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Expectación, mientras el músico echaba de lo hondo del pecho unos ayes ygruñidos como de un perrillo al que le están pellizcando el rabo
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En resumen, Mozart fue un músico con composiciones hechas a
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cuenta la defensa de su padre, que siendo un gran músico, esapasionado por el arte
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Septiembre se trató de lajubilación del famoso músico
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Eslava admiraba grandemente las composiciones del músico del siglo XVI,y de él
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Estando en estas pláticas, entró el músico, cantor y poeta que habíacantado las dos ya referidas
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—Un camarada, que era músico, tenía estas canciones en un
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Era Schubert, con sus melancólicas romanzas, el músico preferido; ladominaba en
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El músico cerraba los ojos, creyendo escuchar aún en el silencio la vozcascada e
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Si el músico alemán cruzaba por el recuerdo de Leonora, élrepasaba sus
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unos versos, si es pintor, undibujo, si es músico, una composición, etc
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En las tardes de invierno, después del coro, el músico y Gabriel serefugiaban en aquella
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Enardecíase el músico hablando de sus adoraciones artísticas
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Con esto cesó la conversación aquella tarde en el cuartucho del músico
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padeció a Losada, el músico orangután, la bestialírica—que
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dicen que la música domestica a losanimales! El pobre músico
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tragicomedia, oh, gran Losada, el músico genial y
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admiración, atractivo, los sentía yse los inspiraba el músico, el
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pifión que sequejaba entre los labios de un viejo músico panzón y
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agradecida ventera, de un sangrador, undentista ambulante y el músico de la
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ahorros que su marido, el pobre músico, había hecho en elejército
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Entre éstospodemos citar a Brindis, músico, elegante y bien criado; a Tondáprotegido del Capitán General Vives, negro joven, inteligente y bravocomo un león; a Vargas y a Dodge, ambos de Matanzas, barbero el uno,carpintero el otro, que fueron comprendidos en la supuesta conspiraciónde la gente de color en 1844 y fusilados en el paseo de Versalles de lamisma ciudad; a José de la Concepción Valdés, alias Plácido, el poetade más estro que ha visto Cuba, y que tuvo la misma desastrada suerte delos dos precedentes; a Tomás Vuelta y Flores, insigne violinista ycompositor de notables contradanzas, el cual en dicho año pereció en laEscalera, tormento a que le sometieron sus jueces para arrancarle laconfesión de complicidad en un delito cuya existencia jamás se haprobado lo suficiente; al propio Francisco de Paula Uribe, sastrehabilísimo, que por no correr la suerte del anterior, se quitó la vidacon una navaja de barbear en los momentos que le encerraban en uno delos calabozos de la ciudadela de la Cabaña; a Juan Francisco Manzano,tierno poeta que acababa de recibir la libertad, gracias a lafilantropía de algunos literatos habaneros; a José Dolores Pimienta,sastre y diestro tocador de clarinete, tan agraciado de rostro comomodesto y atildado en su persona
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Cuando Febrer estuvo en la cumbre vio al músico sentado
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En el caso de una interpretación o ejecución, el actor, cantante, músico, o
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y sol; o másbien el júbilo de un músico que oye ejecutar por
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Y cuando el extranjero,el artista, el músico
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Ya puede mostrarse astrólogo, ya cosmógrafo excelente, ya músico, ya inteligente en las materias de estado, y tal vez le vendrá ocasión de mostrarse nigromante, si quisiere
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Estando en estas pláticas, entró el músico, cantor y poeta que había cantado las dos ya referidas estancias, el cual, haciendo una gran reverencia a don Quijote, dijo:
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Es ahora interesante recoger algunas de sus aseveraciones: «Un poeta de entonces -de ayer- no sabía realizar estrofas perfectas, por la misma razón que un músico no resolvía una sonata ni un pintor la arquitectura de un cuadro
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Un ciego, buen músico, según el sentir de los asiduos, tocaba el piano, mientras que una muchacha regordeta iba de mesa en mesa buscando el convite -un café con tostada, acompañado de algún que otro pellizco furtivo- de los ensimismados admiradores de su padre
