1.
Y EN el año quince del imperio de Tiberio César, siendo presidente de Judea
2.
1 Y EN el año quince del imperio de Tiberio César, siendo gobernador deJudéa Poncio Pilato, y Heródes
3.
1 Y EN el año quince del imperio de Tiberio César, siendo presidente deJudéa Poncio Pilato, y Herodes
4.
Para los sacerdotes, en especial para los de Qumrán, aquel acto guerrero era un sacrilegio contra la Ciudad Santa; Pilatos había mancillado el Templo ofreciendo allí un sacrificio a la estatua de Tiberio
5.
con el gobierno de Tiberio II, pero que en realidad fue un sitio de características locales
6.
en el año decimoctavo del césar Tiberio, en la época de la Pascua judía, Jesús entró
7.
Maeltzer, el gobernador militar, hombre de mediana edad, más conocido como Tiberio por su afición al buen vino y a las mujeres, y que residía en el hotel Excelsior, intentó desviar su responsabilidad al coronel Kappler, jefe de la Gestapo cuyo superior era el general Wolf
8.
Tiberio, a cuyo propio hijo Druso asesinó Sejano
9.
Los muchachos se congregaban frente a las barberías para someterse al afeitado de rigor y a los inevitables rizos sobre la frente, que Tiberio había puesto de moda
10.
Han destruido la estatua de Tiberio en el foro
11.
—¿Cómo ibas a protestar, bajo el gobierno de Tiberio? Créeme, todos los que pudieron se escaparon
12.
—Lo único que ambicionaba Tiberio era estudiar en el gimnasio de Rodas, pasearse todos los días ataviado con un manto y unas sandalias griegas y hablar de filosofía
13.
Hela aquí, en pocas palabras: su madre era una liberta de condición decente pero modesta, que se enamoró de Tiberio Graco, quien también se enamoró de ella
14.
Pero, claro, el linaje de la joven no permitía el casamiento y tuvo que convertirse en su querida, viviendo en una pequeña y confortable casa de una hacienda de Tiberio Graco
15.
Por noticias recibidas de Roma supo que su cuñado Tiberio Graco estaba minando el mos maiorum, u orden establecido, y él mismo azuzó a sus enemigos, sobre todo a su mutuo primo Escipión Nasica
16.
Aunque Tiberio Graco ya había muerto cuando Escipión regresó a Roma en el 132 a
17.
Genial para la organización, podía cometer errores garrafales, como sucedió con su oposición a Tiberio Graco; y aunque era un hombre muy culto e inteligente y de gran gusto, moral y éticamente estaba anquilosado
18.
Cornelia, hija de Escipión el Africano y Emilia Paula, se casó cuando tenía dieciocho años con Tiberio Sempronio Graco, de cuarenta y cinco; era hacia el año 172 a
19.
Tiberio Sempronio Graco había sido cónsul en el 177 a
20.
Tiberio Graco nació en el 163 a
21.
Los dos hermanos Graco hicieron el servicio militar al mando del primo hermano de su madre, Escipión Emiliano, Tiberio en la tercera guerra púnica y Cayo en Numancia: ambos fueron de singular valentía
22.
Tiberio fue enviado a la Hispania Citerior en el 137 a
23.
Tiberio nunca se lo perdonaría a su primo-cuñado
24.
Tiberio fue elegido tribuno de la plebe y se dispuso a corregir los errores que el Senado cometía en los arriendos del ager publicus
25.
Cuando el Senado quiso entorpecer la aprobación de la ley, Tiberio Graco la presentó directamente a la Asamblea plebeya y se metió en un avispero, porque fue una decisión sin precedentes
26.
No era tanto la legalidad de estas estratagemas lo que importaba a los adversarios de Tiberio Graco, sino que fuesen en contra de la tradíción, aunque no existiesen reglas escritas
27.
Al morir aquel mismo año Atalo III, rey de Pérgamo, dejando en herencia su reino a Roma, Tiberio Graco hizo caso omiso del derecho del Senado a decidir qué se hacía con el legado y legisló que las tierras se empleasen como asentamiento complementario de los romanos pobres
28.
, sin que se hubiera llevado a cabo con éxito el programa, Tiberio Graco transgredió otra costumbre establecida, aquella que limitaba a una sola vez el desempeño del cargo de tribuno de la plebe, y se presentó a una segunda elección
29.
