1.
Les habla con vehemencia de la
2.
A medida que la resistencia de Bernardina crecía a la par con la vehemencia de Bolívar, más utilizaba éste los servicios de Santander como portador de sus misivas
3.
Suimaginación vagaba con vehemencia para hacer
4.
Una de las dos, rubia, hablaba con vehemencia y en
5.
grande ahínco y vehemencia
6.
deseó con vehemencia, las tira condesprecio
7.
piedad a sus corazones con la vehemencia delcelo que le
8.
había hablado elburlón Aresti al describir su vehemencia
9.
padre, tal la vehemencia de suamor por mí, que en aquel camino
10.
Cada vez la deseaba con mayor vehemencia
11.
pasado, losliberales se lanzan al porvenir con una vehemencia
12.
Y con la vehemencia de otros tiempos, como si aún estuvieran entre losnaranjos de
13.
manifestado con lamayor vehemencia y si Juan Maury hubiera participado de él por
14.
De aquí que yo, más bien que mostrar a Juan Maury toda la vehemencia yla elevación de mi
15.
vehemencia, o más bien lanzó centellas y rayos, discurriendomás por extenso sobre el lujo
16.
vehemencia de los sentimientos delcacique se revelaba en su precipitado discurso, en su gesto,
17.
Pero pasando de la ternura a la cólera, con su vehemencia de
18.
Los dos jóvenes se miraban con cierta vehemencia; pero al
19.
con vehemencia de anémicos esta sangre de latierra
20.
Y agarrado a la reja se expresaba con tal vehemencia, que
21.
Sólo mostraban alguna vehemencia al apreciar el valor con
22.
enérgicas pasiones, sentía la paternidad hasta la vehemencia
23.
la obstinación del guarda, su vehemencia y sus amenazas, lahacían temer una
24.
Protestó el estanciero con vehemencia
25.
campestre, el rostro algo encendidopor la agitación del paseo y la vehemencia del
26.
al notar lasincera vehemencia con que hablaba Isidro y el vaho
27.
delitosadorándola con mayor vehemencia; iba a vivir en su
28.
vehemencia con que relataba lascosas
29.
Con vehemencia, le echó los brazos al cuello,
30.
vehemencia del viejo, el cual,poniendo los ojos en blanco,
31.
compartir el riesgo,brillando en sus ojos la vehemencia de
32.
Y con tanta vehemencia hablaba la doctora en inglés da las
33.
vehemencia y un ardor que denotaban elentusiasmo de que
34.
hablando muyquedo pero con singular vehemencia en la
35.
exaltadoque su hijo se ponía, y la vehemencia con que hablaba
36.
Tal era la vehemencia de su afabilidad, que no me ofreció el
37.
Es verdad: mi vehemencia es digna de vituperio
38.
llamaba la atención la vehemencia con que ellase expresaba
39.
Lucía trazó con vehemencia el cuadro de lafelicidad
40.
joven se lo exigía con vehemencia)
41.
demostraba la vehemencia de su pasión y volvía por susprestigios de héroe legendario
42.
Confiaba a la acción, conuna vehemencia de impulsivo, sus deseos
43.
el cual apretó con vehemencia al pobre enamorado;después, le buscó los labios con los suyos
44.
Indignada, habría respondido ella con vehemencia lo que su corazón ledictaba; pero
45.
esterior, por laingestion del agua fria deseada con vehemencia, y aun por la
46.
pintados los sentimientos de los españoles de1808 con la vehemencia que exige la propiedad
47.
sorpresa, el matonismo en grupo y la vehemencia del arma blanca a la vista
48.
Lamentablemente, el volumen de sus voces no correspondía a su vehemencia y sus aspavientos, por lo que Huma sólo pudo especular sobre lo que así los enfrentaba
49.
Le resplandecieron los ojos con vehemencia
50.
Aquélla siempre fue una de sus obsesiones, sobre la que podía hablar con vehemencia durante horas, como si se tratase de una misión divina que le hubiese sido encomendada
51.
Gracias a Dios, Minnie rompió la tensión al morderse el trasero con vehemencia
52.
La diferencia era obvia, aunque lo más probable es que Armada no quisiera percibirla, no al menos todavía: lo más probable es que se dijese a sí mismo que su entrevista con Milans había sido sólo su forma de cumplir el encargo informativo del Rey enfriando de paso la vehemencia golpista del capitán general; además, como si buscara contribuir a su ceguera voluntaria, los meses de noviembre y diciembre se poblaron de acontecimientos que Armada tal vez leyó como presagios de un triunfo sin violencia de la operación solamente política: mientras el malestar del ejército se manifestaba con nuevos escándalos -el 5 de diciembre varios cientos de generales, jefes y oficiales boicotearon un acto en la Escuela de Estado Mayor en protesta por una decisión gubernamental- y mientras circulaba por Madrid el runrún de que un grupo de capitanes generales había pedido al Rey la dimisión de Adolfo Suárez y de que se preparaba una nueva moción de censura contra el presidente, algunos líderes de partidos políticos acudían a la Zarzuela para expresar su alarma por el deterioro de la situación y para proclamar la necesidad de un gobierno fuerte que terminara con la insoportable debilidad del gobierno de Suárez
53.
