1.
A los pocos momentos estaban en la antecámara del ídolo
2.
Miraba esta Ciudad como su ídolo á Palafox, el cualno habiendo podido vencer á Guillelmi para que usase de su poderlevantando el Aragon, se retiró á Alfranca, casa de campo del marqués deAyerve, á dos leguas de la Capital en las márgenes del Ebro
3.
A Juanito le molestaba este lenguaje rudo que hería tan en lo vivo a sumadre, a su ídolo; pero
4.
Llegaba a la zapatería el señor Novillo, con su empaque reservado,catadura sombría y venerable vientre de ídolo; la piel bronceada, barbay bigotes pardos, entrecanos en la raíz
5.
Carlos, según pude deducir, era sudios, su ídolo; y el
6.
incienso honroso miéntrasel ídolo no manifiesta deleitarse en el perfume;por esto no os pondrá
7.
quien agrada untemplo magnífico, y un culto esplendoroso; peromanteniéndose el ídolo
8.
El doctor contemplaba la fuga del ídolo sobre las aguas, y,
9.
Nacioles una niña que es el ídolo de su madre y de su
10.
bajo las pupilasfulgurantes y arcanas de su ídolo, el modesto
11.
Tragomer la cogió, la estrechó con efusión y llevándosela á los labios,se inclinó como delante de un ídolo y contestó:
12.
hecho, confervorosa y cándida intención, un ídolo chino de una de las imágenes máspoéticas y sencillas de
13.
ira yhasta con asco el ídolo de Juan Maury del altar que misteriosamente lehabía yo erigido en el
14.
contemplando los restos del ídolo de su amor
15.
se acusó de ingratitud,comprendiendo que ella era el ídolo del
16.
Juanita era el ídolo ante el cual el amor y los celos, sacerdotes yministros del altar de ella,
17.
En este período de su evolución intelectual, Gabriel tuvo un ídolo, ymuchas tardes
18.
magnates y reyes pudiesen cubrir depedrería al ídolo que podía abrirles las puertas del cielo
19.
Y elgeneral, viendo a su ídolo en conversación animada con los
20.
No hay ídolo en el mundo que pueda compararse á su
21.
terror delos maridos, ni el ídolo de las mujeres; pero se casó con
22.
41 Y entónces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificios al ídolo, y enlas obras de sus manos se holgaron, 42 Y Dios se apartó y los entregó que sirviesen al ejército del cielo, comoestá escrito en el libro de los
23.
el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más de un Dios
24.
41 Y entonces hicieron el becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y enlas obras de sus manos se holgaron
25.
ídolo nada es en el mundo, y que ningun Dios hay, mas de uno
26.
19 ¿Pues qué digo? ¿que el ídolo es algo? ¿ó que lo que es sacrificado á los
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quedase hecho ídolo, y quehablase con el sol, su padre, que los
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vinieron donde el ídolo estabamuchos indios de un pueblo de
29.
ponerdelante del ídolo, en el cual fuego y brasero hizo echar
30.
ídolo estaba; y el dia quel ídolo se puso en la casa, entraronen la
31.
delante del ídolo, que ternán cuidado de siempre acatary
32.
ídolo espartano es la patria, ycomo el guardian de la patria era la guerra, el ídolo espartano estambien la
33.
ídolo, y se le quemaban perfumes; el cuerpo era eldiablo, y se le apedreaba, cuando no se le
34.
Adora á un ídolo, á fin de que ese ídoloagradecido se convierta en idólatra suyo
35.
supersticioso de los cadáveres, teniendocada familia un altar en el hogar y un ídolo en las calaveras de susmayores, que cuidadosamente conservaban cual lo hacían en sus lares,los descendientes de Rómulo con sus pequeños dioses penates
36.
Ya de día, Tallien, Barras, Fouché y el resto de los conjurados no pueden por menos que asombrarse por el modo en que la ciudad de París recibe la caída de su ídolo, de su semidiós
37.
Y hay que ver ahora en lo que se ha convertido aquel ídolo
38.
Algunos jóvenes políticamente perspicaces intuían que su ídolo, Mao, poseía una implicación directa en ello, y el adoctrinamiento recibido no les daba otra opción que ponerse de su lado
39.