En esa ocasión, enfrentado a las fuerzas senatoriales, encabezadas por su primo Escipión Nasica, Tiberio Graco murió apaleado en el Capitolio con algunos de sus seguidores
30.
Su primo Escipión Emiliano -que no había regresado aún de Numancia cuando ocurrieron los hechos- aprobó públicamente el homicidio, alegando que Tiberio Graco había querido proclamarse rey de Roma
31.
Los disturbios cesaron hasta diez años después, cuando el hermano de Tiberio Graco, Cayo, fue elegido tribuno de la plebe en el 123 a
32.
Tiberio Graco fue contra la costumbre de su familia (que era casarse con Cornelias de los Escipiones) y se casó con Claudia, hija de Apio Claudio Puicher, cónsul en el 143 a
33.
Los disturbios estallaron diez años después, cuando el hermano de Tiberio Graco, Cayo, fue elegido tribuno de la plebe en el 123 a
34.
Dyson cerró el libro lleno de profundo asombro y pensó en la extraña serie de incidentes que lo había puesto en contacto con las intrigas y conjuras urdidas en torno al Tiberio de oro
35.
Por eso quería llevar allí a Libby, para caminar con ella por entre las ruinas magníficas cubiertas de vegetación y, una vez allí, nos sentamos contemplando el infausto Salto di Tiberio y le hablé de lo que la vida debe ser, de las cumbres que debe alcanzar, de las pasiones que debe incorporar, todo ello con la esperanza de que pudiera algún día llegar a vivir libre como un pájaro
36.
698 Leoncio derrocado; se proclama emperador a Tiberio III
37.
Profundizando en su suposición, el sindonólogo se atreve a interpretar esa inscripción IBIBER como residuo del nombre de TIBERIUS CAES; es decir, el emperador Tiberio
38.
Pero Tiberio era mucho más que un soldado, pues su educación griega parece haberle dado una visión del mundo más vasta que la corriente entre los romanos
39.
Tiberio, alarmado y frustrado, hizo todo lo que pudo para lograr que Octavio se retractara, pero fracasó
40.
Pero la destitución de Octavio era ilegal (hablando en términos estrictos) y los senadores enemigos de Tiberio usaron ese hecho contra él
41.
Los enemigos de Tiberio estaban mejor organizados, y Tiberio y sus seguidores fueron muertos
42.
Entre tanto, los reformistas trataron de hacer aprobar una ley por la cual fuese legal la reelección de un tribuno, para que si algún otro de su partido obtuviese el poder no recibiese el trato dado a Tiberio
43.
Su protector, Sejano, perdió el favor de Tiberio y fue ejecutado en el 31
44.
Está descansando unos días en casa, disfrutando de la compañía de su mujer y de los dos hijos que tiene de un matrimonio anterior, Tiberio y Druso
45.
Encontramos a Tiberio durmiendo a la sombra en una esquina, mientras su hermano menor, Druso, juega en silencio junto a su diván
46.
Mientras cambiamos a Tiberio de posición y yo empiezo a curarle la grave infección de pecho, Ethan intenta distraer a los demás
47.
Tiberio se pone en pie justo cuando Octavio estira un brazo para levantar la tapa
48.
–No, aunque oí mencionar a un tal Tiberio, que debía de estar en el gimnasio
49.
–Estupendo -sonrió Tiberio Quincio Quadrado, cuestor de la Bética
50.
–¿Y bien, Tiberio Quincio Quadrado, piensas actuar como cuestor para impedir la formación de un cártel del aceite en la Bética?
51.
A su llegada a Judea, por orden del emperador romano Tiberio, Pilato desplegó una gran actividad
52.
Uno, situado a la izquierda de la puerta, representaba a Tiberio adolescente
53.
-Sí -murmuró con un cierto desprecio en sus palabra-, Tiberio siempre ha sido un hombre
54.
Tiberio veía traidores y traiciones hasta en sus más íntimos amigos
55.
)-, Aelio Sejano, comandante en jefe de las fuerzas pretorianas de Roma y hombre de confianza de Tiberio, era el auténtico «emperador»
56.
La mal disimulada ambición de este general y su influencia sobre Tiberio le habían convertido en un segundo horror para los ciudadanos del Imperio
57.
Sus verdaderas intenciones -llegar a sustituir a Tiberio en el Imperio- le condujeron a todo tipo de desmanes, intrigas y asesinatos
58.
Intentó, incluso, casarse con una de las nietas de Tiberio (posiblemente con Julia Livila, hija de Germánico), pero el César le dio largas, truncando así las esperanzas de Sejano de borrar el origen oscuro y humilde de su cuna
59.
