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    Use "coacción" em uma frase

    coacción frases de exemplo

    coacción


    1. coacción, para que sea él mismo a través de sus propias experiencias el que decida lo


    2. adoptarse por convencimiento interno, nunca por coacción mediante el empleo de la


    3. libre voluntad, es decir por elección libre del espíritu, sin ningún tipo de coacción o


    4. Porque si el progreso fuera forzoso, una vez desapareciera la forma de coacción o


    5. La desaparición de cualquier forma de esclavitud, de coacción, de opresión, de


    6. dicho, lo que se obtiene por la imposición o la coacción se pierde cuando desaparece


    7. por la fuerza, mediante el uso de la violencia, la coacción y el miedo


    8. Su padre se vio obligado, bajo coacción, aponer esa desgraciada


    9. jurado sumuerte; los procesos interminables por coacción y violencias que hacíanvivir


    10. recuerdo de Leonora surgía en su memoria con enteralibertad, sin aquella coacción

    11. Bajo la coacción, no podían abrir la boca


    12. Por lo que algunos le dijeron, supo que los asuntos de la cofradía desbordaban el estricto marco de las tiendas de la ínsula, por lo que acabó recorriendo todo el vecindario, enterándose así de una increíble historia de flagrante coacción


    13. Se hablaría de coacción a los miembros más jóvenes


    14. Bajo tan poderosa coacción, se desarrollaron métodos para obtener flúor en cantidad, y con una seguridad aceptable


    15. La coacción de la escuela, que hay quien gusta denunciar, no es más que un aspecto o una expresión de la coacción que toda realidad —y la sociedad es una de ellas— ejerce normalmente sobre sus participantes


    16. —¿Se encuentra bajo coacción, señor Wiles?


    17. El mayor Moran no había recurrido aún a la coacción con el locuaz Schmidt, cuando las negociaciones se encallaron en lo referente al segundo objetivo


    18. "El Erasmo y la Gorgona… decidieron casarse según la ley natural, esto es: al aire libre, sin coacción alguna, en cueros y ante unos testigos también en porreta para no desentonar"


    19. ¡Debemos abstenernos de opinar antes de tiempo! ¡Soy el jefe de casa y tengo el deber de evitar toda posible coacción al poder judicial!


    20. Podía ejercer cierta coacción en algunos círculos gubernamentales, pero ya se habían hartado de él y, sobre todo, de su hermano

    21. –Una confesión bajo coacción no es confesión en absoluto


    22. Y para justificar el mantenimiento de su poder por la coacción, los activistas inventan conspiraciones, preludio a la escalada de represión


    23. Los acompañamientos colectivos tenían un cierto poder de coacción -el modo en que unos desconocidos cruzaban miradas a medida que sus voces se elevaban- al que ella estaba decidida a resistirse


    24. Es posible que a un hombre normal le resulte difícil comprender que haya personas que encuentren placer en ejercer este tipo de coacción


    25. Lo "carcelario", con sus formas múltiples, difusas o compactas, sus instituciones de control o de coacción, de vigilancia discreta y de coerción insistente, establece la comunicación cualitativa y cuantitativa de los castigos; pone en serie o dispone según unos empalmes sutiles las pequeñas y las grandes penas, los premios y los rigores, las malas notas y las menores condenas


    26. En el contenido también encontramos material suficiente para demostrar las contradicciones: incitación a matar a los incrédulos (8:39) y a los politeístas (9:5), pero elogios en el versículo siguiente a quien les dé asilo (9:6); propuestas de combatir con violencia a los incrédulos (8:39), pero alabanza del perdón (8:199), del olvido (5:13) y de la paz (47:29); justificación de las masacres (4:56, 4:91, 2:191-194), pero utilización frecuente de un sura —éste exime a menudo al Islam de su inclinación por la carnicería— que dice: matar a un hombre que no haya cometido ningún acto de violencia en la tierra es igual a matar a todos los hombres; del mismo modo, salvar una vida es igual a salvar a todos (5:32); justificación del talión (2:178, 5:38), pero el que renuncia a hacerlo obtiene la expiación de las culpas (5:45); prohibición de hacer amistad con los judíos o los cristianos (5:51), pero permiso para los hombres de desposar a una mujer que practique la religión de los otros dos Libros (5:5), a lo que se añade un versículo que afirma la fraternidad de todos los creyentes (49:10), y luego la propuesta de discutir con ellos de manera cortés (29:46); legitimación de la persecución del impío (4:91), pero alabanza de la indiferencia con respecto al que se aparta de Dios (4:80); prescripción de cadenas en el cuello para los infieles (13:5), pero se cita a menudo otro versículo para demostrar la tolerancia de la religión musulmana: «¡No hay coacción en religión!» (2:256), ojalá


