1.
las dudas subsistentes, la situación de peligro inminente había pasado ya
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en las sienes, señalaron su inminente alejamiento
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luchador debía mantener su guardia en alto, el golpe inminente, la mirada vacía
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Barreiro creyó entonces tener el triunfo en sus manos, mientras los patriotas experimentaron la angustia de una derrota inminente
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el inminente corcel del Cid campeador
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Había seres que eran merecidos de inminente admiración pública
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polvorienta, en estado de inminente ruina, ysin maderas en los vanos de las puertas y
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tienda y, con riesgo inminente de la vida, había detenido loscaballos del carruaje en
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desesperación, en fin, y, sobre todo, paraconjurar el inminente
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El peligro inminente reavivólas energías de los defensores de la trinchera, y el
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En las grandes ascensiones, el peligro es inminente muchas veces y ácada momento se expone uno á la
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de la inminente realidad
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desgraciada y previendo una ruina inminente, pues su
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en el que la nutricion estáparalizada, y es inminente, si ya no ha comenzado, la
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tratamiento de las caquexias y de lasafecciones especiales de una gravedad inminente:
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Su llegada al país era inminente
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Reinaba en el grupo un ambiente más tenso que antes, cuando la misión no era inminente
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Únicamente ellos no dieron la bienvenida a los recién llegados, aunque la expresión de sus caras denotaba su alivio ante la inminente partida
19.
¿Qué tienen en común la vida recogida y silenciosa de los esenios y el ardor profético de Juan que, con el espíritu de un Elias, o de un Amos, anuncia como inminente el juicio de Dios y denuncia los escándalos de la corte?
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Ahora, esperan una intervención divina, que consideran inminente, y rezan todo el día para que se produzca pero, a fuerza de permanecer en sus grutas subterráneas mientras tantas cosas ocurrían fuera, creo que se han vuelto locos
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Y que la aniquilación fuera inminente, algo que no podía imaginarse sino en las riberas del mar Muerto, a trescientos pies bajo el nivel del mar, entre un lago de aguas amargas y aprisionadas y desolados arrecifes, desnudos, vacíos y amenazadores
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Huma solía recordar las palabras de Crynus referentes a la virtual derrota de su hermandad y la inminente rendición de Vingaard
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De ese modo se irguió frente a él, en la forma y el color exactos del acontecimiento inminente
24.
Feli le dice que es porque la inminente muerte de María José le está poniendo frente a su propia vida, pero a él esa explicación no le resulta suficiente
25.
Pero se hablaba sobre todo del efecto de mis palabras, y en especial de aquella carta que le hice llegar a Tallien en la que le anunciaba mi inminente subida al cadalso
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Tan segura estaba que, al tener noticias de la inminente llegada de Napoleón a las costas francesas, se puso en ruta hacia Lyon con ánimo de salir a su encuentro y acabar con todas sus suspicacias
27.
Sandoval lo miró, con la displicente impaciencia de quien tolera que el cartero le toque el timbre pidiéndole una colaboración por la inminente Navidad
28.
La institución de un estado griego independiente era ya inminente
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No duermo, mis clases se resienten de ello y no consigo olvidarme del inminente juicio
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Zaphod le gritó que cerrara el pico, pero su voz se perdió en el estruendo de su inminente destrucción, que con toda razón consideraban inevitable
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Curiosamente, los delfines conocían desde tiempo atrás la inminente destrucción del planeta Tierra, y realizaron muchos intentos para advertir del peligro a la humanidad; pero la mayoría de sus comunicaciones se interpretaron mal, considerándose como entretenidas tentativas de jugar al balón o de silbar para que les dieran golosinas, así que finalmente desistieron y dejaron que la Tierra se las arreglara por sí sola, poco antes de la llegada de los vogones
32.
A lo largo de la entrevista Armada se mostró nervioso e irritado: no se atrevió a reprocharle al Rey que no le hubiera nombrado presidente del gobierno, pero sí le dijo que había cometido un error gravísimo nombrando a Calvo Sotelo; según Armada, también le anunció un inminente movimiento militar al que se incorporarían varios capitanes generales, entre ellos Milans, igual que se lo anunció al general Gutiérrez Mellado, a quien aquella mañana visitó de forma asimismo preceptiva al salir de la Zarzuela
33.
