1.
en astucias cual zorro viejo, les saldrá al encuentro, de improvisto y a salto de mata, con su
2.
Un zorro en el desierto
3.
señal del zorro que se relame cuando la presa se le ofrece mansa y tierna
4.
relampaguea en la mirada del zorro, que pegando un salto feroz se aleja,
5.
Pero el viejo zorro era entendido en negocios; sabía que, para
6.
Mandó en seguida el conde colocar la hierba debajo del zorro, y sacó
7.
El desgraciado zorro seguía enroscándose y retorciéndosepara
8.
El fuego había quemado en tanto la cuerda que sujetaba el zorro al árboly el animal
9.
el león se arroja con mayor aturdimientosobre la trampa que el zorro
10.
modo que las colas de zorro dieron varios paseos por lapared en un segundo
11.
El coronel Oswal comparó en una ocasión la mueca de un dragón a la del zorro un segundo antes de saltar sobre la gallina
12.
De Rozio consagraba en silencio sepulcral todos sus poderes de análisis y su astucia de zorro documentalista a los informes del Juicio que el coronel Hewelyn había puesto tanto empeño en sepultar, Seth y Michael hacían lo propio con una extraña carpeta que contenía planos y numerosas anotaciones a mano del propio Chandra
13.
Estaba el «muchacho bajito y simpático» con una cabeza de galán joven y hombros frágiles; el Oso pardo, un árabe alto y fuerte, de rasgos toscos, la mirada siempre fija; el amigo de los animales, un viejo italiano de rostro apagado y ojos claros, encorvado sobre su manivela y que debía su apodo al hecho de que casi había detenido el tranvía para esquivar a un perro distraído y otra vez a otro animal que sin miramientos hacía sus necesidades entre los rieles; y el Zorro, un gran papanatas que tenía la cara y el bigotito de Douglas Fairbanks
14.
Y consideraba a Tanya (una mujer zorro) culpable por asociación o, como mínimo, sospechosa por asociación
15.
A los seis meses de haber desembarcado en Túmbez el viejo zorro ya se las había ingeniado para apresar a su principal enemigo, pero sorprendentemente en lugar de aprovechar esa ventaja para asestar un golpe definitivo conquistando la capital del Imperio, prefería permanecer inactivo, limitándose a atesorar riquezas mientras afirmaba públicamente que dejaría en libertad a su prisionero en cuanto éste hubiera cumplido su promesa de llenar de oro un salón hasta donde alcanzaba la mano
16.
Estaba convencido de que era aquel horrible zorro rojo el que le hacía decir todo aquello, para justificar lo que me había dicho la noche en que había envenenado mi tranquilidad
17.
Los sabios aconsejan el siguiente procedimiento para saber si una mujer es en realidad un zorro: tirarle tres veces de la oreja derecha y luego besarla
18.
Ante estas acciones, el zorro deberá egresar de sus fingimientos y revelar su verdadera condición
19.
Para desalentar la superstición, Wei Hei incluyó en el libro unas historias edificantes que cuentan las desgracias que padecieron los que se atrevieron a creer en la magia del zorro chino
20.
Los guardias apostados en la entrada de la posada estarían tan dispuestos a dar a Arilyn acceso a sus invitados como un granjero a invitar a un zorro a cenar con sus gallinas
21.
Para coger al zorro los cazadores montan a caballo y echan los perros
22.
Las calles estaban vacías, con la excepción de un pequeño zorro que salió disparado en cuanto se acercaron, y las casas, que tenían los postigos de las ventanas cerrados, estaban a oscuras y no presagiaban nada bueno
23.
La película transportaba a Gregory a otra dimensión y por un par de horas se convertía en El Zorro o el Llanero Solitario, y todos sus sueños se cumplían; por arte de magia el bueno se recuperaba de machucones y heridas, se soltaba de las amarras y los cepos, triunfaba sobre sus enemigos por sus propios méritos y se quedaba con la chica, los dos besándose en primer plano mientras a su espalda brillaba el sol o la luna y una orquesta de cuerdas y vientos dejaba oír su música lánguida
24.
