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    plebeyo frases de exemplo

    plebeyo


    1. y el plebeyo siempre pierde


    2. que hacía creer en la superioridad del temple moral de algunos linajes sobre el plebeyo vulgo


    3. plebeyo, y no está bien que los reyes desciendan aocupaciones propias de los vasallos


    4. de ciertochino plebeyo que pone a su disposición las mejores


    5. Nunca le había inspirado el menor respeto y nunca imaginó que se convertiría en su rival y su verdugo: lo había tratado con frecuencia desde los tiempos en que Suárez dirigía Radiotelevisión Española y había recurrido a sus servicios para promocionar la figura por entonces precaria y desvaída del Príncipe, y su opinión del futuro presidente no debía de ser muy distinta de la de tantos otros que a principios de los setenta lo consideraban un chisgarabís servil y diligente y un plebeyo sin escrúpulos convertido a la causa de la monarquía por seca ambición personal; el hecho de que fuera aquel advenedizo quien le apartase del Rey sólo contribuyó a endurecer la hostilidad que a partir de aquel momento sintió contra él


    6. Tal vez fue eso lo que sintió con los años Adolfo Suárez; eso o una parte de eso o algo muy semejante a eso, un sentimiento que se le impuso de forma paulatina tan pronto como resultó elegido presidente del gobierno en las primeras elecciones democráticas y que a partir de aquel instante empezó a operar sobre él una metamorfosis radical: el antiguo falangista de provincias, el antiguo arribista del franquismo, el Julien Sorel o Lucien Rubempré o Frédéric Moreau de los años sesenta acabó invistiéndose de la dignidad del héroe de la democracia, Emmanuele Bardone se creyó el general De la Rovere y el plebeyo fascista se soñó convertido en un aristócrata de izquierdas


    7. Por las fechas en que presentó su dimisión como presidente del gobierno el Rey prometió concederle un ducado en premio a los servicios prestados al país; poca gente en el entorno de la Zarzuela era partidaria de ennoblecer a aquel advenedizo que para muchos se había rebelado contra el Rey y había puesto en peligro la Corona, así que la concesión se retrasó y, en un gesto más conmovedor que embarazoso -porque delata al plebeyo arribista de provincias peleando todavía por legitimarse y expiar su pasado-, Suárez reclamó lo prometido y apenas dos días después del 23 de febrero el monarca lo nombró por fin duque de Suárez a condición de que permaneciera una temporada alejado de la política


    8. Kokorin era más desenvuelto que yo y su rostro era más agradable que el mío, pero, entre nous , un comerciante siempre será un comerciante, un plebeyo, por mucho que estudie en la universidad


    9. Era deudo de don Benito de Cárdenas, marqués de Torres Claras, que fue su valedor ante el conde duque de Olivares, cuando él demandó la obtención de un título que después recaería en su hijo y posteriormente en su nieto, cuando lo hubiere, y a partir de la tercera generación nadie osaría discutir su plebeyo origen ni su humilde procedencia


    10. Por este pequeño pero importante papel de guiar a los jóvenes al vicio, las deudas y la ruina, Drawlight recibía una gratificación de los prestamistas, generalmente el cuatro por ciento de los intereses del primer año si se trataba del hijo de un plebeyo, el seis por ciento por el hijo de un vizconde o un barón, y el diez por ciento por el de un conde o un duque

    11. Sólo doña María conservaba una entereza heroica y casi bárbara que hacía creer en la superioridad del temple moral de algunos linajes sobre el plebeyo vulgo


    12. Después, transcurrido el día veintisiete del mes, Cicerón se vio elegido edil plebeyo con Marco Cesonio (sin relación con los Julios con cognomen de César), ambos pensaron que se avendrían bien y Cicerón se alegró en extremo de que su colega fuese un hombre muy rico


    13. Más prometedor era el nombramiento de Quinto Cecilio Metelo Celer como edil plebeyo, un hombre muy rico del que se rumoreaba que pensaba organizar unos magníficos juegos para la ciudad, harta de la guerra


    14. Se nota en el vecindario madrileño esa especial alegría del pueblo español cuando hierve dentro de él el caldo de las conspiraciones, algo como preparativos de bodorrio plebeyo


    15. Ibero y don Fernando, tocando la tecla política, pidieron a Vicente noticias del mundo plebeyo, federal y masónico que frecuentaba, dándole a entender delicadamente que en tal sociedad no hallaría nunca su ambiente propio un espíritu cultivado


    16. quiero decir, que espiritualmente hubo de presidir la reunión, y entre los dos jóvenes tomó asiento, sin mostrar repugnancia del ambiente plebeyo y vinoso


