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cobardía frases de exemplo
cobardía
1. cobardía le había impedido tomar rienda suelta en el asunto para
2. cobardía, y lesdio razones que les obligaban a lo contrario: si lo
3. manera marcada la debilidady la cobardía del alma; aquel labio en Carlos V había
4. jefe con loimperioso de la necesidad? «No, responde su corazongeneroso; esto es cobardía que
5. contrala tentación de cobardía? Ese deseo del honor,ese horror á la ignominia de pasar por
6. fracasada fuera de su casa, manteniendo, por cobardía
7. la cobardía besa al que la azota
8. crimen, de la locura, de la cobardía
9. —Lo repito: es una cobardía lo que haces
10. valor y la cobardía, elbien y el mal se entregaban en mí tan
11. Una cobardía intelectual, el miedo
12. precaución,considerándola casi una cobardía
13. corazón por cobardía y temor, brotan y salen fuera enestas
14. mejores causas, entregándose ala ferocidad que le inspiran su cobardía y su apetito!
15. queriendo dar explicaciones de su cobardía
16. cobardía, fuecomplicidad con los infames asesinos
17. Que un hombre sin escrúpulos cambie de actitud por una mujer se interpreta con demasiada frecuencia como un acto de debilidad, de cobardía incluso, pero ¿acaso no es la mayor de las grandezas volverse clemente por amor?
18. La curiosidad es más fuerte que la cobardía, y quiero conocer la solución
19. George produjo un ruido que expresaba disentimiento y quizá desprecio ante la proverbial cobardía de las mujeres
20. Lo ocurrido durante aquellas dos horas en la Brunete es inexplicable; inexplicable a menos que se admita que un vértigo de cobardía o de indecisión similar al que se adueñó de los capitanes generales se adueñó también de los golpistas de la Brunete
21. Esto pasaba en la puerta de la venta, y en ella andaban las puñadas y mojicones muy en su punto, todo en daño del ventero y en rabia de Maritornes, la ventera y su hija, que se desesperaban de ver la cobardía de don Quijote, y de lo mal que lo pasaba su marido, señor y padre
22. Yo, pues, como me cupo en suerte ser uno del número de la andante caballería, no puedo dejar de acometer todo aquello que a mí me pareciere que cae debajo de la juridición de mis ejercicios; y así, el acometer los leones que ahora acometí derechamente me tocaba, puesto que conocí ser temeridad esorbitante, porque bien sé lo que es valentía, que es una virtud que está puesta entre dos estremos viciosos, como son la cobardía y la temeridad; pero menos mal será que el que es valiente toque y suba al punto de temerario, que no que baje y toque en el punto de cobarde; que así como es más fácil venir el pródigo a ser liberal que al avaro, así es más fácil dar el temerario en verdadero valiente que no el cobarde subir a la verdadera valentía; y, en esto de acometer aventuras, créame vuesa merced, señor don Diego, que antes se ha de perder por carta de más que de menos, porque mejor suena en las orejas de los que lo oyen "el tal caballero es temerario y atrevido" que no "el tal caballero es tímido y cobarde"
23. Al oír esto el padre Corchón, vaciló un momento entre la ira y la cobardía
24. Aterrado, Roran sólo pudo desviar la mirada y odiarse por su cobardía
25. Tal vez otros, asqueados ante la cobardía del jefe que hasta entonces respetaban, se negaron a obedecerle
26. » A continuación comenzó a dar nombres de gentes que Eric jamás habría sospechado estuvieran implicados en el complot, añadiendo que, algunos, en su cobardía y ante la evidencia de los hechos, se habían suicidado
27. Pero confía que su padre guarde las apariencias aunque sólo sea por simple Cobardía
28. Emilia no está enferma, la pena no es una enfermedad, la desgana de vivir no es en este caso una cobardía
29. Al punto, su líder tudeh convocó una reunión, todos ellos asombrados por la cobardía de los generales
30. »Pude oír los latidos de mi corazón y noté la punzante humillación de la cobardía
31. Los infantes se alaban de su cobardía
32. Esto no es tolerancia, Pipaón, esto es cobardía
33. Pero un grupo de hombres que habían salido al encuentro de los carros, una gavilla mitad armada, mitad desnuda, desarrapada, borracha, tan llena de rabia y cieno que parecía creación espantosa del lodo de los caminos, de la hez de las tinajas y de la nauseabunda atmósfera de los presidios, un pedazo de populacho, de esos que desgarrándose se separan [22] del cuerpo de la Nación soberana para correr solo manchando y envileciendo cuanto toca, empezó a gritar con el gruñido de la cobardía que se finge valiente fiando en la impunidad:
34. Pero hay tanta canalla indomesticable de esa que no sirve sino para hacer pueblo, para gritar, para meter bulla, de esa que en los días solemnes desacredita las mejores causas, entregándose a la ferocidad que le inspiran su cobardía y su apetito!