Pero el doctor era el ídolo de los alumnos, y, en realidad, hubiese sido necesario que el colegio hubiera estado compuesto por niños muy malos para que fuera de otro modo, pues verdaderamente era el mejor de los hombres, lleno de una fe tan sencilla, que habría podido conmover hasta los corazones de piedra de las grandes urnas alineadas a lo largo de la verja cuando paseaba de arriba abajo en el patio, bajo las miradas de los cuervos y de las comejas, que le seguían volviendo la cabeza con expresión de lástima, como si supieran que estaban mucho más al corriente que él de los asuntos de este mundo
40.
Ramsés III, por ejemplo, llamó a sus hijos como a los de su ídolo, y en su templo funerario en Medinet Habú copió gran parte de la decoración y los textos del Ramesseum, aunque los relieves en que aparece el rey persiguiendo animales salvajes y enemigos parecen ser originales
41.
Debía de estar casi dormido; una mariposa del jardín se posó sobre él y parecía convertir su tranquilidad en la de un ídolo de piedra
42.
El nuevo gemido que resonó en la habitación pareció provenir del ídolo
43.
Blanca fingió aceptar su razonamiento, pero le pareció muy sospechosa la vehemencia de su marido que habitualmente no prestaba atención a sus problemas, así como la cara del sirviente, que por una vez perdió su inmutable expresión de ídolo y se le desorbitaron un poco los ojos
44.
Había levantado en su corazón un altar a Isabel, y veía tratar a su ídolo como Flores trataba siempre a las víctimas de su lubricidad
45.
En todos los balcones pendían cortinas, las famosas y eternas y apolilladas guirindolas que habían festejado la primera entrada de Fernando en Abril del año 8, la entrada de Wellington después de Arapiles, la proclamación de la Constitución en Agosto del 12 y su caída en Mayo del 13, la segunda arrebatadora entrada del ídolo al volver de Valencey, la entrada de Isabel, que había pasado por el Trono como una sombra simpática y bienhechora, y la de Amalia, que, rosario en mano, sustituyó a Isabel
46.
-¡Ah! todo cansa en el mundo, señor Duque, hasta el incienso que se echa a los demás; [36] todo cansa, hasta doblar la rodilla ante un ídolo de barro
47.
Mostraban el ídolo a los pueblos, y el entusiasmo en que éstos ardían [8] era un excelente botín de moral política que robustecía la moral militar
48.
Chávez todavía no era el ídolo amado por casi todos los árabes en que se convirtió unos meses después
49.
Te había entronizado como un ídolo y para mí has sido la encarnación del amor perfecto
50.
Le traía muy inquieto la protección que esta y su camarilla daban a Ramón Narváez, permitiéndole organizar el ejército de reserva, como un medio indirecto de hacer sombra a Espartero y de levantar frente a él un nuevo ídolo militar
51.
No pudo gozar todo lo que quisiera el buen Catalá de la dichosa enmienda de su ídolo, porque a consecuencia de los pasados berrinches cayó gravemente enfermo de un ataque a la cabeza, y por poco toma el portante para el otro mundo
52.
El enamorado petimetre limitábase a obsequiar a su ídolo, no ya con ramos de flores, que no eran admitidos, sino con novelas, mostrando una preferencia de buen gusto por las pocas de Balzac que en aquellos tiempos se habían traducido al castellano
53.
Al fin los hados benignos, y en su nombre el señor Duque de la Victoria, levantaban el destierro de un corazón amante para que corriese al lado de su ídolo, poniendo fin a una separación que era la mayor crueldad de los tiempos pretéritos y futuros
54.
¿Quién va ganando en este revuelto río más que su ídolo de usted, la Gobernadora cesante, no resignada con su papel de Majestad proscripta, harta de honores y riquezas?
55.
Entrado junio, ya vio más claro el buen señor que su ídolo, Espartero, ponía los pies en la pendiente resbaladiza de la sima, en las propias tragaderas del abismo
56.
[49] Cierto que el Duque había cometido errores políticos, algunos muy graves; pero ¿qué planes, qué ideas, qué sistema traían los nuevos curanderos para aplicar a los males antiguos un remedio eficaz? Atropellaron un poder para crear otro con los mismos y aun peores vicios; tiraron un ídolo para poner en su peana otros, que más bien debieran llamarse monigotes, cuya incapacidad se vio muy clara en el correr del tiempo
57.
