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Antes tuvo Sevilla otrosteatros en la parroquia de San Pedro, y en el corral de Doña Elvira, yen tiempo de este escritor (1675) había aún un teatro en el patio delAlcázar, mientras se construía
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Los nombres de ellos sonestos: Sierra, Diego Lopez, Corral, Palacios, Gonçalo Ruiz
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( Vanse Corral y 110 Roldán por el foro
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(permítaseme lo vulgar de la expresión) un corral de vacas
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deobscuras ovejas, que al compás perezoso de las esquilas iban en buscadel corral, mientras que
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«Espera en el corral con el boghey a las tres
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Tenía todavía el Ayuntamiento su morada en el edificio del Corral de losOlmos, y
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entrarondentro del Corral, antes que el fuego estuviese apoderado de todo; yviendo
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personas que había aún dentro del corral y lasegunda á derribar las casas que
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El tal corral de la calle Jimios era famoso en Sevilla, y más famoso porvivir en él un
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Corral de los Olmos, los tapices delSr
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çibdad ques en el corral de los olmos el bachillerlorenço fernandez teniente de
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corral de los toros y para los andamios
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— Pues así es —dijo el ama—, vengan, y al corral con ellos
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elportón del corral y, precedidos de una mujer, salieron al
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con donBaltasar de Peralta, en la casa, por el corral de la del
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y que por la tapia del corral dela casa del rapista, que al huerto
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Usted debe reconocer como yo, gentleman, que únicamente las mujerespueden aceptar esta vida de ave de corral, en la que el deseo de viviren paz ahoga todo sentimiento noble y elevado, en la que los
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granos de maíz á las señoras, que sealborotaron como gallinas en el corral, y muertas
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El primer acto de «Chantecler» se desarrolla en un corral: el
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corral como toda la gente que me rodea
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Su hija se dispone á hacerle el dúo, cuando se oye en el corral un corode relinchos y un ruido sobre los
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Entró luego en el corral
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«En el corral de tu casa estoy, para lo que mandes, á las once de la noche con un frío que me
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chaqueta, y, requiriendo el garrote, salió del corral afuera
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En el corral saltaban los terneros alrededor de sus madres, saliendo alcampo á solazarse algunas horas bajo
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Había en un corral un gallinero;
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Y detrás del corral, en un chiquero,
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Los niños tienen el deber de echar caballos al corral
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allá el rebaño deovejas, ya encerrado, se removía en el corral,
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mojon, que vinoá caer en frente del Corral viejo de las Vacas
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queestaba hecho de las cabezadas, frontero del Corral de las Vacas
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[26] Los del pueblo le llaman Corral de las Maravillas
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allegado bastante dinero con un gran corral degallinas, y más aún con su habilidad para aviar
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Detrás de las águilas venían las aves de corral
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de corral en corral, y el rac-rac de las ranas en la vecina acequia
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hembras,que vuelven al corral por el amor de los hijos, y donde
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he visto lasplumas en el corral
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Las mujeres le regalaban los frutos del corral; de modo
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¿Dónde encontrarás un corral como el
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Quiso entrar a su palacio por la puerta del corral, y subiócautelosamente las
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desorden, más de un gañán empinaba de golpe la taza devino y se escapaba al corral
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puerta, le pregunté porel corral de la Parra
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casi del asunto que allí me traía, aparece por el lado de laentrada del corral un joven
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furia la paz y el silencio del corral
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En el corral, delante de la casa, roncaban tres cerdos negros y enjutos,hociqueando
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La casa era suya; tenía en el corral un montón, más alto que el tejado,de paja de
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rincón del corral, y cerraba los ojos como pararecordar mejor las joyas, las piezas de
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pintarrajeado con lasescenas más truculentas del suceso, y entraron en otro corral
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Y en el patio enlosado y en el corral, abierto a una pálida luna reciénnacida, se percibía un rumor cauteloso y tétrico, como de cipresalmecido por un hálito de muerte…
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había indicado, en su diálogoá la puerta del corral, que tal vez hiciese pronto un largo viaje, yesta era la razón de haber venido á molestar á la señora por si queríamandarle algo
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Al hacer su ofrecimiento á Sebastiana en el corral de la casa, habíaobedecido á los impulsos de una
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Estaba en la cocina de la casa, situada en el corral, bajo uncobertizo
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transformar los cóndores y las águilas enaves de corral
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Más lejos,cerrando el gran espacio por la izquierda, se veía el grueso y oscurobrocal del pozo con su horca y garrucha para la extracción del agua; elpalomar después, el corral de las aves y algunos chiqueros; al fondo y ala derecha, el campanario, o más bien el pilar de madera de cuyo brazocubierto con un tejadillo, pendía la campana; los graneros o almacenes,las caballerizas, el establo de las vacas y las otras dependencias
