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ancas frases de exemplo
ancas
1. Diciendo todo esto, se bajó de Rocinante, le quitó el freno y la silla, y dándole una palmada en las ancas, le dijo:
2. Se caminó de mañana, y comenzamos á pasar el Saladillo, de muchopantano y agua, que tiene de largo mas de seis leguas, siendoimponderable el trabajo para pasar la carretilla; pues aun de los quepasaban en su caballo cayeron varios, y entre ellos el Comandante,metiendosele el caballo de ancas hasta el cimiento de la cola, viéndoseprecisado á echar pié á tierra y sacarlo de la rienda
3. largo mas de seis leguas, siendoimponderable el trabajo para pasar la carretilla; pues aun de los quepasaban en su caballo cayeron varios, y entre ellos el Comandante,metiendosele el caballo de ancas hasta el
4. sus damas; y lo que suele suceder del encuentro es que el unocae por las ancas del caballo,
5. dio con su dueño por las ancas en el suelo
6. una palmada en las ancas, le dijo:
7. bastaráme subir en las ancas de una destas mulas destos señoresque con vuestra merced caminan,
8. de su mula, que él podrá acomodarseen las ancas, si es que ella las sufre
9. Y fue el mal que al subir a las ancas el barbero,la mula, que, en efeto, era de alquiler, que para
10. habíamos dejado; otros nos subieron a las ancas, y Zoraida fue en lasdel caballo del tío del
11. las vejigas enel aire y caer sobre las ancas de su rucio eran para él tártagos y sustosde muerte, y
12. lana? Mejor repuesto traigo yo en las ancas de micaballo que lleva consigo cuando va de camino
13. en las ancas delcaballo de su buen esposo
14. — Dos personas: la una en la silla y la otra en las ancas; y, por la mayorparte, estas tales dos
15. en las ancas, es pedir peras al olmo
16. — Y ocupe las ancas el escudero, si es que lo tiene, y fíese del valerosoMalambruno, que si no
17. merced y tápese primero, que si yotengo de ir a las ancas, claro está que primero sube el de la
18. piensos guardados en un saco sobre las ancas delanimal
19. freno al dirigir a su Pegaso, ysólo llevase a las ancas cuando cabalga en él a su
20. huían monte arribacon violentas ondulaciones de ancas
21. —Anda, Ferminillo: súbete en las ancas, ¡salao! ¡gracioso! que
22. Parasostenerse en las ancas del corcel, tuvo Fermín
23. con las ancas elcarro espantados, y morían hombres y brutos en
24. Por más señas que, sobresaliendo el cuerpo, la cabeza cubiertacon un pañuelo a cuadros, batía colgando un lado del pescuezo delcaballo, por más despacio que marchaba; al mismo tiempo que le golpeabalas ancas con los calcañales de los pies desnudos
25. "Volví a la ribera con el caballo, volví asimismoa subir en él, y, por los mismos pasos que primero, leincité a saltar segunda vez; pero no fué posible,porque, puesto en la punta de la levantada peña, hizo tantafuerza por no arrojarse, que puso las ancas en el suelo yrompió las riendas, quedándose clavado en la tierra
26. gustaban a tipoco los zorzales! ¿Y las anguilas? ¿Y las ancas de
27. copete, ora á pie, ora en las ancas debrioso caballo regido
28. Y, diciendo esto, se apeó de Rocinante, y en un momento le quitó el freno y la silla; y, dándole una palmada en las ancas, le dijo:
29. El paje no aceptó el convite de las ancas, aunque sí el de cenar con él en la venta; y, a esta sazón, dicen que dijo Sancho entre sí:
30. ¡Válame Dios, y con qué autoridad llevaba a mi señora a las ancas de una poderosa mula, negra como el mismo azabache! Que entonces no se usaban coches ni sillas, como agora dicen que se usan, y las señoras iban a las ancas de sus escuderos
