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cartuja frases de exemplo
cartuja
1. de la Cartuja de las Cuevas, «tenía—dice unautor—mucha facilidad en la invención,
2. monarca sepultado en la cartuja deMiraflores
3. tambien con luces, el prior de la cartuja yalgunos monges que
4. Unosladrones habían penetrado en la Cartuja y robado
5. trabajan enTriana y en la Cartuja hacen lo mismo
6. Pasaron todo el invierno en la soledad de la Cartuja
7. de Palmaveraneaban ahora en la Cartuja, convirtiendo las
8. Cartuja ante una casa deconstrucción moderna
9. Tales comedias me ponían furiosa, porque no se decidía la suerte de los infelices prisioneros del Trocadero, que habían sido repartidos entre los Dominicos del Puerto y la Cartuja de Jerez
10. En Sevilla han empezado los preparativos de evacuación, arrojando al río los depósitos de pólvora de la Cartuja y destruyendo cuanto se puede en la fundición, maestranza y fábrica de salitre
11. –Por supuesto, al fin y al cabo hay que construir la cartuja y edificios anexos -contestó calmado el monje
12. Tras el recibimiento recorrieron las propiedades de la cartuja para abarcar tanto los bienes de las propiedades como las tierras
13. Todo estaba preparado, Pere y Rashid estaban en un saliente del risco por encima de la cartuja y miraban a la gente como dos niños ilusionados
14. Después de la misa deambularon, como cada año, por los estrechos callejones que se extendían entre el pueblo y la cartuja
15. Ninguna mujer podía entrar en el interior del convento de la cartuja, aunque algunas acudían a escuchar misa a diario
16. Tal vez por eso, la presencia de un chico nuevo sentado a las puertas de la cartuja, encogido sobre sí mismo y recluido entre sus piernas, a nadie llamó la atención
17. La voz procedía de uno de los monjes de la cartuja que al pasar cerca y escuchar el bramido, muerto de curiosidad, cambió de dirección y se le acercó
18. Se conocían bien, pues se encargaba de cubrir las necesidades materiales del hospicio y en general de la cartuja
19. A los dieciocho años Camilo fue aceptado como postulado en la cartuja de Sevilla y cumplió los diecinueve de novicio, entre el silencio de una celda y los interminables paseos por su claustro, que llamaban de legos
20. Cuando cumplió los veintiocho, diez años después de haber solicitado su ingreso, el prior de la cartuja de Sevilla le invitó a que acudiera a otra de menor antigüedad, la de la Defensión en Jerez, donde por aquel tiempo se necesitaba un padre procurador; aquel que tenía añadida, a su vida espiritual, la administración temporal del monasterio
21. Fray Camilo se volvió sorprendido y reconoció al novicio Dávalos, uno de los últimos postulantes que había entrado en la cartuja, hijo y sobrino de una de las familias de mayor renombre de Jerez
22. Por ese motivo, entre todos los empleados de la cartuja tal vez fuese el que más ansiaba ver en sus cuadras a los nuevos caballos que se iban a traer desde Córdoba
23. Antes de dar las órdenes oportunas a los suyos había hecho llamar al albéitar de la cartuja para que reconociera a los caballos en cuanto fueran encerrados
24. —Hice llamar a vuestro albéitar de la cartuja para pedirle que haga una buena revisión de los caballos antes de meterlos con el resto —comentó Juan con idéntica intención
25. A sus catorce años muchos chicos empezaban a trabajar y eran considerados adultos, pero él tenía la sensación de haber vivido sólo la mitad, los seis últimos años en la cartuja
26. La desaparición de los caballos podía suponer un serio quebranto para los planes de la cartuja, pero la de Yago hería su conciencia
27. Se volvió más irascible, menos flexible, y comenzó a culpar de sus males a todo y a todos, a su entorno, a la cartuja, a su infancia, y a cualquier suceso que alterase su de por sí delicado equilibrio emocional
28. A pocas millas del monasterio de la cartuja de Nuestra Señora de la Defensión, en el Puerto de Santa María, arribó una cántabra, embarcación así llamada por ser frecuente en aquellos lejanos mares
29. Había parado a orillas del río Guadalete, cerca de las puertas de la cartuja
30. Camilo entendió su sorpresa, pero insistió en su compromiso con esos animales y con la tarea de alcanzar la mejor casta para su cartuja
31. El jerezano había llegado diez días antes con un doble objetivo: tratar de cerrar un acuerdo con un importante personaje de la isla, muy cercano al gobernador, que de tener éxito multiplicaría sus beneficios hasta cifras inimaginables, y por otro lado, constatar en persona las impresiones de Blasco, uno de sus mejores clientes, sobre el último envío de caballos robados de la cartuja de Jerez
32. Viniste a la cartuja por dinero, a cambio de que pudiéramos recuperar los caballos
33. Tienes suerte de estar en una cartuja y del milagro del perdón divino, porque de no ser así, hoy mismo te habría denunciado a la justicia
34. —Iré a la cartuja de Padula y permaneceré al menos un año en ella
35. Pero aun con todos los contratiempos, se rieron de sí mismos al verse en tan deplorable aspecto, trataron de ponerle arreglo como pudieron y buscaron el camino que les llevaría hasta el gran arco de entrada del edificio al que iban; la cartuja de Nuestra Señora de la Defensión
36. Por eso, en cuanto pusieron sus cascos sobre el puerto, los ejemplares que habían comprado en la cartuja y luego en Córdoba fueron rodeados por una infinidad de curiosos, conscientes de su calidad
37. En la cartuja de Padula, Camilo sobrevivía a su larga y forzada reclusión entre sonatas, cuadras y oraciones, consciente de que solo faltaban dos meses para ver cumplida su promesa con el prior
38. Un día, mientras recorría con sus dedos los dos teclados del órgano, fundiendo en una sola melodía una composición improvisada, cerró los ojos y recordó cómo había vivido con Yago su nacimiento a la música, en la cartuja de la Defensión
39. Él les confesó qué había motivado su presencia en esa cartuja, y las dudas que pesaban sobre su futuro llegado el momento de abandonarla
40. –Bueno pues, sir Ralph tenía unas propiedades colindantes con la Cartuja de San Gil
41. Las historias que Hana había leído al paciente inglés, los viajes con el viejo vagabundo en Kim o con Frabrizio en La cartuja de Parma, los habían embriagado y los habían arrastrado a un torbellino de ejércitos, caballos y carretas: los que huían de una guerra y los que se dirigían a ella
42. Entonces, por haber encontrado el prefacio de Balzac en La Cartuja o unas cartas inéditas de Joubert, nos sentimos tentados a exagerarnos a nosotros mismos el valor de la vida que en esa mansión hemos vivido y cuya estéril frivolidad, merced a esa ganga de una tarde, hemos olvidado
43. El 5 de noviembre, en medio de una tempestad, harapientos, famélicos y enfermos, tres mil quinientos moriscos, los Ruiz de Juviles entre ellos, abandonaron Granada por el camino de la Cartuja
44. –He observado, en la Cartuja de Dijon
45. Este edificio era la Cartuja
46. Aunque su hermano Peter no había regresado aún a la Cartuja de Londres, Thomas Meredith sabía lo suficiente sobre los monjes para pedirles que admitieran al anciano, podía compartir una celda con otros dos individuos y trabajar en el jardín
47. Si los monjes de la Cartuja hubieran dispuesto de este recurso también habrían podido jurar sin que les remordiera la conciencia
48. El padre Peter Meredith recibió ese día a dos visitantes en la Cartuja
49. Los monjes de la Cartuja de Londres siguieron padeciendo