos negrísimos!, voy con mi compañera al baile de máscaras animado por la Orquesta Nacional de su barrio, allí arderemos todas las gasolinas y corearemos nuestra consigna, derriére notre cul, la plage, y acabada la fiesta y con la aprobación expresa del bendito arzobispo de Viena y del cardenal romano que, según Millenari, hizo voto perpetuo de homosexualidad, celebraremos una clamorosa sentada frente a la Prelatura Apostólica con nuestros abanicos, penachos, plumas, lentejuelas, collares, minifaldas, tetas de goma, pichas gigantes, para exigir la canonización inmediata de Monseñor en razón de su vida y escritos cuajados de testimonios de santidad irrefutable si quiere acompañarnos, le reservaremos un billete de avión!


    1. Temblé, con la respiración entrecortada y el recuerdo entumecido


    2. Cuando sentí el ruido de la puerta, cuando vi entrar a la hermosa dama, cuando se adelantó hacia mí sonriendo con bondad, pareciome que un ente sobrenatural se me acercaba, y temblé de emoción


    3. Pensé en Inés, en el repentino engrandecimiento de la que había juzgado compañera de mi vida, y al considerarme criado de aquella casa, temblé de indignación


    4. Le vi momentáneamente en la esquina lejana, en dirección opuesta de la reina, y temblé con aversión


    5. Temblé y los abrí por fin


    1. inquieta, tiembla y acaricia


    2. Su voz tiembla y se apaga en un silencio de tristeza infinita


    3. palidez, la luna temblaba en el cielo, como tiembla


    4. por tan terrible enemigo, queda sinmovimiento, algunas veces tiembla, otras, en fin, hace los mas


    5. creados y losdetiene en su furioso triturar cuando ha concluído la tarea; sinembargo, tiembla ante esa fuerza brutal que ha dominado


    6. acompañan a un entierro,empalidece, tiembla y se tapa los oídos


    7. Si tiembla laroca á los embates del


    8. La joven aparta los dedos y tiembla


    9. ojosbrilla un resplandor de espanto; tiembla, extiende los brazos


    10. del sermoral, mientras el cuerpo se estremece, tiembla y aspira,

    11. el que nace de un gobierno que tiembla a la presencia de loshombres pensadores e


    12. surge, tiembla en el párpado encendido


    13. selevanta de mal teque, tiembla el palacio y después toda la diócesis


    14. mano tiembla y el cuerpo no puedetenerse en pie, alcanza el


    15. aquel de las uñas largas, boca abajo; la tierra tiembla:


    16. turbando con ruido descompasadotodo el aire, tiembla la casa y


    17. mariposa que ha sido golpeada y tiembla sobre el suelo con las alas rotas


    18. Tiembla debaxo de los pies la tierra


    19. Los campos de quien tiembla el mismo Marte:


    20. Cuando el rabí levanta un dedo, el mundo entero tiembla

    21. ¿Dónde se encuentra el un-ojo cuando el mundo tiembla?


    22. Dicen que no le tiembla la mano


    23. Y a continuación dio rienda suelta a toda una serie de temores propios de la clase que él representaba, la de quien ha sido consejero real y, a pesar de un cierto coqueteo con los jacobinos, tiembla al oír hablar de patriotas y de escarapelas tricolores y de explosiones de júbilo


    24. Al viajero le tiembla un punto el minutero del alma, esa agujita que se estremece más al compás de la memoria que al del entendimiento o al de la voluntad


    25. Gabriela es graciosa y bien parecida, a Gabriela le tiembla la voz al hablar, Gabriela es de Jaén y lleva tres días trabajando en Cifuentes


    26. «Gutiérrez», nombre de pila callejero con que se reconocía al rey, tiembla en su palacio


    27. Todavía enrojezco de pies a cabeza al recordarlo y la pluma me tiembla entre los dedos


    28. En algún lugar la tierra se agita bajo los pies, tiembla y se abre


    29. Tiembla la tierra


    30. —Me tiembla el corazón al pensar en el peligro a que se expone

    31. Con la cara retorcida, suelta un sollozo mientras le tiembla el esqueleto entero


    32. En el suelo de cemento, el agente 11 tiembla


    33. El suelo tiembla y la gente grita con dificultad


    34. En el Hotel Coelho, con la puerta trancada y el sueño imposible, Rómulo Vieira, competente ingeniero del Ministerio de Vialidad y Obras Públicas, tiembla de miedo


    35. ¡El Tiempo y el Destino me envejecieron; mi cabeza tiembla y mi cuerpo se viene abajo! ¿Quién es capaz de resistir a la fuerza y la violencia del Tiempo?


