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todas en la testa del dragón
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Y tiene todavía largos días por delante pues “el Dragón le
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enfrentarse al dragón en última instancia
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alas azules, y echaría fuego por la garganta, convertido en dragón
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¡Andar así,llevados en las alas del tren, que algo tiene siempre, para las almasjóvenes, de dragón de fábula, era tan dulce, tan entretenido
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Dragón Hay Tantas Versiones Como Lugares De Veneración
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Estaba Siendo Aterrorizada Por Un Colosal Dragón
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Tenía su pie sobre el cuello de un dragón al que
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«¡Quién será el dragón que ha querido birlarlos la
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dragón, con la cara llena de pecas, los ojos negros y el pelorojo, á quien por mi mal
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El piloto de El Dragón
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defunción de mi tío, y El Dragón el nombre delbarco en donde había navegado Juan de Aguirre,
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El Dragón era de una Sociedad franco-holandesa para la trata denegros, que tenía sus
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El Dragón era un buenbarco, un barco seguro, en el que uno se podía confiar, con unaarboladura
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Dragón no se verificaban operaciones con elsextante
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Estábamos haciendo nuestras señales, cuando en un botese acercaron a El Dragón dos
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Dirigía a los holandeses Ryp, el cocinero de El Dragón, un hombre quetenía todo el cuerpo
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muchacho se lohabían encontrado en El Dragón un día a bordo, al pasar por SantaElena
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El Dragón entraba en el río despacio, navegando sólo con las velastriangulares del foque y
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Al día siguiente el vómito negro se desarrolló en El Dragón con unagran violencia; uno de los
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De pronto, El Dragón se detuvo y se puso a oscilar
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Yo rae llamo desde ahora Juan de Aguirre; y si tú quieresentrar en El Dragón
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Dejé salir La Maribeles, y unos días después iba a Batavia y entrabaen El Dragón con una
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peligros que corría al entrar en El Dragón
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Entre los cuarenta tripulantes que íbamos en El Dragón, los había detodas clases: desde tipos
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embarcándole en El Dragón
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Por lo que dijo Allen, los dos blancos eran, uno, Ryp Timmermans, elcocinero de El Dragón,
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Es unbramido en alemán como los que suelta el dragón
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El fácil triunfo obtenido sobre el mozo del forraje en la puerta de laMuralla, había envalentonado al calesero, el cual quiso entrar en elpaseo por la orilla de la Zanja; pero se lo impidió el dragón con lanzaen ristre
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muerto hacíamuchos siglos; el dragón había muerto
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de las celestialesmilicias, con su dragón debajo, un dragón que parecía araña, en cuyatenazuda
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colocó en el establecimiento de coches de la posadadel Dragón, con cuyo dueño tenía amistad
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Uno por uno, los demás se hicieron un corte y dejaron que su sangre goteara en el cuenco que contenía los fluidos vitales del extraño dragón marino
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Aguardó el Dragón con la paciencia de quien mide el tiempo por centurias, no por minutos
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El coronel Oswal comparó en una ocasión la mueca de un dragón a la del zorro un segundo antes de saltar sobre la gallina
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El monumental Dragón mostró su aquiescencia torciendo el sinuoso, interminable cuello
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El Dragón emitió un resoplido, del que surgieron pequeñas volutas de humo
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El Dragón, que se había mantenido al margen, optó por intervenir
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La idea de surcar el cielo sobre la grupa de un legendario Dragón abrumaba a Huma
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El Dragón flexionó las alas -lo que suscitó cierta zozobra en caballeros y caballos-, y rehusó con gran cortesía
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El que todavía se conservaba incólume representaba a un Dragón Plateado, mientras que el fragmento reproducía las características de un Dragón Dorado
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Toda su pericia no pudo impedir que las fauces del Dragón lo atenazaran, tragando en el proceso incontables objetos
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La primera idea que cruzó su mente fue que el acero había quedado incrustado en la mandíbula del Dragón moribundo
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–Por el Dragón de Platino, ¿qué está ocurriendo aquí?