En ese momento Suárez ya tenía la convicción de que el príncipe Juan Carlos era el caballo ganador en la carrera inminente del posfranquismo -la tenía por Herrero Tejedor, por el almirante Carrero, por López Rodó, la tenía sobre todo por una razón y un instinto políticos que eran en él la misma cosa-, así que apostó su capital entero al Príncipe; éste, por su parte, también apostó por Suárez, necesitado como estaba de la lealtad de jóvenes políticos dispuestos a dar la batalla a su lado contra el poderoso sector de viejos franquistas inflexibles que desconfiaban de su capacidad para suceder a Franco
34.
No llamaba la atención porque toda la gente con la que se cruzó también iba rápido, para llegar adonde fueran antes de que se descargara la tormenta, que parecía inminente
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Por lo tanto, Marco Lentilio no podía evitar el preguntarse si, ante la inminente amenaza que se cernía sobre el Rin, aquella gente no había sido inducida a replantearse su propia lealtad al César
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Valerio abandonó sus pensamientos e impartió las órdenes en vista del desembarco inminente
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El nacimiento inminente de aquel hijo iba a aclarar toda duda, obligándolo a tomar una decisión
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Con la alegría y la impresión de que algo nuevo y grave era inminente, nos volvimos a Rota Allí seguimos, tranquilos, trabajando, tumbados en las dunas, recorriendo descalzos las orillas, bien lejos de las preocupaciones electorales que traían hirviendo a toda España
39.
Con Mao, toda una generación de adolescentes creció a la espera de lanzarse a la lucha contra los enemigos de clase, ya que los vagos llamamientos a la Revolución Cultural que aparecían en la prensa habían llegado a crear la sensación de una «guerra» inminente
40.
A comienzos de junio, unos cuantos activistas procedentes de una escuela de enseñanza media dependiente de una de las universidades chinas de mayor prestigio -la de Qinghua, en Pekín- se habían reunido en diversas ocasiones para discutir la estrategia de la inminente batalla y habían decidido llamarse a sí mismos la Guardia Roja del Presidente Mao
41.
Yo la creo inminente, inevitable
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Nos ha contado que sus parientes siguen bajo custodia por las fuerzas del hakkikt y que se encuentran en inminente peligro
43.
Los artilleros habían abandonado sus piezas, ya casi inútiles, y corrían para rechazar a los filibusteros de Morgan y el inminente abordaje de El Rayo
44.
Como este fenómeno se circunscribió exclusivamente a él (según parece, solo él lo sintió), lo interpretó como una señal más del inminente regreso del Duodécimo Imán, por no decir un refrendo adicional de su ambición por ver que la República Islámica de Irán, sumida como estaba en la mendicidad, la represión, el estancamiento y la corrupción, es en todo caso una potencia nuclear
45.
De modo que Eragon atesoraba sus momentos con ella y temía la llegada de la inminente celebración
46.
Ya había desatado el primero y estaba ocupado en el segundo cuando oyeron la viva llamada de un cuerno procedente de la cabeza del ejército de vardenos: anunciaban su inminente avance
47.
Salió la dueña de la pieza y desapareció por la puerta del fondo dejando a Diego nervioso y feliz ante la inminente aparición del motivo de sus desvelos; el chapeo rodaba, incesante, entre sus manos y para apaciguar su espíritu paseaba la cámara arriba y abajo con pasos breves y contenidos
48.
Partieron ambos como dos conspiradores mezclándose entre la gente que inquieta y preocupada iba a sus negocios queriendo de esta manera dar un tono de normalidad a sus vidas, deseando ignorar el peligro que se cernía inminente
49.
El primero, como cualquier persona de bien, es reaccionar ante la inminente comisión de una injusticia, y el segundo tiene más que ver con el cargo que ocupa
50.
La guerra con Estados Unidos es inminente
51.
En la necesidad de rezar juega un importante papel el miedo de un desmoronamiento inminente del cerebro
52.
Antonio tiene la sensación de que Emilia estuvo tan cerca de Matilda al morir, que se le contagió la desesperación el terror al vacío inminente
53.
¡Su fuga era inminente! Con suma precaución, procedió a tirar de la hoja del periódico, operación que, en aquellos casos, constituía siempre el momento más emocionante
54.
Con un eclipse inminente, un hombre que pudiera controlar la órbita de la Luna estaría en una posición muy poderosa
55.
Bien pronto abrieron tres grandes brechas, y el asalto era inminente
56.