    36. ¡De una recortadura de sus uñas se hizo el cuarto de la luna! ¡Pero su grupa fastuosa que tiembla, los hoyuelos de sus nalgas y la flexibilidad de su cintura, superan ya a toda expresión!


    37. Carlos ha venido a ser prisionero de usted; tiembla de miedo viéndose sometido a la fuerza que odia; aparenta ceder; [298] aun dice marchemos y yo el primero


    38. Le tiembla todo el cuerpo como de frío


    39. Coge el arma con las dos manos, respira hondo, siente que todo él tiembla de miedo, esfuerzo y tensión


    40. El suelo tiembla

    41. ! Ahora tengo un hijo que es un ladrón —dice el padre del carpintero mirando con desprecio a su hijo giboso, que tiembla en el rincón como un crío que ha robado y mentido y está a la espera de su castigo


    42. y tiembla entero viendo ya el relente,


    43. y tiembla con los últimos dolores


    44. Mi cama tiembla, se estremece al ritmo de unas cadencias electrónicas que machacan, una y otra vez, un persistente martilleo metálico


    45. «Ante estos actos de barbarie, toda la región tiembla


    46. escuchar cómo tiembla el coraje en las sienes,


    47. Slater tiembla con la emoción de todo esto


    48. Súbitamente sufre un sobresalto, hasta el punto de que un rato después, la pluma le tiembla todavía en la mano


    49. En esas circunstancias, ¡qué me importaba el estudio! ¿Quién era capaz de sacar de mí una chispa de interés? Me interesaba la enseñanza (y no sólo la enseñanza sino también todo lo que me rodeaba en esa edad decisiva) más o menos como al que comete una defraudación en un banco, y aún conserva su puesto y tiembla ante la posibilidad de ser descubierto, le interesan los insignificantes asuntos corrientes del banco, de los que tiene que seguir ocupándose como empleado


    50. Pavu tiene tanto miedo todavía que le tiembla todo el cuerpo y vuelve el rostro para que Jabavu no se dé cuenta














































    1. Me tiemblan las manos sus pechos, donde los pezones hinchados por la emoción, se destacan en toda su belleza en el vestido de seda transparente


    2. El pueblo del valle es viejo y de vez en cuando tiemblan sus carnes provocando el miedo y


    3. Las carnes me tiemblan ya del gusto


    4. dehesas del tortuoso Guadiana, celebrado por su escondido curso;los que tiemblan con el frío del


    5. espanta; detesta y tiemblan ála vista de los rudos guijarros de las


    6. que lospámpanos, que tiemblan y se agitan al soplo de su aliento


    7. la campiña se ilumina, brillan las aguasdel río, tiemblan los árboles y los maizales:


    8. tiemblan en el aire con quimérica, muda vibración


    9. de mirallas e mirallas, tiemblan eoscilan, como entre el humo de un cirio; pero


    10. decía—, me tiemblan las carnes

    11. Detrás se extiende la hueste de mendigos, que tiemblan


    12. á otro, mecidos por el delicioso aliento de la mañana, y tiemblan de gozo contemplándose tan


    13. ¿Es uno? ¿Es varios? ¿Astuto o cobarde manso como un santo o colérico? ¿Lo veis con la horca en la mano acechando a los condenados que va a meter en el horno recogiendo haces de leña para alimentar el fuego de su Infierno seductor sí porque seduce con su inteligencia y su temperamento posee la sabiduría tiene el poder de creación y de destrucción la fuerza invencible, el conocimiento él es el que lo ve todo el que observa a los habitantes de la tierra y moldea su corazón atento a sus obras escucha a los que gritan aconseja y las aguas lo ven y tiemblan y el propio abismo se estremece y las nubes descargan sus trombas los nubarrones aportan la voz el fragor del trueno desgarra el cielo y los relámpagos iluminan el mundo la tierra ruge cuando él aparece él es el amo del mundo y sin embargo nadie conoce sus huellas apenas se le ve apenas se escucha su paso ligero una resonancia un silbido nada más este ser es temible por la fascinación que ejerce sobre todos y que los precipita en el abismo el asesinato es su ocupación la destrucción la finalidad de su vida él es la gran serpiente de mordedura sangrante tetanizante que deja manar la sangre mala emponzoñada por su veneno es el maestro de la estrangulación que se enrosca en torno al cuello del animal y lo aprieta hasta que la bestia se ahoga con los ojos desorbitados y hasta que ve el último estertor de agonía fascina a los seres impulsa a las víctimas a correr hacia todas partes desesperadas hasta el agotamiento no conoce la piedad no ha perdonado a nadie la conciencia no es su fuerte nada lo atormenta si no es la ausencia de crimen vive sólo para el asesinato del que es siervo el celoso siervo


