1.
Era tan hacendosa ytan corrida en el oficio, que la misma doña Lupe se sorprendía de verlatrabajar, porque despachaba las cosas en un decir Jesús, sinatropellarse
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Cuando se sentaron a la mesa, muy corrida ya la una de la
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cuanto aquí hemosmentado, si bien el autor lo refiere de corrida, sin detenerse
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También el 24 de Junio del citado año de 1477, hubo corrida en la plazade San
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procesiones, se corriesen sortijas,celebrándose justas y una corrida de diez toros,
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más, a todoel correr dellos, se vuelven a encontrar; y, en mitad de la corrida, seencomiendan a
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Se lidian ocho del Duque en corrida de beneficencia
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durante la corrida, y el alguacilillo vestido como losque
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con la tinta corrida y elpapel humedecido por los aguaceros:
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Y llanto al navegante en su corrida,
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Los indios al encuentro de corrida
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gesticulación los incidentes de la corrida de novillos deaquella
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corrida de la tarde
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dudarlo; eran pisadas humanas, biendistintas de la corrida de la liebre por entre las hojas, o de
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plana, ó cubierta corrida
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Era ya bien corrida la una de la tarde cuando volví a cabalgar
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El resto de la corrida apenas llamó la atención
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vecinos las proezas de losforasteros, y terminada la corrida emprendían la vuelta a la
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en las cuadras, proporcionándolesademás el deleite de presenciar una corrida de
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Todo el barrio de la Feria acudió en masa a la corrida con un fervorbullicioso y
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¡Ay, estos días de corrida, días de fiesta, en los cuales el cieloparecía más hermoso
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La corrida fue un éxito ruidoso para Gallardo
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Y reía, tras una noche decansancio en el tren, recordando esta corrida
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por bárbara y sangrienta la corrida de toros, y en nombrede la misma civilización se
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«nazareno» con las mismas atenciones que un vestido de lidia entarde de corrida
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La gente sólo hablabade la muerte del Plumitas y de la corrida de
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al no encontrar billetes para la corrida en el despachode La Campana, ansiaba
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Permaneció Gallardo gran parte de la corrida en el estribo de labarrera
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La corrida fue un fracaso para Gallardo, y en las tertulias de losaficionados se habló
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por un recuerdo caprichoso de la suerte,conseguía una corrida de novillos en un lugar
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Quedábase el tabernero entre barreras durante la corrida, animando alespada con su
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Pero le veía ahora como siempre, y en la corrida le
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corrida desde el «palco de los perros», una puerta conreja situada junto a los toriles,
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movimiento de la gente que iba a la corrida
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presenciando la corrida invisible
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Desmontábanse los jinetes, hablando con animación de los incidentes dela corrida
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aumentaba el interés de la corrida
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Aún estaba la corrida en su primera mitad, y no
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estepárrafo diciendo que pronto empezaría la corrida en los campos debatalla, y exclamaba:
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Noestaba ésta corrida del todo
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en cuestión se celebrara después del segundo anuncio de cruzada, es decir, en 1455, bajo el papado de Calixto III, con lo cual habría pasado tiempo suficiente (casi dos años) para que la triste suerte corrida por Joan de la Via y Pere Julià
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Y luego, de corrida y sin parar, les contó de la suerte que quedaba, las aventuras que le habían sucedido y cómo llevaba la carta a la señora Dulcinea del Toboso, que era la hija de Lorenzo Corchuelo, de quien estaba enamorado hasta los hígados
