Usa "visitante" in una frase
visitante frasi di esempio
visitante
1. numerosos cuartos a los que no tiene acceso el visitante
2. El desconocido visitante estaba en el vestíbulo
3. entrar en él se respira paz yrecogimiento, y el visitante se siente
4. primero que llamaba laatención del visitante era la escasa
5. visitante que recibía, porque el Saboya es uno de los máselegantes de Florencia; pero
6. Echó una ojeada á losdos hombres, reconoció al visitante extranjero y al marinero que
7. Dos veces fué ahora á la ventana, abriéndola para ver su exterior y suinterior, con la esperanza de encontrar un papel ó cualquier otroindicio del invisible visitante, llegado con el alba y desaparecido alsalir el sol
8. visitante, pero al verse en un espejo los papillotes desrizados yel peinador deslucido,
9. encargo de velar por laseguridad del ilustre visitante
10. de lasNiñas y La Mañana, que traía su visitante en el bolsillo
11. confusas dela Bringas y del visitante, que sonaban en la inmediata sala
12. Y se escabulló, mirando con recelo las ligeras manchas de lodoque el visitante
13. El visitante y la de Polo se sentaron ensendos sillones
14. fueron sorprendidos, como otro visitante anterior,por un gran desprendimiento de cascotes del
15. Sin embargo, en cuanto saliera de la tumba el último visitante todas las pantallas se retirarían y las imágenes de muerte y destrucción se apagarían, dejando la sala en su estado original, a punto para el siguiente pase
16. El visitante salía con estas palabras de la noche, cegado por la luz de Judea, para llegar tras dar unos pasos, a la tienda del Recuerdo, Ohel Yizkor, que dominaba las colinas de Jerusalén
17. –No, no lo he hecho -se entristeció el soldado visitante, tanto que cesó en su deambular y su tez palideció-
18. Al poco rato, el corcel hubo de detenerse, tan apretado era el cerco formado por aquellas gentes en torno al visitante
19. William fue en busca de la prueba a un cajón del mostrador y se la entregó al visitante
20. En su interior, las vitrinas de brazos, ojos, piernas y articulaciones artificiales recordaban al visitante la fragilidad del cuerpo humano
21. Abrió la pesada puerta, pasó por un corredor desnudo —en las oficinas del Gobierno no hay alfombras ni lujos —y guió a su visitante hasta la escalera que conducía al primer piso, donde estaba el juego de habitaciones que constituía sus oficinas
22. Dick abrió la puerta y anunció al inesperado visitante
23. (Más adelante el estilo se asienta un poco, y el libro empieza a contar cosas que realmente se necesita saber, como el hecho de que el planeta Bethselamin, fabulosamente hermoso, está ahora tan preocupado por la erosión acumulada de diez mil millones de turistas que lo visitan al año, que cualquier desproporción entre la cantidad de alimento que se ingiere y la cantidad que se excreta mientras se está en el planeta, se elimina quirúrgicamente del peso del cuerpo en el momento de la marcha del visitante: de manera que siempre que uno vaya al lavabo, es muy importante que le den un recibo
24. Recuerden la declaración de la señora Wiggins de que, a mediados de abril, el señor Crawford recibió a un visitante a primera hora de la tarde, y que tomaron vino tinto
25. El secretario buscó una silla adecuada para acomodar el corpachón del visitante
26. La abuela hizo entrar al visitante en el dormitorio por el que había que pasar para llegar al comedor, lo sentó junto a la mesa, sacó unos vasos y el anisete
27. Enseñar al perro, mediante el adiestramiento por recompensa, a ofrecer una conducta sociable y atractiva para las personas, como acercarse a la puerta de la perrera, mover la cola, mirar a los ojos sin agresividad, sentarse correctamente, saludar agachando la cabeza, ofrecer la pata con suavidad levantándola hacia la verja, todo eso reduce el estrés del perro —un perro de refugio no necesita más estrés ni presión en su vida— y hace que aumente la probabilidad de que atraiga la atención del visitante»
28. - (Oyendo la campana que anuncia entrada de visitante por la puerta principal del jardín, al lado opuesto de la casa
29. El visitante se encuentra enseguida con unas magníficas mansiones rodeadas de árboles, con unas fuentes artísticas y con unos senderos de grava de curiosos diseños
30. —Bien —dijo Derek, y se fue en busca del visitante
31. —Deseo verles a los dos —dijo el visitante y entró en el vestíbulo—
32. —El señor Desmond Burton-Cox —anunció George, haciendo entrar en la estancia al visitante
33. El visitante se puso en pie
34. Al abandonar la oficina el visitante, Tuppence cogió el violín y lo encerró bajo llave en uno de los armarios
35. Le pareció ver que un ligero destello iluminaba, por una fracción de segundo, las pupilas del visitante
36. Reconocí en nuestra nueva visitante al ama de llaves del doctor Hawker, la señorita Rider
37. La actitud de su visitante denotaba que le traía allí un asunto de importancia
38. Pero todavía faltaba cumplir otra formalidad antes que las diestras manos del mayordomo cogieran el sombrero y el bastón del visitante
39. Pero al observar los ojos del visitante, sus modales sufrieron cierta reconsideración
40. No puedo identificar los contenidos y no me atrevo a ponerlos en la comida, pero los guardo por si en el futuro llegara a mi casa un visitante del otro lado del mundo capaz de pronunciar sus nombres
41. Muchas cosas cambiaron con la llegada de ese visitante
42. Todas las sillas de ruedas, toda la gente con caminadores y bastones, en cuanto ven a un visitante se arrastran hacia él
43. Ambos hombres pasaron al interior y el cojo, que tal era la condición del anfitrión, cerró la puerta y fue en pos de su ilustre visitante
44. El doctor Gómez de León se puso a su vez en pie, descompuesto, a fin de acompañar al inesperado visitante hasta la salida
45. Entonces el fraile se detuvo sin atravesar la puerta, y acompañando la palabra con el gesto indicó al visitante que entrara en la estancia
46. Partió el hombre hacia el fondo de la mansión, dejando al destacado visitante acomodado en el salón donde aguardaban los principales
47. Subió el ilustre visitante la pequeña cuesta que ascendía hasta la puerta principal de la mansión precedido por dos guardias reales y por un secretario amanuense que iba a tomar puntual cuenta de todas las órdenes que tuviera a bien impartir
48. Entraron ambos y se quedaron a respetuosa distancia, aguardando a que el obispo terminara de escribir en una vitela unas falsas notas, costumbre ésta adquirida por el prelado, al que la experiencia le decía que tal actitud le producía pingües beneficios ya que, aunque el escrito fuera una simulación, el mero hecho de hacer aguardar en silencio a un visitante en pie y sin atenderlo creaba en éste un clima de inseguridad y de temor que posteriormente redundaba en su beneficio
49. Ambos hombres se había ubicado en los sillones y el obispo había ocupado aquel que al entrar la luz por la espalda, lograba que el visitante viera su figura silueteada por un nimbo resplandeciente y casi mayestático
50. Mientras lo hacía, el visitante tuvo tiempo para observar detenidamente la estancia