El Gobierno advirtió al señor Aravena, confirmado en su cargo por su prestigio y su habilidad de zorro viejo, que cuidara la moral, las buenas costumbres y el patriotismo, en vista de lo cual tuve que suprimir algunas actividades licenciosas de la Señora y disimular el origen de la Revuelta de las Putas, pero el resto fue preservado casi intacto
25.
DOÑA INÉS Y EL ZORRO
26.
Me explicaron que manejaban los derechos mundiales de El Zorro, el héroe californiano que todos conocemos
27.
Me crié con El Zorro porque el tío Ramón era uno de sus fanáticos admiradores
28.
Durante esos tres años de intenso trabajo en Buenos Aires, el señor embajador escapaba de cualquier compromiso a las cuatro de la tarde para gozar en secreto durante media hora de la serial de El Zorro en la televisión
29.
Daba para una novela entera, pero tuve que limitarme a una breve visita de El Zorro
30.
—Tal vez tengas razón, Bukoski es un viejo zorro del asfalto y tiene el instinto de conservación muy arraigado
31.
Aun cuando sea información excitante, es una tarea aburrida a no ser que uno realmente le tome el rastro a un zorro particularmente elusivo
32.
—Bueno, viejo zorro, ¿qué te traes entre manos? —dijo a modo de saludo
33.
El enano de las pieles de zorro y Olsen disparaban con sus arcos, inclinados sobre la borda
34.
KarlAxel, qué viejo zorro eres, pensó al dirigirse a la vieja maqueta de barco
35.
En ese momento, el alba ha empezado a arrojar sus primeras luces, y me he dado cuenta de que no se trataba del perro sin amo, de aquel Ohnmeist que se paseaba por nuestras calles y casas como si fueran su reino, sino de un zorro, un zorro muy bonito y muy viejo, por lo que he podido apreciar, que se ha quedado quieto, ha vuelto la cabeza hacia mí, me ha mirado largo rato y luego, con un rápido y grácil salto, ha desaparecido entre las retamas
36.
—¿A quién diablos le importa eso? —Cogió de la silla el cuello de zorro que acababa de comprarle y se lo puso sobre los hombros mientras la sacaba del camarín y la empujaba hacia la salida del teatro
37.
-No me llamo Zorro, sino Lobo -repuso este-, y hará muy bien el Sr
38.
Cuento del lobo y el zorro
39.
Entonces el lobo dijo al zorro: "¡Acepto tus disculpas y perdono tu mal paso y la molestia que me has ocasionado obligándome a asestarte ese golpe, pero tienes que ponerte de rodillas, con la cabeza en el polvo!"
40.
Entonces el zorro dijo al lobo:
41.
Y el zorro dijo:
42.
Cuento del cuervo y el zorro
43.
El cuervo exclamó: "Pero a todo eso, ¿en dónde están las pruebas de que me hablabas?" El zorro repuso: "¡Precisamente vamos a ello!"
44.
Pero el zorro, lleno de asombro, preguntó: "¿De qué gorrión hablas?"
45.
Caí como un conejo en la trampa de un zorro, pensé, Estaba decidido a continuar con el juego cuando de repente el barco dio una fuerte sacudida
46.
«Infame Bragas: Tú que eres amigo y compinche del Tigre y del Zorro, podrás conseguir que manden poner en libertad a Fermina Monsalud, presa y atormentada en la Inquisición de Logroño por supuesto delito de infidencia
47.
Juan Esteban reía como un zorro, y graciosamente se atusaba con la mano derecha el remolino de cabellos rubios que Dios, cual digno coronamiento de una obra perfecta, había puesto sobre su frente
48.
A ello, el poeta ha añadido tres espléndidas escenas de caza, en las que el huésped del castillo, durante los tres días de la seducción, caza los venados, el jabalí y el zorro
49.
Todos hablaban del león y el zorro que era Sila, pero él personalmente pensaba que la peor fiera que albergaba aquel hombre era un gato común
50.
-Sin embargo, un zorro puede escapar por un pelo a los sabuesos
51.
El zorro tonto no cede su poder, sólo crea la apariencia de que lo está haciendo
52.
El zorro tonto no da explicaciones
53.
