1.
anécdota, los amigos hicieron noche en el laberinto
2.
Traigo á colación esta anécdota, porque ella explica con
3.
Con esta puerta se liga una anécdota, quepinta a lo vivo el
4.
O bien será la anécdota, el cuento, el hechohistórico, el
5.
Para los periódicos de difusión nacional era un caso menor -Marita, siempre tan Judy Garland en El mago de Oz, no terminaba de estar de acuerdo-, apenas una anécdota, con la que ha caído y sigue cayendo en la economía mundial y española, de consecuencias fastidiosas para un puñado de incautos o de adinerados, ajenos a su círculo y que, por lo que cabía deducir, le habían confiado a Meneses cantidades no excesivamente abultadas que él había manejado con el rigor de un prestamista de tercera
6.
Durante una estancia de trabajo en Londres, un primatólogo me contó la siguiente anécdota sobre la grabación de la actividad de un chimpancé encerrado en su laboratorio, después de arduas preparaciones:
7.
La segunda anécdota ocurrió en la tarde del día 24, una vez fracasado el golpe, durante una reunión de la Junta de Defensa Nacional en la Zarzuela, bajo la presidencia del Rey; fue entonces cuando Suárez comprendió que Armada había sido el principal cabecilla del golpe y, tras escuchar las pruebas que inculpaban al antiguo secretario del Rey, entre ellas la grabación de las conversaciones telefónicas de los ocupantes del Congreso, el presidente ordenó al general Gabeiras que lo arrestara en el acto
8.
Puede que la anécdota anterior sea falsa -una más de las leyendas que nimban su juventud-, aunque lo cierto es que Suárez cumplió punto por punto aquel programa
9.
Bob Bailey recuerda entre risas: «Les contaré una anécdota bélica
10.
Recuerdo una anécdota graciosa al respecto
11.
La anécdota se exageró tanto que al final ya parece que llamé a la familia y les exigí que bajara el difunto a firmar su propia defunción
12.
Les encantaba contar historias y rara vez dejaban que la verdad estropeara una buena anécdota
13.
Cuando hubo acabado de contar esta anécdota, Schehrazada dijo: "¡Y esto es ¡oh rey afortunado! lo que pude recordar de las anécdotas encerradas en el Paraíso florido del ingenio y el Jardín de la galantería!"
14.
Sin embargo, los eruditos actuales rechazan la anécdota de que mandó arrojar sal en los terrenos para que Cartago no volviese a nacer, historia a la que los romanos daban crédito
15.
He optado por no mencionar la anécdota, ya que sabemos con certeza que Aurelia, madre de César, vivió setenta años y parece que gozó de buena salud hasta el día de su muerte
16.
En el siguiente trayecto de aquel interminable viaje, que debería haber durado una hora y que ya iba casi por la cuarta, se produjo otra anécdota muy gráfica
17.
Larry Harrington rió la broma, a pesar de que ya había oído al presidente contar la misma anécdota una docena de veces
18.
Lawrence pudo recordar un dato o anécdota apropiados de cada una de las personas que le presentaron, incluido el viejo y pequeño hombre que llevaba una cazadora de los Redskins y que en modo alguno podría haber sido un antiguo jugador
19.
De cuanto le oí en aquellas tardes se me ha quedado muy presente el perfil biográfico de Figueras y una interesante anécdota
20.
3 Por cierto, en la batalla de Dara, Belisario empleó por primera vez a Procopio, que iba a escribir la historia del reinado de Justiniano, incluida la escandalosa Anécdota
21.
Procopio fue secretario de Belisario durante años, y puesto que con el tiempo Justiniano trató pésimamente a Belisario, podemos especular sobre si el total trato que recibieron el emperador y la emperatriz en Anécdota no era una represalia
22.
Cuenta una anécdota que, cuando en 1807 le dijeron que su esposa estaba muriendo, levantó la vista del problema que lo tenía ocupado y masculló: "Díganle que espere un momento a que yo termine”
23.
Una anécdota más acerca de mi operación de bypass y no volveré a hablar de ella
24.
Eso argumentan, pero, en el fondo, la única justificación canónica de este atropello reside en que el evangelista incluyó en su relato la anécdota del ladrón y pasó por alto la de la santa
25.
contarles también una anécdota
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Otra versión de la anécdota dice que fue un político quien le hizo la pregunta y que Faraday respondió: «Señor, dentro de veinte años estará usted cobrando impuestos sobre esa electricidad
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En el barco, por ejemplo, Fanshawe raras veces dice nada acerca de sí mismo, excepto como parte de una anécdota que ha decidido contar
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La anécdota fue bien recibida
29.