Hombre frío y calculador, el lugarteniente de Tiberio fue eliminando a los posibles sucesores del Emperador, iniciando una brutal ofensiva contra Agripina (nieta de Augusto) y sus hijos (Nerón I, Druso III, Caio -más conocido por Calígula-, Agripina II, Drusila y Julia Livila)
60.
Mi respuesta -tal y como yo pretendía- desarboló el incipiente entusiasmo del procurador, que parecía soñar con la desaparición del rígido y cruel Tiberio
61.
Tercera generación (hijos de Tiberio y Vipsania): Druso II: se casó con Livila, de la que tuvo a Julia III, Germánico Gemelo y Tiberio Gemelo
62.
comparto la opinión del gran historiador Wiedermeister- que si Tiberio hubiera nacido en el año
63.
En el año 36, Vitelio envió a Pilato a Roma para rendir cuentas ante el emperador Tiberio y en el 62, según narra Flavio Josefo (Antigüedades, XX,197 y ss
64.
Tras la muerte del emperador Tiberio, en el año 37 de nuestra Era, otro miembro de la numerosa familia de los Herodes, hermano precisamente de Herodías, fue sacado de la cárcel de Roma por el nuevo César, Cayo, alias «Calígula» o «Botita»
65.
(Aunque Poncio Pilato, indudablemente, era conocido y amigo de Tiberio, la alusión de Caifás llevaba dinamita
66.
El Sanedrín tenía medios para hacer llegar a Sejano y a Tiberio, en la isla de Capri, sus quejas sobre lo que consideraban una nueva irregularidad del procurador
67.
Cuando llegó a su habitación, Tiberio se sentía tan exhausto que apenas le restaban fuerzas para levantar los brazos a fin de dejarse desvestir por su criado
68.
¡No, no iba a convertirse en cómplice moral del crimen! No quería acordarse más que de los lejanos días en que Tiberio no era aún emperador
69.
Era la primera vez que se encontraba con él en privado desde la muerte de Tiberio
70.
Había doblado la suma que Tiberio les había donado a los soldados en las mismas circunstancias; cuando anunció el monto, un atronador «¡Viva Cayo César!» se elevó al cielo, espantando a una bandada de cornejas que alzaron el vuelo
71.
¡Ya lo han despojado de la mitad de los bienes de Tiberio y quieren quitarle lo poco que le queda!
72.
La ley establece que los bienes de su padre le pertenecen desde el momento del fallecimiento de Tiberio, ascendiente y heredero prioritario del de cujus
73.
Tiberio te impuso a ese hombre
74.
Al frente, puso al senador Galba a quien, en tiempos de Tiberio, habían nombrado gobernador de Aquitania y después cónsul, y que había destacado por su rigor e integridad
75.
Desgraciadamente para él, su intento había resultado fallido, así que ahora pasaba los días encadenado de pies y manos bajo la atenta mirada de un guardia, que se encargaba de cebarlo como si de un cerdo se tratase, todo para que no muriera prematuramente y dejara a nuestro emperador sin herencia, para que Tiberio no pudiera decir: «Se me ha escapado vivo», siguiendo su costumbre cada vez que alguien se adelantaba a sus planes quitándose la vida antes de que él tuviera tiempo de arrebatársela
76.
Tiberio había aguardado pacientemente para acabar con la vida de Germánico, su propio hijo adoptivo, y lo había hecho valiéndose de las desavenencias que existían entre este y el gobernador de la provincia de Siria, Gneo Pisón
77.
Según se dijo, Gneo Pisón y su esposa Plancina, la mujer más ambiciosa y soberbia del imperio, habían envenenado a Germánico por orden del propio Tiberio
78.
–Les recuerdo a todos los presentes que el divino Octavio Augusto, padre de nuestro emperador Tiberio, estableció que para que un ciudadano pudiera entrar en la orden senatorial, la más exclusiva de las órdenes de nuestra sociedad, tenía que poseer un millón de sestercios
79.
Los cinco senadores asesinados eran hombres inmensamente ricos, y todos eran a su vez padres de un solo hijo, con lo que en el supuesto de que condenaran a estos por parricidio, Tiberio sería el principal beneficiario
80.
Cuando llegó la hora de repartir la herencia de Octavio Augusto, Tiberio decidió quedarse con todo, para lo que mandó asesinar a Agripa -completé yo la información
81.