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Juntos, eran algo así como una corrida de toros en medio de un fiordo helado, corrida en la que Vázquez Díaz hacía de toro, de público, de caballo y torero a la vez
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Expectación en el mundo literario, pero mucho mayor en el taurino, aquel público madrileño que se la tenía jurada al torero por algún feo gesto que éste le dedicara en una tarde de corrida
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La cortina estaba corrida
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A las ocho y ocho minutos es ya de noche, y de todas formas la cortina estaba corrida
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Don Suero, de quien todo había aprendido y siempre estaba con él, en la corrida ejercía de padrino o, lo que es lo mismo, de ángel de la guarda, y en aquellos instantes ocupaba su tiempo vigilando a los criados que preparaban las jacas que iban a utilizar aquella tarde, las cuales, sin menoscabo de la verdad, podía decirse que toreaban solas
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Una ejecución triple como aquélla se equiparaba a una buena procesión de la Semana Santa, a una corrida de toros o a un buen juego de cañas
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Se vivía atemorizado porque justo cuando se repartía, podía resonar la sirena y adiós a la porción de sopa, había que dejar todo y emprender la corrida
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emprendiendo una corrida que a todos parece extraña;
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Salieron a felicitarle y a ofrecerle ramitos de flores las chicas guapas del pueblo; huelgas y merendonas tenían dispuestas los calificados, y por la tarde corrida de toros en la plaza
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Conforme en ello Urdaneta, se metieron por calles y travesías [148] buscando la soledad, que fácilmente encontraron, por estar todo el golpe del vecindario en la corrida
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Desde aquel momento, la pizpireta Eufrasia, ya muy corrida en noviazgos, según nos revela la cháchara transcrita, puso sus ojos, amparada del abanico, y con sus ojos su alma toda, en un palco frontero donde apareció Emilio Terry, objeto efectivo de sus ansias amorosas
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Brunton abrió entonces el arca, le entregó a ella el contenido, presumiblemente, puesto que nada se ha encontrado, y entonces… ¿qué ocurrió entonces? »Qué rescoldos de venganza se convirtieron de pronto en llamaradas en el alma de aquella apasionada mujer celta, cuando vio que el hombre que la había agraviado, acaso mucho más de lo que él pudiera sospechar, se encontraba en su poder? ¿Fue una casualidad que el madero resbalara y que la piedra encerrara a Brunton en lo que se había convertido en su sepulcro? ¿Era ella tan sólo culpable de haber guardado silencio respecto a la suerte corrida por él? ¿O bien un golpe repentino asestado por su mano había desviado el soporte y permitido que la losa se asentara de nuevo en su lugar? Fuera lo que fuese, a mí me parecía ver aquella figura femenina, agarrando todavía el tesoro recién hallado y subiendo precipitadamente por la escalera de caracol, mientras tal vez resonaban detrás de ella gritos sofocados y el golpeteo de unas manos frenéticas contra la losa de piedra que estaba privando de aire a su amante infiel
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La «Venta de los Majarones», aterrizaje forzoso de las tres de la mañana, el patio amplio para la corrida del alba, Salvador haciendo de toro, con dos cuchillos de cocina por cornamenta, y cuatro mujeres dándole pases de todas las marcas: la excitación de aquellos cuerpos desnudos en las distintas posturas de los lances y, alguna vez, el rasguño; entonces el hilillo de sangre ponía el pulso destemplado…
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Tuve también un pensamiento intrigado hacia la suerte corrida por Sullivan, pero eso fue recién cuando llegué a mi casa
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La cena se servía a las nueve en una gran mesa corrida a la luz de los candelabros
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A mayor abundamiento, en aquella época del 70 se le desarrolló de tal modo al Delfín la afición a los toros, que no perdía corrida, ni dejaba de ir al apartado ningún día y a veces se plantaba en la dehesa
59.
Otro final catastrófico adicional podría haber sido la muerte por inanición, que fue la suerte corrida por la guarnición japonesa abandonada a su suerte en la isla Wake durante la Segunda Guerra Mundial, y que quizá se pudo ver acentuada por una sequía, un tifón, un tsunami o algún otro desastre medioambiental
60.
Las indicaciones que había al dorso del papel formaban un escueto jeroglífico cuya comprensión dificultaba la tinta corrida
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La mejor prueba para esta interpretación es la suerte corrida por los mercenarios griegos, que literalmente fueron sorprendidos a contrapié y que, imposibilitados de cualquier retirada, tuvieron que plantar cara y luchar
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–¿La corrida ha estado a la altura de la expectación creada?