31. Mi señora, que iba a las ancas, con voz baja le decía: ''-¿Qué hacéis, desventurado? ¿No veis que voy aquí?'' El alcalde, de comedido, detuvo la rienda al caballo y díjole: ''-Seguid, señor, vuestro camino, que yo soy el que debo acompañar a mi señora doña Casilda'', que así era el nombre de mi ama
32. La dragona bostezó y se sentó sobre sus ancas traseras para considerar la situación
33. Orik se detuvo en el rellano de las ancas, luego puso un pie a cada lado de la columna vertebral de Saphira y caminó con cuidado por la espalda hacia la silla
34. Hoy Chile no sólo exporta más salmones que Alaska, también ancas de rana, plumas de ganso y ajos ahumados, entre centenares de otros rubros no tradicionales
35. –Tienen el mismo sabor que las ancas de rana
36. Lo puso sobre el vientre de la muchacha y con una sonrisa de prestidigitador lo hizo patinar sobre sus ancas, marcó con él perezosamente la línea del culo, lo digitó hasta el costado derecho, en tanto Beatriz, con la boca entreabierta, seguía con el vientre y las caderas sus pulsaciones
37. con el tronco y las ancas escondidas,
38. Sin dejar de besarla, incliné la cabeza a un lado y, con el ojo que podía ver, miré más allá de su oreja, hacia las protuberancias de su columna vertebral, hasta el comienzo de sus estrechas ancas, y ahí la rendija era del color de un lustroso cuchillo de acero
39. Las ancas del Antíope al busto de un imberbe,
40. Al conocer la aventura, vino de su castillo de Lidán; y la espuma, el sudor y la sangre corrían por las ancas de su caballo
41. Las mejores respuestas se consiguen palmeándoles las ancas
42. Mientras todos soñábamos con alguna vedette de generosas ancas, su libido alcanza las máximas cotas cuando se imagina un día cantando Els segadors ante una multitud que le vitorea como President o siendo investido en un Parlament que entonces permanecía sellado
43. Cuando el movimiento iba por la mitad, aparecía una enorme bestia que descansaba sobre sus ancas en la porción del piso giratorio situada en el lado opuesto, antes de que la pared comenzara a moverse, y cuando dicha sección se paraba, la fiera estaba frente a mi, en nuestro lado del tabique
44. Fue así como el tenor pasó por la Villa Borghese a las dos de la tarde, y se llevó en ancas de su vespa a la mariposita que le pareció más propicia para darle una hora de buena compañía a Margarito Duarte
45. Pero ya el venado estaba lejos, con las cuatro patas en el aire de inmediato, y en un segundo sus blancas ancas habían desaparecido entre los árboles más remotos
46. ¿Y si en aquel instante, mientras él pensaba en la comida, un lobo estaba destrozando el suave cuero de la Piel Blanca? ¿Y si la había encontrado un oso y estaba convirtiendo en jirones la Piel Sagrada? Dio un respingo y miró al viejo caribú, cuyas ancas desaparecían por una curva del derrubio
47. Me lanzo hacia ellos y reboto contra las ancas de un caballo que se interpone en mi camino—
48. Acto seguido, mientras dos de ellos tomaban los caballos por las riendas, otro piel roja acuchilló las ancas de los animales, con cortes poco profundos pero que bastaron para hacerlos encabritar y enlo-quecer de dolor
49. Dentro de la misma carpeta encontré, además, la fotografía de un muro de piedra con multitud de cabezas esculpidas en relieve y muy erosionadas por el tiempo, así como una ampliación digitalizada y borrosa de un extraño hombrecillo sin cuerpo, todo cabeza (de la que salían los brazos, delgaduchos, y unas piernas como ancas de rana), adornado con una espesa barba negra y un enorme gorro rojo
50. Pero esta vez la dejó con vida, aterrada y gemebunda; le extrajo la flecha de las ancas y la cogió por las orejas