1.
Rta: escuchar NO, oír NO; sentir SI, pero depende del instante donde se produce la petición, la oración y el rezo
2.
En aquella soledad y excitada por el rezo, quién sabe qué ideasmelancólicas atravesaron por
3.
vez de tener las manos siempre juntas en el rezo, quesalva el
4.
órgano y el rezo delos fieles
5.
Sí, señora; pero en el rezo y en la meditación, su
6.
reproche mudo de losojos de su padre, el rezo de maldiciones
7.
» Y sigue su rezo: en El
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,y se trastornó de tal modo el rezo, que al cabo de un momento seencontraron perdidas en un laberinto
9.
del rezo estaba haciendocortesías con los ojos cerrados
10.
Desde que tuve uso de razón aprendí á orar; mis primeraspalabras fueron el rezo
11.
Quiso orar como los otros,con un rezo de intención vaga,
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adormeciendo susinquietudes con el rezo
13.
letanías y el rosario; ponía más alma y fervor en elcuotidiano rezo
14.
tarde en tarde, como de rezo coreado,y el tañido constante de la
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con el ejercicio de mil buenas obras; con laslimosnas, el rezo, el culto público y el cuidado de los
16.
30 Me lavo los dientes; rezo mis oraciones y me acuesto en el sofá
17.
Interrumpido el rezo, zumbó por la penumbra de la sala un silencio angustioso, ennegrecido aún más por el anochecer que iba tapando las rendijas
18.
Que rezo por ella
19.
Llevaron los frailes al herido a la enfermería y mientras los demás se reunían para el rezo de las completas, dos de los hermanos se dedicaron a limpiar las heridas del moribundo y a comprobar su estado
20.
Cuando la comunidad fue a la iglesia del monasterio para el rezo de las completas, sor Leocadia, prefecta de novicias, comunicó a la priora que una de la postulantas se había desmayado y estaba inconsciente en la enfermería del monasterio, y que en su delirio la nombraba a ella
21.
Todos los días rezo esta oración
22.
La espera se le hizo eterna, pero cuando las campanas de Sant Pere de les Puelles convocaron al rezo de la tarde a las monjitas, el ansiado carromato apareció en la puerta
23.
Vio cómo el clérigo se acercaba al grupo y después de intercambiar unas palabras con el conde, se acercaba donde yacía Almodis y tras un rezo le impartía su bendición; observó cómo traían unas angarillas, en las que colocaron con sumo cuidado el cadáver de la condesa, cubierto con un lienzo, y se lo llevaban acompañado de llantos y lamentos
24.
Yeshua, ¿quieres dirigir el rezo de todos para que el Señor cierre las compuertas del cielo ahora, si ésa es Su voluntad?
25.
Esta hace todo lo importante; en el piano ejecuta la melodía, en el violín lleva el arco, que es la expresión, en la esgrima maneja la espada, en la náutica el timón, en la pintura el pincel: es la que abofetea en las disputas; la que hace la señal de la [26] cruz en el rezo y la que castiga el pecho en la penitencia
26.
Igual congoja que los voluntarios realistas sintió Jenara al oír el rezo de Carnicero y Tablas; pero dominándose con su voluntad poderosa, varió de conversación diciendo:
27.
tan largo fue el rezo, que cuando se pusieron a cenar ya estaban desfallecidos
28.
Comúnmente se metía en el vetusto [234] San Miguel, en San Pedro o en la Virgen del Puy, y se pasaba largas horas en fervoroso rezo, renegando de su pasada devoción del acaso
29.
Pero fueron los morabitunes los que despertaron mis alarmas en Granada, cuando un hermano musulmán me sugirió, tras el rezo del viernes, que entre ellos había muchos nazis
30.
El 17 de abril de 2009 estaba en Madrid, aguardando la llamada de Issan, y como había planeado acudí al rezo en la mezquita de Abu Bakr
31.
mezzanina: sala para el rezo de las mujeres
32.
Por fin, otro día, que Ibrahim designó más claramente diciendo el bárah (ayer), los españoles celebraban fiesta de una santa que llaman La Virgen, [232] y no combatieron, sino que se dedicaron al rezo, poniéndose todos a mirar para la azotea de la Aduana, donde estaba el santón vestido de blanco y oro, delante de un altar
33.
Extinguidas las voces de cólera y guerra, se oía una cháchara triste y zumbante, como un rezo por tantos difuntos
34.
Los instantes del rezo fueron horas para Segismundo
35.