El 6 de febrero, Lindemann confiesa al general español su preocupación por la inminente ofensiva, y la noche del día 9 se recibe un informe telefónico en el que el Gral
57.
Había en la población la atmósfera especial del gran suceso inminente, una ansiedad precursora, sin saberse aún de qué
58.
Lo único que seguía recordando con claridad era que, si Stanworth había escrito una carta anunciando su inminente suicidio, era imposible que hubiese muerto asesinado, y por lo tanto la imponente estructura que él había erigido se desplomaba sobre los frágiles cimientos en que había sido edificada
59.
Así que estuve tentado de intentar recuperar el contacto con el embajador sueco en España, para pedirle cobertura en mi inminente viaje a Estocolmo
60.
Y una de las jóvenes que me informó de la colecta de las skingirls para contratar un sicario que evitase mi declaración en el juicio finalmente aceptó presentar por escrito su testimonio e incluso prestar declaración ante el Tribunal de la Audiencia Provincial si fuese necesario, testificando el peligro inminente que supondría para mi seguridad que la jueza aceptase las demandas de los abogados e identificase al testigo protegido 0304
61.
Esto dijo en la calle con frase entrecortada, sin añadir explicaciones que permitieran a Santiago [144] formar juicio exacto de los motivos de la inminente tragedia; pero luego, solos en el cuarto de banderas del cuartel del Conde Duque, dio suelta el lastimado amante a sus agravios, refiriendo al Coronel cosas que le afligieron y abrumaron en extremo, pues si no amaba a Rafaela, no gustaba de verla tan despeñada por la pendiente del mal
62.
¿Qué hombre ha sentido alguna vez que su capacidad intelectual es absorbida por completo, por estar ocupada por la más punzante miseria que se pueda imaginar? En momentos de peligro inminente, la mente aún puede recorrer a su antojo el pasado, a pesar del presente; en momentos de amarga aflicción, aún puede recurrir a las banalidades cotidianas, a pesar de uno mismo
63.
El abogado hizo un último esfuerzo para evitar la revelación inminente un poco más
64.
Traían los periódicos noticias de una revolución, de una posible guerra, de un inminente cambio de Gobierno; pero esas cosas no caían dentro del horizonte de mi compañero
65.
-¿Estaban nerviosos? ¿En algún momento dieron muestras de aprensión ante un peligro inminente?
66.
¡Una pesa, Watson! ¡Considere un atleta con una pesa! Imagínese el desarrollo unilateral, el inminente peligro de una curvatura espinal
67.
De nada sirvieron mis desvelos ante lo inminente
68.
También era preciso eliminarla de manera que no atrajera las sospechas sobre la inminente entrega de dos millones de dólares
69.
» El artículo, que estaba ligado a la inminente apertura de un sexto club de moda por parte del grupo de cuatro empresarios, se refería a Simonson como «el rey de los aduladores de la noche», que había cimentado todo su imperio a partir de un bar cutre que había comprado con lo obtenido en un acuerdo legal
70.
El capitán D'Hubert miró el pálido sol, observó la desolación de los campos, y la estupidez de la lucha inminente lo llenó de tristeza
71.
Todo el mundo intuye un inminente adelanto en la comprensión de la función cerebral
72.
A menos que Gerde hubiera experimentado un cambio espectacular, era improbable que hubiese tocado el cadáver al enterarse de mi inminente llegada
73.
Sí, eso será ahora, porque lo que era antes, en siglos pasados, el Purgatorio era un brasero ardiente, lo que persuadía a los cristianos a aflojar la bolsa para ganar indulgencias (el precedente espiritual de la cuenta de ahorro) y sobre todo a sufragar los gastos de la Iglesia y, al borde del lecho de muerte, con el acojono de la inminente comparecencia ante el Dios Juez, a testar a su favor y asegurarse el indulto
74.
Otros (Sanders, Meier) creen que a Jesús sólo le interesa el inminente fin del mundo
75.
Profesaban que la Trinidad era sólo una persona, no tres, que la inspiración del Espíritu Santo sustituía a las doctrinas apostólicas y que el regreso de Jesús era inminente
76.
Tal estilo de vida era esencial en vistas al inminente regreso de Cristo
77.
Pero al cabo de tres años, Elías corrió el riesgo de enfrentarse otra vez con Acab para pronosticar el fin inminente de la sequía y proponer un debate entre Yahvé y Melcart
78.
Se cuenta entonces que Amán utiliza un procedimiento ritual con el fin de determinar un día afortunado para la inminente matanza de los judíos
79.