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Aunque pareciera inconcebible, casi había olvidado al perverso Dragón de la caverna
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Poco después del incidente, el joven anudó la silla a la grupa del Dragón
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Pasaban los días y el Dragón no regresaba
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Pero al menos el Dragón es lo bastante sabio para no meternos a todos en aprietos
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Incluso, siendo la previsión una regla de oro, a alguien se le ocurrió sujetar el arma de empleo terrestre a los arneses del Dragón Plateado de Huma
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Un Dragón Dorado se perfiló tras una de las torres y descendió hasta el patio
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El Gran Maestre hizo entonces algo que no tenía precedente en la historia de la entidad: hincó la rodilla y rindió homenaje no a aquel dragón en particular, sino a todos los de su especie
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Era un Dragón Plateado
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Cabizbajo, con los ojos entelados, el Dragón imploró:
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La partida del Dragón hacia ignotas alturas demostraba que había una salida en un nivel superior
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Mientras perecían alrededor del caballero, el Dragón Plateado se materializó de nuevo y voló hacia él
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–No -le corrigió el Dragón Plateado-
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En medio de los vaivenes, las estatuas se segmentaron, sobrevino un alud de guijarros y un ala de la estancia se desgajó del resto y se precipitó rumbo a las profundidades, obstruyendo los bloques sobrantes el conducto que utilizaba el Dragón para circular
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Se terminaron las chanzas, las pupilas del adversario lo ojearon con nueva intensidad, como si lo escudriñaran de buen principio, y los dos correosos apéndices se desplegaron en lo que al observador guerrero se le antojó la ansiedad de un dragón común
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Parecían las garras de un inmenso dragón verde, curvadas sobre la carretera, dispuestas a arrojarse so-bre nosotros si dejábamos de cantar un solo instante
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Luego alguien me puso la botella de vino en la mano y cuando eché la cabeza hacia atrás para beber, vi que el dragón había pasado y que la luna me miraba desde arriba, blanca como la cabeza de una seta recortada contra la oscuridad del cielo
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Un antiguo puente en ruinas y totalmente en desuso cruzaba el río hasta el pórtico de la estación, en la otra orilla, abierto igual que las negras fauces de un dragón inmóvil y expectante, cuyas infinitas hileras de colmillos largos y afilados se desvanecían en las tinieblas de su interior
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Las cúspides de las torres de Jheeter’s Gate asomaban entre la niebla dibujando la cresta de un dragón dormido en una nube de su propio aliento
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En el mismo instante el dragón se lanzó al ataque, pero mi brusca llegada debió tomarlo por sorpresa, pues desvió su dirección y volvió a levantar el vuelo
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Se sentó en el sofá y cogió un negro cojín de seda con la figura de un dragón bordada
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Sobre la entrada de la rue de Rennes hay un balcón sostenido por un dragón de hierro
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Hubo tiempo antes de pasar bajo las alas del Dragón de encontrar a mi enemigo una y otra vez, pero no lo vi y mi escondite ahora no estaba lejos
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Las grandes puertas de la rue du Dragón estaban cerradas
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–¡Atención! – dijo dirigiéndome una terrible mirada- tienes en la frente la huella de la garra del dragón, y Yue-Laou lo sabe
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Recuerda que tienes la marca de la garra del dragón en la frente
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–¡Ah! ¿no sabes que los que tienen la marca de la garra del dragón son seguidos por Yue-Laou para bien o para mal y que el mal significa la muerte si lo ofendéis?