    14. Le dije que Alba es mi única nieta, que me he ido quedando solo en este mundo, que se me ha achicado el cuerpo y el alma, tal como Férula dijo al maldecirme, y lo único que me falta es morir como un perro, que esa nieta de pelo verde es lo último que me queda, el único ser que realmente me importa, que por desgracia salió idealista, un mal de familia, es una de esas personas destinadas a meterse en problemas y hacer sufrir a los que estamos cerca, le dio por andar asilando fugitivos en las embajadas, lo hacía sin pensar, estoy seguro, sin darse cuenta que el país está en guerra, guerra contra el comunismo internacional o contra el pueblo, ya no se sabe, pero guerra al fin, y que esas cosas están penadas por la ley, pero Alba anda siempre en la luna y no se da cuenta del peligro, no lo hace por maldad, todo lo contrario, lo hace porque tiene el corazón desenfrenado, igual como lo tiene su abuela, que todavía anda socorriendo pobres a mis espaldas en los cuartos abandonados de la casa, mi Clara clarividente, y cualquier tipo que llegue donde Alba contando el cuento de que lo persiguen, consigue que ella arriesgue el pellejo para ayudarlo, aunque sea un perfecto desconocido, yo se lo dije, se lo advertí muchas veces que podían ponerle una trampa y un día iba a resultar que el supuesto marxista era un agente de la policía política, pero ella no me hizo caso, nunca me ha hecho caso en su vida, es más testaruda que yo, pero aunque así sea, asilar a un pobre diablo de vez en cuando no es una fechoría, no es algo tan grave que merezca que la lleven detenida, sin considerar que es mi nieta, nieta de un senador de la República, miembro distinguido del Partido Conservador, no pueden hacer eso con alguien de mi propia casa, porque entonces qué diablos queda para los demás, si la gente como uno cae presa, quiere decir que nadie está a salvo, que no han valido de nada más de veinte años en el Congreso y tener todas las relaciones que tengo, yo conozco a todo el mundo en este país, por lo menos a toda la gente importante, incluso al general Hurtado, que es mi amigo personal, pero en este caso no me ha servido para nada, ni siquiera el cardenal me ha podido ayudar a ubicar a mi nieta, no es posible que ella desaparezca como por obra de magia, que se la lleven una noche y yo no vuelva a saber nada de ella, me he pasado un mes buscándola y la situación ya me está volviendo loco, éstas son las cosas que desprestigian a la Junta Militar en el extranjero y dan pie para que las Naciones Unidas comiencen a joder con los derechos humanos, yo al principio no quería oír hablar de muertos, de torturados, de desaparecidos, pero ahora no puedo seguir pensando que son embustes de los comunistas, si hasta los propios gringos, que fueron los primeros en ayudar a los militares y mandaron sus pilotos de guerra para bombardear el Palacio de los Presidentes, ahora están escandalizados por la matanza, y no es que esté en contra de la represión, comprendo que al principio es necesario tener firmeza para imponer el orden, pero se les pasó la mano, están exagerando las cosas y con el cuento de la seguridad interna y que hay que eliminar a los enemigos ideológicos, están acabando con todo el mundo, nadie puede estar de acuerdo con eso, ni yo mismo, que fui el primero en tirar plumas de gallinas a los cadetes y en propiciar el Golpe, antes que los demás tuvieran la idea en la cabeza, fui el primero en aplaudirlo, estuve presente en el Te Deum de la catedral, y por lo mismo no puedo aceptar que estén ocurriendo estas cosas