35. -dijo López queriendo dar explicaciones de su cobardía
36. Después, el pobrecito siguió a su ejército, y la tarde misma de la batalla de Gandesa, volviendo con otros veinte de cumplir una orden del General, fue sorprendido por una partida de facciosos en retirada, y le asesinaron con saña, vileza y cobardía
37. El aplazamiento era una cobardía
38. Personalmente, creo comprender su actitud, y si fue cobardía la considero venial
39. Estuve a punto de hacerlo, pero después de pensar en las humillaciones que supondría aquella decisión -perder el avión, poner en evidencia mi cobardía, reafirmar mi condición de alfeñique neurótico-, logré dominar el pánico
40. Una declaración humillante detrás de otra, una manifestación colectiva de cobardía
41. —No podéis hacerlo, Azash, ¿o acaso habéis olvidado vuestra cobardía? Sois un engendro abominable para el resto de los dioses y ése fue el motivo de que os rechazaran, os castraran y os confinaran a la posición de eterno tormento y pesar que ocupáis
42. En fin, el proceder del marqués y de sus hijos tenía que engendrar odios en los vecinos y llevarles insensiblemente á ese grado de maldad que lleva á hacer cualquier cobardía, siempre que ésta dañe al adversario
43. No fue una simple cuestión de cobardía, y yo lo percibí claramente, de inmediato -testificaría el capitán-, mirando a los ojos a mis soldados, en ese instante que imponía la prisa de una decisión, y viendo con qué simplicidad salían de la trinchera para observar, arrastrando el mosquetón por el suelo
44. Ultimo me enseñó que aquel día, abrazado a la tierra en un intento infantil de hacerse invisible, mi hijo era ya inocente, porque estaba en todas partes y en ninguna, perdido en un escenario sin coordenadas donde cobardía y valor, deber y derecho, eran categorías pulverizadas
45. Es ahí donde se ve cuantificada de una manera escandalosa la reiteración de un único gesto de rendición, siempre el mismo, que, pese a ello, injustamente vosotros confináis en los angostos límites del término cobardía, cuando en vez de eso relata un grandioso movimiento colectivo de autosuspensión, una vez enfrentados a la indescifrabilidad de una geometría que, literalmente, había desaparecido
46. Disfraza la crueldad con el nombre de valor y la cobardía con el de la prudencia
47. Aunque acusado de cobardía por Ostendorff, Heydte se libró del consejo de guerra porque acababa de ser condecorado con la Cruz de Cabañero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble
48. 40 Los que recurrían a esta treta eran relegados en los hospitales a secciones especiales, como si la cobardía fuera una enfermedad contagiosa
49. Había visto «miedo en sus ojos y cobardía en sus corazones» en su desesperación por escapar de la bolsa, en vez de unirse a la batalla para abrir una brecha
50. A diferencia de su reacción de cobardía al abandonar a Rufio Constans bajo el peso de la muela, poner en duda la gestión de un funcionario imperial de carrera de gran capacidad era un acto de indiscutible valentía
51. Y enamorado de su proyecto, fiel a sí mismo, se precipitó en un océano que vosotros sólo oteáis desde la orilla de vuestra cobardía
52. —No es cuestión de cobardía, Néstor
53. Pero no podemos perder tiempo, porque también se prepara algo contra mis funciones judiciales; ya tienen lugar conferencias en la oficina del comandante, de las que me veo excluido; hasta su visita de hoy, señor, me parece formar parte de un plan; por cobardía lo utilizan a usted, un extranjero, como pantalla
54. Sin embargo, se equivoca quien crea que soy cobarde y que sólo por cobardía ejecuto la obra
55. El jersey alrededor del cuello es señal de cobardía, de incapacidad para tomar una decisión, de miedo a las corrientes de aire, de imprevisión, de pusilanimidad, de exhibicionismo del shetland (porque, por supuesto, esos señores son demasiado avaros para comprar cachemir)
56. Zaphod no quería enredarse con ellos y, decidiendo que, como la discreción era el mejor componente del valor y la cobardía el mejor ingrediente de la discreción, se escondió valientemente en un armario
57. A las cuatro y media de la tarde, ante las fuerzas en cuadro y después del toque de bando, fue fusilado aquel pobre hombre que por cobardía había sido traidor… Nadie le compadeció… ¡Ni las soldaderas rezaron por la Virgen de Guadalupe, ni Cruz de Tomochic le ofrecería un sitio en el Cielo…!