Esos pueblos históricos, que se envanecen con títulos antiguos y nombres sonoros, no aman cosa alguna con tanta vehemencia como su Catedral
54.
Hurón se situó en el centro del devastado calvero con los ojos ardientes de vehemencia
55.
—No digáis eso —repuso con vehemencia Montecristo—, no digáis eso, amigos míos
56.
Harker se precipitó delante, con su innata vehemencia por llegar a cualquier parte, pero los otros dos quedaron detrás, más interesados en su conversación que en la dirección del otro
57.
Liova empieza con vehemencia
58.
No mostraba ninguna inquietud ante la vehemencia de su abuelo, que iba subiendo la voz a medida que los de la mesa de al lado elevaban el volumen de sus risas y el tono de sus bromas
59.
De vez en cuando lograba imbuirse de nuevas energías para continuar hablando mediante una exclamación que sonaba algo así como: Plat Skitl, y que pronunciaba con una vehemencia que contrastaba con el resto de su discurso
60.
El joven protestó con vehemencia
61.
Rogerio Leónides las rechazó todas con su característica vehemencia impaciente
62.
Lo examinó con atención, intentando adivinar el motivo de su vehemencia
63.
No sabía de qué estaban discutiendo, pues solo podía comprender unas cuantas palabras de ese gutural idioma, pero parecía evidente que era una cuestión de suma importancia, a juzgar por el tono de sus voces, la vehemencia de sus gestos y sus expresiones exageradas…, y por el hecho de que no se dieron cuenta de que él y Saphira se encontraban en el camino
64.
Estudiaba con vehemencia, practicaba hasta poner en peligro su salud y asistía a las reuniones de los viernes con las tres hermanas Mora, a pesar de la prohibición expresa de su padre, que persistía en su idea de que ésos no eran asuntos de hombres
65.
Blanca fingió aceptar su razonamiento, pero le pareció muy sospechosa la vehemencia de su marido que habitualmente no prestaba atención a sus problemas, así como la cara del sirviente, que por una vez perdió su inmutable expresión de ídolo y se le desorbitaron un poco los ojos
66.
A Julio le gustaba Manuel, le gustaba su fuerza porque iba por dentro, sin las baladronadas y los aspavientos ridículos que enmascaraban la debilidad de su padre, le gustaba su serenidad, esa manera de pensar despacio que lograba serenar e incluso imponerse a la vehemencia de su madre, y sobre todo le gustaba su control, la capacidad de dominar al mismo tiempo sus propias reacciones y las de los demás, sin necesidad de levantar la voz ni de hacer más trampas que las imprescindibles para que la mano siguiera siendo más rápida que la vista
67.
—¡Claro que no! —y su hija mayor le dio la razón con una vehemencia que las distanció todavía más—
68.
Por fin había conocido todos los datos del problema, pero me sentía incapaz de resolverlo, incapaz de formular la relación entre unas caderas redondas, que excedían ligeramente la teoría de las proporciones, y la estrechez de una cintura que proclamaba con vehemencia su perfección
69.
Sube, eso bastaba, y yo subía, y allí estaba ella, Raquel Fernández Perea, una chica lista de belleza secreta, enigmática, una mujer tan guapa que había que mirarla dos veces, y mirarla despacio, para verla del todo, para apreciar con precisión el problema de sus caderas, que parecían exceder ligeramente la proporción que exigía la estrechez de su cintura y sin embargo proclamaban con vehemencia la perfección de su cuerpo, su piel aterciopelada como la de un melocotón poco común
70.
Rasgó el sobre con vehemencia y desplegó la hoja de papel
71.
El mismo Tallien acusó a Robespierre con tal fuerza vehemencia ante la Convención que los miembros de ésta consideraron innecesario escuchar a Robespierre en su defensa
72.
A esto contribuyó un punto de vehemencia que Matilda añadió a su frase y la hizo sonar irritada, casi agresiva
73.
Han ascendido la cuesta muy deprisa, impulsados los dos, Juan el primero, por la vehemencia de su elocuencia desatada
74.
Acostumbrado como está, sin embargo, a respetar a Juan y a examinar sus propios sentimientos cuando se manifiestan con sospechosa vehemencia, Antonio se siente ahora desconcertado: se siente, de hecho, avergonzado por haberse dejado arrastrar a esa expresión airada que, con seguridad, sólo es una exageración fruto de su malestar ante la situación de Emilia
75.
La vehemencia de la reacción de Alex sorprendió a Toni, que estaba desconcertada
76.
