Use "vigilante" em uma frase
vigilante frases de exemplo
vigilante
1. los cuales, por esa misma razón, mantenía todavía un ojo vigilante
2. El vigilante lo miró y luego respondió:
3. El vigilante oyó como pasaba por las hileras y tiraba los recipientes que contenían compuestos químicos al suelo
4. vez, entremezclando la conciencia vigilante con el sujeto larvario
5. • La intermediación de los medios de comunicación social, con la problemática de la función de "gatekeeper" ("vigilante" o "perro guardián") de los periodistas, quienes tienen un papel central dentro de este proceso por su trabajo de selección, estructuración y comentario de las informaciones políticas, aspecto que el partido debe tomar en cuenta a la hora de reflexionar sobre su labor comunicacional
6. Y ha de prestar, sobre todo una atención vigilante ysolícita a las que ya tienen
7. puesto y siempre vigilante el ojo delSanto Oficio: con un tal Gabriel Cornejo
8. acostarse aposta un vigilante en lascercanías, porque tiene noticia de que unos leñadoresquieren
9. El implacable bromistapresidía vigilante y solícito los trabajos de suscompañeros,
10. Con la habitual complacencia francesa, el sargento buscó con la vista alrededor y viendo un vigilante
11. —Siéntese usted un instante, milord, dijo el vigilante
12. lapena? ¿Llegaría á tiempo la salvación? Se oyeron pasos, la puerta seabrió y el vigilante dijo
13. Al oir ese ruido el vigilante apareció en la puerta yviendo á Tragomer sentado con el preso, que lloraba á lágrima viva,dijo:
14. ? dijo riendo el vigilante
15. —Aquí es, dijo el vigilante
16. primeréxito, estaba dispuesto á hacer frente al vigilante y á forzar el pasosi era preciso
17. El vigilante, muyocupado en contar sus hombres, juraba como un carretero porque
18. El vigilante me esperaráen vano en la lancha de administración, me buscará y tu fuga
19. Entonces ella se acercó al guardia vigilante y
20. Alejado de la sociedad de las mujeres y sin echarlas demenos, quizá porque dentro de su casa tenía lo más grande y exquisitoque ellas pueden dar, el cariño tierno, vigilante, la dulzura en lapalabra, la abnegación en todos los momentos: dedicado en absoluto alestudio y a su
21. feria de las vanidades, en la cual nofaltan sus incongruencias de aldea: el vigilante de
22. Maltrana saludó al vigilante de la sección de los niños: un viejo dehirsutas barbas,
23. Por esola niña concedía un cuidado más atento y vigilante a la confección deeste
24. respetaran, y bajoel ojo vigilante de los jefes y oficiales se operó
25. humilde vigilante, que, parado en una esquina,expuesto a las
26. de Pampa y el vigilante
27. sus largos servicios; entre el vigilante, el carrero y elmayoral,
28. bien sentado su derecho y su cultura: el vigilante, un chinazo
29. El Corregidor, cuidadoso con estas públicas amenazas, é insolentespretensiones: obraba vigilante en la
30. punto de luz: era la lámpara del altar, que como un alma despierta y vigilante oraba en el recinto
31. Las horas de la tarde fueron anunciándose una á una en los golpesdel bronce, dados por el vigilante guarda de proa
32. Parecía que el vigilante había pasado de largo
33. —El vigilante clavó un poco la porra en el costado de D’Agosta—
34. Los ojos del vigilante la enfocaron un poco y volvieron a apartarse
35. —Quiero que tomes declaración al doctor Menzies y al vigilante que le ha pegado un tiro a Wicherly —dijo—
36. El vigilante daba órdenes a gritos por un micro; cambiaba frenéticamente de canal en busca de los presos desaparecidos
37. Según las nerviosas palabras del vigilante, ya habían encontrado y vuelto a capturar a uno de los presos
38. Bajo la difusa luz de las antorchas divisó a los centinelas que montaban vigilante guardia en las murallas, mientras que otros patrullaban el patio
39. De raíz, se la cortó de raíz en presencia de La Zapatones, que estaba de pie frente a Elvira, la barbilla adelantada hacia ella y las piernas abiertas, vigilante, con los pulgares colgados en su cinturón, ordenándole que no se moviera
40. Durante una hora trabajaron en silencio bajo la mirada del vigilante
41. Esperaron hasta que dejaron de oírse los pasos del vigilante en el sendero enarenado que conducía a la puerta del jardín, y entonces habló el segundo de ellos
42. Los pasos del vigilante que se acercaba los redujeron al silencio
43. Por indicación de Sneed se detuvieron a la puerta de la casa que servía de vivienda al vigilante local y, al mismo tiempo, de calabozo para los escasos malhechores que elegían aquel lugar para sus hazañas
44. Cuando llamaron a la puerta, la mujer del vigilante se asomó a una ventana
45. Resultó que le falta poco para cumplir los treinta, es española, enseña español en el colegio (allí es donde la conoció Gary, donde trabaja como ingeniero vigilante del patio de recreo), es delgada, mona y muy buena persona
46. Golpeó con fuerza la puerta de la zona reservada a las mujeres y, después de arrojar una moneda a una vigilante que protestaba en la penumbra, le
47. Pero a quien admiraban locamente era al Oso pardo, que, imperturbable, plantado sobre los sólidos cimientos de sus piernas, conducía su ruidosa máquina a toda velocidad, sujetando con la mano izquierda, enorme, el puño de madera de la palanca y empujándolo apenas la circulación lo permitía hasta la tercera velocidad, la mano derecha vigilante en la gran rueda del freno, a la diestra de la caja de velocidades, pronta a dar varias vueltas vigorosas a la rueda mientras ponía la palanca en punto muerto y la motora patinaba entonces pesadamente en los rieles
48. Esperaba, miraba la noche límpida por encima de su cabeza, el cielo lleno de estrellas nítidas y tranquilas y se echaba hacia adelante, atrapaba la primera pata al alcance de su mano, arrastraba al animal lleno de gritos y de miedo hasta la puertecita, atrapaba la segunda pata con la otra mano y lo sacaba con violencia, arrancándole ya una parte de las plumas contra las jambas de la puerta, mientras todo el gallinero se llenaba de cacareos agudos y enloquecidos y el viejo árabe aparecía, vigilante, en un rectángulo de luz que súbitamente se recortaba en la oscuridad
49. La influencia directa de Sobre los ángeles campeaba en ella, aunque no fueran éstos los seres allí representados, sino El Hombre, con sus Cinco Sentidos, en alegórica reencarnación; El Hacedor, en figura de vigilante nocturno, y dos mujeres: la esposa de El Hombre y La Tentación, que trama la ruina de ambos en complicidad con los Sentidos
50. Llegaron en un autobús como si vinieran de excursión o se tratara de un grupo de turistas en una ciudad de la que los turistas huyeron hace años, y penetraron con autobús y todo hasta el corazón mismo del Palacio de Justicia, sin que ni un soldado, ni un policía, ni tan siquiera un simple vigilante de aparcamiento les impidiera el paso