Una anécdota (de Mittag-Leffler), muestra que la Europa actual ha perdido en parte algo que la caracterizaba en el año 1870
30.
Una segunda anécdota puede dar cierta idea del respeto que ha merecido la obra de Poincaré a aquellos que estuvieron en condiciones de apreciar sus alcances
31.
Sin embargo, de una anécdota narrada por Darboux, sería posible deducir que su nombre de familia puede haber sido Lannois
32.
Se cuenta la anécdota, acaso cierta o quizá apócrifa, de que una unidad americana de tanques entró en una granja normanda
33.
Una anécdota trajo a colación otra, y así terminó por mencionar su conexión con una de las familias más encumbradas de la ciudad de Florencia, los Colonna
34.
El señor Beebe sonrió cuando la señorita Alan se adentró en la anécdota que sería incapaz de acabar de explicar en presencia de un caballero
35.
Cuando oyó esta anécdota, Ellie rompió a reír, y las personas que estaban en la sala se volvieron, de nuevo, para mirarlas
36.
Por resumir la anécdota –pues al fin y al cabo tiene que ver con un nivel bastante nimio de los asuntos humanos–, aquel hombre se fue a su casa y se pasó la noche entera sin dormir, midiendo sus lealtades, y al día siguiente decidió que, por supuesto, el Subsecretario tenía razón
37.
Todo se reduce a la anécdota, al final brusco
38.
Iván estuvo todo un día riéndose con la anécdota, pero no Lucrecia, que desde entonces empezó a mirar a Carolina con una segunda mirada
39.
Sonríen indiferentes, elegantemente indiferentes y casi displicentes, igual que si fueran aristócratas ingleses atacados de spleen, los hombres y las mujeres que creen en los cuernos, sí, pero sin demasiado entusiasmo y procurando no confundir la anécdota con la categoría
40.
La anécdota es graciosa, y la más propia para escribir este dramita, en el cual la gloria y la grandeza del hombre están reducidas a ser unas nadas miserables, ante la majestad impersonal de la razón y de la virtud
41.
La anécdota se repitió en los Países Bajos con
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Gracián, que cuenta la anécdota en su libro “El Héroe”:
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A este propósitose cuenta una anécdota del compositor Lully, a quien el rey Luis
44.
La anécdota se atribuyó en tiempos de la Revolución a la reinaMaría Antonieta
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La reina Isabel II de España preguntó un día al duque deSevillano, quien a pesar de lo que se cuenta en esta anécdota,
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sentido se cuenta del presidente de Estados Unidos WoodrowWilson la siguiente anécdota: le preguntaban cuánto tiempo
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anécdota de que el rey, un día que había salido a dar un paseo en
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Uno de los escuderos interrumpió la anécdota procaz que estaba contando para hacer sitio al hermano de su señor en el banco
49.
Aquello fue motivo de risa, que Luis no entendía, ya que sólo había contado el principio de la anécdota
50.
Un dato que puede parecer una anécdota pero que indudablemente no lo es: Paulina Beato, consejera de Banesto, fue invitada a participar en la copa de Navidad que tradicionalmente da el Banco de España en esas fechas navideñas en un momento en el que ya conocíamos la nueva posición del gobernador acerca del plan de Banesto
51.
En un principio, todo pareció que iba a quedar en anécdota, pues a las pintadas de Nevio, parecía que los Metelos sólo responderían con más pintura: dabunt malum Metelli Naevio poetae, que dependiendo de cómo se interpretara malum, como manzana, símbolo de regalo, o como mal, daba lugar a lecturas muy distintas: «los Metelos darán un regalo al poeta Nevio» o, lo que sin duda querían decir, «los Metelos darán su merecido al poeta Nevio»
52.
En poco tiempo corrió por todas las legiones la anécdota del color de los proyectiles, hasta llegar a oídos del propio Tito
53.
De la anécdota del estanque recuerdo la versión que contaba la abuela
54.
La conversación, luego de haber contemplado la anécdota de la enfermedad del abate y su milagrosa curación, cayó sobre el asunto de los jacobinos, justamente
55.