–Quien llevó a cabo el crimen confesó haberlo perpetrado siguiendo las instrucciones de Tiberio -añadí
82.
«Lo mandó asesinar Tiberio por puro capricho, por diversión», dicen todos
83.
En este punto es donde aparece Tiberio
84.
El asesino eligió cuidadosamente a sus víctimas, de modo que, al ser eliminados sus herederos (recuerda que todos los senadores solo tenían un hijo y que todos fueron condenados a muerte acusados de parricidio), el beneficiario de los bienes, según indican las leyes romanas, sería Tiberio
85.
Resumiendo: nuestro asesino lo quería todo, salvo los bienes materiales que por ley irían a parar obligatoriamente a manos de Tiberio y de los acusadores
86.
Piénsalo, Tiberio quiere riquezas, propiedades, joyas, esculturas y, sobre todo, dinero contante y sonante, pero no tiene ningún interés por gestionar una mina, una empresa dedicada a la tala de bosques o una salina, cuando estas son concesiones propiedad del Estado
87.
¡Tiberio es el Estado! ¡Y a Tiberio no le gusta robarse a sí mismo!
88.
Pese a que conseguí dar con los culpables, no logré encontrar la piedra, razón por la cual Tiberio me exigió una elevadísima indemnización
89.
Tiberio volvió a sangrarme, lo que me puso al borde de la bancarrota
90.
Si tras deshacernos de los senadores conseguíamos que las sospechas recayeran sobre sus hijos, todo el mundo miraría hacia Tiberio, pues él y nadie más sería el heredero de todos los bienes
91.
¿Acaso cabe una mayor ironía del destino? ¡Mi propia hija había puesto en contacto al joven Manio con la única persona en el mundo que conocía al asesino que tenía que descubrir! Ahora, la suerte que me ha faltado durante los últimos tiempos me ha abandonado del todo, dejando mi destino en manos de Tiberio y de su extraño sentido de la justicia
92.
LA DEPRAVACIÓN DE TIBERIO
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Tiberio Sempronio Graco se alejó de allí
94.
Tiberio Sempronio Graco estaba seguro que sólo podría volver a acceder a la joven Cornelia pasando por encima de Escipión, pero eso formulaba el más inquietante de los dilemas, pues ¿cómo se puede conquistar el amor de una mujer si para ello es inevitable destruir antes a su padre?
95.
En lugar de haber esperado a las votaciones en el Senado para la elección de los nuevos cónsules del año en curso, donde él ya tenía diseñada la estrategia a seguir con una amplia serie de apoyos garantizada, que iban desde sus seguidores más fieles como Quinto Petilio, Spurino, Lucio Valerio Flaco, su propio primo Lucio Porcio y otros, hasta la familia Sempronia, encabezada por Tiberio Sempronio Graco e, incluso, algunos Násica, una rama de la familia Cornelia que se había distanciado en los últimos años de la línea de los Escipiones, la rama hegemónica en el clan
96.
Tiberio Sempronio Graco se había situado justo a su espalda con el resto de la caballería
97.
Al igual que ella se las había ingeniado para, pese a la oposición de sus padres, escribir y hacer llegar una carta a Tiberio Sempronio Graco, el propio Graco le había hecho llegar, sin estar muy claro cómo, una pequeña carta de respuesta que la muchacha encontró un día junto a ese mismo joyero, depositada, sin duda, por alguna esclava, y que Cornelia conservaba con discreción
98.
Tiberio Sempronio Graco iba acompañado por los dos Petilios, Quinto Petilio y Petilio Spurino
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-Y aquí se giró por primera vez y lanzó una rápida mirada a los bancos donde Publio y Lucio se encontraban, en primera fila, acompañados de Lucio Emilio y Cayo Lelio y otros senadores amigos; como esperaba, Spurino no encontró miradas amigables en ese sector, así que, como para infundirse ánimos, se volvió hacia el lado opuesto de la sala, donde Marco Porcio Catón, que se había esforzado en que Tiberio Sempronio Graco se sentara a su derecha de modo que no hubiera dudas ante el resto de la alianza que les unía aquel día, se había acomodado a la espera de ver de qué modo recibían los Escipiones la pregunta del tribuno
100.
Los tres senadores que escuchaban atentos querían preguntar cómo pensaba Catón asegurarse la fidelidad de Tiberio Sempronio Graco a su causa, pero los tres tuvieron miedo y ninguno se atrevió a formular la pregunta