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luengo frases de exemplo
luengo
1. «Domingo 14 de Octubre: En amaneciendo mandé aderezar el batel de la«nao» y las barcas de las carabelas y fuí al luengo de la isla
2. Las luces del altar, al reflejarse en los oropeles de un luengo cortinón
3. En luengo de la costa, cada dia
4. En luengo de una costa y de una
5. Y en luengo de la costa navegaron
6. En luengo de la playa ya corriendo,
7. En luengo un grande rio caudaloso
8. batel de la«nao» y las barcas de las carabelas y fuí al luengo de
9. Que ha visto el tiempo en su discurso luengo
10. En la tarde del 23 de febrero, después de llegar sobre las siete a la escuela de la AOME en Marqués de Aracil, Monge viajó en compañía del capitán Rubio Luengo al chalet donde se hallaba la Plana Mayor; alterado y eufórico, Monge le dijo a Rubio Luengo lo siguiente: le dijo que había conducido los autobuses de Tejero hasta el Congreso, le dijo que lo había hecho junto con otros miembros de la AOME, le dijo que lo había hecho por orden de García-Almenta (Rubio Luengo relacionó inmediatamente la triple confesión de Monge con una orden de García-Almenta recibida aquella misma mañana en la escuela: debía entregar al propio Monge, a Sales y a Moya tres vehículos con placas falsas, transmisores de mano y emisores de frecuencia baja, indetectables incluso para el resto de los equipos de la AOME)
11. No fue la única vez que Monge narró aquella tarde su intervención en el golpe; lo hizo también unos minutos más tarde, cuando, después de hablar en la Plana Mayor con García-Almenta, éste ordenó al sargento Rando Parra que lo acompañara en coche hasta las cercanías del Congreso, donde el jefe de la SEA debía recoger un coche de la unidad; en el trayecto, Monge le dijo a Rando Parra más o menos lo mismo que le había dicho a Rubio Luengo -había escoltado a Tejero en su asalto, no lo había hecho solo, había obedecido órdenes de García-Almenta- y añadió que, tras cumplir su misión, había abandonado el coche que ahora iban a buscar en la calle Fernanflor, junto al Congreso
12. Esa noche ocurrieron muchas otras cosas en la AOME -hubo idas y venidas frenéticas en todas las sedes, hubo un flujo constante de información suministrada por los equipos desplegados en Madrid y sus alrededores, hubo muchos hombres que mostraron su alegría por el golpe y unos pocos que se callaron su tristeza y al menos dos que entraron de madrugada en el Congreso y salieron de él con noticias frescas, entre ellas que Armada era el verdadero líder del golpe-, pero la confesión reiterada de Monge a Rubio Luengo y Rando Parra es decisiva
13. Por las sedes del organismo circulaban rumores acerca de la participación de miembros de la unidad del comandante Cortina en la intentona; muchos de ellos señalaban a los tres miembros de la SEA -el sargento Sales, los cabos Monge y Moya-, al capitán Gómez Iglesias, al capitán García-Almenta, segundo del comandante Cortina, y al propio Cortina; todos o casi todos ellos procedían de la misma fuente: el capitán Rubio Luengo y el sargento Rando Parra, a quienes en la tarde del golpe Monge había relatado su peripecia como guía de los autobuses de Tejero hasta el Congreso, secundado por Moya y Sales, por orden de García-Almenta y, ésa era la inferencia general, de Cortina
14. En los días siguientes Cortina se entrevistó con Rubio Luengo y Randa Parra: según Cortina, intentó demostrarles que sus acusaciones eran falsas; según Rubio Luengo y Randa Parta
15. En los lustrosos bancos se sentaban algunas señoras de edad: las luces del altar, al reflejarse en los oropeles de un luengo cortinón rojo que servía de dosel a la Virgen, brillaban, estrellas tembladoras de aquella dulce oscuridad, indicando a dónde debían dirigirse los piadosos ojos
16. Pasado el vestíbulo en que hacían guarda el conserje y porteros, llegábase a un luengo y anchuroso callejón pasillo, harto obscuro de día, de noche alumbrado por mecheros de gas
17. LUENGO MARTÍNEZ, José María, El castillo de Ponferrada y los templarios
18. Cruz se disfrazaba, envolviéndose el cuerpo en un mantón, y la cara en luengo pañuelo, y así salía, con su escaso repuesto de moneda de cobre, que cambiaba por porciones inverosímiles de carne, legum-bres, pan, y algún huevo en ciertos días
19. Jinetes en pequeños caballos de luengo y sucio pelaje, se mostraron en los sitios más altos del camino algunos guerreros de equívoco aspecto, mezcla de pastores y bandidos, con armadura de cuero y larga lanza
20. - (Con LUENGO, a la derecha
21. ISIDORA, LUENGO; al final de la escena, BONIFACIO
22. (De pezón y luengo)