58. La cobardía es lo que los retiene en su rama
59. La fragmentación de la toma de decisiones en la vida corporativa, el esfuerzo masivo que produce el deseo corporativo de destruir el medio ambiente en provecho propio, la prudencia, por no decir la cobardía, que uno aprende con la burocracia
60. Felix Larionov no toleraba el fracaso ni la cobardía
61. O cobardía, añadió para sí
62. El silencio de Solon sí había sido cobardía
63. Las hienas se detuvieron un instante: la cautela y la cobardía pareció retenerlas, como si no se atrevieran a lanzarse sobre la presa
64. Sin duda dominaba el desprecio, pues interpretó su recepción sólo como una muestra de miedo y cobardía
65. –La cobardía de la autoridad que permitía que un hombre desarmado y completamente indefenso fuera obligado a estar en la pista con un león -explicó Tarzán con sinceridad
66. Todos comentaban su cobardía
67. –¿Acaso cree que permanezco anclado en la barra de este bar por una cuestión de cobardía? Le pondré un ejemplo
68. –Estás cediendo a la cobardía, ¿eh?
69. —Su cobardía puso en peligro la vida de Joff —saltó Cersei al instante—
70. –Puedo aceptar la cobardía en un varón -dijo Malicia, despectiva
71. En los sobresaltos de lucidez que lo asaltaban para recordarle que estaba vivo, que aquello no había terminado, se martirizaba con la misma indagación: ¿por qué, sabiendo que era esto lo que te esperaba, no actuaste como debías? Aquella pregunta lo maltrataba más que las torturas a las que se enfrentó con gran coraje, acaso para probarse a sí mismo que no fue por cobardía que se condujo con tanta indecisión aquella interminable noche del 31 de mayo de 1961
72. Se les vio dejarse matar, no por cobardía, sino por incapacidad de remontar su abatimiento
73. Si decidía apoyar que se castigara a Livio por cobardía, sus enemigos no harían más que azuzar al pueblo con la idea de que era la envidia la que le movía, que no deseaba compartir con nadie la gloria de recuperar una ciudad tan importante como Tarento
74. Bien, ya llegaré a ello, al asunto de mi supuesta cobardía, pero vaya por delante que yo no creo que el princeps senatus sea cobarde
75. Más aún: es una vergüenza para con nuestros mayores, una indignidad, una cobardía
76. tantos ejércitos perdidos en Moesia y en Dacia, en Germania y en Panonia por la temeridad o la cobardía de sus generales; tantos oficiales vencidos y hechos prisioneros con tantas cohortes
77. –Su cobardía puso en peligro la vida de Joff -saltó Cersei al instante-
78. Había mucha cobardía en esa rebelión
79. Las instrucciones del Ejército del Ebro son severas: los actos de cobardía o indisciplina serán castigados con la muerte sin necesidad de juicio
80. Y además, parece una cobardía matar así
81. –No creo que sea una cuestión de cobardía… -reflexionó él en voz alta
82. Con todo, un grupo de ciudadanos propuso una tercera moción, que condenaba a Diocles al destierro por incapacidad al mando del ejército y por cobardía en presencia del enemigo
83. En aquella lucha horrible, a la humillada víctima pertenecía el grandioso valor, la cobardía al verdugo victorioso
84. Cepión había sido quien le había obligado a apartar sus ojos de niño de tres años del tío Druso, que sangraba y chillaba en el suelo, quien había acogido aquellos ojos en la calidez de su propio cuerpo y había asumido la carga de aquellas espantosas horas sobre sus hombros de niño de seis años; Cepión había sido quien escuchaba pacientemente mientras el zopenco de su hermano pequeño aprendía los hechos de la vida del modo más difícil, a base de repetir sin cesar; Cepión había sido quien razonaba, le mimaba y le consolaba durante el insoportable período que siguió al abandono de Emilia Lépida, y quien le convenció para que volviera a vivir otra vez; Cepión había sido quien lo llevó consigo en su primera campaña, quien le enseñó a ser un soldado valiente y sin temor, quien se mostró radiante de alegría cuando él recibió armillae y phalerae por su valor en un territorio que solía ser más famoso por la cobardía, porque ellos habían pertenecido al ejército de Clodiano y Publícola, que había sido derrotado tres veces por Espartaco; Cepión siempre había estado con él