Porque sólo me queda el consuelo del rezo y la oración, y siempre es más intensa la devoción si ves el retablo
36.
Un toque de campana, la bendición y el rezo de un padrenuestro daban paso a la hora de comer y a la de cenar
37.
Rezo para que Dios le ayude —y en mi corazón sé que lo hará— a encontrar el camino correcto en esta situación
38.
Se levantó el párroco y acompañó al auditorio en el rezo del Salve Regina, en latín
39.
La hora del último rezo, antes de irse a la cama -tan fría- en la Casa de las Arrepentidas
40.
En el rezo del Santo Rosario, nadie enunciaba las letanías como ella
41.
Plácido tenía que decirle muchas cosas, y entrecortaba su rezo para irlas desembuchando
42.
Luego le hicieron poner un vestido de lana burda y negra muy sencillo; pero aquellas prendas sólo eran de indispensable uso al bajar a la capilla y en las horas de rezo, y podía quitárselas en las horas de trabajo, poniéndose entonces una falda vieja de las de su propio ajuar y un cuerpo, también de lana, muy honesto, que recibían para tales casos
43.
No, mama, no rezo ni voy a la iglesia
44.
Permítanme asegurarles, Verdaderos Creyentes: en los anales de la piedad dominicana nunca ha existido un rezo como aquel
45.
Luego se me apareció Oma como si fuera mi ángel de la guarda, y luego Hanneli, que me sigue pareciendo el símbolo de la miseria que pasan todos mis amigos y todos los judíos; cuando rezo por ella, rezo por todos los judíos y por toda esa pobre gente
46.
Arrodilláronse delante de una sucia imagen de papel, clavada en la pared, y allí murmuraron el extraño rezo, compuesto por el mismo Cruz
47.
Cerró los ojos con fuerza, las manos presionadas una contra otra en posición de rezo, mientras el impoluto abrigo se ensuciaba de polvo
48.
Rezo, todavía hoy, porque su Dios le haya pagado con los goces reservados a quienes hacen el bien, ya que la recompensa que obtuvo en este mundo no fue precisamente la que su gesto merecía
49.
—Son oraciones, rezo al dios cristiano
50.
Rezo por mis hijos
51.
Muere también el requeté Lluís Franch, que era el encargado de dirigir el rezo del rosario cada día en las trincheras, al que una granada de artillería le ha arrancado las piernas
52.
Sus miradas se encontraron y así permanecieron durante el resto del rezo
53.
Los gritos del fraile rebotaron en las paredes del claustro, sobresaltando a los hermanos en la hora del rezo
54.
Se dirigían a la iglesia para el rezo de las tercias, del que por suerte estaban dispensados
55.
Todos los días le rezo a Allah para que bendiga y acreciente su amor, pero también para que sea pronto
56.
Rezo por vuestras almas, y por que el Espíritu Santo os guíe en vuestras deliberaciones
57.
Pese a que mi sucesor no queda comprometido en sentido alguno por esta solicitud, rezo por que él también opine que Yin Daoming es merecedor de un lugar en su corazón
58.
Rezo, por el bien de Nolan y de los demás, por que esta información no acabe filtrándose
59.
En apariencia, la pausa para el rezo y la reflexión poco había influido en sus firmes decisiones
60.
Rezo para que encuentre descanso en compañía del dios
61.
Rezo una rápida oración por los desposeídos de apartamento y marco el número de la oficina
62.
–Engraso las bisagras y rezo por la salvación de los impertinentes y los entrometidos
63.
Rezo y rezo, y repito algunas frases sueltas del padrenuestro que todavía recuerdo de cuando iba al colegio, con la esperanza de que aplaquen a cualquier Dios que pueda estar en las alturas
64.
Él insiste en que siga rezando por los que murmuran sobre mí y yo rezo por ellos cada noche, de verdad, pero tengo la sensación de que ellos rezan incluso con mayor ahínco por mí y por el dinero
65.
Hipócrates debió de haber tenido algún disgusto con la Iglesia, porque comienza con la afirmación del valor terapéutico del rezo
66.
Finalmente, les imponía una pequeña penitencia, consistente en general en el cumplimiento de alguna obra de caridad o el rezo de algunas oraciones en la iglesia, les daba la absolución y los penitentes se retiraban
67.
Rezo por ti durante todo el día, Harold
68.
