1.
(El sábado, día 10 de Mayo de 1534, se decretó la orden ó providenciasiguiente, por común acuerdo de los presentes y de los mandatarios delos enfermos: «Aunque nuestros mayores, ya por piedad, ya para excitarla devoción del pueblo, hubiesen dispuesto que cada canónigo al ingresaren esta corporación, se obligase por orden de antigüedad en la fiesta dela Pascua de Resurrección de Jesucristo, nuestro Redentor, á representaren esta iglesia gerundense y horas matutinas lo que vulgarmente sedenomina Las tres Marías; como ha probado la experiencia, que aúncuando este espectáculo se introdujera para solemnizar el culto delSeñor y para alabarlo y honrarlo, se había después convertido en desdoroy ofensa suya, y que se perturbaba el oficio divino en gran manera, yredundaba en descrédito y daño de su iglesia; el cabildo de dichaiglesia, teniendo en consideración estas razones, y deseando extirpar deraíz toda deshonestidad, todo abuso y toda mancha, decretó y ordenó, queacabada la verbeta comiencen las tres Marías, vestidas de negro comode costumbre, á cantar los versos que se han cantado de ordinario en lapuerta, en que se canta la invitación, y que vayan cantando al altarmayor, en donde estará preparado un catafalco con muchas luces, y allíel tendero con su esposa é hijo y el mercader con su esposa, los cualesno entren hasta haberse acabado la tercera lectura, y allí se representela petición del ungüento para ungir el sacratísimo cuerpo de Jesús,según es costumbre
2.
Afanes y contratiempos de un redentor
3.
en el poder que elDivino Redentor legó a los apóstoles, y por lo
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suapacibilidad burocrática en vocación de redentor, y tendréis
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entre la multiplicidad de llagas y entre lasangre de que se ven cubiertas las imágenes del Redentor
6.
No: noquiso el Redentor, después de muerto,
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nuestro divino Redentor? Hastaen las epopeyas que se fundan en tan
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Redentor, a la que el día de Santa Cruz de Mayoiba el clero de
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representan pasages y misterios de la vida del Redentor, en
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PARA INVOCAR EN ELLA EL NOMBRE DE DIOSSU REDENTOR
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Redentor, que no había de encerrarse en la debilidadde un
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lasofensas, que reconocía haber hecho a su Redentor, cuyo perdón esperaba,por los
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sus manos al Redentor de lavida, prometido en la ley y anunciado por los Profetas,
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sufuror; la otra cuando en odio de Nuestro Redentor JESUCRISTOcrucificaron a un
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los jilgueros plañeronla muerte del Redentor; por qué la
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¡Pensad cuán triste sería que el Redentor
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los pies del Redentor, y pensó que ella hubiera hecho lo mismo
18.
Sólo al reflejarse en las joyas queyacían a los pies del Redentor lanzaba hermosos y
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en la cruenta pasión ymuerte del Redentor, y así lo había hecho hasta entonces,
20.
ese licor una libación y unaofrenda al Redentor divino
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Dios por príncipe y redentor con la mano delángel que le apareció en la zarza
22.
Dios por príncipe y redentor con la mano delángel que le apareció en el zarzal
23.
agradecimiento á lasllegas del Redentor, que había infundido en
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tienen alguna confusanoticia de la venida del Redentor al
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de Nuestro Redentor, cuya sangre era tan eficaz en loscorazones
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Redentor con elprecio de toda su sangre
27.
Mitra era el redentor de la humanidad
28.
La visión de Jesús como redentor no es judía; y tampoco es un tema familiar a los primeros cristianos de Palestina
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el redentor, el consolador de los pobres,
30.
–Creo en Cristo, que sufrió en su pasión y que es mi Redentor
31.
Se buscaba a un general: había un acuerdo unánime en que debía tratarse de un militar prestigioso, liberal, con experiencia política, bien relacionado con el Rey y capaz de concitar la aprobación de partidos políticos de derecha, de centro y de izquierda y de reunirlos en un gobierno que contagiara optimismo, impusiera orden, atajara la crisis económica y terminara con ETA y con el peligro de un golpe de estado; se hacían quinielas: dado que el retrato robot del general redentor cuadraba en apariencia con sus facciones políticas y personales, en todas ellas figuraba el nombre de Alfonso Armada
32.
Se preguntó, una vez más, si eso era lo que imaginaba cuando ingresó en la Academia Militar, o lo que soñó cuando leía la biografía del coronel Duperey aspirando a emular sus hazañas y convertirse en un nuevo redentor de las tribus nómadas, aunque no había ya tribus nómadas en los alrededores de Tidikén, que evitaban el Puesto y todo contacto con los militares, tras las desagradables experiencias de Adoras
33.