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De vez en cuando aparece un grupo de adolescentes agresivos, cuya presencia es precedida por el bochinche atronador de sus motos y la sonajera de botas, llaves y cadenas, y que llegan con el único propósito de burlarse de los viejos, pero el incidente no pasa de una escaramuza, porque el músico de la batería y el saxofonista están siempre dispuestos a arremangarse e imponer orden
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para el músico: cada quien la interpreta según su propio espíritu y habilidad
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El chico esperó junto a la puerta hasta que el músico acabó la pieza
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El músico dijo en alta voz:
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Allí cerca de Geiselher estaba el notable músico Volker; le rogó que lo acompañara, pues sabía que era muy amigo de querellas
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Cuando el hábil tañedor de laúd, el fuerte músico, vio a la reina bajar los escalones para salir de la casa, el fuerte Volker se volvió hacia su compañero de guerras y le dijo:
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En tanto con gran cólera hablaba así el músico, el fuerte Hagen miró hacia atrás y dijo:
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El músico, el valeroso Volker, le dijo:
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Nunca se había oído a un músico tan notable
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El músico gritó a los Hunos:
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Inmediatamente Hagen con sus guerreros, en número de sesenta, se dirigieron al sitio en que justaba el músico
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Los demás que vieron esto, se alejaron corriendo de la sala y todos maldijeron al músico, pero éste esgrimió la dura y afilada jabalina que uno de los Hunos le había lanzado
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Allí delante del palacio se estaba el fuerte músico esperando que alguno lo invitara al combate
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Dentro del palacio el valeroso músico y Hagen, su compañero, estaba apoyados en los escudos esperando grandes ataques de los guerreros del rey Etzel
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Acudió hacia la puerta un gran número de guerreros y el músico dijo:
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Hagen se acordó del músico a quien el viejo Hildebrando había quitado la vida, y dijo al guerrero:
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Viuda de un zapador, Polonia vive del corto rendimiento de una modesta casa de pupilos, puesta bajo los auspicios de la guarnición de la plaza: son sus huéspedes un capitán, el Músico mayor y uno o [229] dos (en esto no estaba muy segura Donata) capellanes castrenses
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Aquel viejo con respuesta para todo era el mismo que le había organizado la oposición a mi padre cuando la implantación del servicio de abastecimiento de agua; el mismo que se había enriquecido con el negocio de saneamiento; el mismo que me había incrementado, administrándolo correctamente, mi propio capital familiar y el que resultó de mi profesión de músico; el mismo falso beato que escudriñaba, desde detrás del cristal de su escaparate, las piernas de las sirvientas que recogían el agua de la fuente del Toural
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El caso más claro es el del famoso músico bagdadí Ziryab, el árbitro de la elegancia que alHakam trajo de Bagdad
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Prácticamente desde mi llegada a NY ya me había convertido en la acompañante oficial de un hombre talentoso, guapo, rico y despampanante: el Famoso Músico Negro [2], que me gustaba como no me había gustado nadie en la vida
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Y de esa manera el FMN que yo me creé y creí, a quien, incluso antes de conocerle, yo había ido elaborando delicadamente a través de la transparente belleza de su música, el FMN imaginado (un prodigio de encanto y sensibilidad, además de un genio musical) que superpuse sobre el FMN real y tangible (un excelente músico -eso era cierto- pero también un tipo soso, cobarde y bastante inculto), resultó ser tan falso como la novia del rumano, quien por fin, en una de nuestras conversaciones en la cena, acabó por confesarme que nunca hubo tal novia
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–Pues, por lo visto, Eutropio era músico, conocido en todo su departement por el oído fino que él tenía
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Barber trabajaba entonces en la Universidad Macalester y una tarde, cuando estaba en su apartamento leyendo los anuncios de coches usados en las últimas páginas del Pioneer Press, sus ojos tropezaron casualmente con un anuncio que ofrecía lecciones de clarinete dadas por un tal Victor Fogg, “antiguo músico de la Orquesta de Cleveland”
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Así, en un trabajo sobre las reglas de Newton para el descubrimiento de las raíces imaginarias de las ecuaciones algebraicas, se pregunta en un pie de página: "¿No puede definirse la música como la Matemática de los sentidos, y la Matemática como la música de la razón? El músico siente la Matemática, el matemático piensa la música, la música es el sueño, la Matemática la vida laboriosa, cada una de ellas recibirá el apoyo de la otra cuando la inteligencia humana, elevada a su tipo perfecto, brille llena de gloria en algún futuro Mozart-Diriclilet, o Beethoven-Gauss, ¡una unión ya claramente anunciada en el genio y en los trabajos de Helmholtz!"