85. Y esto es más que despreciable, es una cobardía
86. –Difícilmente podrás confinarme en mis habitaciones y luego acusarme de cobardía por no estar en el frente
87. Se insinuaba en él cierta cobardía
88. No fue cobardía, fue un recuerdo lo que me detuvo; el recuerdo de la expresión como de decepción del rostro de Sarah cuando volví a entrar en el cuarto después de la explosión de la V-1
89. De vez en cuando, al llegar a un punto difícil, desembocaba en una arrogancia demente, con rasgos de presunción y de cobardía, diciendo “nunca serán capaces de demostrarlo
90. Pero fracasar de ese modo, ir tan lejos y luego regresar, no por cobardía, enfermedades o hambre sino por pura desesperación moral… A Hissune le cuesta comprenderlo
91. Pero juzgó que ello sería una especie de cobardía y juró permanecer en el sueño aunque le costara la vida
92. Con sumo rigor, buscó momentos de cobardía y no encontró ninguno
93. Se lo impidió una especie de cobardía
94. La cuestión tomó cuerpo cuando el coronel Skimmerhorn presentó acusaciones oficiales contra su edecán, solicitando un consejo de guerra: «Negativa a obedecer una orden lícita, cobardía frente al enemigo, conducta impropia de un oficial
95. En esas pláticas trataba con generosidad al capitán Reed, a quien presentaba como un joven que había servido bien a su país mientras estuvo desempeñando tareas burocráticas a las órdenes del general Pope, pero que se amedrentó al oír las detonaciones de la artillería de verdad, y esa pequeña condescendencia fue lo que perdió al coronel, porque Lisette Mercy había conocido al general Pope en una de las fiestas que la madre de la mujer daba en San Luis y le escribió para contarle que a su ayudante le estaban acusando injustamente de cobardía… Y, aunque despacio, los engranajes de Washington empezaron a rechinar
96. Pena por mi propia cobardía de hoy… aunque fueron los dioses quienes me arrancaron de la lucha con Menelao, no mi propia voluntad
97. Esto pasaba en la puerta de la venta, y en ella andaban las puñadas y mojicones muy en su punto, todo en daño del ventero y en rabia de Maritornes, la ventera y su hija, que se desesperaban de ver la cobardía de don Quijote y de lo mal que lo pasaba su marido, señor y padre
98. Yo, pues, como me cupo en suerte ser uno del número de la andante caballería, no puedo dejar de acometer todo aquello que a mí me pareciere que cae debajo de la jurisdicción de mis ejercicios; y así, el acometer los leones que ahora acometí derechamente me tocaba, puesto que conocí ser temeridad exorbitante, porque bien sé lo que es valentía, que es una virtud que está puesta entre dos extremos viciosos, como son la cobardía y la temeridad; pero menos mal será que el que es valiente toque y suba al punto de temerario que no que baje y toque en el punto de cobarde; que así como es más fácil venir el pródigo a ser liberal que el avaro, así es más fácil dar el temerario en verdadero valiente, que no el cobarde subir a la verdadera valentía; y en esto de acometer aventuras, créame vuesa merced señor don Diego, que antes se ha de perder por carta de más que de menos, porque mejor suena en las orejas de los que lo oyen «el tal caballero es temerario y atrevido» que no «el tal caballero es tímido y cobarde»
99. A su juicio semejantes motivos no eran más que excusas tras las cuales se ocultaba la cobardía
100. Había hecho una porción de observaciones sobre su cobardía y el recordarlas la hacía sentirse culpable