La idea de que existe un redentor infalible y todopoderoso, decían, les resultaba demasiado familiar
34.
Más padeció el Redentor del mundo por nosotros»
35.
Si ellos eran pastores, ¿qué oficio y estado superaba en nobleza y antigüedad al de conducir rebaños? Pastores fueron los patriarcas en aquel pueblo que Dios llamó suyo; pastores fueron los primeros que adoraron y reconocieron al Redentor del Mundo en Belén, y [78] este había representado su misión debajo del simbolismo de un pastor del gran rebaño de la Humanidad
36.
Sin dejar meter baza a nadie, Agustín desembucha: «Según expone Gioberti en su Primato, el redentor, el jefe, el príncipe de la nación italiana, en la esfera del pensamiento, debe ser el Papa, cabeza visible de la Iglesia católica
37.
Hizo Santiuste la apología del Cristianismo en variedad de tonos, descendiendo del sublime al patético; ensalzó la intensa ternura de la predicación de Cristo, por la cual este penetró en las entrañas de la Humanidad, [304] conquistándola y haciéndola suya para siempre; marcó luego la obra inmensa de los apóstoles, para afianzar la doctrina del Redentor sobre las ruinas del Imperio, y la siguiente labor de los Padres para fijar en dogmas inmutables todo el organismo de la Hermandad Cristiana; describió la tenaz gestación de la Iglesia para formarse, para edificar su imperio militante y docente, y sostenerlo con robusta trabazón arquitectónica en el curso de los siglos
38.
No le costaría gran trabajo encontrar la iglesia del Redentor
39.
–Que Cristo el Redentor sea con usted -dijo el reverendo Mather, mientras introducía la llave en la cerradura-
40.
Los mazdeístas creían en la primera pareja humana, en el Diluvio Universal, en el Arca que salvó a una pareja de animales de cada especie, en el Cielo, en el Infierno, en la venida a la Tierra de un redentor de la humanidad y en el Juicio Final, tras una batalla entre los demonios de Angra y los ángeles de Ahura Mazda, creían además en la existencia de una Trinidad divina (Ahura Mazda, Mitra y Anahita, la esposa de Ahura Mazda y madre de Mitra)
41.
Eso sólo demuestra que Dios no hace las cosas a la ligera, que antes de encarnar a su Hijo, nuestro Redentor, en una Virgen inspiró la misma historia a múltiples pueblos para ablandar la razón de los hombres a fin de que, llegado el momento, lo creyeran y apoyaran a su Iglesia
42.
pastores, o quizá antes, llegan tres Reyes Magos procedentes de Oriente que llevan meses siguiendo una estrella que les anuncia el Nacimiento del Redentor de la humanidad
43.
Lugar exacto desde el que las santas mujeres presenciaron la Crucifixión del Redentor (Basílica del Santo Sepulcro, Jerusalén, Israel)
44.
Para 1200, la antigua estatua del Redentor se había transformado en una impresión de su rostro sobre lienzo o pañuelo efectuado antes de la Pasión (influencia directa
45.
en el lugar del suplicio? ¿Cómo puede el ausente palo vertical dejar esas huellas sobre la espalda del Redentor?
46.
A poco llegó de lejanas tierras la reina de Saba, ilustre visitante de Salomón y algo bruja, quien, al ver la viga, tuvo la revelación de que sobre ella había de morir el Redentor del mundo
47.
Acudían al incienso, a la luz de las velas, a la humildad que el redentor les imponía
48.
Si hacía examen de corazón, encontraba que en cuestión de amor a su redentor había ganado muy poco; pero el aprecio y estimación eran seguramente mayores, y sobre todo, lo que había crecido y fortalecídose en su pensamiento era la conveniencia de casarse para ocupar un lugar honroso en el mundo
49.
Después de la reforma constitucional, delegados, invitados y miembros de la familia se reúnen con el presidente Gomes para visitar la recientemente inaugurada estatua del Cristo Redentor
50.
Su visión más amplia fue desde arriba, desde la estatua del Cristo Redentor
51.
Cuando Beli cumplió trece años, La Inca le consiguió una beca en El Redentor, uno de los colegios más exclusivos de Baní
52.
Hija de un médico brillante o no, Beli no pegaba nada en El Redentor
53.