    17. Cuando Tristán se había arrojado por el acantilado, un pobre plebeyo le había visto levantarse de nuevo y huir


    18. Las oficinas han sido el tronco en que se han injertado las ramas históricas, y de ellas han salido amigos el noble tronado y el plebeyo ensoberbecido por un título universitario; y de amigos, pronto han pasado a parientes


    19. Me acompañaron otros cuatro nobles, quienes no estuvieron muy contentos de que Motecuzoma me hubiese puesto al mando de la expedición y de la misión que teníamos que cumplir, pues yo había sido un plebeyo elevado al rango de noble, mientras que ellos lo eran de nacimiento


    20. Sólo tienes que matar a un guerrero de rango inferior para tomar tu puesto como un plebeyo libre de la casa Do'Urden

    21. Ya estaba acostumbrado a los desplantes de los patricios y estaba convencido de que en el caso de Catón, la distancia sería aún mayor, aunque el propio Catón fuera de origen plebeyo, y es que aún debían estar muy calientes en la memoria del nuevo edil las escenas del Miles Gloriosus que Plauto estrenara en Siracusa ante las legiones de Escipión y que tanto escandalizó al entonces quaestor Catón


    22. Esto envalentonó más aún al senador plebeyo de Tusculum, que se volvió a levantar y pidió de nuevo la palabra al presidente de la sesión que, sin dudarlo, se la concedió


    23. La costumbre lo habituó a las mejillas mal afeitadas, al acento plebeyo, a los trajes mal cortados y al persistente husmo de sudor rancio y comenzó a darse cuenta de que el hombre poseía una rara inteligencia


    24. El plebeyo era un personaje de las obras teatrales de principios de siglo, de cuando yo ya estaba a punto de jubilarme en la Brigada Criminal


    25. Tampoco él aceptaba que un plebeyo pudiera pretender los amores de una mujer de abolengo, y menos aún cuando se trataba de su sobrina


    26. Desde siempre se había considerado un sencillo hijo de la tierra, un plebeyo que había conseguido, con mucho esfuerzo y superando toda clase de contrariedades, alcanzar un conocimiento poco común a los de su misma condición social


    27. La única ventaja que posee un patricio es que puede acceder a cargos religiosos vedados a un plebeyo


    28. A mediodía todo era paz y tranquilidad, pero tres horas después allí estaba Clodio chillando y pregonando su nueva condición de plebeyo desde lo alto de los tejados


    29. –¿Te has enterado de que Clodio es ahora plebeyo? – le preguntó Cicerón a Magnus en cuanto consideró educado acabar con las cortesías de los saludos


    30. Durante toda la República mantuvieron el título de patricios, así como un prestigio que era inalcanzable para cualquier plebeyo; pero a pesar de la nobleza, surgió una «nueva aristocracia» que se ennobleció situándose por encima de la condición plebeya por el hecho de tener cónsules en la familia

    31. Al principio probablemente se requeriría que fuera patricio, pero pronto también pudo fácilmente ser plebeyo


    32. Mi Origen plebeyo siempre me ha inducido a mirar con desconfianza los locales de lujo


    33. Muchos senadores se pusieron furiosos y algunos fueron a ver a Craso y a César, quejándose indignados de «aquel imprudente hombre nuevo, de aquel Garbanzo, de aquel patán, vulgar y plebeyo», preguntando cuánto tiempo deberían soportar todavía la afrenta de su insolencia


    34. – Platón, más inocente en tales asuntos y desprovisto de la picardía del plebeyo, quiso demostrarse a sí mismo, empleando toda su fuerza – ¡la fuerza más grande que hasta ahora hubo de emplear un filósofo! que razón e instinto tienden de por sí a una única meta, al bien, a «Dios»; y desde Platón todos los teólogos y filósofos siguen la misma senda, – es decir, en cosas de moral ha vencido hasta ahora el instinto, o «la fe», como la llaman los cristianos, o «el rebaño», como lo llamo yo


    35. «¡Nada de dueños!» – eso es lo que quiere también aquí el instinto del hombre plebeyo; y después de que la ciencia se ha liberado, con el más feliz éxito, de la teología, de la cual fue «sierva» durante mucho tiempo, aspira ahora con completa altanería e insensatez a dictar leyes a la filosofía y a representar ella por su parte el papel de «señor» – ¡qué digo!, de filósofo