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Todavía Roque no había vapuleado al músico en la romería
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Expectación, mientras el músico echaba de lo hondo del pecho unos ayes y gruñidos Fortunata y Jacinta
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El músico tocó un acorde y Calígula adoptó la pose del declamador
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El músico Ives Castagnino mostraba un contrato de pragmática impreso en los talleres gráficos del Averno
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Amigos desocupados lo ayudaban en su búsqueda: Ives Castagnino, el músico de Palermo; el ruso Salzman; Allen, el poeta, y Jaime Gorriti, el quinielero de Caseros
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Y los tres camaradas, pertrechados con su botellón de sotol y su instrumento músico, se alejaron con rumbo al paraje en que un cabo les hervía en una gigantesca olla negra la gallina
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el músico de la corte
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Elvira y Pepa, sin recordar lo que en la casa se sonaba respecto de la pasión del músico -pasión reputada de inofensiva y pasajera, de embeleso de viejo prostituido-, lo designaron con un simultáneo gesto expresivo
63.
–Con el Tiburón y con sus ratones y sus arañas de la alacena -le explicó el músico, habituado a las prácticas de su lazarillo-, está poniéndoles de cenar
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Sólo faltaba Nicolás, el músico de la familia que llegaría de Nueva York dentro de unas horas
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Reinhard Tristan Heydrich nació en 1904 en Halle; su padre era músico
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El policía y el músico se estrecharon la mano, pero, antes de que éste cerrara la puerta de la sala para comenzar su ensayo, preguntó:
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¿sabe lo que me llama la atención? En Madrid, me dijo un músico que la partitura era «un garabato musical, sin el menor interés»
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Cuando el Hermano Mayor dio permiso al músico para ir a comer, el hermano Narbert y otro personero leyeron por turnos pasajes de La estrella de siete puntas
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El músico había quedado tendido boca abajo en una posición grotesca, con una de sus manos todavía en la garganta, la cara de un azul amoratado, como un animal marino que hubiera dejado de boquear
70.
Tal vez habría llegado a amarlo -lo que ella entendía por amor y había sentido sólo una vez, en la adolescencia, cuando dejó al músico de rock que la desvirgó en brazos de una rival invencible, la cocaína-, si Camargo no la hubiera sometido a cambios de humor que la descolocaban, asaltos de pasión demencial y luego semanas de indomable indiferencia, sin que aun en los momentos de mayor intimidad y entrega él le prometiera nada ni ella tampoco pidiera: casi no hablaban del porvenir
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Los aplausos de los presentes desviaron su atención hacia el genial músico que acababa de entrar por la puerta principal del magno salón
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El músico empezó a tocar la melodía encargada
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El legendario músico Komitas se volvió loco a resultas de lo que vio
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Sus movimientos eran precisos, su control de la Fuerza el de un músico tocando un intrincado solo
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Estando en estas pláticas entró el músico, cantor y poeta que había cantado las dos ya referidas estancias, el cual, haciendo una gran reverencia a don Quijote, dijo:
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Huelga decir que los labios del músico siempre estuvieron sel ados para mí
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¿No sería aquella la explicación del símbolo? El triángulo para el músico, la pecera para Clark, y para Mrs
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—Tiene que ver con la muerte del músico? dijo Seldom—
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Siguió la ceremonia; el músico que la presenciaba, absorto y aterrado, creía estar fuera del mundo real, vivir en esa región fantástica del sueño en que todas las cosas se revisten de formas extrañas y fenomenales
