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bálago frases de exemplo
bálago
1. De los campos ascendía el seco aroma del bálago envuelto en el fúnebre lenguaje de las aves nocturnas, mientras las polillas golpeaban rítmicamente las lámparas o revoloteaban incansables en torno a ellas en órbitas desiguales
2. Un pesado hedor a cieno entremezclado con el del bálago se cernía sobre los campos
3. Echaría un vistazo adentro, pensó, y se acercó cautelosamente al bajo chamizo con tejado de bálago
4. La población contaba con dos callejuelas cortas y angostas, flanqueadas por varias casuchas hechas con tablones grisáceos, algunas de las cuales sólo tenían una pieza, los techos de bálago y las ventanas cubiertas con hules aceitosos
5. Montón grande de bálago, que se hace en la era cuando se limpia el grano
6. Cantidad de leña, palos, bálago, hierba, etc
7. El centro del edificio era una derruida fortaleza construida durante las guerras civiles; más tarde se le había añadido la casa con techo de bálago
8. Ocozoles, robles y pinos achaparrados —especies que conocía— llegaban a cincuenta pasos de las casas de techo de bálago, construidas con cantos de río sobre las suaves colinas
9. Unos hombres, en mangas de camisa, estaban poniendo bálago nuevo en los techos de tres grandes cuadrados de piedra que debían de haber sido posadas —de hecho, en uno de ellos quedaba un letrero borroso y ajado que colgaba sobre la puerta—, pero no se veía por ningún sitio el bálago viejo
10. Cuando el último de los tejados de bálago y las altas chimeneas desaparecieron, Mat soltó un largo suspiro
11. Era un edificio de una planta, construido en madera pintada de amarillo y con el techo de bálago
12. Las tejas de maese Hornval competirían con el techado de bálago de Cenn
13. No heredar por derecho de primogenitura, partición por igual o derecho inglés del último nacido, ni poseer a perpetuidad una extensa propiedad de suficiente número de acres, varas y brazas, medida agraria legal (valoración £ 42), de turberas de pasto en torno a una residencia baronial con casa de portero y avenida de entrada, ni, por otra parte, una casa a la italiana o villa semiindependiente, denominada Rus in Urbe o Qui si Sana, sino adquirir por contrato privado con pleno usufructo una casa residencial con techo de bálago en forma de bungalow, de dos pisos, orientada hacia el sur, coronada por veleta y pararrayos, conectado con tierra, con el porche cubierto de plantas trepadoras (yedra o vid americana), puerta del vestíbulo verdeolivo, con elegante acabado de carrocería y brillantes dorados en la puerta, fachada de estuco con molduras doradas en los aleros y el abuhardillado, elevándose, si era posible, sobre una suave cuesta con agradable perspectiva desde terraza con balaustrada de pilares de piedra sobre prados interyacentes, inocupados e inocupables, en medio de 5 ó 6 acres de terreno propio, a tal distancia de la más próxima vía pública como para hacer visibles las luces de la casa de noche y a través de un seto vivo de carpe cortado según las reglas de la topiaria, situada en un punto dado a no menos de 1 milla legal desde la periferia de la metrópoli, dentro de un límite de tiempo no mayor de 5 minutos de una línea de tranvía o de tren (por ejemplo, Dundrum, al sur, o Sutton, al norte, teniéndose informes por experiencia de que ambas localidades se parecían a los polos terrestres en ser climas favorables para personas tísicas), bienes raíces a ocupar, por arrendamiento enfiteútico, por una duración de 999 años, consistiendo la casa y dependencias en 1 salón con ventanal en mirador (2 arcos), termómetro adherido, 1 salita, 4 alcobas, 2 cuartos de servidumbre, cocina con azulejos con horno y despensa, antecocina con armarios roperos en la pared, librería de estanterías abiertas de roble ahumado conteniendo la Encyclopaedia Britannica y el New Century Dictionary, panoplias de armas antiguas medievales y orientales, gong para las comidas, lámpara de alabastro, de cuenco, colgada, aparato automático de teléfono de vulcanita con guía adyacente, alfombra Axminster de nudo con fondo color crema y orla entrelazada, mesita de juego con pata central y garras, chimenea con instrumentos macizos de latón y reloj cronómetro de bronce dorado sobre la repisa de la chimenea, hora garantizada con carillón de catedral, barómetro con carta higrográfica, cómodos divanes y rinconeras tapizados en peluche rubí con buenos muelles y centro hundido, tres biombos japoneses y escupideras (estilo club, cuero brillante color vino, brillo renovable con un mínimo de trabajo usando aceite de mostaza y vinagre) y araña piramidal de prismas, en el centro, percha de madera curvada con un loro tan manso como para subirse al dedo (lenguaje expurgado), papel de pared con relieve a 10 chelines la docena con franjas transversales de diseño floral en carmín y friso de remate en lo alto, escalera con tres tramos seguidos en ángulos rectos sucesivos, de roble barnizado en fondo claro, peldaños y contrapeldaños, balaustrada y pasamanos con revestimiento de paneles, tratado con cera alcanforada, cuarto de baño provisto de agua caliente y fría, bañera y ducha: retretes a medio piso provistos de ventana opaca oblonga, asiento levantable, lámpara de pared, palanca de la cadena de latón, apoyos para los brazos, taburete para los pies y oleografía artística en la cara interior de la puerta: ídem, sencillo: habitaciones de la servidumbre con instalaciones sanitarias e higiénicas separadas, para cocinera, criada para todo y ayudante (salario, subiendo por incrementos bienales automáticos de £ 2, con cuota anual de seguro comprehensivo de fidelidad de £ 1 y cotización de retiro basada en el sistema de los 65 años después de 30 años de servicio), recocina, bodega, despensa, fresquera, dependencias, carbonera y leñera, con estantes para el vino (espumoso y no espumoso) para invitados distinguidos, si se les invitaba a cenar (de etiqueta), instalación de gas de monóxido de carbono
14. Acá y acullá se veía alguna granja aislada, edificaciones alargadas y achaparradas, acurrucadas bajo los tejados de bálago cubiertos de nieve
15. Conforme el sol ascendía en el cielo iban dejando atrás edificios de piedra de granjas esparcidas por las laderas y alguno que otro pueblo con los techos de tejas o de bálago junto a la calzada y rodeados de campos vallados con piedra, campos arrebatados a los bosques, donde hombres y mujeres se quedaban mirando boquiabiertos cuando el espectáculo pasaba y los niños corrían junto a los carromatos hasta que los padres los llamaban