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Entonces yo colgué y les dije a Robbie y Ronnie que me indicaran cómo llegar a la casa de Jack y ellos dijeron que lo más probable era que me perdiera y que ni se me ocurriera pasar la noche allí pues mañana rodábamos a primera hora y que lo más probable era que ningún taxi me quisiera llevar, Jack vivía cerca de Monrovia, en un bungalow que se estaba viniendo abajo de viejo y descuidado, y yo les dije que pensaba ir esa noche costara lo que costara y Robbie me dijo coge mi Porsche, te lo dejo con la condición de que mañana estés a la hora convenida, y yo les di un beso a Robbie y a Ronnie y me subí al Porsche y comencé a recorrer las calles de Los Ángeles que en ese preciso momento comenzaban a caer bajo la noche, bajo el manto de la noche como en una canción de Nicola Di Bari, bajo las ruedas de la noche, y no quise poner música aunque Robbie tenía un equipo de CD digital o láser o de ultrasonidos francamente tentador, pero yo no necesitaba música, me bastaba con pisar el acelerador y sentir el ronroneo del coche, supongo que me perdí por lo menos una docena de veces, y pasaban las horas y cada vez que le preguntaba a alguien por la mejor manera de llegar a Monrovia me sentía más liberada, como si no me importara pasarme toda la noche en el Porsche, en dos ocasiones hasta me descubrí cantando, y por fin llegué hasta Pasadena y de ahí tomé la 210 hasta Monrovia y allí busqué durante otra hora la calle donde vivía Jack Holmes y cuando encontré su bungalow, pasada medianoche, estuve un rato en el coche sin poder ni querer salir, mirándome en el espejo, el pelo revuelto y la cara descompuesta, la pintura de los ojos corrida, la pintura de los labios, el polvo del camino pegado a los pómulos, como si hubiera llegado corriendo y no en el Porsche de Robbie Pantoliano, o como si hubiera llorado durante el camino, pero lo cierto es que mis ojos estaban secos (tal vez algo enrojecidos, pero secos) y que las manos no me temblaban y que tenía ganas de reírme, como si me hubieran puesto alguna droga en la comida en la playa, y sólo entonces me diera cuenta de que estaba drogada o extremadamente feliz y lo aceptara
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Uno de ellos hablaba inglés, pero para gran preocupación de Helen, había oído todo lo relacionado con el buque y la suerte corrida por la tripulación
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La sola y única Araña usaba una red de caminos, yendo de arriba abajo, de modo que la Casa entera era una sonora tela hilada y ejecutada por la ferozmente veloz Arach, que aparecía durante un instante junto a los recipientes de vino, y al siguiente, con una corrida vertical, en el altillo visitado por la tormenta, mientras tejía las redes y reparaba los hilos, veloz y silenciosa
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En la primera Plutón tenía determinada posición y en la siguiente corrida una ligeramente distinta
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Había corrida una pantalla de protección en torno a la cama en que yacía Rudi con un tubo de caucho sujeto a su brazo; se estaba terminando la última de las transfusiones de sangre para reponer la que había perdido
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Había ido a verlo al apartado -donde se ha procedido a separar los toros para la corrida de la tarde-, y su mirada se había cruzado con la de Lentejillo
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La banda tocaba sones, el sol Los 40 principales; la corrida aún era joven
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–¡Gonzalo! Sí, por supuesto, deberíamos haberle telefoneado antes, pero con la corrida y el lío de la habitación se me ha pasado por completo
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Las miradas de aplauso de todos los reunidos iban de un médico al otro; aquello se parecía bastante a una corrida de toros, cuando el matador que quedó bien y es llamado a los medios, se lleva consigo al compañero que tuvo menos suerte con el ganado y no quedó tan bien
72.
La corrida había terminado y los espectadores empezaron a dispersarse
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La indolencia de los trabajadores y la atracción de la corrida había terminado con las buenas intenciones
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Al doloroso vacío causado por la muerte de su hermano se sumaba la ansiedad por la suerte corrida por su hermana
75.