Deseo guardado para un retorno que él fomentaba por las noches reconstruyendo los rasgos de María con la misma devoción, con el mismo cuidado con que durante el día intentaba limpiar, reconstruir el rostro de la Virgencita o de la santa, tapando esa huella del tiempo, la cal al descubierto, la costra de porquería acumulada por las velas y la respiración y el incienso y la fila interminable de bostezos de todos los fieles amontonados allí con su tristeza de siglos, hincando las rodillas, cruzando las manos, abriendo las bocas en un rezo, en un canto para pedir; allí en los reclinatorios, en los bancos de madera, ese aliento empecinado de desdichas y de impotencias: «Abre tus ojos piadosos, mírame, apiádate de mí», y él limpiaba, restauraba, daba forma de nuevo, hacía relucir los colores, acentuaba o atenuaba la expresión de dolor o de ternura, y por las noches, con la misma parsimonia, se volcaba en su rezo silencioso a esa María, la suya, que se desdibujaba con la distancia, esa tripa que iría creciendo, simiente suya, fructífera, ajeno él a los embates, a las posibles pataditas, a los sobresaltos, a los antojos, las fresas al anochecer o el champán o el marisco
69.
–Todos los días rezo una oración por ti, querida -le dijo a la foto, sin que viniera mucho a cuento, sosteniendo el cubito de hielo con la lengua-
70.
El prior Roberto, ardiendo de vengativo celo, hubiera querido hacerles más preguntas, pero se lo impidió la presencia del alguacil y la necesidad de llegar a tiempo para el rezo de completas
71.
La iglesia de los galileos no tenía tales intereses; sólo creía que mediante la disciplina, el rezo y la creencia ciega serían felices tras la muerte
72.
La señora de Verdurin los imitaba al escuchar los cuartetos de Beethoven para demostrar a la vez que los consideraba como un rezo y para no dejar ver que dormía
73.
Un amontonamiento de construcciones funcionales, de la madera al ladrillo, pasando por el cemento y la lata, integradas en el esplendor vegetal del trópico, sin que a simple vista pudiera distinguirse lo que era zona sanitaria de lo que era lugar de rezo o de servicios
74.
El que, para el culto eclesiástico en el rezo y oficio divino, empieza la Iglesia católica desde la hora de vísperas hasta el siguiente día a la mima hora
75.
Cántico o rezo de la misa en latín, que comienza con las palabras Gloria in excelsis Deo
76.
Mutilar el rezo, el ejército
77.
orationale, libro de rezo)
78.
rezo (|| oficio eclesiástico)
79.
Rezo del rosario en familia
80.
Libro en que se contiene este rezo
81.
A veces, tengo las visiones mientras estoy en cama, otras mientras rezo, y también en el jardín y en la cocina
82.
casa? Yo rezo por ella, y por la felicidad de su reinado, así como por todos los príncipes cristianos
83.
Las conversaciones con cada uno de los tres, juntos y por separado; el rato con Sofía; el rezo en el que había participado; la contemplación del cielo estrellado con Jesús; el camino sobre el lago
84.
—El rezo —repuso Bruna, que no podía evitar, aun en su disfraz de muchacho, sentirse rival de la Loba y resentir su despliegue de seducciones
85.
Cuando las llamas alcanzaron a los reos, el más joven se puso a gritar, mientras que las mujeres gemían intentando acompañar el rezo del anciano, de barbas blancas, que musitaba aún sus oraciones mirando al cielo
86.
Un poco antes del rezo de vísperas, Bartomeu se cubrió con su capa y caperuzón para salir
87.
«¡No se preocupe por mí! ¡Me he traído a todos los santos que aparecen en mi manuscrito! De acuerdo con las máximas del fundador y las reglas de la Congregación para el Culto Divino, rezo con ellos las preces canónicas y cumplo las devociones aconsejadas
88.
En lugar de decir un Padre nuestro, decía una Salve, y se trastornó de tal modo el rezo, que al cabo de un momento se encontraron perdidas en un laberinto sin saber en qué parte del rosario se hallaban
89.
«¡Soy muy desgraciada!» repitió con un rumor débil, sordo, apagado, como esos murmullos de rezo que turban en las horas de tranquilidad el profundo silencio de las catedrales
90.
Las mezquitas convocan al rezo
91.
Sumergiéndose en el rezo conseguían éstos levantarse por encima de los sufrimientos de la realidad circundante y elevarse hasta el éxtasis religioso
92.
El no sentía el fervor de los Hasidim por el rezo; tampoco creía en mesías, ni en la numerología de la Cábala
93.
Los dos hermanos doblaron la esquina y entraron en la tienda, después de besar el mezuzah, un diminuto pergamino con un rezo, clavado en la puerta