1.
desnudaen la mano; y en llegando á la puerta, dijoque le hacía mal el peto y quitósele
2.
quecalentasen en una hoguera el peto y el espaldar de una
3.
Otros llevaban sobre la túnica un peto rectangular que les cubría desde los hombros hasta los muslos
4.
Extraje de mi bolsa el peto con las once piedras preciosas
5.
Extraje de mi bolsa el peto del efod
6.
De sol a sol nos escoltaron los guacamayos fastuosos y las cotorras rosadas, con el tucán de grave mirar, luciendo su peto de esmalte verdeamarillo, su pico mal soldado a la cabeza -el pájaro teológico que nos ha gritado: ¡Dios te ve!, a la hora del crepúsculo, cuando los malos pensamientos mejor solicitan al hombre-
7.
Peto sin entender sus similitudes es imposible entender por qué organizaron el golpe, y sin entender sus diferencias es imposible entender por qué fracasó
8.
Pero no era tan fascinante, y el triste resplandor de la luz de la luna en el agua no producía la misma sensación exquisita de placer que la del sol en el acero pulido de un peto sobre la rodilla de Hawberk
9.
Murtagh se golpeó el peto con el puño
10.
El monstruo era alto, grueso y más ancho que una puerta, de piel gris y amarillentos ojos porcinos; los músculos le sobresalían de los brazos y del pecho, y este último estaba cubierto con un peto demasiado pequeño; llevaba un casco de hierro sobre un par de cuernos de carnero, que le salían en forma de círculo desde las sienes, y un escudo redondo en el brazo, mientras que la imponente mano sostenía una espada corta y temible
11.
Cuando Kyle y Peto se registraron en el Hotel Internacional de Santa Mondega quedaron muy impresionados por la amabilidad del personal
12.
Y él lo había interiorizado y se lo había repetido mil veces a Peto
13.
Peto, por su parte, se había hecho a la idea de romper las reglas
14.
Había ganado mil dólares con la victoria de Peto
15.
Había pagado su entrada; con suerte, podría explotar a esos desgraciados y hacer que Peto peleara de nuevo
16.
Peto escuchó que Sánchez hablaba con Kyle y se acercó para unirse a la conversación
17.
Peto y Kyle bajaron del cuadrilátero y se alejaron de la multitud, que anhelaba poder acercarse a Rodeo Rex
18.
Por sus miradas, Sánchez adivinó que seguían creyendo que Peto podía ganar
19.
Así que discutieron las tácticas, y luego Peto subió al cuadrilátero mientras Kyle desaparecía de la multitud buscando a un corredor de apuestas
20.
Kyle estaba dispuesto a pasar por alto las maldiciones mientras Peto recuperara la compostura
21.
Kyle y Peto estaban contentos de tener a Rodeo Rex como aliado
22.
Estaba claro que Peto se moría por probar el alcohol, y él también tenía curiosidad
23.
—Voy por ellas, Peto
24.
Era una de esas ocasiones en que Peto estaba muy agradecido de que Kyle fuera el mayor y tuviera la responsabilidad de hacer las preguntas
25.
En medio del caos de la gente en estampida, Rodeo Rex se levantó del suelo y se acercó a Kyle y Peto, que seguían en sus asientos, sin habla, observando la transformación de Hezekiah
26.
A Kyle y Peto les incomodaba no saber de qué iban disfrazados esos hombres
27.
Como siempre hacía en situaciones potencialmente delicadas, Peto dejó que Kyle hablara primero
28.
Peto dudó unos instantes, pero terminó reculando hacia la puerta de emergencia, sin quitar los ojos de Kid Bourbon
29.
Peto le tendió el Ojo de la Luna y Taos lo guardó en el bolsillo de su manto
30.
Peto quedó horrorizado por la revelación del padre Taos
31.
—Estaba muerto —convino Peto en parte—, pero habiendo sido momificado; y, según tengo entendido, se levantó de entre los muertos cuando tú mataste a Ishmael Taos y a Armand Xavier
32.
El impacto produjo una rociada de sangre que salpicó a Dante y a Peto, los cuales retrocedieron horrorizados
33.
—¿Tienes a alguien dentro del maletero? —preguntó Peto a Kid
34.
Peto calló unos instantes para asimilar la visión de aquel cuerpo ensangrentado que yacía tirado en el suelo y la figura encapuchada y armada con una escopeta que se erguía entre el muerto y él
35.
Peto y él habían abrigado la esperanza de no tener que pringarse demasiado en aquel asunto, pero una vez que Kid se hubo servido de la bayoneta para cortarle a Benson la mano a la altura de la muñeca, su participación resultó esencial
36.
A partir de aquel momento, los chillidos de dolor que lanzaba éste obligaron a Dante y a Peto a mirar hacia otra parte
37.
Ahora que su misión parecía haberse cumplido, Dante y Peto estaban deseosos de marcharse de allí
38.
Peto lanzó un profundo suspiro
39.
Peto fue el que rompió el silencio:
40.
