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—¡Ah, con que forzados! —dijo don Quijote— Pues aquí sí encaja bien mi ejercicio: desfacer fuerzas y socorrer y acudir a los miserables
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Los buenos soldados tienen la obligación de acudir bien pertrechados al
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acudir a testificar en el juicio contra la banda que aniquiló a su
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conferencias acudir siendo conscientes de que los estaban
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Este diálogo se iniciará efectivamente siempre que, dentro de su trabajo, las organizaciones del partido partan fundamentalmente de la base que tienen que acudir a los electores y no esperar a que el ciudadano acuda a ellas"
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F) Ser precisos y no acudir a procedimientos impropios en la búsqueda de la información
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Para suplir lo que calla, necesario es acudir á los primeros tratadosmilitares del siglo XVI, por las noticias que recogieron de losanteriores
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Los Gobiernos,además, tienen casi siempre que acudir a empréstitos
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acudir en ayuda de supropio pesar huyendo del mundo para
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puesto en unacopa de cristal, y tardé en acudir a su llamado
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—Y como la sublevación es general—añadió Fernández—, no podrán acudir a todos lados
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Recudir, acudir más y más ó de una y otra parte
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poder con ellos acudir álas necesidades de las embarcaciones arribadas
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quiera que pocas veces se trata de acudir comocorresponde á la reparación de los
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Con todo, uno de ellos, pretestando iba á acudir á una fingida
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socorrer y acudir a los miserables
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venganzadejaré al cielo por acudir en la tierra a los vuestros
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loscazadores usan deste artificio: que, sabiendo las partes por donde suelepasar y acudir, las
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por las espaldas, y, por estar tan ocupado entenerla, no pudo acudir a alzarse el embozo, que se le
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Juan, sehacía desear mucho, tardaba en acudir a las citas, luego
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diálogo con él para acudir á cualquiernimiedad; se le iba, se le escapaba de entre las
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La estacion se adelanta, espreciso todavía visitar otras ciudades, acudir á losbaños,
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forzoso era acudir en demandade ellos a las antiguas
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esposo la llamara, tardabaen acudir
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sorpresa, porquesolían acudir a la fiesta, muy celebrada en los
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acudir para nada a la voluntad de losdirectores y jefes de sección
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Los fieles comenzaban a acudir yse iba llenando
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barbuda, que abandonaban la vigilancia de las callespara acudir á esta concentración guerrera
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la diestra,trémula y amenazante…; y á no acudir la viuda á detenerla, hubieracastigado delante de la
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casa de Su Excelencia, los cualesasimismo tenían orden de acudir á este caballerocuando quiera
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Tales son los execrables raciocinios que han de acudir en ocasiones a lamente de Rafaela, y
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—La empresa antes de acudir á la expropiación forzosa
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Y Alcaparrón, en vez de acudir al llamamiento de su madre,
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Guardia Blanca, formado por unas cincuenta tiendas, y entre losprimeros en acudir á
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acudir a los gaudeamus mensuales en que se daría cuenta delos trabajos de la sociedad
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en los mozos queiban a acudir a su casa dos veces por
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Al llegar aquí de la narración, es preciso acudir, para completarla, alas reminiscencias que
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El piloto dió ayuda á tres marineros que acababan de acudir,
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vivienda, consideración, nombre,bienestar, y no poder acudir a este llamamiento, inundada de
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cuidar siempre,por la obligación que tiene de acudir a la
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parte a la superioridad, adonde antes era preciso acudir
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y cultodivino, y uniformar todos los pueblos en él, y acudir al
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discípulos de la músicatendrían obligación de acudir a la iglesia
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navegación y de armasdirigir el rumbo hacia Chaul y acudir en auxilio de la flota portuguesaque
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de superiores fuerzascontrarias y para acudir en la más oportuna sazón a dar a los
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menos de acudir a su misteriosavocación y de cumplir las órdenes del destino
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voluntaddejaban de acudir las muchachas a una cita que,
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sonaron lasdiez, hora en que solían acudir a la tertulia de los de
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promesa y acudir a su vocación
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miserere,enfermedad muy frecuente en esos siglos, y al acudir
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La mayor parte de la tripulación vaciló entre seguir desalojando el aguay acudir en socorro de
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Pensaba confiar en el azar y acudir, un día u otro, a casa del casamentero
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–¿Tardarán mucho en acudir los otros grupos voladores? – indagó el aristócrata
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¿Era una trampa? ¿Me había hecho acudir a la sesión de los Numerosos para ejecutarme?