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Los monjes, por curiosidad, aconsejaron al abad que accediese a su demanda; el abad, por compasión, aun creyéndole un loco, accedió al fin a ella, y el músico, instalado ya en el monasterio, comenzó su obra
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La situación de Luzhin en aquellos momentos era muy semejante a la del escritor o el músico que, habiendo asimilado las últimas tendencias en el arte al comienzo de su carrera activa y tras causar sensación por la originalidad de sus procedimientos, advierte de pronto que a su alrededor se ha producido imperceptiblemente un cambio, que otros artistas, salidos sólo Dios sabe de dónde, le han dejado atrás empleando los mismos métodos con que él hasta hacía poco llevaba la delantera, y entonces siente que le han despojado, ve sólo imitadores desagradecidos en los audaces artistas que se le han adelantado y rara vez comprende que el único culpable es él, que algo se ha petrificado en su arte, que un día fue innovador pero desde entonces no ha avanzado
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Nueva York en su aspecto más seductor: una crepuscular serenata callejera con un músico en cada esquina, todos los árboles en flor y todo el mundo con aspecto de buen humor
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—¿Es usted músico? —pregunta la dama
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La reunión se convierte en esencia en una oportunidad para que el organista, el señor Drkh, pueda descargar sus opiniones sobre la astucia de los japoneses, por qué la invención del sistema de afinación temperado fue una mala idea y toda la música escrita desde entonces ha sido un mezquino compromiso, las excelentes cualidades del General, la importancia numerológica de las longitudes de los diversos tubos del órgano, cómo la libido excesiva de las tropas norteamericanas podría controlarse con ciertos suplementos en la dieta, cómo los modos asombrosamente hermosos de la música tradicional de Qwghlm no se adaptan especialmente bien al sistema temperado, cómo los sospechosos parientes germánicos del rey planean apoderarse del Imperio y entregárselo a Hitler y, primero y más importante, que Johann Sebastián Bach era un mal músico, un compositor aún peor, un malvado, un adúltero, y la cabeza visible de una conspiración mundial, con su centro en Alemania, que lentamente ha estado apoderándose del mundo durante los últimos siglos empleando el sistema de afinación temperado como una especie de frecuencia portadora para llevar sus ideas (que tienen su origen en los Illuminati bávaros) a las mentes de todos los que escuchan su música, especialmente la música de Bach
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Se hallan emparentados, radicalmente emparentados, en todas las alturas y profundidades de sus necesidades: es Europa, la única Europa, cuya alma, a través de su arte multiforme y tumultuoso, aspira a ir más allá, más arriba, y tiende – ¿hacia dónde?, ¿hacia una nueva luz?, ¿hacia un nuevo sol? ¿Mas quién expresaría exactamente lo que todos esos maestros de nuevos medios lingüísticos no supieron expresar con claridad? Lo que es cierto es que a ellos los atormentaba un mismo Sturm und Drang` [borrasca e impulso], que ellos buscaban del mismo modo, ¡esos últimos grandes buscadores! Todos ellos dominados por la literatura hasta en sus ojos y sus oídos -los primeros artistas dotados de una cultura literaria mundial -, la mayoría de las veces, incluso, también escritores, poetas, intermediarios y amalgamadores de las artes y de los sentidos (Wagner, en cuanto músico, es un pintor, en cuanto poeta, un músico, en cuanto artista sin más, un comediante); todos ellos fanáticos de la expresión «a cualquier precio» – destaco a Delacroix, el más afín de todos a Wagner -, todos ellos grandes descubridores en el reino de lo sublime, también de lo feo y horrible, y descubridores aún más grandes en el producir efecto, en la puesta en escena, en el arte de los escaparates, todos ellos talentos que superaban en mucho a su genio -, virtuosistas de pies a cabeza, dotados de inquietantes accesos a todo lo que seduce, atrae, coacciona, subyuga, enemigos natos de la lógica y de las líneas rectas, ávidos de lo extraño, exótico, monstruoso, curvo, de lo que se contradice a sí mismo; como hombres, Tántalos de la voluntad, plebeyos llegados a la cumbre, que se sabían incapaces, en la vida y en la creación, de un tempo [ritmo] aristocrático, de un lento, – piénsese, por ejemplo, en Balzac – trabajadores desenfrenados, casi destructores de sí mismos mediante el trabajo; antinomistas y rebeldes en las costumbres, ambiciosos e insaciables, carentes de equilibrio y de goce; todos ellos, en fin, prosternados y arrodillados ante la cruz cristiana (y esto, con toda razón: pues ¿quién de ellos habría sido suficientemente profundo y originario para una filosofía del Anticristo?