en mi patria, que desaparezca la gente, que saquen a mi nieta de la casa a viva fuerza y yo no pueda impedirlo, nunca habían pasado cosas así aquí, por eso, justamente por eso, es que he tenido que venir a hablar con usted, Tránsito, nunca me imaginé hace cincuenta años, cuando usted era una muchachita raquítica en el Farolito Rojo, que algún día tendría que venir a suplicarle de rodillas que me haga este favor, que me ayude a encontrar a mi nieta, me atrevo a pedírselo porque sé que tiene buenas relaciones con el gobierno, me han hablado de usted, estoy seguro que nadie conoce mejor a las personas importantes en las Fuerzas Armadas, sé que usted les organiza sus fiestas y puede llegar donde yo no tendría acceso jamás, por eso le pido que haga algo por mi nieta, antes que sea demasiado tarde, porque llevo semanas sin dormir, he recorrido todas las oficinas, todos los ministerios, todos los viejos amigos, sin que nadie pueda ayudarme, ya no me quieren recibir, me obligan a hacer antesala durante horas, a mí, que les he hecho tantos favores a esa misma gente, por favor, Tránsito, pídamelo que quiera, todavía soy un hombre rico, a pesar de que en los tiempos del comunismo las cosas se pusieron difíciles para mí, me expropiaron la tierra, sin duda se enteró, lo debe haber visto en la televisión y en los periódicos, fue un escándalo, esos campesinos ignorantes se comieron mis toros reproductores y pusieron mis yeguas de carrera a tirar del arado y en menos de un año Las Tres Marías estaba en ruinas, pero ahora yo llené el fundo de tractores y estoy levantándolo de nuevo, tal como lo hice una vez antes, cuando era joven, igual lo estoy haciendo ahora que estoy viejo, pero no acabado, mientras esos infelices que tenían título de propiedad de mi propiedad, la mía, andan muriéndose de hambre, como una cuerda de pelagatos, buscando algún miserable trabajito para subsistir, pobre gente, ellos no tuvieron la culpa, se dejaron engañar por la maldita reforma agraria, en el fondo los he perdonado y me gustaría que volvieran a Las Tres Marías, incluso he puesto avisos en los periódicos para llamarlos, algún día volverán y no me quedará más remedio que tenderles una mano, son como niños, bueno, pero no es de eso que vine a hablarle, Tránsito, no quiero quitarle su tiempo, lo importante es que tengo buena situación y mis negocios van viento en popa, así es que puedo darle lo que me pida, cualquier cosa, con tal que encuentre a mi nieta Alba antes que un demente me siga mandando más dedos cortados o empiece a mandarme orejas y acabe volviéndome loco o matándome de un infarto, discúlpeme que me ponga así, me tiemblan las manos, estoy muy nervioso, no puedo explicar lo que pasó, un paquete por correo y adentro sólo tres dedos humanos, amputados limpiamente, una broma macabra que me trae recuerdos, pero esos recuerdos nada tienen que ver con Alba, mi nieta ni siquiera había nacido entonces, sin duda yo tengo muchos enemigos, todos los políticos tenemos enemigos, no sería raro que hubiera un anormal dispuesto a fregarme enviándome dedos por correo justamente en el momento en que estoy desesperado por la detención de Alba, para ponerme ideas atroces en la cabeza, que si no fuera porque estoy en el límite de mis fuerzas, después de haber agotado todos los recursos, no hubiera venido a molestarla a usted, por favor, Tránsito, en nombre de nuestra vieja amistad, apiádese de mí, soy un pobre viejo destrozado, apiádese y busque a mi nieta Alba antes que me la terminen de mandar en pedacitos por correo, sollocé