El gordo no prestó más atención que Spade a la suerte corrida por el vaso
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Ni siquiera conocíamos la suerte corrida por Alfonso, aunque mi esposo había despachado mensajeros para que nos trajeran noticias, pues no pensábamos más que en capturar al responsable a nuestros ojos de tanta villanía
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A diferencia de los demás objetos, no dejó la hoja en la mesita de noche, sino que la colgó en la cortina corrida justo antes de leer las últimas treinta y cuatro páginas de El hombre que silbaba
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Cuando ocupábamos un pueblo y los hombres salían, pálidos y fláccidos, de sus escondites; y los curas, con las sotanas que colgaban de su cuerpo como de una percha, tanta era la delgadez a la que los había reducido el miedo; y las mujeres de los ricos, con sus ojos grandes en los temerosos rostros afilados, y señoritos y mujeres salían como para asistir a una corrida de gala; y los curas, prestos a dar la extremaunción a todos los republicanos que la quisieran… Cuando veía, como un día en Zaragoza a las puertas del Gran Hotel, a la gente agolpada, y yo creía que habría una fiesta de gala cuando en realidad iban a ver desfilar a los prisioneros que serían ejecutados, un centenar de hombres atados con cuerdas de tres en tres, rodeados por moros con los fusiles en ristre y en cabeza un oficial con una pistola de cañón largo en la mano y un cura con la estola puesta; entre los prisioneros había también muchachos muy jóvenes que al andar tropezaban como sonámbulos y el paso firme de los demás condenados los arrastraba a tirones en aquella marcha; cuando veía todas estas cosas, sólo el pensar en que los republicanos podían volver, aunque no fuera más que por unas horas, me servía de amargo consuelo
79.
Una guerra civil, no obstante su atrocidad, es una especie de hora de la verdad (los españoles llaman «hora de la verdad» al momento crucial de la corrida)
80.
Pasó por sobre el cuerpo de una muchacha dormida; vestía sólo un calzón, y tenía el pelo enmarañado, corrida la pintura de los labios y una expresión tensa y desdichada en los pliegues de la frente
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[59] La suerte fatal corrida por Cook: la brillante carrera de exploración del capitán James Cook llegó a su fin el 14 de febrero de 1779, cuando resultó muerto en una trifulca con el pueblo de la bahía Kilakekua en las Islas Sandwich
82.
Y en prueba de ello, me saltaré las de la puesta de largo de la nena en el Liceo, las del viaje a Venecia y las de la corrida goyesca que tuve el honor de presidir
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Yo lo vi hace unas horas en la corrida de toros
84.
Y luego, de corrida y sin parar, les contó de la suerte que quedaba, las aventuras que le habían sucedido, y cómo llevaba la carta a la señora Dulcinea del Toboso, que era la hija de Lorenzo Corchuelo, de quien estaba enamorado hasta los hígados
85.
Scarlett, aun antes de estar completamente repuesta, se dio cuenta de la obsesión de Rhett con la pequeña y se sentía algo corrida y azorada ante su entusiasmo por ella delante de la gente
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La imagen provocó en David un sentimiento de cólera y resentimiento tan profundo como el que había experimentado en la corrida de toros de Madrid
87.
En el reverso, una inscripción corrida escrita con estilográfica —entibes, enero de 1974— precedida de un mensaje escrito en francés:
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Las inscripciones de la barcaza estaban hechas con esmero, en cambio ésta denotaba precipitación y desidia, con mucho goteo y pintura corrida
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–Tiene usted levemente corrida la media, señorita -dijo el poeta y con el dedo índice, suavemente, recorrió el desperfecto en su longitud
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Su primera corrida de contrabando, y el piloto Dorado que se adhirió a su curso como una sanguijuela, riéndose de ella en la pantalla del intercomunicador
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Había sólo una nave en el campo ahora, vista contra un fondo de enanas rojas y nubes de polvo interestelar: una llama azul de fusión -en realidad luz amarilla de helio corrida al azul- chispeaba por los bordes
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Una hora después, el impulsor del enemigo estaba produciendo un resplandor estable: el rojo de la emisión del berilio corrida al azul
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Espacio interior entre dos cubiertas y la fila o andana de cañones, que había en los navios en cubierta corrida de proa a popa
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Tiene el sentimiento de superioridad de los judíos tan desarrollado que cree que la única sensación que puede sacar de la corrida es la del aburrimiento
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Se está vistiendo para la corrida
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Durante la corrida miré repetidas veces a Mike, Brett y Cohn con los gemelos
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Yo estaba el día de su presentación como matador de toros en Madrid y le vi, el primer año que se presentó en Valencia, en una corrida en competencia con Juan Belmonte, que había salido de su retiro, llevar a cabo dos faenas, tan hermosas y sorprendentes, que todavía puedo recordarlas, pase por pase
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La acción de los picadores en la arena y el trabajo de los toreros encargados de protegerlos con su capa cuando son desmontados constituyen el primer acto de la corrida
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Es la parte más pintoresca de la corrida y la que prefieren los espectadores cuando van por vez primera a los toros