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hércules frases de exemplo
hércules
1. Entrelas obras, que enriquecieron á la literatura española de esta época,cuéntanse las traducciones de Virgilio y del Dante, y una titulada Lostrabajos de Hércules, de la cual no se sabe con certeza si estabaescrita en verso, ó si era sólo un drama mitológico en prosa
2. Dice en ella que ha puesto á sucomposición el nombre de comedieta, atendiendo á los tres diversosnombres de tragedias, sátiras y comedias, que dan los poetas á estaclase de obras: que tragedia es la poesía que refiere la caída degrandes reyes y príncipes, como Hércules, Priamo, Agamenón y otros, cuyavida fué tranquila al principio y en su mediación, pero que al finterminó tristemente, como se ve en las tragedias de Séneca el Joven y enel libro de Bocaccio, titulado De casibus virorum illustrium: quesátira se llama la que escribe el poeta con el nombre de sátiro,criticando con calor los vicios y alabando la virtud; y que se denominacomedia la que trata de aquellos hombres, que comenzaron á vivir contrabajos, y después hasta su muerte fueron dichosos, como las escritaspor Terencio y por el Dante en su libro, en el cual cuenta haber vistoprimero los dolores y sufrimientos del infierno, después el purgatorio,y por último muy contento y feliz el paraíso
3. Cuatro doncellas, la Muerte, Abraham, Absalón,Alejandro, Hércules, los cuatro Evangelistas, las cuatro Estaciones delaño, Jesucristo, etc
4. accedía en los tiempos pasados a la llamada Cueva de Hércules
5. "Hércules, Sansón, Maciste, dame tu fuerza y gano la injusticia! Don Quijote, Orlando, dame tu valor y emprenderé la más hipócrita! Ulises, arrogante y astuto aventurero, dame tu sagacidad y yo te amo, y debajo de la basura!" Los árboles y prados de hierba escuchaban silencio mis peticiones atractivos: cuántos otoños habían matado y cuántos años habían disfrutado! cuánto clorofila había producido sus talleres
6. Llámase barco de la hora el primero, porque en esteespacio de tiempo, y hasta en cuarenta minutos algunosdías, si el viento es de popa, cruza las tres leguas quemedian entre la antigua villa del Duque de Arcos y laantigua ciudad de Hércules
7. estatuas, una de Hércules y otra de Julio César, las cualesdieron nombre al paseo, que
8. los Hércules, se reformaron algunos asientosde la entrada, intentándose plantar un
9. laenergía de la actitud, daban envidia a los de Hércules
10. Hércules, cuando ahogó a Anteo, el hijo de la Tierra, entrelos brazos
11. Hércules, el de los muchos trabajos, se cuenta quefue lascivo y muelle
12. entre los brazos yle ahogó, acordándose entonces de la muerte que dio Hércules a Anteón,aquel
13. antes de la fundación de Cádiz y de la venida de Hércules fenicio,que erigió sus
14. es una traducción argentina de laquijada de Sansón, el Hércules hebreo; pero Facundo
15. A tantos, pues que Hércules el griego
16. unos, del deuna hija de Hércules, a quien Julio César la
17. poseía laconstitución de un verdadero Hércules: alto, grueso,
18. —¡Por la cabeza de Hércules! No tiene ni un solo arañazo en la cara
19. —Pero lo más raro es que, arrastrado por su imaginación potente, lacual es como un Hércules
20. y es la tal empresa larepresentación de las columnas de Hércules, con esta letra: Plusultra;
21. su punto de reunión en un banco de laAlameda de Hércules, y para regocijo de
22. las luchas de las Amazonas contra Hércules y Teseo
23. Acaso la comparación con Hércules
24. Hércules Poirot se encogió de hombros con gesto de desesperación
25. —¿Por qué le hice caso? —se quejó el marqués con el aire de un Hércules traicionado por su única debilidad
26. En el umbral de la puerta se detuvo, retirándose un poco para dejar pasar a Hércules Poirot
27. La señora Folliat estaba en el gran salón, hablando con Hércules Poirot
28. Hércules Poirot se quedó atrás, con los ojos muy abiertos y las cejas levantadas
29. Hércules Poirot frunció el ceño; luego dio un golpe con la mano en el brazo del sillón
30. -Señora mía, sabrá la vuestra grandeza que todas o las más cosas que a mí me suceden van fuera de los términos ordinarios de las que a los otros caballeros andantes acontecen, o ya sean encaminadas por el querer inescrutable de los hados, o ya vengan encaminadas por la malicia de algún encantador invidioso; y, como es cosa ya averiguada que todos o los más caballeros andantes y famosos, uno tenga gracia de no poder ser encantado, otro de ser de tan impenetrables carnes que no pueda ser herido, como lo fue el famoso Roldán, uno de los doce Pares de Francia, de quien se cuenta que no podía ser ferido sino por la planta del pie izquierdo, y que esto había de ser con la punta de un alfiler gordo, y no con otra suerte de arma alguna; y así, cuando Bernardo del Carpio le mató en Roncesvalles, viendo que no le podía llagar con fierro, le levantó del suelo entre los brazos y le ahogó, acordándose entonces de la muerte que dio Hércules a Anteón, aquel feroz gigante que decían ser hijo de la Tierra
31. Pero la peña era bastante grande y estaba lo suficientemente adherida a su cimiento artificial, para que la pudiesen arrancar fuerzas humanas, ni aun las del mismo Hércules
32. En la biblioteca, cuando Hastings salió involuntariamente al jardín, llevado por Hércules Poirot, el pequeño detective cerró las puertas de la galería y centró su atención en Lucia Amory
33. Hércules Poirot se quedó parado un momento y lo siguió con la mirada
34. - Éste es el método de Hércules Poirot - anunció
35. El señor Hércules Poirot era mi huésped y, muy
36. El señor Entwhistle se hallaba dispuesto a contestar cualquier pregunta, pero durante unos momentos Hércules Poirot no le hizo ninguna
37. La única excepción era Hércules Poirot, que estaba lleno de ellas
38. Las cejas de Hércules Poirot se alzaron cuando le presentaron la tarjeta del inspector Morton, de Berkshire
39. Hércules Poirot tomó un sorbo de su café, y con los párpados entornados fue haciendo apreciaciones
40. NO fue hasta casi una hora más tarde, cuando el señor Entwhistle, después de muchas conversaciones con inspectores y demás, pudo al fin hablar con Hércules Poirot
41. Hércules Poirot hallábase sentado en la glorieta de estilo victoriano
42. Pero escuche a Hércules Poirot
43. En aquel momento apareció Hércules Poirot
44. Nadie mejor que Hércules Poirot lo comprende
45. Hércules Poirot puso en marcha la puerta giratoria, que le llevó al interior del pequeño restaurante
46. Hércules Poirot tenía delante una hoja de papel en la que estaba haciendo unas anotaciones
47. Mientras mordisqueaba delicadamente una pasta y sostenía sobre las rodillas una taza de té, Hércules dejó que la conversación se hiciera más confidencial entre él y la señorita Leatheran
48. Hércules Poirot acudió en su ayuda
49. —La situación es en extremo delicada, señor Hércules Poirot
50. Hércules Poirot inclinó hacia atrás la cabeza y casi cerró los ojos cuando habló, las dudas acerca de su buen estado mental cruzaron de nuevo por el pensamiento de Harold