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    Utiliser "arado" dans une phrase

    arado exemples de phrases

    arado


    1. Cuando les preguntaba los surcos quetrazaba el arado en una


    2. pasar el arado y sembrar desangre el suelo durante diez años


    3. triplicar las yuntas, llegabanarrastrando el timón del arado, el


    4. tirará el arado; pondrá un pie en el hombre-sólido, otro enel líquido, y una vez arriba:


    5. para que estos en vez del arado i la azada empuñen lalanza i se empleen en la


    6. rasga el arado latierra, se enciende el horno, mueve la bomba su pistón, suena el hachaen el


    7. defensores suben alcadalso en Castilla y en Valencia; el español abandona el arado y eltelar para


    8. Los labradores habían abandonado el arado y habían entrado


    9. tiene más afición á los libros que al arado


    10. Ya no habrá quien vos rieguela vega, ni quien enseñoree el arado,

    11. se calienten en invierno; lemeteremos el arado a la tierra para que críe trigo, y ¡viva el


    12. laspraderas, como lo haría la reja de un arado inmenso, las arrolla alpasar y las confunde con el caos de tal diluvio


    13. debierallevarse allí un arado y, con poco esfuerzo, dotaría así de unaantigüedad


    14. Los poetas quieren el carro primitivo y el arado virgiliano


    15. ha muerto, y su arado es como unaherencia que les hubiese dejado a todos sus


    16. arado; lasestaciones surgían en el desierto como postes


    17. una carreta o hacía un arado, y esta nuera suyahace dulces, arropes y otras golosinas


    18. escuchó másmúsica que la del arado, de la azada y del martillo


    19. arado en las manos y aderezaba latierra, trabajando en otras


    20. Yepes; ayudar aSuárez en sus tareas; tomar el arado cuando sea menester o bien la

    21. frente merecedora del yugopara tirar de un arado


    22. —Vamos—dijo Cordero sonriendo—, que bien podría entrar el arado en lacelda de usted


    23. Los gobiernos que han construido las vias férreas, y los pueblos que han abierto los senos de la tierra con el arado, merecen una alta estima


    24. «Quien pone la mano en el arado


    25. Imagínese, el viejo seco zangoloteándose en su tractor, empujando la palanca para acelerar cuando el arado no acababa con una cepa más gruesa que las otras, sin detenerse siquiera para comer, mi madre le llevaba pan, queso y [sobrasada], que engullía pausadamente, como hacía todo, arrojando el último mendrugo para acelerar, y todo eso desde la salida hasta la puesta del sol, y sin una mirada al horizonte de montañas, ni siquiera a los árabes enterados de inmediato y que se mantenían a distancia observándole, sin decir nada tampoco


    26. Cada año, la inundación depositaba un rico limo sobre los viejos campos, en los cuales sólo se necesitaba ya esparcir el grano y enterrarlo con un arado ligero tirado por un par de vacas


    27. Los campesinos hicieron poco caso al técnico, porque parecía un alfeñique de ciudad y era evidente que jamás había tenido un arado en las manos, pero de todos modos celebraron su visita abriendo las sagradas bodegas del antiguo patrón, saqueando sus vinos añejos y sacrificando los toros reproductores para comer las criadillas con cebolla y cilantro