Aunque hubiera sido incapaz de admitirlo (ni siquiera a sí misma), en El Redentor se sentía por completo expuesta, con todos esos ojos pálidos royendo su piel oscura como una plaga de langostas; no sabía cómo manejar esa vulnerabilidad
54.
Aquel a quien ellos llaman redentor los arrojó en cadenas
55.
Mejores canciones tendrían que cantarme para que yo aprendiese a creer en su redentor: ¡más redimidos tendrían que parecerme los discípulos de ese redentor!
56.
A Dulaine pareció molestarle que ella abriera la puerta; a Ginny le dio la impresión de que traía todo un discurso preparado para Sonya, acerca del valor redentor del sufrimiento o alguna estupidez semejante
57.
Un varón a quien ha distinguido así el Redentor merece de nosotros la mejor interpretación de sus actos
58.
Ebrio de insomnio y de vertiginosa dialéctica, Nils Runeberg erró por las calles de Malmö, rogando a voces que le fuera deparada la gracia de compartir con el Redentor el Infierno
59.
Piensa en la tal Carolina Olivares de la que tiene ya tan buenas referencias como trabajadora, pero que jamás tomaría un papel redentor pues, según le han contado, es la aliada incondicional de Iván
60.
Así las oraciones de los pobres que piden por los nobles son escuchadas por el Redentor
61.
Ni un solo rasgo redentor se creó en la ciudad, y los que sobrevivieron al destrozo se alzaban como recuerdo de la codicia y la insensibilidad del hombre
62.
Cuán honorable y redentor le sonaría a su Dulcinea que Vergara Grey estuviera incorporado a la pléyade de los grandes exportadores chilenos, quienes gracias a los convenios de libre comercio firmados con Estados Unidos y la Unión Europea por un gobernante socialista habían abierto al pequeño país el camino a la expansión mundial de la economía
63.
En unas cuantas Semanas su nombre había adquirido un significado religioso, redentor
64.
(Cholly estaba más allá de la redención, por supuesto, aparte que su redención no era lo que contaba: a la señora Breedlove no le interesaba Cristo el Redentor, sino más bien Cristo el Juez
65.
Brenda Perkins escuchaba la WCIK porque a su marido le gustaba (o le había gustado), pero jamás habría puesto un pie dentro de la iglesia del Cristo Redentor
66.
De hecho, conozco a varios de la congregación de Cristo Redentor
67.
Redentor, y en el campamento lo llamábamos Red
68.
También aseguró a mi hijo que era el signo del Redentor de la humanidad, que fue profetizado desde los primeros tiempos del mundo Y sin embargo, como bien sabemos, no es más que el signo de la muerte infamante de los criminales, malhechores, traidores, ladrones y esclavos rebeldes
69.
Y sin embargo, sentía que algo los predestinaba a estar juntos: Perón era el redentor, Ella la oprimida; Perón conocía sólo el amor forzoso de su matrimonio con Potota Tizón y los coitos higiénicos con amantes casuales; ella, el asedio obligatorio de los galanes de la radio, de los editores de chismes y de los vendedores de jabones
70.
Permitidme que os diga cómo son las bases de la sociedad cristiana que el general Perón está construyendo en la Argentina por inspiración de nuestro redentor y divino maestro»
71.
Saliendo por la puerta que Spider había dejado sin cerrar, Cale los condujo hasta el deambulatorio y, sin apartarse del muro, llegaron ante la gran estatua del Ahorcado Redentor y la entrada del túnel que habían descubierto el día anterior
72.
—¿Quién es el Ahorcado Redentor?
73.
El redentor Bosco levantó el bastón y dio dos golpes en la puerta
74.
Finalmente se abrió la puerta y ante el Padre Militante apareció un hombre alto, otro redentor
75.
El Gran Redentor lanzó un gruñido
76.
¿Sería un redentor disfrazado, tal vez? No era probable: demasiado animado para ser uno de ellos
77.
Que el castigo debiera ser proporcionado a la falta era una noción tan extraña para ellos como un perro de cinco patas, o como la posibilidad de que aquella cita, tan a menudo repetida por los sacerdotes sobre la promesa del Ahorcado Redentor de que aquel que hiciera daño a un niño herviría en manteca por toda la eternidad, fuera a ser interpretada en su sentido literal, o de hecho fuera a ser interpretada en algún sentido
78.
Al principio, cuando los muchachos acababan de llegar, se les contaban frecuentes historias y parábolas sobre la bondad del Santo Redentor y su especial consideración hacia los pequeños, cuyo cuidado y felicidad era algo que siempre encarecía ante aquellos que lo rodeaban
79.