Por tu fidelidad a esas paparruchas, por eso que llamas tu consecuencia, ¿qué te dieron más que sofoquinas y malos ratos? El ídolo tuyo, ese Duque y Conde que todo lo podía,
58.
Eisenhower era su ídolo, pero albergaba una secreta admiración hacia el general George Patton, porque se le antojaba que tenía cierto parecido con su padre
59.
Oyó contar Ibrahim que en cuanto concluían los cristianos la ceremonia que llaman Misa, degollaban en aquel altar cien carneros y veinticinco bueyes, que es la ofrenda con que obsequian a su Dios, el cual es un ídolo que gusta de ver correr la sangre en su ara
60.
Porque la búsqueda los había llevado a un santuario abandonado del ídolo Cició, que era el nombre que el Gochora recibía entre los caralocas, perdido en aquellas inmensidades rocosas
61.
Santón arma al servicio de Ejaune, el ídolo de la muerte, compañero de correrías del jefe Lobo Feroz
62.
Santón arma de Ejaune, el ídolo de los muertos, compañero de Trapaieiro Porcaián en su viaje al norte
63.
–¿Y si concurren todos los aspectos: el juicio, la culpa, la exposición pública, el ídolo…?
64.
Me apoderé de barcos que navegaban bajo la bandera de la idea contra la que lucho: la de que la necesidad es un ídolo ansioso de sacrificios humanos; la de que la pobreza de algunos es la hoja de una guillotina pendiente sobre otros; la de que todos hemos de vivir con nuestro trabajo, nuestras esperanzas, nuestros planes y esfuerzos, a merced del momento en que la hoja caiga sobre nosotros, y la de que el alcance de nuestra habilidad es el alcance del peligro que corremos, de modo que el éxito nos decapite, mientras el fracaso nos daría el derecho a tirar de la cuerda
65.
Siempre fueron los atributos animales, no los humanos, los que la humanidad adoró; el ídolo del instinto y el ídolo de la fuerza; los místicos y los reyes; los místicos que anhelaban una conciencia irresponsable y gobernaron proclamando que sus obscuras emociones eran superiores a la razón, que el conocimiento brota en ciegos impulsos, sin causa, que han de ser seguidos también ciegamente, sin dudar de ellos; y los reyes, que gobernaron por medio de sus garras y sus músculos, adoptando la conquista como método y el saqueo como propósito, con una estaca, un arco o un fusil como única sanción de su poder
66.
y en el ídolo suyo transmutarse
67.
Los dioses menores de Estiria lo encadenaron al interior del ídolo de barro que encontró Otha hace siglos
68.
No debería decirlo, pero los dioses menores cometieron una equivocación al confinar a Azash en ese ídolo de arcilla que hay en el santuario próximo a Ganda, ya que, pese a que la idea era buena, no tuvieron en cuenta que los hombres pueden reproducir el ídolo y, con la celebración de ciertos ritos, insuflar en las réplicas el espíritu de Azash
69.
—Vamos a aplastar el ídolo antes de que concluyan el ritual
70.
Otha había llegado al reluciente altar situado delante del ídolo y observaba con evidente espanto los encarnizados combates
71.
¡El ídolo se movía! Su cuerpo fue plegándose en ondas y los brazos se alargaron con la sinuosidad de un tentáculo
72.
El ídolo pareció arredrarse, y sus ojos expresaron perplejidad y estupor
73.
Sonó un aullido de frustración inhumana, pero el ídolo no se movió
74.
El hombre que había sido favorito de María Antonieta iba a ser ahora un ídolo del pueblo que pensó en darle muerte
75.
Los hay que jamás han conocido su ídolo,
76.
Pero, sobre todo, hablamos de fútbol, de los partidos memorables que jugamos, de las grandes combinaciones que urdimos en la media cancha del colegio él, Ivo John Alzamendi y yo, de lo felices que fuimos en cada pichanguita de cada recreo de cada tarde en ese colegio religioso de Lima, donde Coqui, a pesar de ser argentino, o precisamente te por ser argentino, era el ídolo indiscutido, el mejor zurdo que había pisado nunca esas canchas de pasto y cemento, ante la mirada atónita o lujuriosa —sospecho que lujuriosa— de ciertos curas agustinos, que nos enseñaban cosas aburridas que bien pronto olvidamos
77.