    36. En la época de Sócrates, entre hombres de instinto fatigado, entre viejos atenienses conservadores que se dejaban ir -«hacia la felicidad», según ellos decían, hacia el placer, según ellos obraban – y que, al hacerlo, continuaban empleando las antiguas y espléndidas palabras a las cuales no les daba derecho alguno su vida desde hacía mucho tiempo, quizá fuese necesaria, para la grandeza del alma, la ironía, aquella maliciosa ironía socrática del viejo médico y plebeyo que sajaba sin misericordia tanto su propia carne como la carne y el corazón del «aristócrata», con una mirada que decía bastante inteligiblemente: «¡No os disfracéis delante de mí! ¡Aquí – somos iguales!» Hoy, a la inversa, cuando en Europa es el animal de rebaño el único que recibe y que reparte honores, cuando la «igualdad de derechos» podría transformarse con demasiada facilidad en la igualdad en la injusticia: yo quiero decir, combatiendo conjuntamente todo lo raro, extraño, privilegiado del hombre superior, del deber superior, de la responsabilidad superior, de la plenitud de poder y el dominio superiores, – que hoy el ser aristócrata, el querer ser para sí, el poder ser distinto, el estar solo y el tener que vivir por sí mismo forman parte del concepto de «grandeza»; y el filósofo delatará algo de su propio ideal cuando establezca: «El más grande será el que pueda ser el más solitario, el más oculto, el más divergente, el hombre más allá del bien y del mal, el señor de sus virtudes, el sobrado de voluntad; grandeza debe llamarse precisamente el poder ser tan múltiple como entero, tan amplio como pleno»


    37. Suponiendo que sepamos algo de los padres, está permitido sacar una conclusión acerca del hijo: cierta incontinencia repugnante, cierta envidia mezquina, un torpe darse a sí mismo la razón – y estas tres cosas juntas han constituido en todas las épocas el auténtico tipo plebeyo – tieren que pasar al hijo con la misma seguridad con que pasa la sangre corrompida; y con ayuda de la mejor educación y de la mejor cultura lo único que se conseguirá cabalmente es disimular esa herencia…-¡Y qué oíra cosa quíeren hoy la educación y la cultura: zn nuestra época tan popular, quiero decir tan plebeya, «educación» y «cultura» tienen que ser esencialmente el arte de disimular – de disimular la procedencia, la plebe heredada en el cuerpo y en el alma


    38. Eso deja fuera de combate a Duplessis, pues no sabe hablar malayo y los miembros del gobierno no admitirán a un intérprete plebeyo porque son muy estrictos respecto a la categoría social


    39. Todo eso era el «siglo» y el espíritu plebeyo en comparación con la nobleza espiritual representada por la Iglesia


    40. Hasta el último invitado sabía que sólo iba a ver a los reyes un instante y de lejos, y que todo se limitaría a descubrirse la cabeza, inclinarla al paso de sus augustas majestades y poco más; pero hollar los jardines del antiguo palacio árabe y asistir a una jornada como aquélla, adoptando el continente hidalgo y endomingado propio de un grande de España, y poder contarlo al día siguiente, colmaba las ínfulas que todo español del siglo, hasta el más plebeyo, cultivaba dentro

    41. Poco antes de atisbar el árbol que lo había sorprendido de tal manera con su belleza, Jerjes había sido recibido por Pitio, el lidio reputado como plebeyo más rico del imperio


    42. Un duque puede escribir novelas de tendero, incluso sobre costumbres del gran Inundo, porque los pergaminos no sirven de nada en ese terreno, y los escritos de un plebeyo pueden merecer el epíteto de aristocráticos


    43. (“María-Gilbert” protegía a muchos de ellos; había que cuidarse de que no lo abordara a uno alguna ilustre cantatriz alemana); por cierto temor también con respecto al nacionalismo, al que, aunque detentara, como el señor de Charlus, el espíritu de los Guermantes, despreciaba desde el punto de vista mundano (ahora preferían, para glorificar al estado mayor, a un general plebeyo antes que a algunos duques); pero al que, sin embargo, como se sabía tan cotizada como mal pensada, hacía amplias concesiones, hasta llegar a temer estrecharle la mano a Swann en ese ambiente antisemita


    44. plebeyo, al esclavo y al hombre libre, al heleno y al bárbaro, incluso al perverso, pues también ellos contienen el alma nacida en Dios


    45. ¿No te quedaba simiente entre los muslos que has tenido que adoptar al vástago de un plebeyo?


    46. –Horemheb es un plebeyo -dijo Meren-


    47. –Recuerdo y recordaré siempre que eres un espía, un plebeyo


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    plebeyo in English

    commoner common person everyman

    Sinônimos para "plebeyo"

    pobre humilde ordinario populachero