    28. Le dije que Alba es mi única nieta, que me he ido quedando solo en este mundo, que se me ha achicado el cuerpo y el alma, tal como Férula dijo al maldecirme, y lo único que me falta es morir como un perro, que esa nieta de pelo verde es lo último que me queda, el único ser que realmente me importa, que por desgracia salió idealista, un mal de familia, es una de esas personas destinadas a meterse en problemas y hacer sufrir a los que estamos cerca, le dio por andar asilando fugitivos en las embajadas, lo hacía sin pensar, estoy seguro, sin darse cuenta que el país está en guerra, guerra contra el comunismo internacional o contra el pueblo, ya no se sabe, pero guerra al fin, y que esas cosas están penadas por la ley, pero Alba anda siempre en la luna y no se da cuenta del peligro, no lo hace por maldad, todo lo contrario, lo hace porque tiene el corazón desenfrenado, igual como lo tiene su abuela, que todavía anda socorriendo pobres a mis espaldas en los cuartos abandonados de la casa, mi Clara clarividente, y cualquier tipo que llegue donde Alba contando el cuento de que lo persiguen, consigue que ella arriesgue el pellejo para ayudarlo, aunque sea un perfecto desconocido, yo se lo dije, se lo advertí muchas veces que podían ponerle una trampa y un día iba a resultar que el supuesto marxista era un agente de la policía política, pero ella no me hizo caso, nunca me ha hecho caso en su vida, es más testaruda que yo, pero aunque así sea, asilar a un pobre diablo de vez en cuando no es una fechoría, no es algo tan grave que merezca que la lleven detenida, sin considerar que es mi nieta, nieta de un senador de la República, miembro distinguido del Partido Conservador, no pueden hacer eso con alguien de mi propia casa, porque entonces qué diablos queda para los demás, si la gente como uno cae presa, quiere decir que nadie está a salvo, que no han valido de nada más de veinte años en el Congreso y tener todas las relaciones que tengo, yo conozco a todo el mundo en este país, por lo menos a toda la gente importante, incluso al general Hurtado, que es mi amigo personal, pero en este caso no me ha servido para nada, ni siquiera el cardenal me ha podido ayudar a ubicar a mi nieta, no es posible que ella desaparezca como por obra de magia, que se la lleven una noche y yo no vuelva a saber nada de ella, me he pasado un mes buscándola y la situación ya me está volviendo loco, éstas son las cosas que desprestigian a la Junta Militar en el extranjero y dan pie para que las Naciones Unidas comiencen a joder con los derechos humanos, yo al principio no quería oír hablar de muertos, de torturados, de desaparecidos, pero ahora no puedo seguir pensando que son embustes de los comunistas, si hasta los propios gringos, que fueron los primeros en ayudar a los militares y mandaron sus pilotos de guerra para bombardear el Palacio de los Presidentes, ahora están escandalizados por la matanza, y no es que esté en contra de la represión, comprendo que al principio es necesario tener firmeza para imponer el orden, pero se les pasó la mano, están exagerando las cosas y con el cuento de la seguridad interna y que hay que eliminar a los enemigos ideológicos, están acabando con todo el mundo, nadie puede estar de acuerdo con eso, ni yo mismo, que fui el primero en tirar plumas de gallinas a los cadetes y en propiciar el Golpe, antes que los demás tuvieran la idea en la cabeza, fui el primero en aplaudirlo, estuve presente en el Te Deum de la catedral, y por lo mismo no puedo aceptar que estén ocurriendo estas cosas en mi patria, que desaparezca la gente, que saquen a mi nieta de la casa a viva fuerza y yo no pueda impedirlo, nunca habían pasado cosas así aquí, por eso, justamente por eso, es que he tenido que venir a hablar con usted, Tránsito, nunca me imaginé hace cincuenta años, cuando usted era una muchachita raquítica en el Farolito Rojo, que algún día tendría que venir a suplicarle de rodillas que me haga este favor, que me ayude a encontrar a mi nieta, me atrevo a pedírselo porque sé que tiene buenas relaciones con el gobierno, me han hablado de usted, estoy seguro que nadie conoce mejor a las personas importantes en las Fuerzas Armadas, sé que usted les organiza sus fiestas y puede llegar donde yo no tendría acceso jamás, por eso le pido que haga algo por mi nieta, antes que sea demasiado tarde, porque llevo semanas sin dormir, he recorrido todas las oficinas, todos los ministerios, todos los viejos amigos, sin que nadie pueda ayudarme, ya no me quieren recibir, me obligan a hacer antesala durante horas, a mí, que les he hecho tantos favores a esa misma gente, por favor, Tránsito, pídamelo que quiera, todavía soy un hombre rico, a pesar de que en los tiempos del comunismo las cosas se pusieron difíciles para mí, me expropiaron la tierra, sin duda se enteró, lo debe haber visto en la televisión y en los periódicos, fue un escándalo, esos campesinos ignorantes se comieron mis toros reproductores y pusieron mis yeguas de carrera a tirar del arado y en menos de un año Las Tres Marías estaba en ruinas, pero ahora yo llené el fundo de tractores y estoy levantándolo de nuevo, tal como lo hice una vez antes, cuando era joven, igual lo estoy haciendo ahora que estoy viejo, pero no acabado, mientras esos infelices que tenían título de propiedad de mi propiedad, la mía, andan muriéndose de hambre, como una cuerda de pelagatos, buscando algún miserable trabajito para subsistir, pobre gente, ellos no tuvieron la culpa, se dejaron engañar por la maldita reforma agraria, en el fondo los he perdonado y me gustaría que volvieran a Las Tres Marías, incluso he puesto avisos en los periódicos para llamarlos, algún día volverán y no me quedará más remedio que tenderles una mano, son como niños, bueno, pero no es de eso que vine a hablarle, Tránsito, no quiero quitarle su tiempo, lo importante es que tengo buena situación y mis negocios van viento en popa, así es que puedo darle lo que me pida, cualquier cosa, con tal que encuentre a mi nieta Alba antes que un demente me siga mandando más dedos cortados o empiece a mandarme orejas y acabe volviéndome loco o matándome de un infarto, discúlpeme que me ponga así, me tiemblan las manos, estoy muy nervioso, no puedo explicar lo que pasó, un paquete por correo y adentro sólo tres dedos humanos, amputados limpiamente, una broma macabra que me trae recuerdos, pero esos recuerdos nada tienen que ver con Alba, mi nieta ni siquiera había nacido entonces, sin duda yo tengo muchos enemigos, todos los políticos tenemos enemigos, no sería raro que hubiera un anormal dispuesto a fregarme enviándome dedos por correo justamente en el momento en que estoy desesperado por la detención de Alba, para ponerme ideas atroces en la cabeza, que si no fuera porque estoy en el límite de mis fuerzas, después de haber agotado todos los recursos, no hubiera venido a molestarla a usted, por favor, Tránsito, en nombre de nuestra vieja amistad, apiádese de mí, soy un pobre viejo destrozado, apiádese y busque a mi nieta Alba antes que me la terminen de mandar en pedacitos por correo, sollocé