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–En Japón, desde tiempos muy antiguos, las mujeres no pueden acudir a las celebraciones sagradas en los templos durante la menstruación
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–Después del período de purificación, la madre no podía acudir al santuario llevando a su hijo -dijo-
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Me dormí a su lado y soñé que tenía que acudir a una fiesta
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Eso, una vez más, también parecía señalar a Rosewicz y durante un rato estuvo pensando seriamente en acudir a la Gardai con lo que parecían ser nuevas pruebas que establecían cierta relación entre el polaco y la muerte de Moira
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Cuanto antes comprendiese lo que estaba sucediendo, antes podría salir de allí y acudir en ayuda de Irene y Dorian
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En definitiva, de lo que no se habían dado cuenta los occidentales, que nunca se unieron con una fuerza suficiente para acudir en su ayuda, se dio cuenta el sultán, con lo que se puede deducir su mayor inteligencia y oportunidad
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En cuanto a Milans, durante esos cuatro días organiza con sus dos ayudantes la sublevación de Valencia, obtiene promesas de apoyo o neutralidad de otros capitanes generales, monta a toda prisa la rebelión en la Acorazada Brunete a través del comandante Pardo Zancada (a quien en la víspera del golpe hace acudir a Valencia para darle instrucciones al respecto) y habla por teléfono como mínimo en tres ocasiones con Armada
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Todos los generales la aprueban, todos convienen con Armada en que debe acudir al Congreso con el consentimiento del Rey y, cuando alguien se pregunta en voz alta si aquella fórmula cabe en la Constitución, Armada se hace traer un ejemplar de la Constitución, lee en voz alta los cinco puntos de que consta el artículo 99 y convence a sus subordinados de que, suponiendo que obtenga el apoyo de la mayoría simple de los parlamentarios, el Rey puede convalidar sin romper la norma constitucional su nombramiento como presidente del gobierno
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Fernández Campo deja hablar a Armada, y cuando Armada termina de hablar le dice que todo lo que dice es una locura; Armada insiste en que no es una locura, y Fernández Campo zanja la discusión negándole el permiso para acudir al Congreso en nombre del Rey
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Suárez carecía de un partido propio con que acudir a los comicios, así que durante meses, agazapado, maquinando a distancia y jugando de farol con la pamema de que no iba a presentarse siquiera como candidato, aguardó a que se formase una gran coalición de partidos centristas en torno a un partido encabezado por Areilza; una vez formada la coalición, cayó en picado sobre ella y, fortalecido por la certidumbre generalizada de que la lista electoral que él encabezase con su prestigio de partero de la reforma sería la vencedora de las elecciones, colocó a los dirigentes de la nueva formación ante una disyuntiva diáfana: o Areilza o él
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Por acudir a este ruido y estruendo, no se pasó adelante con el escrutinio de los demás libros que quedaban; y así, se cree que fueron al fuego, sin ser vistos ni oídos, La Carolea y León de España, con Los Hechos del Emperador, compuestos por don Luis de Ávila, que, sin duda, debían de estar entre los que quedaban; y quizá, si el cura los viera, no pasaran por tan rigurosa sentencia
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-Pues desa manera -dijo su amo-, aquí encaja la ejecución de mi oficio: desfacer fuerzas y socorrer y acudir a los miserables
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»Alborotáronse todos con el desmayo de Luscinda, y, desabrochándole su madre el pecho para que le diese el aire, se descubrió en él un papel cerrado, que don Fernando tomó luego y se le puso a leer a la luz de una de las hachas; y, en acabando de leerle, se sentó en una silla y se puso la mano en la mejilla, con muestras de hombre muy pensativo, sin acudir a los remedios que a su esposa se hacían para que del desmayo volviese