-), en conjunto una especie temerariamente audaz, espléndidamente violenta de hombres superiores, que volaba alto y arrastraba hacia la altura, especie que hubo de empezar por enseñar a su siglo – ¡y es el siglo de la masa! – el concepto de «hombre superior»… Que los amigos alemanes de Richard Wagner decidan por sí mismos si en el arte wagneriano hay algo alemán de verdad, o si no ocurre que lo que cabalmente distingue a ese arte es el provenir de fuentes e impulsos supraalemanes: y en esto no se infravalore el hecho de que, para que se formase del todo el tipo de Wagner, resultó indispensable justamente París, hacia el cual le mandó aspirar en la época más decisiva la profundidad de sus instintos, y que toda su manera de presentarse, de hacer apostolado de sí mismo, sólo pudo alcanzar su perfección a la vista del modelo de los socialistas franceses
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Hay oficios que no siempre proporcionan éxito, pero que ejercerlos da glamur a los hombres, como el de escritor, pintor o músico
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Jack le había dicho que el capitán Yorke era músico, y, evidentemente, también era aficionado a la lectura, pues nadie llevaba libros en su barco sólo para impresionar a los demás
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Quería ser el músico más grande del mundo
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El músico de los platillos los hizo entrechocar con estrepita
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Los andares de Caroline no pudieron deshacerse de sus obligadas cabriolas hasta que se encontró a bastante distancia de la casa del músico; y la joven fue incapaz de sacudirse aquel extraño y enloquecido apasionamiento por espacio de varias horas
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Joachim, en su compartimiento, se hallaba tan agradablemente instalado como Hans Castorp, a pesar de que no fuese músico y de que no pudiese sentir el mismo placer con los conciertos nocturnos
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El músico cumplió cabalmente y en sus composiciones intentó capturar el movimiento de las breves olas, el sonido del agua, la estructura que encierra un navegar tranquilo y pausado
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Subió al escenario un músico mayor que yo
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Pasábamos horas y horas hablando del oficio de músico
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Al principio pensé que los parroquianos se alegrarían de ver entrar a un músico, pero entonces vi que todos clavaban los ojos en el atuendo de mercenario de Tempi
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Incluso, el maestro de capilla silenció a los ministriles que, en aquel momento, interpretaban un rondó muy popular del músico francés Guillaume Dufay
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La extraordinaria agilidad del grillo puede dejarle perplejo, y cuanto más deprisa vuelva la cabeza hacia el lado del chirrido, tanto más rápidos serán estos saltos del músico invisible
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Era la época en que el equipo de TVE en la que aún se llamaba Yugoslavia lo componían cinco: ellos tres con el técnico de sonido Álvaro Benavent y Maite Lizundía, la productora jovencita novia de un músico de Los Ronaldos
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A pesar de la buena relación que María mantenía con su madre, Lucio y ella habían decidido mantener en secreto su decisión de casarse, hasta que entendiesen que había llegado el momento adecuado para decírselo; dicha decisión también regía para la familia del músico
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Unos minutos después, Giulietta entraba en la desordenada habitación del músico español con la alteración dibujada en sus facciones