El profeta ve todo ello como un anuncio del inminente día de Yahvé y como un ejemplo de sus características:
80.
habla de los sufrimientos y derrotas de Judá y de la inminente restauración del reino en una serie de visiones que le
81.
» Lo que no entiendo es por qué en todos estos años nunca me ha contado nada, nada, por qué precisamente hoy, si será porque siente como inminente la partida de mi madre, y qué tendrá que ver esa asunción con su repentina necesidad de desenterrar el pasado, aunque también es cierto que Eugenia y yo casi nunca hemos estado a solas, de forma que pocas oportunidades tuvo de contarme nada, si es que alguna vez quiso contarlo
82.
Estáis obsesionados con la inminente venta a Pekín
83.
Los adeptos de Jesús afirmaron enfáticamente que en realidad no estaba muerto, que se había levantado de la tumba tres días después de la crucifixión, había hablado con sus discípulos y luego se había elevado a los cielos, de donde retornaría (el «Segundo Advenimiento») el Día del Juicio, que era inminente
84.
En 1844 un grupo de cristianos se organizaron en una secta denominada adventistas, una secta que esperaba el no muy lejano y quizá inminente segundo advenimiento (aparición) de Jesús
85.
igual que yo, ha albergado una sensación de catástrofe inminente
86.
–Brindo por la inminente destrucción de las élites
87.
Doyle era incapaz de comprender que el placer de matar sobrepasaba a todas las demás emociones, incluso el miedo a una muerte inminente
88.
Ya parece que el deshielo es inminente e incluso es probable que salgamos mañana por la mañana
89.
No estaba muerto, pero su muerte era un hecho seguro, inevitable e inminente
90.
Dos años y medio después, cuando Lillian la llamó para anunciarle su inminente separación, Maria se sorprendió
91.
La luz de la vela jugueteó en el rostro de Paul y, mientras Christine lo miraba, el peso de su inminente separación le resultó insoportable
92.
Habían acudido equipos de trabajo de la ciudad, acaudillados por dos proyectistas de Suzail Key, que estaban de visita en casa de unos parientes en el valle de las Sombras cuando llegó la noticia de una inminente invasión
93.
El Argento había recibido la orden de situarse en la parte más septentrional del puerto de Tantras, más cerca del escenario del inminente asalto de Bane al templo de Torm que los otros barcos, enviados éstos a bloquear los límites occidentales de la ciudad
94.
» Decidió pensar en el caso para quitarse de la cabeza la inminente pesadilla culinaria
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Mientras esperaba, Koja observó las maniobras de las tropas, que parecían indicar una retirada inminente
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El doctor Ransome le había aconsejado que no corriera, pero los ataques aéreos americanos y la inminente perspectiva del fin de la guerra volvían a Jim demasiado impaciente para contentarse con caminar
97.
Los soldados de la Iglesia, que en su mayoría no se alistaban para luchar, consideraban la inminente prueba con una gran falta de entusiasmo—
98.
No obstante, ayer por la noche, en mitad de esa espectacular exhibición de petulancia valhalliana, me pregunté si sería inminente el momento de mi entrada, de mi adelante, por así decir
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Al otro, el que está al lado de los pobres, o de los débiles, o de los marginados, el que lleva un jersey y unas Reebok, ese mismo, habrá empezado con alguna deslumbrante aparición caótica del infinito, algo que en la penumbra de su juventud le habrá dictado vagamente el imperativo de tomar posición, y la sugerencia de qué parte estar, todo habrá empezado como debe empezar, de un modo honesto, pero luego, Dios santo, cuando vuelves a verlo ya adulto y famoso, Jesús, famoso, da cosa ya sólo decirlo, famoso, con su nombre en los periódicos y las fotografías, con el teléfono sonando sin parar porque los periodistas quieren preguntarle su opinión sobre esto o aquello, y él responde, puta miseria, responde, y participa, y marcha en cabeza de las manifestaciones; el teléfono de los sacerdotes no suena, Gould, quiero decírtelo con toda la crueldad necesaria, tú no puedes saberlo pero el teléfono de los sacerdotes no suena porque su vida es un desierto, es programáticamente un desierto, una especie de parque natural protegido, donde la gente puede mirar, pero desde lejos, son animales de parque natural, nadie puede tocarlos, ¿puedes