Dante se había encaminado hacia la puerta del pasajero, pero al oír que esta vez tenía que sentarse en la parte de atrás, miró a Peto, que aún estaba de pie en la acera
41.
Se trataba de una chica joven, que apenas habría rebasado la adolescencia, pero la divirtió mucho el hecho de ver a Dante y a Peto temblorosos como dos perrillos que hubieran estado revolcándose por el barro
42.
Gracias a la estocada, logró morder el pecho del barghastiano con la punta de la espada larga, que rasgó el peto de cuero como si fuera mantequilla
43.
Luego soltó un cierre que había junto a su hombro y dejó caer el peto
44.
De una de las ventanas colgaban unos pantalones con peto azules, arneses y una lámpara de queroseno
45.
Diamond apagó el cigarrillo en el peto y se lo guardó
46.
–Son desagradables -afirmó Lou al tiempo que se limpiaba las manos en el peto
47.
Jugueteó en el suelo con un pie descalzo, se tiró del peto y miró a todas partes menos a Lou-
48.
–No, ellos van conmigo -dijo Diamond al tiempo que se dirigía sin prisa hacia el mostrador enganchando con los pulgares los tirantes del peto
49.
Sparhawk golpeó con los nudillos el peto de Vanion
50.
Ce'Nedra, sin embargo, contemplaba con expresión de disgusto el peto que había fabricado Delban
51.
El armero levantó el peto con sus enormes manos y lo examinó
52.
Por fin le quitaron el peto abollado y Mandorallen dejó escapar un suspiro de alivio
53.
Un sacerdote se deslizó por la puerta y poco después entró un musculoso oficial pelirrojo, con un bruñido peto y armado con un escudo repujado y una anticuada espada corta
54.
El coronel Delada se hallaba de pie junto a la puerta de la sala de audiencia, con el peto y el yelmo resplandecientes y la capa carmesí inmaculada
55.
Bevier yacía pálido y sudoroso, con el peto de la armadura desatado y abierto como la concha de una almeja
56.
Tenía las manos en los bolsillos del peto, las piernas un poco separadas y la cabeza inclinada a un lado
57.
–Parece que hemos sorprendido a un alto oficial con los ganchos del peto sueltos
58.
Peto tuvo el atranque y lo hizo
59.
Si la punta de la lanza acertaba en la garganta, donde el casco se solapaba con el peto, la herida solía ser mortal
60.
Se había puesto un jubón acolchado para llevar debajo del peto
61.
Unos koloss trajeron a un hombre, un noble elegante con un peto plateado
62.
Publio Vilio Tápulo y Publio Aelio Peto no supieron qué decir
63.
Por fin había llegado el momento: acabaría con la vida del maldito hijo de puta, y lo haría delante de un público numeroso y ávido de emociones fuertes, pero Velasco llevaba puesto un peto de armas ajustado y, aunque sin sobaqueras en los guardabrazos, no permitió el paso de la pica a través de la axila y sólo pudo clavarle la punta en el cuello y derribarlo del caballo
64.
Se quitó la camisa y buscó un grueso peto de cuero
65.
Una legión de horribles, cientos de ellos, medio desnudos o ataviados con trajes áticos o bíblicos o de un vestuario de pesadilla, con pieles de animales y con sedas y trozos de uniforme que aún tenían rastros de la sangre de sus anteriores dueños, capas de dragones asesinados, casacas del cuerpo de caballería con galones y alamares, uno con sombrero de copa y uno con un paraguas y uno más con medias blancas y un velo de novia sucio de sangre y varios con tocados de plumas de grulla o cascos de cuero en verde que lucían cornamentas de toro o de búfalo y uno con una levita puesta del revés y aparte de eso desnudo y uno con armadura de conquistador español, muy mellados el peto y las hombreras por antiguos golpes de maza o sable hechos en otro país por hombres cuyos huesos eran ya puro polvo, y muchos con sus trenzas empalmadas con pelo de otras bestias y arrastrando por el suelo y las orejas y colas de sus caballos adornadas con pedazos de tela de vistosos colores y uno que montaba un caballo con la cabeza pintada totalmente de escarlata y todos los jinetes grotescos y chillones con la cara embadurnada como un grupo de payasos a caballo, cómicos y letales, aullando en una lengua bárbara y lanzándose sobre ellos como una horda venida de un infierno más terrible aún que la tierra de azufre de cristiana creencia, dando alaridos y envueltos en humo como esos seres vaporosos de las regiones incognoscibles donde el ojo se extravía y el labio vibra y babea
66.
Para matarlo, pues, hay que disparar a la cabeza, o al costado, la parte del torso que queda desprotegida entre el peto y el espaldar
67.
Mientras le ataban el peto, el paje principal le hizo una serie de preguntas, a ninguna de las cuales supo qué contestar
68.
Sucederían después refinamientos menores, principalmente en la dentadura y en la forma del cráneo, peto el caballo de los tiempos históricos estaba ya prefigurado
69.