    27. A la larga, pudieron disponer de mayor cantidad de mano de obra porque todos tenían un interés en la victoria, y pocos sufrían de tensiones ocasionadas por una coacción poderosa


    28. Pero, mientras que por lo general los gestos trabados evocan una suerte de coacción, esos pasitos animados de una incomprensible sacudida confieren a los pies de las mujeres su categoría de obra de arte


    29. coacción o amenaza, doctor Lecter


    30. ¿Un camino espinoso? Y la tercera runa, la Recolectora, la runa de la coacción

    31. [15] El tercer grado consiste en el uso de coacción, amenazas y tortura física y mental con objeto de extraer una confesión de un acusado o prisionero


    32. Lo esencial e inestimable en toda moral consiste en que es una coacción prolongada: para comprender el estoicismo o Port-Royal o el puritanismo recuérdese bajo qué coacción ha adquirido toda lengua hasta ahoravigor ylibertad, – bajo la coacción métrica, bajo la tiranía de la rima y del ritmo


    33. La prolongada falta de libertad del espíritu, la desconfiada coacción en la comunicabilidad de los pensamientos, la disciplina que el pensador se imponía de pensar dentro de una regla eclesiástica o cortesana o bajo presupuestos aristotélicos, la prolongada voluntad espiritual de interpretar todo acontecimiento de acuerdo con un esquema cristiano y de volver a descubrir y justificar al Dios cristiano incluso en todo azar,–todo ese esfuerzo violento, arbitrario, duro, horrible, antirracional ha mostrado ser el medio a través del cual fueron desarrollándose en el espíritu europeo su fortaleza, su despiadada curiosidad y su sutil movilidad: aunque admitimos que aquí tuvo asimismo que quedar oprimida, ahogada y corrompida una cantidad grande e irreemplazable de fuerza y de espíritu (pues aquí, como en todas partes, «la naturaleza» se muestra tal cual es, con toda su magnificencia pródiga e indiferente, la cual nos subleva, pero es aristocrática)


    34. Vistas las cosas desde un lugar superior, generaciones y épocas enteras, cuando se presentan afectadas de algún fanatismo moral, parecen ser esos tiempos intercalados de coacción y de ayuno durante los cuales un instinto aprende a agacharse y someterse, pero asimismo a purificarse y aguzarse; también algunas sectas filosóficas (por ejemplo, la Estoa en medio de la cultura helenística y de su atmósfera, una atmósfera que estaba sobrecargada de perfumes afrodisíacos y que se había vuelto voluptuosa) permiten semejante interpretación


    35. Ahora bien, que el tempo [ritmo] de aquel movimiento les resulta todavía demasiado lento y somnoliento a los más impacientes, a los enfermos e intoxicados del mencionado instinto, atestíguanlo los aullidos cada vez más furiosos, los rechinamientos de dientes cada vez menos disimulados de los perros-anarquistas que ahora rondan por las calles de la cultura europea: en antítesis aparentemente a los tranquilos y laboriosos demócratas e ideólogos de la Revolución, y más todavía a los filosofastros cretinos y los ilusos de la fraternidad que se llaman a sí mismos socialistas y quieren la «sociedad libre», pero que en verdad coinciden con todos aquéllos en su hostilidad radical e instintiva a toda forma de sociedad diferente de la del rebaño autónomo (hasta llegar a rechazar incluso los conceptos de «señor» y de «siervo» – ni dieu ni maitre [ni Dios, ni amo], dice una fórmula socialista -); coinciden en la tenaz resistencia contra toda pretensión especial, contra todo derecho especial y todo privilegio (y esto significa, en última instancia, contra todo derecho: pues cuando todos son iguales, ya nadie necesita «derechos» -); coinciden en la desconfianza contra la justicia punitiva (como si ésta fuera una violencia ejercida sobre el más débil, una injusticia frente a la necesaria consecuencia de toda sociedad anterior -); pero también coinciden en la religión de la compasión, en la simpatía, con tal de que se sienta, se viva, se sufra (hasta descender al animal, hasta elevarse a «Dios»: – la aberración de una «compasión para con Dios» es propia de una época democrática -); coinciden todos ellos en el clamor y en la impaciencia de la compasión, en el odio mortal al sufrimiento en cuanto tal, en la incapacidad casi femenina para poder presenciarlo como espectador, para poder hacer sufrir; coinciden en el ensombrecimiento y reblandecimiento involuntarios bajo cuyo hechizo parece amenazada Europa por un nuevo budismo; coinciden en la creencia en la moral de la compasión comunitaria, como si ésta fuera la moral en sí, la cima, la alcanzada cima del hombre, la única esperanza del futuro, el consuelo de los hombres de hoy, la gran redención de toda culpa de otro tiempo: – coinciden todos ellos en la creencia de que la comunidad es la redentora, por lo tanto, en la fe en el rebaño, en la fe en «sí mismos»…203 Nosotros los que somos de otra fe -, nosotros los que consideramos el movimiento democrático no meramente como una forma de decadencia de la organización política, sino como forma de decadencia, esto es, de empequeñecimiento, del hombre, como su mediocrización y como su rebajamiento de valor, ¿adónde tendremos que acudir nosotros con nuestras esperanzas? – A nuevos filósofos, no queda otra elección; a espíritus suficientemente fuertes y originarios como para empujar hacia valoraciones contrapuestas y para transvalorar, para invertir «valores eternos»; a precursores, a hombres del futuro, que aten en el presente la coacción y el nudo, que coaccionen a la voluntad de milenios a seguir nuevas vías