El azar dispuso de ese modo curioso que se hiciera justicia y que, tarde y mal, le pagara a mi ídolo por las muchas, incontables risas que le debía
78.
cuerpo me recordaba un ídolo de piedra, un dios desenterrado en los
79.
Verne era un hombre público, un ídolo de las masas, un ejemplo para la juventud…
80.
Doña Bárbara vivía en la mayor intranquilidad, y cuando alguien le contaba que había visto a su ídolo en compañía de un individuo del arte del cuerno, se subía a la parra y
81.
Ahora dime la fecha y serás mi ídolo
82.
Los seguidores de fray Vicente, claro, cantaban todas sus alabanzas, sabedores de que la elección había sido manipulada por su ídolo
83.
Atribuir omnipotencia a la razón es tan deplorable como adorar un ídolo de madera y piedra creyendo que es Dios
84.
Esta cabeza embalsamada sería el famoso Baphomet, supuesto ídolo que los templarios adoraban, según las declaraciones que ellos mismos hicieron al ser torturados por la Inquisición, algo que Jacques de Molay, su ultimo maestre, negó poco antes de morir en la hoguera
85.
Hice que los ojos del ídolo se pasearan por la multitud, y luego se detuvieron en Valla Dia
86.
El comandante de la guarnición, un godo cuyo nombre no recuerdo, bebía los vientos por un famoso auriga, un ídolo entre los tesalonicenses
87.
Que el esclavo de un bergante coronado se arrodille, si quiere, a los pies de un ídolo de pasta: ese objeto está hecho para su alma de barro; ¡quien puede servir a reyes debe adorar a dioses! Pero nosotros, franceses, nosotros, compatriotas míos, nosotros, ¿arrastrarnos todavía humildemente bajo frenos tan despreciables? ¡Antes morir mil veces que ser esclavos de nuevo! Puesto que creemos necesario un culto, imitemos el de los romanos: las acciones, las pasiones, los héroes, esos sí que eran objetos respetables
88.
Como los beduinos no pagaban bien los servicios de mi padre, cuyo ídolo era el oro, cuando supo que el bey había fallecido, regresó al Cairo para dedicarse nuevamente al ejercicio de la medicina
89.
El ídolo recobró el movimiento
90.
Ideas sugeridas por la Fiesta de las calabazas - Inexactitud de ciertas publicaciones sobre las islas - Un motivo - Estado descuidado de paganismo en el valle - Efigie de un guerrero muerto - Una superstición singular - El sacerdote Kolori y el dios Moa Artua - Sorprendente práctica religiosa - Un santuario deteriorado - Kori-Kori y el ídolo - Deducción
91.
Los que deseaban podían tener una fe implícita en un dios determinado de larga nariz y gruesos brazos informes cruzados; mientras que otros adoraban una imagen que, por no tener parangón en el cielo o en la tierra, apenas puede llamársele un ídolo
92.
Sin embargo, tan pronto como Kori-Kori se percató de que conducía una de mis investigaciones científicas, para mi asombro, saltó a un lado del ídolo y, separándolo de las piedras en que descansaba, lo devolvió a su posición erguida
93.
Sofocada un tanto su indignación, hizo girar el ídolo para que lo examinara por todos lados
94.
Paulet, marino rudo y honesto, confió en la palabra del rey y luego de algunos arreglos preliminares, tomó el mando de los asuntos hawaianos, con el mismo espíritu firme y benevolente que marcaba la disciplina de su fragata, y que le había hecho el ídolo de la tripulación del barco
95.
Un siglo más tarde, Voltaire, ese ídolo persifleur de Francia, aseguró que en su gran mayoría los ingleses tienen un carácter de lo más serio y pesimista
96.
–Igual que un pequeño ídolo -dijo, y se echó a reír-, sentado en medio de un salón, mientras le llevan las ofrendas para el sacrificio
97.
En otros tiempos, cuando yo era todavía el hombre de tus sueños (advierta el lector el trabajo que me tomo para hablar en la lengua de Lo) te desmayabas, al oír discos de ese ídolo número uno que tenía chifladas a tus contemporáneas
98.
Ese ídolo de tus amigas se parecía al amigo Humbert, pensaba