    29. Se llegaba a la casa por un camino de curvas bordeado de altos álamos en un valle agreste, donde el arado había dejado pocas huellas y los potreros parecían abandonados; de vez en cuando veía-mos hileras de palos secos y apolillados que, según mi abuela, eran vi-ñas


    30. Cuentan que ha despoblado a Castilla; que ya no hay en Valladolid quien tome el arado, porque los labradores todos han pasado a la secretaría de Gracia y Justicia

    31. Y le echaron una cuerda al pescuezo, y le pusieron una albarda al lomo y se lo llevaron al campo para que arrastrase el arado


    32. El aceite juntó su pringosa suavidad con la acritud astringente del vino, y batidos y juntados sellaron el pacto, cuando los dedos gordezuelos de Nazaria vendaban aquella frente merecedora del yugo para tirar de un arado


    33. -Vamos -dijo Cordero sonriendo-, que bien podría entrar el arado en la celda de usted


    34. Tan apreciados eran los buenos hierros para filos, que el filo cortante iba soldado (los romanos conocían dos métodos de soldadura: por presión y por fusión) a una base más barata (como era el caso de las rejas de arado y las hachas)


    35. escritura por la fuerza y la paz que da la vida del campo, y que un labrador inteligente es el primero de los sabios, que con el arado escribe en la tierra el gran libro de la felicidad humana


    36. huellas imborrables en vuestra sesera, como un arado la tierra antes de


    37. Justamente igual que lo que una mujer hace a veces por la noche -y sonrió sin apartar los ojos del surco que el arado iba abriendo en la tierra


    38. Entre los dos apartaron el arado un par de metros


    39. Deja el arado aquí y la bicicleta en mi casa


    40. Era agricultor, hábil en el manejo del arado, y le habían dicho, al presentarse como voluntario en 1939, que no le necesitaban

    41. Comprendió que Eugene Lawson, el humanitario, se regodeaba ante la perspectiva del hambre general, y que el doctor Ferris, el científico, soñaba en el día en que los hombres volvieran al arado manual


    42. Hit, la mula, estaba enganchada a un arado con un disco de acero giratorio


    43. Eugene manejó el arado mientras Louisa y los niños caminaban a su lado


    44. Los dos caballeros arremetieron contra los arbustos que limitaban el campo y persiguieron a los zemoquianos a lo largo de una amplia franja de terreno arado


    45. y oye mugir las vacas del arado


    46. La acequia por su sitio, el rebaño en el redil, la luna en el cielo y el hombre con su arado


    47. —Es una granja —indicó Carl, cuando pasaron ante un tractor y un arado abandonados, constatando lo evidente


    48. Divisó un ser solitario que se movía con lentitud por un campo recientemente arado al norte de la granja, casi incapaz de coordinar los pesados pies sobre el terreno desnivelado


    49. Del magnetismo, poco a poco, Rodolfo pasó a las afinidades, y mientras que el señor presidente citaba a Cincinato con su arado, a Diocleciano plantando coles, y a los emperadores de la China inaugurando el año con siembras, el joven explicaba a Emma que estas atracciones irresistibles tenían su origen en alguna existencia anterior


    50. Pero mucho más grande era el Arado de Roma, o Fauces de Cerdo












































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    arado in English

    plowed ploughed furrowed plow

    Synonymes pour "arado"

    binador apero reja hierro