1.
desdén y la mano de un criado que me pusiera en la calle? ¿Por ventura el trance que me
2.
Era ella una furia, el mas feo el de loshombres, y yo la mas sin ventura de las mugeres,
3.
En la buena estación, gozan degran ventura
4.
263 Ayuda la ventura al que bien quiere guiar (693)
5.
: Viene ventura á quien la
6.
trapacerías y engaños, las cuales pueden ponerse alnivel de la buena ventura de
7.
buena ventura mía enhallar en tiempo tan necesitado tal consejero, y el alivio tuyo en hallartan
8.
intactas y en silencio? Sólote quiero decir que, envidioso el cielo de tanto bien como la ventura
9.
aun lo tienen a ventura, porque las estiman en más que lasde su nación
10.
entramos en Sierra Morena, después de laaventura sin ventura de los galeotes y de la del difunto
11.
gobernador; y ¿sé yo por ventura si en esos gobiernos me tieneaparejada el diablo alguna
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hierro con queceñían y atormentaban sus cuerpos se tiene ahora a gran ventura el besarlasy
13.
¿Por ventura tiene vuesa merced losojos en el
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los leones; maldecía su ventura, y llamabamenguada la hora en que le vino al pensamiento
15.
Mas, ¡ay, sin ventura!, que se le ha asido unapunta del
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pasado por laimaginación que Ventura puede preferir un trasto
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alguno!Tienes razón, la culpa es de Ventura
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Ventura es una loca, unataravilla; pero en el fondo no
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Ventura entraba en elcuarto los abría para clavarlos en ella con
20.
En las horas de la tarde, cuando llovía, si Ventura estaba de
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mientras Ventura leía a la luz del quinqué
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Ventura no se lo hizo repetir
23.
Ventura había dejado en las
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mala ventura han sufrido;cuando aún el perezoso sueño en el
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será imposible que existan estasjunto con aquellas? Lo melodioso del sonido, ¿cesa por ventura alexcitarse en nuestra alma mil afectos diferentes, que en su naturalezanada tienen que ver con él? nó ciertamente
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sobre la esencia de los objetos, ¿los consideramospor ventura con alguna situacion? nó
27.
] Pero, ¿es por ventura necesario el andar en buscade deducciones, cuando el mismo
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Tal ventura os entre por la
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ventura porque entienden y creen que gobiernan á su voluntad lospríncipes y
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De probar en el campo su ventura,
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corriendo de nuevo el mundo, a la ventura
32.
—¿Hay, por ventura, fuero más fuero que el de la Santa Inquisición?Allá se las
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echase los perros encima; y que por consiguientese hallaba en el mundo á la ventura,
34.
ventura las golondrinas que vienen a anidar en losbalcones de la Córdoba actual no
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aquí ya? ¿Creen,por ventura, que me encuentro en situación de
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ventura un puente echado sobre los fosos
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Si por ventura recae la conversación sobre la pasión de los
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con la fragatallamada la Ventura, (y antes el Mayo cuando fué
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por latenacidad, la osadía y la ventura de los hijos de Iberia
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¿Por ventura se refugiaría lajoven esposa en el amor
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hallarse la imaginación del escritor sin ventura á 100
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realización de su ventura: encantos de la juventud,bienes de fortuna, pasión
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ventura en busca del esposoque Dios y la ley le habían dado; pero Cordero le quitó de la
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deber deesperar la ventura y la dicha por el merecimiento de la humildad y deldolor
45.
Ya que ha puesto en ella la ventura
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colosal figura de las tablas, esa encarnacióndel pensamiento de Shakespeare y Ventura de la Vega,
47.
Ha habido muchos que, por no haber sabido templar ni mezclar a propósito lo útil con lo dulce, han dado con todo su molesto trabajo en tierra, pues no pudiendo imitar a Diógenes en lo filósofo y docto, atrevida, por no decir licenciosa y desalumbradamente, le pretenden imitar en lo cínico, entregándose a maldicientes, inventando casos que no pasaron, para hacer capaz al vicio que tocan de su áspera reprehensión, y por ventura descubren caminos para seguirle, hasta entonces ignorados, con que vienen a quedar, si no reprehensores, a lo menos maestros dél
48.