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las aves de corral
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las bardas del corral
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Además, en el corral mugía una vaca de repletas
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artístico jarrón de porcelana de Sevres para ponerleen el corral y
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aún dos horas que habíasalido del horno del corral; un queso
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fachadas al corral, enuna de las cuales, y no en su centro, estaba
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arrimadas escaleras paraasaltarlos de improviso por el corral de su casa
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José Isasa, que por huir de la persecucion,habia saltado por las tapias del corral, al que tambien hizo
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veces, primero en elencierro y después en el corral; pero nunca les pareció ni la mitad
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El amplio corral entre el cuerpo de la plaza y el muro de lasdependencias estaba
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A un lado del corral alzábanse edificios de ladrillo de un solo
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En el corral sólo se veían hombresvestidos de
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los banderilleros, guardando anchos espacios;y tras ellos, en pleno corral, pateaba la
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Parecía un ave exótica, un pájaro delParaíso caído en un corral, entre
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eincertidumbre, en el segundo corral, viendo ante ellos la pared yencontrando, al
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feroces, que,tranquilas en el corral, volvían a reanudar el último sueño de
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En el corral vio un grupo de aficionados presenciando las pruebas de lospicadores
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altura del cuello de un hombre limitabael corral por tres de sus lados
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las cuadras, montando una yegua asustadiza y brava, lahacía galopar por el corral para
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Sobre el apelmazado suelo de un corral, entre un cascarón de huevo y una hoja de rábano, cerca
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el corral y la huerta
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puso en conmoción todas las pajas y objetos menudos arrojados en el corral, la suspendió, ¡oh
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Pero el viento sopló más recio, y haciendo un fuerte remolino en todo el recinto del corral, la
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Desde allí ¡qué espectáculo! Abajo el corral con sus
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caer otra vez en el corral
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Desaparecieron corral, casa, aldea; la torre de la
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Cargué la maleta, y en un santiamén Don Alonso, Marcial y yo salimos porla puerta del corral
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Allí se producía un golpe de teatro: traídas por no sé qué vehículo, habían aparecido mujeres en traje de baile, con zapato de tacón y muchas luces en el pelo y el cuello, cuya presencia en aquel corral fangoso, orlado de pesebres, me pareció alucinante
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Una dehesa se distingue de un corral en muchas cosas, por ejemplo en el temple de las bestias que cobijan, que puede ser bravo o manso
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La tierra de la dehesa es más noble, o parece más noble, que la del corral
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La dehesa es buen escenario para la aventura y los lances peligrosos y de emoción, mientras que en el corral crecen el aburrimiento y la monotonía envueltos en su menesteroso polvo doméstico
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Las normas que rigen la vida de la dehesa vienen directamente de la ley natural y, por el rumbo contrario, los usos que gobiernan el latido del corral están escritos, con mejor caligrafía que sintaxis, en un reglamento
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En la dehesa pacen gloriosamente los toros de lidia y salta la caza gimnástica, y en el corral rumian las vacas de leche y se reproduce la malévola plaga de los conejos que, cuando les llaman de corral, por algo será
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En la dehesa dan sombra al suelo la encina y el alcornoque y el roble, y en el corral no vive ni la yerba porque se la comen las gallinas
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» Lo que ya no se ven son cigüeñas cruzando el cielo de Pareja; los pesticidas, los insecticidas y demás biocidas funcionan muy bien pero al revés: no ahuyentan las pestes pero matan los pájaros, diezman la caza, dejan escorados a los niños, aguachinan los espárragos trigueros, las setas de cardo y las collejas, envenenan las frutas y las hortalizas y joden los cangrejos de río y las bestezuelas del monte y del corral
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-Pues vayan todos al corral -dijo el cura-; que, a trueco de quemar a la reina Pintiquiniestra, y al pastor Darinel, y a sus églogas, y a las endiabladas y revueltas razones de su autor, quemaré con ellos al padre que me engendró, si anduviera en figura de caballero andante
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-Pues así es -dijo el ama-, vengan, y al corral con ellos
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Aquella noche quemó y abrasó el ama cuantos libros había en el corral y en toda la casa, y tales debieron de arder que merecían guardarse en perpetuos archivos; mas no lo permitió su suerte y la pereza del escrutiñador; y así, se cumplió el refrán en ellos de que pagan a las veces justos por pecadores
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Quiso la mala suerte del desdichado Sancho que, entre la gente que estaba en la venta, se hallasen cuatro perailes de Segovia, tres agujeros del Potro de Córdoba y dos vecinos de la Heria de Sevilla, gente alegre, bien intencionada, maleante y juguetona, los cuales, casi como instigados y movidos de un mesmo espíritu, se llegaron a Sancho, y, apeándole del asno, uno dellos entró por la manta de la cama del huésped, y, echándole en ella, alzaron los ojos y vieron que el techo era algo más bajo de lo que habían menester para su obra, y determinaron salirse al corral, que tenía por levantarle en alto y a holgarse con él como con perro por carnestolendas
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–Hay corral… Ahí tras la puerta está el paraguas
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Tener en sus manos aquellos botones, entrar los brazos en aquellas mangas galonadas, era más de lo que los pobres vagabundos del corral podían soñar