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Dichos platos poseían nombres exóticos que encantaban a mi madre: «La lucha entre el tigre y el dragón», «Pollo a la concubina imperial», «Pato picante en salsa», «Dorados pollitos que graznan al amanecer»… Mi madre acudía a la casa con frecuencia, y solía comer con la familia mientras contemplaba por la ventana el huerto de ciruelos, almendros y melocotoneros que en primavera se extendían como un océano de flores blancas y rosadas
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Si bien no niega la existencia cierta de zorros, Wei Hei sostiene que la vida de estos animales es perfectamente anodina y que no se diferencia mucho de seres tan poco milagrosos como el perro o el dragón
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El líder elfo se volvió en dirección al campamento y apuntó con la espada mientras daba inicio a la batalla con un grito de guerra que resonó entre las colinas como el rugido de un dragón
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«Arrancarás los dientes al dragón, y pisotearás los leones, ha dicho el Señor
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Y la señora Boynton era el dragón
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Un dragón cuya repentina amabilidad resultaba,
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Apenas llegó, cuando se oyeron sonar las trompas y los tam-tam y se presentaron numerosos soldados que agitaban banderas blancas en las cuales estaban pintadas de rojo, sendas figuras representando el sol, el elefante, el tigre, el dragón y otros animales
78.
Ningún ciervo ni ningún león podían competir con la majestuosidad de un dragón volando
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Eres el primo de un jinete de Dragón, y deberías hacer bien tu papel
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A continuación algo se movió en el interior de la esfera, como un dragón dormido estirándose, y una «presencia» penetró en su mente, barriendo sus defensas como si fueran hojas secas en una tormenta de otoño
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Sobre el cuero había un puñado de huesos del tamaño de un dedo, cada uno con un símbolo diferente dibujado en cada faceta: eran las tabas de un dragón, con las que había leído el futuro de Eragon en Teirm
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Espina había volado en círculos, cada vez más alto, mientras el rey Orrin y sus hombres salían al encuentro de los soldados, pero ahora el dragón flotaba inmóvil en el cielo, a medio camino entre los soldados y el campamento, y la voz de Murtagh, amplificada con la magia, resonaba por todas partes:
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Una lluvia de sangre de dragón cayó sobre Eragon y Saphira
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¿ Qué importancia tenían un dragón y un Jinete en comparación con las despiadadas exigencias de la voraz criatura de múltiples bocas cuya hambre se esforzaban por saciar?
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El dragón dorado apoyó la cabeza de lado sobre los pies para mirar mejor a Eragon
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Eragon frunció el ceño y volvió a dirigirse al elfo y al dragón dorado
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En estado salvaje, un dragón conoce su eldunaria través de uno de sus mayores cuando tiene edad suficiente para comprender el uso que tiene
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De esa manera, un dragón no se transferirá a su corazón de corazones sin conocer las consecuencias de ese acto
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Los primeros años de relación entre un dragón y un jinete son cruciales para establecer una relación sana entre ellos, y los Jinetes descubrieron que es mejor esperar a que ellos y los dragones que se habían unido recientemente se hubieran familiarizado bien el uno con el otro antes de informarlos del eldunarí
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De otra forma, en la locura e insensatez de la juventud, un dragón puede decidir vomitar su corazón de corazones simplemente para impresionar a su Jinete
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Un dragón no debe tomarse a la ligera el separarse de su conciencia, porque eso puede modificar cómo vivirá el resto de su vida, aunque ésta perdure durante mil años
92.
—¿No hay ninguna manera de que un dragón se defienda a través de su eldunarí? —preguntó Eragon
93.
Cuando su cuerpo fallaba, un dragón podía caer presa del pánico y refugiarse en su eldunarí
94.
O si un dragón había vomitado su corazón antes de que su cuerpo muriera, no tenía más opción que continuar aguantando
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El dragón dorado dijo:
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Eragon sintió un gran dolor en la espalda y cayó sin sentido junto a la cola del dragón
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Por eso no eres un dragón
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Pasó volando junto al dragón, cogió a Zar'roc y se fue, indignado, mientras se la ataba al cinto
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—Si crees que le puedes decir a un dragón lo que debe y no debe hacer, tienes mucho que aprender
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¡Mientras el dragón se come un ciervo!