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Cuentan los naturales que el arminio es un animalejo que tiene una piel blanquísima, y que cuando quieren cazarle, los cazadores usan deste artificio: que, sabiendo las partes por donde suele pasar y acudir, las atajan con lodo, y después, ojeándole, le encaminan hacia aquel lugar, y así como el arminio llega al lodo, se está quedo y se deja prender y cautivar, a trueco de no pasar por el cieno y perder y ensuciar su blancura, que la estima en más que la libertad y la vida
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Y ¿hay más que ver, después de haber visto esto, que ver salir por la puerta del castillo un buen número de doncellas, cuyos galanos y vistosos trajes, si yo me pusiese ahora a decirlos como las historias nos los cuentan, sería nunca acabar; y tomar luego la que parecía principal de todas por la mano al atrevido caballero que se arrojó en el ferviente lago, y llevarle, sin hablarle palabra, dentro del rico alcázar o castillo, y hacerle desnudar como su madre le parió, y bañarle con templadas aguas, y luego untarle todo con olorosos ungüentos, y vestirle una camisa de cendal delgadísimo, toda olorosa y perfumada, y acudir otra doncella y echarle un mantón sobre los hombros, que, por lo menos menos, dicen que suele valer una ciudad, y aun más? ¿Qué es ver, pues, cuando nos cuentan que, tras todo esto, le llevan a otra sala, donde halla puestas las mesas, con tanto concierto, que queda suspenso y admirado?; ¿qué, el verle echar agua a manos, toda de ámbar y de olorosas flores distilada?; ¿qué, el hacerle sentar sobre una silla de marfil?; ¿qué, verle servir todas las doncellas, guardando un maravilloso silencio?; ¿qué, el traerle tanta diferencia de manjares, tan sabrosamente guisados, que no sabe el apetito a cuál deba de alargar la mano? ¿Cuál será oír la música que en tanto que come suena, sin saberse quién la canta ni adónde suena? ¿Y, después de la comida acabada y las mesas alzadas, quedarse el caballero recostado sobre la silla, y quizá mondándose los dientes, como es costumbre, entrar a deshora por la puerta de la sala otra mucho más hermosa doncella que ninguna de las primeras, y sentarse al lado del caballero, y comenzar a darle cuenta de qué castillo es aquél, y de cómo ella está encantada en él, con otras cosas que suspenden al caballero y admiran a los leyentes que van leyendo su historia? No quiero alargarme más en esto, pues dello se puede colegir que cualquiera parte que se lea, de cualquiera historia de caballero andante, ha de causar gusto y maravilla a cualquiera que la leyere
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Responder quería el arráez; pero no pudo el general, por entonces, oír la respuesta, por acudir a recebir al virrey, que ya entraba en la galera, con el cual entraron algunos de sus criados y algunas personas del pueblo
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Sin embargo, ahora los principios en los cuales creía, más que acudir en su ayuda se alzaban contra él para acusarlo, y él hubiera hecho cualquier cosa para considerarse como los demás, para poder confiar en un amigo
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Por supuesto, sabía que tal posibilidad no se podía ni plantear, pero hubiera estado dispuesto a conformarme con dormir un rato antes de acudir a mi cita nocturna con el césar
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Pusí Pachamú era la única persona de su entorno a la que podía acudir en demanda de consejo, pero lo cierto era que escaso era el aporte de soluciones que su fiel lugarteniente podía proporcionarle
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Perdido el incentivo del trabajo, se limitaban a acudir a los campos y echarse una buena siesta
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Mis padres continuaban percibiendo sus salarios todos los meses a pesar de que el sistema del Partido se encontraba paralizado y no podían acudir al trabajo
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Parecía hallarse bien de nuevo, y me vi obligada a fingir que tenía que acudir al lavabo para que no me viera enjugarme las lágrimas
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Cuando una compañía vietnamita de canto y danza acudió a visitar China, un presentador anunció a los pocos afortunados que pudieron acudir a ver su actuación que una de las canciones que oirían, en la que se mencionaba el amor, se refería «al afectuoso compañerismo entre dos camaradas»