¿Hay encantos que valgan contra la verdadera valentía? Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo, será imposible
49.
No se hizo de rogar Sancho, y entretejióse entre los tres, y hizo cuarto en la conversación, con gran gusto de la duquesa y del duque, que tuvieron a gran ventura acoger en su castillo tal caballero andante y tal escudero andado
50.
Pero, ¿dónde me divierto? ¡Ay de mí, desdichada! ¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías? ¡Ay de mí, otra vez, sin ventura!, que no me rindieron los versos, sino mi simplicidad; no me ablandaron las músicas, sino mi liviandad: mi mucha ignorancia y mi poco advertimiento abrieron el camino y desembarazaron la senda a los pasos de don Clavijo, que éste es el nombre del referido caballero; y así, siendo yo la medianera, él se halló una y muy muchas veces en la estancia de la por mí, y no por él, engañada Antonomasia, debajo del título de verdadero esposo; que, aunque pecadora, no consintiera que sin ser su marido la llegara a la vira de la suela de sus zapatillas
51.
No te muestres, aunque por ventura lo seas -lo cual yo no creo-, codicioso, mujeriego ni glotón; porque, en sabiendo el pueblo y los que te tratan tu inclinación determinada, por allí te darán batería, hasta derribarte en el profundo de la perdición
52.
Pensó devolver este hombre a la ventura, mirando tal restitución como un peso echado en la balanza para compensación del mal que pudiera haber derramado
53.
No hay ventura ni desgracia en el mundo, sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo
54.
Pienso en la chica que me ligué en Powertools, en el modo en que la llevé en coche a una parada de autobús de Ventura Boulevard, y la dejé allí, esperando que no se acuerde
55.
La ciudad flotante, mientras tanto, seguía avanzando, pasando por el amplísimo canal existente entre la Gran Canaria y la isla de Puerto Ventura, con el grave peligro de chocar contra los innumerables peñascos que habían surgido después de la erupción del Tenerife
56.
Los dos piratas que aparecían en primera fila se levantaron rápidamente lanzando gritos de dolor, mientras sus compañeros descargaban sus armas a la ventura, pues no veían a los acometedores
57.
¡Mentecatos! ¿Por ventura, no
58.
¿Por ventura habría llegado a la Tierra de Promisión el pueblo elegido, si Moisés, por orden de Dios (3), no hubiera aplicado tremendos y merecidos castigos? ¡Oh! ¡Cuán hermoso espectáculo dio aquí Su Majestad dictando a poco de su llegada rigurosas leyes contra los francmasones y liberales! Yo creí que el pueblo elegido llegaría a la Tierra de Canaán; pero no, ya veo que se quedará en mitad del camino
59.
Este precepto de prudencia reanimó un tanto el valor de Hassán, que continuó caminando a la ventura por la playa y tratando de adivinar lo sucedido durante su desmayo, y por qué le habían abandonado de aquel modo sobre la arena
60.
Pero hay alguno a quien no le sale la cuenta, pues a Ventura de la Vega acaban de limpiarle el comedero en Lo Interior, por si escribió o dijo no sé qué
61.
Fernando al Cuartel de Maroto, acompañado de Ibero en calidad de parlamentario militar para un nuevo canje, y halló muy desconcertado del entendimiento al General sin ventura, variando de opiniones y actitudes a cada instante, pasando bruscamente del ardiente furor al desmayo mujeril
62.
No por este contrasentido se despertaron sus hábitos mentales de superstición, ni aquella manía de ver en todos los objetos signos de felicidad o ventura
63.
Eran en mi pensamiento las tales sombrillas estrellas que al Oriente de mi ventura habían de conducirme
64.
Pero, al fin, esos diablos de los infiernos se han ido ya, y mi Don Ventura subirá esta noche al Cielo, donde le darán su puesto entre la sinfinidá de arcángeles
65.