El zorro tonto no le habla sobre sus relaciones anteriores
54.
El zorro tonto confía en una “vaga generalización” cuando pide información que no es de su incumbencia
55.
Era inútil seguir huyendo: estaba acorralado como un zorro después de la persecución y sólo faltaba el golpe de gracia
56.
El resto en marchas forzadas hacia el paso del Zorro
57.
El espacio entre el montículo y la piedra no era mayor que la guarida de un zorro, y los años lo habían llenado de hojas y ramitas
58.
Él había estado fuera muchas veces, en el bosque, en las localidades costeras, de camino entre los pueblos circundantes que se alzaban solitarios en las colinas; como un zorro que sólo aparecía en las granjas de los humanos cuando le gruñía el estómago
59.
Se me ocurrían historias, muchas historias, como hacía tiempo que no me sucedía, las palabras brotaban sin esfuerzo, pero en cuanto me hice un nombre con las primeras canciones, escritas para el Príncipe Orondo, en cuanto los juglares hallaron gusto por mis versos, Zorro Incendiario prendió fuego a unas granjas, allá abajo junto al río, y Cósimo partió para acabar de una vez por todas con la banda
60.
—Cuatro guardias delante del establo y otros cuatro que Zorro Incendiario ha asignado a Lengua de Brujo
61.
Pero Zorro Incendiario prosiguió:
62.
Con una inclinación de cabeza, Zorro Incendiario les ordenó abrir
63.
Mo vio que el miedo se extendía por el semblante de Zorro Incendiario como una erupción
64.
El concertador que había apañado la boda, repartiendo generosamente sobornos y, promesas en el entourage de Isabel, era el padre de Fernando, Juan II, el rey de Aragón, un zorro que andaba con el agua al cuello y necesitaba desesperadamente la alianza con Castilla en su contencioso contra la poderosa Francia por el reino de Nápoles
65.
Se puede empezar agrupando conjuntamente al gato, tigre, león, pantera, leopardo, jaguar, y otros parecidos al gato, en la «familia del gato»; igualmente, el perro, el lobo, el zorro, el chacal, y el coyote forman la «familia del perro», etc
66.
–Pues yo podría hacer que lo arresten por la cacería del zorro
67.
Volvió justo a tiempo para unirse a los demás en el momento en que salían de la casa en una excursión por las inmediaciones; y el resto de la mañana pasó rápidamente mientras paseaban con toda calma por el huerto, examinando las enredaderas en flor sobre los muros y escuchando al jardinero lamentarse por las plagas; recorrieron sin apuro el invernadero, donde la pérdida de sus plantas favoritas, incautamente expuestas _y quemadas por las heladas, hicieron reír a Charlotte; y visitaron el corral de aves, donde encontró nuevos motivos de regocijo en las rotas esperanzas de la moza: gallinas que abandonaban sus nidos, o se las robaba un zorro, o nidadas de prometedores polluelos que morían antes de tiempo
68.
Un zorro plateado, por ejemplo, que atravesó corriendo el césped a las tres de la mañana y desapareció antes de que Míster Bones pudiera mover un músculo, dejando grabada en su mente una imagen tan nítida, de tan cristalina perfección, que siguió viéndola durante días: una aparición de ingravidez y velocidad, la gracia de lo puramente salvaje
69.
El zorro pareció intrigado:
70.
Y volvió con el zorro
71.
—Tu zorro tiene orejas que parecen cuernos; son demasiado largas
72.
Imaginaba que el zorro, la gallina y los conejos bien podrían alimentar a seis o siete de los de las capas azules
73.
—Nuestras verdaderas intenciones —la corrigió el zorro, mientras se rascaba el lomo contra un cesto—
74.
—Desde luego —aseguró el zorro, con la pipa entre los dientes—
75.
¿No crees —dijo el zorro, a la vez que se erguía y saludaba con una pequeña reverencia— que soy brillante en materia de disfraces?
76.
El zorro clavó los dientes en la boquilla de la pipa, al escuchar el insulto de la segunda emperatriz
77.
Ha llegado el momento de retirarme —declaró el zorro, muy pomposo
78.
—Chanar es un zorro, historiador
79.