    15. Los hombres encogidos como él, cuando se deciden a declararse, tiemblan, sus ojos se llenan de lágrimas, tartamudean algunas palabras torpes… pero puede creérseles… toda esa timidez revela la pureza de un sentimiento que no saben fingir… Pero los hombres como Enrique, son abismos en los que es difícil adivinar lo que hay


    16. -¡Oh! ¡Me tiemblan las carnes al oírte! ¡Cómo correría la sangre en ese glorioso cuanto infausto día!


    17. Me levanto, las piernas me tiemblan


    18. En el arte de allegar fondos, excitando la caridad vanidosa, es maestra consumada; al verla, sus amigas tiemblan


    19. Decía la carta: «Aunque lo de Valencia ha sido otro mal parto, en Palacio tiemblan y dicen: a la quinta o a la sexta va la vencida


    20. ¡No he visto yo pocos fajos de billetes pasar de las manos de don Manuel a las de don Adelardo! ¿Qué, se asusta, Tito? ¿Es usted de los españoles pacatos que tiemblan y se descomponen cuando oyen hablar de gruesas cantidades?

    21. Piedras de la calle, ¿de qué se trata?… Las piedras de la calle tiemblan de oírlo pasar


    22. Paredes de la casa, ¿de qué se trata?… Las paredes de la casa tiemblan de oírlo hablar


    23. Las constelaciones que ve ahora, ya que el cielo está muy claro y el día por tanto es muy frío, son constelaciones invernales, y el aire es tan frío que las estrellas bailan y tiemblan en el cielo, igual que todos esos años que Crozier las veía desde la cubierta del Terror o desde algún otro buque que hubiese dirigido al Ártico


    24. los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los directores,


    25. Pero los dedos de Annie tiemblan, y no puede separar la página de la siguiente, hasta que Zach lo hace por ella


    26. Son ellos los únicos responsables del orden social y tiemblan ante semejante corriente filosófica


    27. Las rodillas tiemblan


    28. A la separación suele acompañar súbito encanallamiento, de lo cual resulta que si un ejército es gloria y honor, una reunión de soldados puede ser calamidad insoportable, y los pueblos que lloran de júbilo y entusiasmo al ver entrar en su recinto un batallón victorioso, gimen de espanto y tiemblan de recelo cuando ven libres y sueltos a los señores soldados


    29. Para empezar, el general anda como la gran patria, ¿por qué razón?, porque cuando llegamos aquí, la gente que había reclutado el Rufián ya no estaba, no es Rujian, es Rujino, a saber, ¿tú le conoces?, sólo de quince días a esta parte, pero has dormido con él, déjate de bromas, Basilio, ¿qué es lo segundo?, lo segundo es que el Pantaleón no quiere devolver los rifles, ¿que qué?, dice que la orden de Benito Juárez no es clara, ¿a pesar de las firmas y los sellos?, a pesar, pero si nos dijeron que Pantaleón y García Granados eran amigos, ya no, ¿y cómo está eso de que la gente de Rujino se ha marchado, el Rufus tenía apalabrado un gential, pero se fueron a trabajar en la construcción de una carretera, ¿y eso?, se cansaron de esperar y no tenían para comer, no me extraña, por eso el general está para los balazos, tiene razón, corre el rumor de que no se entienden, ¿quiénes?, adivina, me doy, el general y el rufián, ¿lo sabías?, no, Basilio, y no vuelvas a llamar a Rufino rufián, está bien, pero, como yo digo, ¿qué pueden tener en común esos dos hombres?, un ideal, qué otra cosa, pues sería más fácil pesar el humo que coincidieran en algo, no hay que ser fatalistas, pero, dime, ¿cuántos somos?, unos veinte, déjate de bromas, hablo en serio, ése es el tamaño del glorioso ejército libertador, eres un cínico, veinte hombres y cuarenta rifles que nos ha devuelto el Pantaleón, ¿de los trescientos que traíamos?, justamente, dice el Panta que ya le tienen hasta el gorro de que la frontera sur de México sea como la casa de la Juana, que todo el mundo entra y sale por donde le da la gana, hijo de su madre, y que cómo puede saber él si somos libertadores, contrabandistas o un ejército de ocupación, no termino de entenderlo, siendo liberal y juarista, ninguna pandilla de hijos de la chingada, le dijo al GG, puede cruzar este país, dejando cadáveres por donde pasa, tiene razón, pero no tiene pruebas, no las necesita, para eso es el gobernador, ése lo que quiere es plata, ¿y con qué crees que el general les liberó a ustedes de la cárcel?, no lo sé, pero, ¿cuál es la situación ahora?, el Panta dice que no entregará los rifles hasta que García Granados no demuestre que sus fuerzas son algo más que una gavilla de salteadores, qué cabrón, antes no eras tan mal hablado, ni tú tan metido, bueno, sí, es un cabrón, ¿supiste que hace año y medio se sublevaron aquí en Chiapas los indios?, algo oí, y que mataron a miles de blancos, no sé si fueron miles, pero sigue, pues a los chiapanecos aún les tiemblan las canillas y el Panta quiere protegerse con nuestros rifles, yes, sir, eso quiere el son of a bitch, ¿cuándo aprendiste inglés?, en mi tiempo libre, mentiroso, no me interrumpas que aún tengo algo importante que decir, ¿bueno o malo?, no lo sé, dispara, el general quiere que vayas a una hacienda cerca de Comi-tán que se llama Los Puentes, muy cerca de la frontera con Guatemala, para que entrenes allí a los hombres en el uso de los rifles, a los veinte, eso es, Rufino cruzará con ellos la frontera para hacer en San Marcos una leva en rancherías y pueblos, ¿quieres agua?, no, yo sí, por cierto, ¿supiste lo de Cerna?, no, ¿qué cosa?, lo del atentado, primera noticia, un soldado de su guardia lo intentó asesinar, ¿de veras?, se salvó de milagro, ¿y detuvieron al cuque?, lo fusilaron allí mismo, caray, dicen que hay gente de plata, liberales, claro está, que se está moviendo en el país contra Cerna, ¿has oído algo?, no, lindo revólver, sí, es lindo, pero, tú no usabas armas, eso era antes, ¿dónde lo compraste?, en Nueva York, y no lo compré, me lo regalaron, quién, no seas curioso, háblame de lo que hiciste en Nueva York, otro día, Basilio, ahorita no tengo ganas, le dejas a uno exhausto