Aprobaba con vehemencia cualquier cosa capaz de sobresaltar o alterar en alguna forma al profesor Davidson
77.
—¡Te prohíbo que vayas! —gritó Santiago, y otros hombres de su edad lo imitaron con la misma vehemencia, en un intento por detener a los jóvenes, que parecían a punto de echar a correr fuera de la asamblea
78.
Andrés y Santiago hijo de Zebedeo apoyaron con vehemencia su afirmación
79.
El esclavo parecía ahora un perfecto caballero, furioso, atrapado en unas intolerables circunstancias pero digno, razonando con la suficiente vehemencia para reforzar su espíritu
80.
Cuando el héroe los vio tan descompuestos, porque de aquello no sabía nada, dijo con vehemencia:
81.
¡Lo que es la pasión política, señores! No conozco peor ni más vil sentimiento que este, que impulsa a odiar al compatricio con mayor vehemencia que al extranjero invasor
82.
Carlos, y luego exclamé con la mayor vehemencia:
83.
Me expresé, al decir esto, con vehemencia suma, porque me era ya muy difícil contener mi corazón que iba al galope en busca de las anheladas soluciones
84.
¿Qué era Tilín sino la personificación monstruosa de aquella misma guerra salvaje, de aquel bando osado, violento, sedicioso, rebelde a toda ley? Sí, ella había consagrado a la infame hidra la vehemencia, el interés, las simpatías y aun el amor que debía a su esposo, y en castigo de esta infidelidad, el ofendido [118] consorte había permitido que la infame hidra se volviese contra ella y la hiriera con una de sus más ponzoñosas garras
85.
¡Ah, si estuviera allí Narváez, aquel temperamento ardiente, imperioso, altanero, gran servidor de sus amigos! Para las situaciones de grande apremio, había puesto Dios en el mundo a los andaluces, con toda la vehemencia de sus afectos y todo el fuego de su torera sangre
86.
Lo mismo que había dicho antes, repitiolo el joven con mayor vehemencia, y no tardó en oír palabras de consuelo
87.
Debe advertirse que, si en el vecindario dominaba la opinión facciosa, no eran pocos lo cristinos furibundos; y enconadas las pasiones, el sexo femenino, con su locuaz vehemencia, exaltaba el ánimo de los hombres y les hacía sanguinarios y feroces
88.
Mendizábal, que en todos estos asuntos ponía siempre una vehemencia y un ardor increíbles, y así lo declara él mismo, no tenía sosiego
89.
Cuento con la vehemencia de su afición y la firmeza de su carácter
90.
Era mi opinión que las ofrendas copiosas serían el mejor arte de redención; pero mi amigo me contradijo con vehemencia, manifestando que de todos los caminos, el más errado era el de los sufragios en especie metálica, porque los buenos padres de San Quirico harían la gracia de quedarse con el dinero y con el ánima
91.
Se adelantó hacia el sofá; olvidó todo temor inmersa en la vehemencia y furia de su respuesta
92.
Y creed que no me interesa nada ya la cuestión del Papado liberal, en la que puse tanta vehemencia y gasté tanta saliva
93.
¡Aciaga tarde [192] la de hoy, en la cual he llegado a creer razonables los delirios de la cordonera, pues no habría para mí mejor solución que abrazar la vida de ermitaño, con ermitaña o sin ella, en un solitario y agreste yermo, comiendo raíces y vistiéndome de lampazos! Cuando vio la enferma que la casa se iba reparando de su desnudez, empezó a curarse de la manía del salvajismo, y aunque siempre tiraba al monte, no lo hacía con tanta vehemencia
94.
No pudo atajar la vehemencia con que sus ideas pasaron de la mente a los labios, y se dejó decir:
95.
No me gusta nada, doctor Watson; le digo con toda sinceridad que no me gusta nada - hablaba con repentina vehemencia
96.
En su casa era Chaves un hombre patriarcal, bondadosísimo, amante de su mujer y de sus hijos pequeñuelos, a quienes mimaba con extremosas ternuras; era en la calle un agitador ardiente que por sucesivas excitaciones y compromisos había llegado a la mayor vehemencia y a la furia desatada; en su casa era pacífico, dulce, creyente, como el que vive dentro de un régimen que no ha de alterarse nunca; en la calle, la pasión sectaria y el fracaso de las tentativas sediciosas le llevaban hasta la ferocidad; en su casa faltábale poco para rezar el rosario con su mujer, y se preocupaba de que sus hijos aprendieran bien el catecismo; en la calle ponía toda su alma y todo su dinero al servicio de una Causa que por medios violentos había de triunfar de la Causa contraria; no le espantaban los ríos de sangre, si en ellos perecía el enemigo
97.
Saltó el Marqués de Sardoal, vociferando con vehemencia desaforada
98.
»Las palabras de la mujer estaban llenas de una vehemencia que las hacía muy convincentes