Tratando de aceptar estas pérdidas, que a veces me cuesta tanto asumir, he dado con el recuerdo de una anécdota llamada, para mi consumo personal, la parábola del avión
56.
” Su madre se reía de todo, y en sus labios la maldición sonaba como una divertida anécdota
57.
Al igual que Cecilia, limitaba sus cartas a las tareas diarias, interrumpidas por una anécdota graciosa o alarmante: el recluta que salía a desfilar sin una bota; la oveja que irrumpía corriendo en el cuartel y a la que nadie lograba echar el guante, el sargento instructor que a punto estuvo de resultar herido en el campo de tiro
58.
Contaba una anécdota tras otra de sus viajes por África, Sudamérica y Australia en la época en que no estaba aún encadenado a una silla de ruedas, dedicando más tiempo a sus relatos que a la investigación de Margo
59.
Melancolía - Suceso en el Tai - Anécdota de Marheyo - Rapado de la cabeza de un guerrero
60.
Pintadas en el lateral de uno de ellos se leían las palabras: «¡Langostas vivas de Maine!» Bosch recordaba haber leído la anécdota en el Times, en la columna «cosas que sólo pasan en Los Ángeles»
61.
Para los árabes, la anécdota encierra la recomendación habitual contra la ebriedad y la sutil advertencia de que el alcohol es khmer, o inmundicia, como la orina
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Pero nadie había presentado denuncia y el asunto había quedado en una anécdota un poco agitada para los anales del pueblo
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Fue Lasater quien contó la anécdota que Jim tuvo que poner en tela de juicio
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Sean escuchaba y participaba de vez en cuando con alguna anécdota, hasta que el estómago le advirtió que era hora de almorzar
65.
Aunque lo desconocíamos todo sobre el personaje, adivinamos que sería militar por una sencilla anécdota
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" Al margen de mi desconfianza de que el fugaz tiempo solicitado pudiera ser suficiente para un hombre cuyo atildamiento manifestaba una coquetería procedente de su pasión por las formas, la anécdota muestra la nula relación de Hernández Gil con el poder o las camarillas políticas del régimen
67.
Anécdota tras anécdota, Randy dibuja la trayectoria de su vida hasta ese día
68.
En cualquier caso, después de completar sus asuntos en Londres, Upnor había montado un corcel (le gustaban los caballos, y nunca contaba esa parte de la anécdota sin añadir muchos detalles relativos a los antepasados del caballo, que era más distinguido que el de la mayoría de los seres humanos) y fue a galope hasta el castillo Upnor, acompañado por un par de escuderos y una cadena de monturas frescas
69.
Djuna recordó que Rango le había contado la anécdota de una amiga que estuvo luchando por obtener un contrato para Zora en París, un contrato para bailar en una casa particular
70.
» Siempre que contaba esa anécdota, Rango se echaba a reír
71.
Lo hizo Handley; me hablaron del nuevo tipo de ballestas que incorporan en ellos: largas tiras del mejor acero sueco, superpuestas y encajadas unas con otras, revestidas de cuero y aseguradas a la carrocería por pernos giratorios de bron… -Cuando hubo terminado de recitar con todo lujo de detalles los pormenores de la construcción del carruaje (cuyo proceso había seguido con el mayor interés), y de las innumerables capas de pintura, seguidas por el barnizado que habían aplicado, junto a la anécdota de la visita que hizo a la tienda del ruedero guiada por el valioso señor Thomas Handley, donde entre otras tantas maravillas vio cómo encogían una llanta, añadió-: Te hubiera encantado
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Sin embargo, sabían que la amputación de la pierna o el brazo de un compañero tendría desventajas para él y que, en cambio, la trepanación del cráneo no, pues lo único que necesitaba para recuperar sus fuerzas, y estar tan bien como antes, era sobrevivir y sabían que entonces podría estar orgulloso de llevar una placa de plata en la cabeza y tendría una anécdota que contar a sus amigos hasta que se fuera a la tumba
73.
–Pues bien, esto me recuerda una anécdota sobre Gosse y el marqués de Buque
74.
Una anécdota interesante es que mi padre lo acompañó con un tambor, y el resultado fue considerado
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Pero cuando Davidge llegó por fin al Ródano, después de hacer innumerables paréntesis, pensó que la sodomía, que era algo divertido en sí mismo y justificaba la narración de una anécdota por larga que fuera, no agradaría al solemne y atento capitán
76.