    30. Entonces echa a andar y no sabe si sus piernas tiemblan de hambre o de frío

    31. Anúncianle al salir que la operación será a las siete de la mañana siguiente, y Jenaro y él tiemblan de oírlo; sin hablarse, se marchan llamando la atención de empleados y porteros


    32. Los magos y la tecnología no hacen buenas migas, sobre todo cuando el corazón del mago late como el suelo de una cancha de baloncesto y le tiemblan las tripas


    33. En cambio, los Grajos de Piedra se esconden tras las rocas y tiemblan de miedo cada vez que pasan a caballo los señores del Valle


    34. Me tiemblan las manos


    35. Tiemblan un poco las hojas del balcón


    36. Le tiemblan un poco las manos y las pone sobre la camilla


    37. Cuando Shagga se enfada le tiemblan las manos


    38. Pero oyen ruidos en la noche, y tiemblan escondidos en una cueva


    39. —En el bosque los animales pequeños tiemblan de frío y se refugian bajo las hojas y la tierra para calentarse


    40. Me tiemblan las manos, me sudan las palmas, me da flojera en las piernas

    41. Después de aparcar, y antes de apearse, llama a Rosalind al trabajo: sus dedos largos todavía le tiemblan cuando manipula las teclas en miniatura


    42. Dice la leyenda que el hombre y la Tierra tiemblan cuando embiste este animal


    43. ¿Cómo puedes prohibirme algo? Los mismos Invariables tiemblan al pensar en mí


    44. El tren está tan lejos, parece tan pequeñito… Mirando sin cesar del andén a los vagones que tiemblan y se alejan, de los vagones al andén, Diddy corre jadeante por la infinita plataforma de cemento


    45. Le tiemblan las rodillas al entrar en palacio, pero hay tantos invitados que no destaca en la multitud


    46. Ella se inclina hacia delante, pero deja las manos debajo de la mesa para que no se dé cuenta de que le tiemblan


    47. Tiemblan las cañas y los sauces En la mañana y la tarde, pero nunca más Los barcos que van al occidente han navegado En aguas mortales, como antes, Y su canción se ha apagado


    48. de acero y tiemblan las luces de los portadores


    49. «Pues, aunque libres, no son libres en todo, porque tienen por señora a la ley, ante la cual tiemblan mucho más todavía que los tuyos ante ti


    50. Cuando Barbara habla de su vida con Richard, todavía le tiemblan las manos y se enfada


























    1. ¡Lo dices y no tiemblas!


    2. Es un empleo como cualquier otro, para ti, sin embargo, es el Reino Celestial, en consecuencia todo lo haces con un celo desmesurado, te acicalas como, según tú, se deben acicalar los ángeles ellos, en realidad, son de otra manera, tiemblas por el puesto, te sientes continuamente perseguida, buscas ganarte con desmesurada amabilidad a todos aquellos que te puedan servir de apoyo, pero con esa actitud los importunas y los repeles, pues ellos buscan paz en la taberna y no añadir a sus preocupaciones las de la camarera


    3. ¿Acaso los años te han quitado tanta hombría que ahora tiemblas ante la sombra de un niño nonato?