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—No más estúpido que acudir junto a un pusilánime a intentar ayudarle a ganar una guerra
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Pero aunque tuviese que acudir allí sola, no tenía miedo
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Atacar a un macho Inmune era un delito grave que hacía acudir a todos los clanes locales para imponer la pena legal
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Tiene acceso a la estrategia del más alto nivel…, si no es idiota y sabe algo de todo esto, desde luego verá que se encuentra ante algo mucho más importante que Tahar, y eso ya la hizo acudir a Kefk
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Quedaba todavía una esperanza: acudir al ama
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Por último se le ocurrió el pensamiento de acudir en busca de ayuda al viejo amigo de Gutiérrez, el marqués de Escandón
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El hombre se apresuró a acudir
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Pero a quien debe usted acudir es a la policía
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Pero no tenía dinero, la casa estaba hipotecada, la necesidad de dinero era urgente y no tenía a quién acudir
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Con sus tallos habían envenenado las aguas del estanque al que los españoles deberían acudir a beber
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Parecía claro que lo hizo con la intención de acudir a la cita, pero transcurrió la mañana y el hombre no apareció
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—Quiere usted decir que ella pudo acudir desde la cocina, ¿no es eso?
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Fuiste la primera persona en acudir allí
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Joaquín Garrigues Walker, estrechamente relacionado con el gobierno de UCD, sostenía que el presidente Suárez había tomado su decisión de dimitir tras acudir al Palacio de la Zarzuela, donde el Rey le recibió en compañía de dos generales
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Entonces los notables del pueblo decidieron acudir a doña Casilda
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– ¡Qué remedio, señor Muley! ¿Pensará el almirante en acudir en nuestra ayuda? La salvación depende de la señal y la efectuaremos de la manera que sea
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Eragon percibió que Saphira estaba escuchando el diálogo con los úrgalos, y supo que se estaba preparando por si tenía que acudir volando a su lado en caso de que la lucha fuera inevitable
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Agregó que la mayor parte del país estaba comunicado por teléfono; para hablar bastaba acudir a la oficina de correo, si ésta existía en el lugar, o a la escuela, donde siempre había uno disponible
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Algunas familias habían viajado durante semanas bajo la lluvia para acudir a la cita
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Ya estaban en medio del cauce cuando, súbitamente, el corcel del muchacho, que era mucho más pequeño, perdió pie y el agua lo arrastró unos metros hacia abajo; a punto estaba don Suero de soltar el mulo para acudir en su auxilio cuando se oyó entre el fragor de la corriente la voz de Diego:
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Tenía pensado acudir a la cita en una litera, que esperaba alquilar en la plaza de Herradores y, caso de no encontrarla allí, la buscaría en la plazuela de las Descalzas Reales, ya que las que en estos puestos se hallaban, estaban controladas por los alcaldes de la Villa y Corte, tenían los precios ajustados y era, por tanto, más dificultoso que se dieran casos de picaresca
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Después, y tras una hora de asueto, comenzaba lo que más la complacía de todo el día, que era acudir a la sala de armas donde don Suero completaba la formación de los pajes, adiestrándolos en el noble arte de la esgrima haciendo que manejaran, indistintamente, la espada, el florete, la daga y la rodela
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El grupo partió hacia el interior, donde los gritos y las voces había hecho acudir al pabellón de la entrada al señor de Bastos y también aumentar la iluminación