En ese punto era donde la anécdota podría echarse a perder, dependiendo de la palabra que incluyera en la pregunta del arzobispo
77.
Ese día oyó que alguien, en medio de una larga anécdota de Standish, dijo:
78.
Incluso el Presidente asturiano, que no era especialmente dado al juego, se dejó llevar por el clima de tertulia y relató una reveladora anécdota de sus últimas vacaciones, cuando una estanquera de Calabella le respondió en catalán a pesar de que él le habló en castellano
79.
Madame Grünlich no perdió ocasión de contar esta anécdota en la mesa, en voz bien alta para que lo oyeran todos, y hasta la consulesa acabó echándose a reír, con aquella risa típica de los Kröger
80.
En general, hablaba mucho y con gran animación, con el único detalle desagradable de que, con aquel desenfado suyo, no siempre medía las palabras como convenía y su excesivo buen humor a veces le llevaba a contar alguna anécdota bastante reñida con el decoro
81.
Después de ellos va un capítulo curioso: «El caudillo hechicero y el ejército aritmético», donde la multiplicación con los dedos se presenta en forma de anécdota; luego se encuentra el problema que reproducimos antes, acerca de la venta de huevos
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Incluso el Presidente asturiano, que no era especialmente dado al juego, se dejó llevar por el clima de tertulia y relató una reveladora anécdota de sus últimas vacaciones, cuando una estanquera de Calabella le respondió en catalán a pesar de que él le habló
83.
Era ése el tipo de anécdota a un tiempo edificante y espantosa que no dejaba de fascinar a los persas, puesto que, naturalmente, de ese modo se refrendaban sus más profundas convicciones
84.
Seguro que el propio niño prodigio se encargó de divulgar esta anécdota, pues incluso para los romanos -que nunca consideraron la modestia una virtud-, Cicerón era monstruosamente engreído
85.
A principios de febrero tuve una anécdota interesante que contarle
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En un principio, todo pareció que iba a quedar en anécdota, pues a las pintadas de Nevio, parecía que los Mételos sólo responderían con más pintura: dabunt malum Metelli Naevio poetae, que dependiendo de cómo se interpretara malum, como manzana, símbolo de regalo, o como mal, daba lugar a lecturas muy distintas: «los Mételos darán un regalo al poeta Nevio» o, lo que sin duda querían decir, «los Mételos darán su merecido al poeta Nevio»
87.
Sólo en caso de que usted piense que Terry está exagerando las cosas por el efecto humorístico, hay una anécdota contada por el lingüista David Moser, que estaba aprendiendo chino, y practicaba con algunos amigos chinos
88.
No sé por qué le habré dado la lata con esta anécdota trivial -
89.
La apariencia de la anécdota es realista: chirría a tinta y papel, desafina a buena literatura todo el tiempo
90.
El genio literario, consciente de que la novela es forma -palabra y orden- antes que anécdota, se va progresivamente concentrando en aquélla en desmedro de ésta, hasta llegarse al extraordinario extremo de autores en los que el cómo contar ha vuelto poco menos que supérfluo y casi abolido el qué contar
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Todo ello existe en El Gatopardo y está visceralmente integrado a los personajes y a la anécdota
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Como anécdota, se señala que el soldado raso Segundo Pachas solicitó poco después de la llegada del convoy que se le incluyera entre los usuarios, indicando que estaba dispuesto a desafiar la mala suerte, lo que le fue denegado por estar la lista definitivamente confeccionada
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Como anécdota postrera es preciso añadir que, en su gesto simpático y en su noble afán de enriquecer el acervo urbanístico de su tierra, don Anselmo del Águila cometió también una temeridad, al no percatarse que el material de la casa que compraba era muy adecuado para el frío polar de la culta Europa, pero algo muy distinto resultaba el caso de Iquitos, donde una mansión de metal, con las temperaturas que sabemos podía constituir un serio problema
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Quizá es aún más desconcertante lo intermedio, esas gentes de las que lo que se dice implica en ellos más que la memoria que ha sabido retener una anécdota curiosa, pero sin tener el recurso, como con los Vinteuil, con los Bergotte, de juzgarlos por su obra, pues no han creado ninguna: sólo la han inspirado -con gran asombro nuestro, pues nos parecían tan mediocres-
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Le contaré una anécdota
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Lejeune se había levantado antes de que finalizara la anécdota, la cual había escuchado demasiadas veces y no le divertía