    4. tiemblas de emoción incierta


    5. ¿Por qué tiemblas? Calla, hija, prepárate para el viaje y para tu destino, que será maravilloso; tendrás todo el oro que quieras, tendrás tu casa y tu propia carroza, en Munich, y tendrás tus doncellas, que te ayudarán a quitarte los zapatos y las medias por las noches y te pondrán tu camisón de seda


    6. —Tienes miedo, tiemblas como un chiquillo… ¡No lo entiendo! ¿Acaso intentas raptarme?


    1. ¿Ves cómo tiemblo? No sé lo que me pasa


    2. tiemblo al pensar que el mejor día, porcualquier motivo, será, usted objeto de las iras de esa


    3. tiemblo al pensar lo queocurriría si Antonio se


    4. escucho el son de un órgano, tiemblo de emoción; lascampanas


    5. Esto debía suceder el 27; pero el 25, al mediodía, me aconteció una desgracia de la que, cuando en ella pienso, aún tiemblo, aunque tantos años separan ya aquel suceso de los momentos actuales


    6. Pero no tienen ellos la culpa, sino los simples que los alaban y las bobas que los creen; y si yo fuera la buena dueña que debía, no me habían de mover sus trasnochados conceptos, ni había de creer ser verdad aquel decir: "Vivo muriendo, ardo en el yelo, tiemblo en el fuego, espero sin esperanza, pártome y quédome", con otros imposibles desta ralea, de que están sus escritos llenos


    7. Sólo se te oye decir después: "Haz lo que quieras, para mí eres libre, eres mayor de edad, no tengo por qué darte consejos"; y todo ello, con ese tono de voz ronco, terrible expresión de la ira y de la condenación total, ante el cual tiemblo hoy todavía, aunque menos que en la infancia sólo porque el sentimiento de culpa, exclusivo del niño, fue parcialmente remplazado por la comprensión de nuestra mutua impotencia


    8. Tiemblo de miedo, loca de soledad y de culpa


    9. )- No digo eso, y tiemblo sólo en pensarlo


    10. Tiemblo, más de rabia que de miedo, al fin

    11. aún pinta de oro al tiemblo en llegando el otoño


    12. Pero no tienen ellos la culpa, sino los simples que los alaban y las bobas que los creen; y si yo fuera la buena dueña que debía, no me habían de mover sus trasnochados conceptos, ni había de creer ser verdad aquel decir: «Vivo muriendo, ardo en el yelo, tiemblo en el fuego, espero sin esperanza, pártome y quédome», con otros imposibles desta ralea, de que están sus escritos llenos


    13. Tiemblo mucho, pero no sé si es por el frío o mis nervios


    14. –¡Oh, mira cómo tiemblo! ¿Quieres que encienda una vela en él, para que encuentres el camino?


    15. Tiemblo con facilidad en circunstancias muy diversas


    16. gritan y gozan los que me hicieron símbolo, tiemblo


    17. –¡Vaya, pues! Tiemblo de gozo ante la idea de que voy a recibir la justicia del rey…


    18. Eso es, ahora media vuelta, el teniente debe tener la soga lista, padrecito del cielo que le haya hecho buenos nudos, qué tales caras de malos que ponen los de quinto, no me asusten que tiemblo de miedo, alto


    19. Tiemblo de pensar en lo que les ocurrirá a los suizos si se unen a Europa


    20. En la puerta de la comisaría les esperaba Luis Hurtado, el mejor fotógrafo de Bolinches, que trabajaba para el diario de la provincia en colaboración con Javier Tiemblo, el mejor reportero de la región, tan bueno que había tratado de ficharlo primero El País y luego Diario 16, pero él solía comentar que había entrado en El Meridional de botones y aquella casa era para él como una segunda piel

    21. Luis Hurtado captó a Luguín en un mal momento, con un ojo abierto y otro cerrado y un gesto a medio hacer que más parecía intento de agresión al fotógrafo que de protección de su imagen, y se basó en la fotografía Javier Tiemblo para un artículo de urgencia sobre el peso del destino en la vida


    Mostra più esempi

    temblar in English

    shake tremble shiver quiver quake shudder quail <i>[formal]</i> quaver

    Sinonimi per "temblar"

    asustarse amedrentarse sobrecogerse espantarse trepidar vibrar temblequear tiritar sacudirse menearse agitarse