Empezó entonces una escena en que el tío Grandet desplegó, más que en ninguna otra de su vida, la habilidad que había adquirido en el trato de los hombres, y que le valía, por parte de los que se sentían mordidos con demasiada rudeza el mote de zorro viejo
80.
Mientras seguía cotorreando me la imaginé vestida de bombasí, sea lo que sea eso, con botas abotonadas, sentada con toda ceremonia en lo alto de una escalera de granito, delante de una enorme puerta principal, en medio de un hilera de criados que bizquean; la vi, la némesis del zorro, con su traje rosa de caza y su bombín con velo, a horcajadas sobre el curvo lomo de un gran caballo negro al galope; o estaba en una enorme cocina, con sus fogones a gas, mesa de pino refrotada y jamones colgando, dándole órdenes a la anciana señora Grub acerca de qué cortes de ternera servir para la cena anual del Señor en conmemoración del Glorioso Doce de Julio
81.
Sabré seguirlo con la misma facilidad con que un zorro puede oler el rastro de un conejo
82.
Incluso le pintaron el emblema de su brigada, una máscara de zorro, pero desde el cuartel general del XXX Cuerpo llegó la orden de enviar de inmediato el tanque a Inglaterra
83.
Tenía el lomo recto, una testuz enorme, unas patas cortas y unos cuartos delanteros que podrían haber derribado una casa, sobre los cuales colgaba un grueso collar de pelambre más tupida, rojiza como la de un zorro
84.
¿No bastaba con saber que la liebre había seguido al zorro?
85.
—Nahueltruz es el más valiente de los hombres —prosiguió Blasco—, tiene la fuerza de un toro y es más astuto que el zorro
86.
La velocidad nunca había salvado al zorro
87.
Para escapar de los sabuesos y los cazadores, el zorro necesitaba astucia y cierto gusto por el riesgo
88.
-¡Masud es un zorro! -exclamó Anatoly, con una extraña emoción en la voz
89.
Pero «Calígula», que se encontraba en aquellas fechas -año 39 de nuestra Era- en plena campaña militar en las Galias, no sólo no accedió a los deseos del tetrarca de Galilea, sino que, ante el desconcierto del «viejo zorro», le desposeyó de su título, desterrándole
90.
Se palmearon las espaldas tal como lo habían hecho aquel domingo de noviembre de 1947, y se dijeron: «Pero ¿cómo estás viejo zorro?»
91.
Y bajaron de los cielos, al nordeste en la tierra seca del Zorro
92.
Del cuerpo no he de decir sino que difícilmente se encontrarían formas más exactamente comparables a las de un palo de escoba vestido, o, si se quiere, cubierto de trapos de fregar suelos; de los brazos y manos, que al gesticular parecía que azotaban, como los tirajos de un zorro que quisiera limpiar el polvo a la cara del interlocutor; de su habla y acento, que sonaban como si estuviera haciendo gárgaras, y aunque parezca extraño, diré también, para dar completa idea de la persona, que de todas estas exterioridades desapacibles se desprendía un cierto airecillo de afabilidad, un moral atractivo, por lo que termino asegurando que la Pitusa no era antipática ni mucho menos
93.
También vi un zorro manco gazapeando a un kilómetro, en una pimpollada
94.
El oso gris, el perro salvaje, el zorro y el caribú por fin podían aportarnos información sobre sus formas de vida, sobre sus apareamientos, sus hábitos de caza y sus rutas migratorias
95.
Todas las aves se alteraron como si el ruido fuera el aviso de la llegada del zorro
96.
También se encontraba allí el zorro de Gundleus, pero ninguno de los monarcas estaba a la vista
97.
El primero de ellos tenía la cara de un zorro y los dedos índices que se ahusaban en garras
98.
–Soy hijo de zorro -respondí, la cabeza gacha y una sonrisa en los labios
99.
Como tampoco invitaría a un zorro a entrar en su gallinero, por muy buena opinión que tuviera del zorro en cuestión
100.
Suspirando para sus adentros, Mat alzó la mano y desató el cordón que llevaba atado en la nuca; a continuación sacó el medallón de cabeza de zorro de debajo de la camisa