El peto seguía estando adornado con las Armas del Caos, las ocho flechas que irradiaban de un cubo central; y su guantelete metálico empuñaba una espada que también brillaba con reflejos siempre cambiantes, a veces dorados, a veces plateados, a veces azules y escarlatas
70.
La espada del conde cayó sobre el costado del barón, pero su penetración quedó bloqueada por el espeso cuero del peto
71.
Seguía llevando el peto de cuero negro y los grebones que le había entregado Meliadus
72.
Movió la espada poco a poco, hasta apoyar el pomo en las losas y la punta bajo su peto, apretada contra su carne
73.
Todavía llevaba puesto el peto, y volví a ajustarme la espada a la cintura mientras cruzaba los pasillos hasta llegar a los aposentos de Ermizhad, donde aparté de un empujón al soldado que montaba guardia en la puerta
74.
Alden rebuscó en el bolsillo frontal de su peto y sacó una cartera desgastada
75.
—¿Qué quieres decirme? —preguntó en voz alta, examinando el peto con la lupa—
76.
Todo el mundo empezó a hablar, peto Chase les hizo callar a todos con una furiosa orden
77.
Magrat se golpeó el peto con el puño
78.
Ya no hay más caballos en la plaza después del primer acto, excepto los que han quedado muertos en la arena, recubiertos con su peto protector
79.
Los tizones que medio cubrían los maltrechos restos de Euricio Bannio habían horadado el cuero de su peto, facilitando a los colmillos de los perros vagabundos la tarea de llegar hasta la carne
80.
La hoja de tablones de roble topó con el peto de la armadura y se detuvo
81.
Richard Peto, de la Universidad de Oxford, dice textualmente: «La epidemiología es preciosa, y nos ofrece una gran perspectiva de la vida humana y la muerte, pero se publica una enorme cantidad de basura»
82.
En gran parte se trataba de signos sin sentido y símbolos eminentemente decorativos, pero un determinado motivo se repetía una y otra vez… más grande en el peto y el escudo, algo más pequeño en los guanteletes, los sobrecodales y las rodilleras: el dibujo de un lujoso cáliz, que a Dulac no le resultó del todo desconocido, aunque fue incapaz de recordar dónde lo había visto antes
83.
Jaime Astarloa le ofreció un peto acolchado y, solícito, ayudó a la joven a enfundarse la prenda protectora, sujetándole los corchetes a la espalda
84.
Al enganchar el último corchete, el maestro de esgrima comprobó con desolación que sus dedos temblaban; para disimularlo, ocupó inmediatamente las manos en desabrocharse los botones de la casaca, e hizo un comentario banal sobre la utilidad del peto en los asaltos
85.
La ardiente mirada lo siguió mientras se quitaba el cinturón de la espada, el peto, el justillo y el chaleco de lana por encima de la cabeza
86.
Pinchó el dedo en el peto de Vimes
87.
Alorco y Acteón marchaban al frente, con una parte del manto en la cabeza, un peto de lienzo almohadillado que defendía el pecho, a usanza celtíbera, y la espada ancha y corta, junto con el escudo de cuero, colgando de la cintura
88.
Le tendieron en el suelo y desataron las correas de cuero del peto pegado a la guerrera empapada de sangre caliente
89.
Su alimentación a base de cebada era deficiente, estaban debilitados y no lograban pasar del trote largo que, para los coraceros, era el paso más extenuante, pues sufrían continuas sacudidas y el peto y el espaldar de acero les cizallaban hombros, codos y caderas
90.
Trozo de lienzo que, a manera de peto, usan ciertas órdenes religiosas
91.
Y el joven Octavio, según creo, no se detendría ante nada para hacerse poderoso; peto al buscar el poder para sí mismo él perseguirá genuina y sinceramente mi propio gran objetivo: el del orden, la prosperidad y la civilización
92.
Parte de la armadura antigua, que caía desde el extremo inferior del peto
93.
Es un hacha con el peto en forma de martillo, y con letras o marcas, en acero, invertidas y en relieve
94.
Mandil de lona o de cuero, con peto, que usan los segadores
95.
—¿Tanto? Supongo que por ese precio te pondrá un emblema de oro en el peto
96.
¿Qué había heredado Dorian de aquel hombre? El amante de Giovanna de Nápoles, ¿le había legado algún pecado, alguna infamia? ¿No eran sus acciones otra cosa que los sueños que los muertos no se habían atrevido a poner por obra? Allí, desde el lienzo de colores apagados, sonreía lady Elizabeth Devereux, con su capucha de gasa, peto de perlas y mangas rosas acuchilladas
97.
Estaba sentada en cuclillas en un rincón, arrancando hierbajos y ramitas con las manos, con el pantalón de peto embadurnado de pintura y los pies descalzos salpicados de tierra
98.
El sudoroso joven, que llevaba un mellado y ornado peto, lanzaba amedrentadas miradas al repulsivo rostro de Muadh
99.
Ese día vestía armadura, el peto pintado de un azul profundo, tan oscuro que casi podía pasar por negro
100.
Bryne enlazó las manos a la espalda y, al girarse, la cara de Gawyn se reflejó en el peto