Asustado y horrorizado hasta la inmovilidad, el redentor Stape soltó de pronto un grito de profundo odio y disgusto
80.
El redentor Hauer, que había sido su consejero espiritual durante casi diez años, se hubiera quedado horrorizado al descubrir lo débil que era la resistencia de Henri, y lo poco efectiva que resultaba su interminable insistencia sobre la certeza del infierno para los que cometían crímenes contra el Espíritu Santo
81.
Odian al Redentor y a todos sus seguidores, y quieren destruirle y barrer su bondad de la faz de la tierra
82.
Bosco se puso en pie y le indicó al redentor que se acercara hasta una mesa en la que había un mapa de las fortificaciones de Menfis
83.
Debajo había una enorme colección de reliquias: santas horcas de varios tamaños tanto en madera como en metal, estatuas de la Santa Hermana del Ahorcado Redentor, y renegridos dedos de pies y manos de diversos mártires, conservados en pequeños relicarios de muy elaborada decoración
84.
El grito de uno de ellos, que se agarró el pecho como si se le hubiera metido una avispa tigre en la camisa, llamó la atención de Cale, que retrocedió de la fila y corrió hacia la puerta del palacio, golpeando a un redentor en el tendón del talón, y lo mismo a un segundo, pero el tercero de los que tenía delante recibió una flecha en la parte superior del muslo
85.
Los guardias Materazzi, reducidos a solo tres, habían hecho retroceder a sus oponentes, y entonces los sacerdotes, desanimados, trataron de echar a correr, pero morían bajo la espada de los Materazzi, que los perseguían, o de Kleist y Henri, cuando se alejaban de Cale, que guardaba la puerta, y eliminaban a cualquier redentor que diera la impresión de querer llegar hasta la alcantarilla y escapar
86.
Cale, Kleist y Henri el Impreciso se plantaron ante el redentor, que yacía inconsciente con la espalda contra el muro del palacio, con la cara hinchada, los labios abultados, sin dientes
87.
Un grupo de exploradores volvió poco después para decirle al Gobernador que el ejército redentor se había retirado tras prender fuego a los cuatro fundíbulos que tanto esfuerzo les había costado desplazar hasta York
88.
Cuando, tres días después, Beale llegó a Menfis, la ciudad ya sabía de la otra mitad del Cuarto Ejército del Redentor General Princeps, y se quedaron igualmente desconcertados al oír las noticias que les llevaba Beale
89.
La batalla era ya inevitable, pese a todos los esfuerzos que había puesto Princeps, el Redentor General, en evitarla
90.
Tras las letras de la palabra ICHTYS ocultaba la fórmula: Jesus Christos Theou Yios Soter, que significaba algo así como «Jesucristo, Hijo de Dios y Redentor del Mundo», y el escolástico Albertus Magnus, en su Compendium theologicae veritatis66, había introducido un notaricón en el nombre de Jesús, recurriendo al procedimiento de dividir la palabra, cuyo sentido original desconocía, en grupos de letras, que adquirían así un significado cuando se las relacionaba con las letras iniciales de otras palabras
91.
Al principio pusieron objeciones, como hacían todos sus clientes, pero les dio la explicación habitual: que la radiación residual -una expresión impresionante- era tan alta en aquellas regiones lejanas que ninguna persona cuerda pasaría allí la cantidad de tiempo que exigía hasta la redención más sencilla, y que aunque se pudiera encontrar y secuestrar a un jaybird en aquellos lugares, él o ella, y probablemente también el redentor, morirían como un veneciano comedor de peces antes de poder volver a Ellay
92.
El pastor indicó a Rivas que siguiera caminando, y acompasó su paso al del redentor
93.
) ¡Jesús mío, Redentor mío, ampáranos!
94.
Por mi parte, no debo olvidar que mientras el hombre está limitado por los canales de la gracia estipulados y puestos a su alcance por el acto redentor de Cristo, Dios no tiene esa limitación, y que ulteriormente la lógica de Kamenev puede verse convertida en lógica divina
95.
El acto redentor es estéril sin la cooperación del hombre… Pero el hombre, tal como es, en el mundo que habita…
96.
Y como en su condición de oficial del Ejército Redentor conocía el idioma, leyó con facilidad el mensaje:
97.
Quizá Argalia, que había vivido tanto tiempo entre los bárbaros y se había convertido en un guerrero bárbaro tan feroz que parecía la encarnación misma de la muerte, sería el redentor que necesitaba el país