imaginártelo, Gould?, para los sacerdotes es todo un problema incluso dejarse tocar, ¿has visto alguna vez a un sacerdote dando un beso a un niño o a una señora?, sólo para saludarlos, no pienses mal, una nimiedad, lo normal, pero él no puede hacerlo, la gente de alrededor enseguida tendría una sensación de malestar y de inminente irritación, y ésta es la durísima condición cotidiana del sacerdote en este mundo, él, que podría ser un hombre como los demás y que ha elegido en cambio esa soledad vertiginosa, que no tendría vía de escape, nada, salvo una idea, una idea incluso justa, llegada desde fuera para cambiar ese panorama, para devolverle una tibieza de humanidad, una idea que, bien utilizada, perfilada, revisada, protegida de los arriesgados choques con la verdad, conduce al sacerdote fuera de su soledad, simplemente, y poco a poco hace de él el hombre que es ahora, rodeado de admiración, y ganas de acercársele, e incluso deseo en estado puro, un hombre con jersey y Reebok, nunca solo, se mueve arropado por hijos y hermanos, nunca perdido porque está constantemente conectado a alguna terminal de los medios de comunicación, de vez en cuando entre la multitud atrapa al vuelo los ojos de una mujer cargados de deseo, piensa qué puede significar eso para él, esa vertiginosa soledad y esta vida que estalla, ¿hay que sorprenderse si está dispuesto a morir por su idea?, él existe en esa idea, ¿qué significa morir por esa idea?, estaría muerto de todas formas si se la quitaran, se salva en esa idea, y el hecho de que con ella salve a cientos o a lo mejor a miles de semejantes no cambia ni un ápice en este asunto, y es que ante todo se salva a sí mismo, con la coartada accesoria de salvar a los demás, robando a su destino esa necesaria dosis de reconocimiento y admiración y deseo que le hace estar vivo; vivo, Gould, ¿comprendes bien esta palabra?, vivo, sólo quieren estar vivos, hasta los mejores, los que construyen justicia, progreso, libertad, futuro, incluso para ellos se trata de una cuestión de supervivencia, acércate todo lo que puedas, si no me crees, mira cómo se mueven, a quién tienen a su alrededor, míralos e intenta imaginarte qué sería de ellos si por casualidad un día se despertaran y cambiaran de idea, simplemente, qué quedaría de ellos, intenta arrancarles una respuesta que no sea una instintiva autojustificación, mira si puedes aunque sea una sola vez escucharles pronunciar su idea con el estupor y la indecisión de alguien que la descubriera en ese momento y no con la seguridad de alguien que te está mostrando con orgullo la devastadora eficacia del arma que empuña, no te dejes engañar por la aparente docilidad de su tono, por las palabras que eligen, astutamente dóciles, están luchando, Gould, luchan con los dientes por la supervivencia, por la comida, la hembra, la madriguera, son animales, y eso que son los mejores, ¿comprendes?, ¿qué puedes esperar de los demás que sea distinto, de los pequeños mercenarios de la inteligencia, de los comparsas en la gran lucha colectiva, de los pequeños guerreros cobardes que rapiñan restos de vida en los márgenes del campo de batalla, conmovedores basureros de salvaciones irrisorias, cada uno con su ideíta artificial, el médico a la caza de financiación para pagar el internado de su hijo, el viejo crítico que intenta paliar el abandono de su vejez con cuarenta líneas a la semana que suelta donde hagan un poco de ruido, el científico y su puré de Vancouver con que alimentar de orgullo a mujer, hijos, amantes, las penosas apariciones televisivas del escritor que teme desaparecer entre un libro y otro, el periodista que apuñala a diestro y siniestro desde la primera página para estar seguro de existir al menos otras veinticuatro horas más, sólo están luchando, ¿lo comprendes?, lo hacen con ideas porque no saben utilizar otra cosa, pero en esencia es lo mismo, es lucha, y son armas sus ideas, y por mucho asco que nos dé admitirlo, están en su derecho, su deshonestidad es una lógica deducción de un deseo primario, y por tanto necesario, su asquerosa traición cotidiana a la verdad es la consecuencia natural de un estado natural de indigencia que hay que aceptar, no puede pedírsele a un ciego que vaya al cine, no puede pedírsele a un intelectual que sea honesto, no creo, de verdad, que pueda pedírsele, por muy deprimente que sea admitirlo, pero el concepto mismo de honestidad intelectual es un oxímoron
100.
Sabía que la muerte era inminente