Ventura, por comezón monomaníaca, escribía desde su solitaria cueva a todo personaje que descollaba en la celebridad militar y política
66.
-¿Por ventura estás decidido a comprar la blancura de Yohar con tu abjuración de la fe del Hijo de María?
67.
Pero primero indagó si su alma estaba por ventura en el cielo, o si se trataba de una pecadora
68.
¿Era sueño, era realidad? Estupiñá fue el alado mensajero de la Providencia que me llevó del abismo de la desesperación al pináculo de mi ventura
69.
Martos vitoreó calurosamente a la República, a la integridad de la Patria y a Cuba española, y Figueras anunció días de ventura bajo un régimen de concordia, paz y libertad
70.
Charlando de las peregrinas cosas que habíamos visto y oído, caminábamos a la ventura, guiados, más que por la intención, por el instintivo movimiento de nuestros propios pasos
71.
et como iría aguardada por la calle con yernos y nueras, et como decían por ella como fueran de buena ventura en llegar a gran riqueza
72.
¿Sería esto, por ventura, la Matemática? Increíble
73.
Ventura rió expansivamente, y las parejas que bailaban en torno, incluidos Guor y Esmeralda, los contemplaron con curiosidad
74.
Ante los ojos arrasados de ella, Ventura se dio cuenta de que la desilusión estaba volviéndolo intratable
75.
El comentario resultó aun más inesperado que la presencia de los Moterosa, en especial si se consideraban los términos de su relación con Ventura después del último encuentro en casa de los Lynch, durante el cumpleaños de Eugenia Victoria, donde el motivo de la disputa había sido Laura
76.
Cierta tensión en el intercambio de miradas provocó en Geneviéve una curiosidad poco común en ella y, mientras respondía a las preguntas de la duquesa, sus ojos saltaban del rostro de Lorenzo al de Ventura
77.
No podía apartar su pensamiento de la persona que un poco más arriba, en la misma casa, había dejado de existir aquella mañana, y se maravillaba de notar en su corazón sentimientos que eran algo más que lástima de la mujer sin ventura, pues entrañaban tal vez algo de compañerismo, fraternidad fundada en desgracias comunes
78.
¿Siempre? repitió Karl en voz baja y en tono interrogativo; ahora se acordaba, en efecto, de las miradas llenas de rigor y reproche que le había lanzado el portero durante toda su permanencia allí, ya a partir de aquella primera mañana en que, no habiéndose adaptado todavía suficientemente a su condición de subordinado, interrogó a aquel portero, sin más, con cierto exceso de audacia y queriendo saber si por ventura no habían preguntado por él dos hombres y si no habían dejado, quizá, alguna fotografía para él
79.
Lo dejó encima de la mesa, cerrado, apretó los párpados, hizo correr el pulgar por las páginas y abrió el libro a la ventura
80.
Hamilton y sus acompañantes caminaron a la ventura, sin ningún destino particular en la imaginación
81.
¿Sois por ventura siervo de los druidas?
82.
La postergación del momento de la iniciación —y la falta de respuesta por parte de los adultos— guarda estrecha relación, dice Ventura, con el enorme mercado de drogas de los Estados Unidos
83.