    36. La imagen de tales jefes es la que se cierne ante nuestros ojos: – ¿me es lícito decirlo en voz alta, espíritus libres? Las circunstancias que en parte habría que crear y en parte habría que aprovechar para que aquéllos surjan; las sendas y pruebas presumibles mediante las cuales un alma ascendería hasta una altura y poder tales que sintiese la coacción de realizar tales tareas; una transvaloración de los valores bajo cuya presión y martillo nuevos se templaría una conciencia, se transformaría en bronce un corazón, de modo que soportase el peso de semejante responsabilidad; por otro lado, la necesidad de tales jefes, el espantoso peligro de que puedan faltar o malograrse o degenerar – éstas son nuestras auténticas preocupaciones y ensombrecimientos, ¿lo sabéis, espíritus libres?, éstos son los pensamientos y borrascas pesados y lejanos que atraviesan el cielo de nuestra vida


    37. El tiempo de la política pequeña ha pasado: ya el próximo siglo trae consigo la lucha por el dominio de la tierra, – la coacción a hacer una política grande


    38. Tal vez nuestra gran virtud del sentido histórico consista en una necesaria antítesis del buen gusto, al menos del óptimo gusto, y sólo de mala manera, sólo con vacilaciones, sólo por coacción somos capaces de reproducir en nosotros precisamente aquellas pequeñas, breves y supremas jugadas de suerte y transfiguraciones de la vida humana que acá y allá resplandecen: aquellos instantes y prodigios en que una gran fuerza se ha detenido voluntariamente ante lo desmedido e ilimitado -, en que gozamos de una sobreabundancia de sutil placer en el repentino domeñarnos y quedarnos petrificados, en el establecernos y fijarnos sobre un terreno que todavía tiembla


    39. De un golpe desgárranse el lazo y la coacción de la antigua disciplina: ya no se la siente como necesaria, como condicionante de la existencia – si quisiera seguir subsistiendo, sólo podría hacerlo como una forma de lujo, como un gusto arcaizante


    40. El alma aristocrática acepta este hecho de su egoísmo sin ningún signo de interrogación y sin sentimiento alguno de dureza, coacción, arbitrariedad, antes bien como algo que seguramente está fundado en la ley primordial de las cosas: – si buscase un nombre para designarlo diría: «es la justicia misma»

    41. ¿Por qué no puede el rey renunciar a todas sus aspiraciones, recuperar el Bollo y luego decir que tenía los dedos cruzados y ya está? Cuando algo se hace bajo coacción


    42. [3] La alternativa era elegir por su propia voluntad y sin coacción alguna ser arrojado al pozo de los escorpiones


    43. ¡Orden absoluto! ¡Disciplina de hierro, coacción, obediencia, terror! Eso podía tener su aspecto honroso, pero se tenía muy poco en cuenta la dignidad del individuo


    44. Se me sube a la frente, me empuja al embrujo de la coacción porque me asusta ser libre


    45. Han llegado por coacción, no de buen grado


    46. Tenían que sentir la necesidad de un compañero de matrimonio sin la menor sombra de coacción


    47. Que ejerce coacción o resulta de ella


    48. Apremio, fuerza, coacción


    49. Necesito que se mantenga leal y confiado hasta que pueda enfrentarlo con Alex Duggan y obtener, sin coacción, una declaración ante notario


    50. Quien, quizás compelido por la coacción del extravagante nombre que le había sido impuesto por el sardónico, amargo e indomable padre de la pata de palo quien quizás todavía creía querer ser profesor de lenguas clásicas, subió la Pista de Natchez un día de 1811 con un par de buenas pistolas y una magra alforja montando una yegua enjuta pero fuerte de remos que definitivamente podía hacer los dos primeros estadios en menos de medio minuto y los dos siguientes en no mucho más, aunque ahí quedaba la cosa












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    coacción in English

    coercion pressure compulsion urge drive need

    Sinônimos para "coacción"

    fuerza coerción intimación compulsión constreñimiento obligación tiranía