Bueno, yo estaba concentrada en el trabajo y además, debido a mi posición, no podía ver lo que ocurría alrededor, pero Bull y Shane, que estaban de rodillas pero con los torsos erguidos y las cabezas levantadas, sí que se dieron cuenta de que Jack acababa de entrar y las vergas se les endurecieron casi de inmediato, y no sólo Bull y Shane, el director, Randy Cash y Danny Lo Bello y su mujer y Robbie y Ronnie y los electricistas y todo el mundo, creo yo, menos el cámara, que se llamaba Jacinto Ventura y era un chico muy alegre y muy profesional y que además literalmente no podía quitarle el ojo a la escena que estuviera filmando, todos, digo, expresaron de alguna manera la presencia inesperada de Jack y se hizo entonces el silencio sobre el plató, no un silencio pesado, no un silencio de esos que presagian malas noticias, sino un silencio luminoso, si puedo llamarlo así, un silencio de agua que cae en cámara lenta, y yo sentí ese silencio y pensé debe de ser por lo bien que me siento, por lo buenos que son estos días en California, pero también sentí algo más, algo indescifrable que se acercaba precedido por los golpes rítmicos de las caderas de Shane sobre mis nalgas, por los suaves embites de Bull sobre mis labios, y entonces supe que ocurría algo en el plató, pero no levanté la mirada, y supe también que ocurría algo que me comprendía y afectaba únicamente a mí, como si la realidad se hubiera trizado, una trizadura de un extremo a otro, similar a la cicatriz que queda después de ciertas operaciones, desde el cuello hasta la ingle, una cicatriz gruesa, rugosa, dura, pero me aguanté y seguí actuando hasta que Shane sacó su verga de mi culo y se corrió sobre mis nalgas y hasta que Bull poco después lo siguió y eyaculó en mi cara
84.
Y entonces vi a los demás, a Robbie, a los electricistas, a Danny Lo Bello y su mujer, a Jennifer Pullman, a Margo Killer, a Samantha Edge, a dos tipos vestidos con trajes oscuros, a Jacinto Ventura que no tenía la cabeza metida en la cámara y sólo entonces me di cuenta de que ya no estaban filmando, pero durante un segundo o un minuto todos permanecimos estáticos, como si hubiéramos perdido el habla y la capacidad de movernos, y el único que sonreía (pero tampoco hablaba) era Jack, y con su presencia parecía santificar el plató, o eso pensé después, mucho después, cuando volví una y otra vez sobre esta escena, parecía santificar nuestra película y nuestro trabajo y nuestras vidas
85.
Ventura Aguado Sans hace lo que quiere de su padre, lo abruma con eso de la composición de lugar y del error de enfoque
86.
Una tarde, a eso de las seis, Ventura abrió la puerta y llamó en voz baja a la señora
87.
joven escritor Ventura de la Vega
88.
No hacía falta ser un lince para comprender que los resortes mentales de Ventura Gassol habían saltado en mil pedazos-
89.
Don Sinibaldo se encogió entre el comisario Contreras y Ventura Gassol, que asomó la cabeza por la ventanilla y se dio a conocer
90.
–Están ennegrecidos con la pez del infierno-dijo Ventura
91.
Ventura era un poco mafioso
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Ventura era un buen compañero; acaso decía esas osas para levantarme un poco el ánimo
93.
Ventura le recomendó que no volviese a hablar de fusilamientos, y que, si le daba gusto verlos-que era un gusto de cerdos- fuese sin tocar los cojones a los que les entraban ganas de vomitar nada más oír hablar de fusilamientos
94.
La primera reacción del calabrés fue pegarle un tiro con la bayoneta, pero Ventura le hinchó la cara a puñetazos
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Después de la pelea, invité a Ventura a beber un vaso de vino: pasamos una hora comiendo cangrejos de mar y bebiendo vino, un vino que era oloroso como el de Pantelleria
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Ventura me explicó que la rebelión la habían armado los fascistas españoles y, como ellos solos no podían derrocar al gobierno, habían pedido ayuda a Mussolini
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DELIRIOS Y VENTURA DE LOS DESVENTURADOS
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Ventura tenía unos gemelos y me encantaba mirar la labranza; me olvidaba de la guerra y me parecía estar en los campos de mi pueblo
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Ventura decía que, ante la muerte, el pueblo español es el más digno del mundo
100.
tierra; y que si alguno saliese, que haría Dios por él grandes milagros; pero creía que fuesen pocos los que escapasen o no ningunos; y el gobernador entonces le respondió que él y todos los que con él entraban iban a pelear y conquistar muchas y muy extrañas gentes y tierras, y que tenía por muy cierto que conquistándolas habían de morir muchos; pero aquéllos que quedasen serían de buena ventura y quedarían muy ricos, por la noticia que él tenía de la riqueza que en aquélla había