1.
Francia y el otro en Portugal, levantó la bota y el resultado fue el mismo
2.
claudicabaalgo, y el otro con la bota de todos los días
3.
los del tendidode sol, pasaban en grupos, con la enorme bota al hombro y un garrote deLiria en
4.
Quartero en S, por el quartillo de G, de dondecuarter-ón y cuarter-ola ó bota de un cuarto de cabida
5.
espacio, y de cuando encuando empinaba la bota, con tanto gusto, que le pudiera envidiar el
6.
bien sabía, de "cuando a Roma fueres, haz comovieres", pidió a Ricote la bota, y tomó su
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bota alcinto, ros enfundado, manta liada al cuerpo, y a la espalda
8.
Y se quitó una bota
9.
la bota y la sonaja del honor
10.
El golpe brutal que él la diera entonces con la bota en el vientre, y elalarido de la
11.
En cuanto a él lucía deslumbradora bota decharol, con perdón de la propiedad histórica
12.
Una bota de
13.
Martín sacó la carta de Levi-Alvarez y el paquete de letras cosido en elcuero de la bota y separó las ya aceptadas y firmadas, de las otras
14.
Ella apartó los ojos de la bota con cierta sensación de culpabilidad y, sonriendo graciosamente, pasó sus brazos sobre las niñas
15.
De la caña de la bota extrae una Derringer -esa pistola de un solo tiro que suelen utilizar las mujeres y los asesinos de políticos- y coloca el arma casi de juguete junto a la botella de cerveza
16.
Sentada en el suelo, con una bota puesta, Amy se echó a llorar y Meg se puso a convencerla, cuando Laurie llamó desde abajo y las dos chicas se apresuraron a bajar, dejando a su hermana lamentándose sin consuelo
17.
Vemos al campesino atareado en los campos, en las épocas de la siembra o de la siega, aunque, a pesar de que puede sestear durante el descanso del mediodía, o echar un trago de la bota del vino, podemos fácilmente apreciar que se le exigía un duro trabajo que requería grandes esfuerzos
18.
Al entrar el conde en el salón, el joven estaba muellemente reclinado en un sofá, dando golpecitos por distracción sobre su bota con un junquito con puño de oro
19.
De repente, Foxfire oyó una exclamación de sobresalto y notó que la pesada bota que lo mantenía clavado en el suelo había desaparecido
20.
—¿Lo ve usted? —dijo Poirot con una sonrisa, al inclinarse sobre el cuadro para examinar la impresión de la bota claveteada del jardinero—
21.
—¿Que el pie estaría dentro de la bota? No hace usted un uso suficiente de sus cualidades mentales
22.
Una bota de Carmaux hizo las veces de jarro
23.
Encendió una linterna sorda que llevaba en la manga de su bota y alumbró a los que dormían
24.
Vio a Bobby y a Frankie tal como los dejara, pero en el suelo había un montón de vidrios rotos, y encima una bota
25.
Al aterrizar pisó con la bota un trozo de roca suelta y, durante unos segundos de infarto se tambaleó, buscando un lugar estable donde poner el pie pero sin poder mirar hacia abajo, ya que sólo con mover la cabeza podía provocar que cayeran 75 hacia delante
26.
Eragon clavó la punta de la bota en el suelo
27.
Roran arrancó los restos de la bota
28.
Sonriendo, Carn le ofreció una bota
29.
Lentamente, el chico levantó la bota del musgo y volvió al otro lado del tronco
30.
Su figura maciza se recortaba a contraluz entre la flora exótica del Nuevo Mundo y la bota del conquistador
31.
Repite con la bota
32.
Repite y repite con la bota hasta que a Boban le parpadean las cubiertas de piel de los ojos y sus labios dicen con susurro:
33.
De los pies del agente-yo, este agente se extrae una bota de pastor de vacas, la balancea para aporrear el estrado y golpea el atril con el tacón de manera que el micrófono transmita un sonido de gran estruendo
34.
Los golpes de los tacones de la bota hacen ruido de retumbar, retumbar y más retumbar hasta que desaparece la comunicación entre los delegados de la asamblea general
35.
La bota retumba hasta que el recinto de la cámara de consejos queda en silencio
36.
La bota del agente-yo, la generación entera al completo de este agente, desfilan en dirección al horizonte lejano, con paso de marcha, paso de marcha, desfilando cinco metros con cada seis pasos hasta el lejano punto de fuga
37.
Al momento siguiente, las rodillas del mariscal de campo se flexionan y su torso se inclina para que sus manos puedan desatar los cordones de una bota
38.
Las manos desanudan los cordones de la segunda bota
39.
El mismo soldado que se lo echó al hombro para llevarlo hasta el hospital le rasgó la bota con su cuchillo, le quitó la ca-misa ensopada y con ella improvisó un tapón para el pie destrozado porque no había a mano ni vendajes, ni medicamentos, ni fenol para desinfectar, ni opio, ni cloroformo, todo se había agotado o perdido en el desorden de la contienda
40.
—Quinientas doblas castellanas y os depositaré, junto con las gentes que suban a bordo, en el puerto del Mediterráneo que deseéis, desde las columnas de Hércules hasta la punta de la bota itálica
41.
Golpeando con el rebenque en su bota, atravesó la plaza, Josué lo miraba desde una de las mesas; vino luego a sentarse en la silla que él dejara, al lado de Juan Fulgencio:
42.
Se echó hacia atrás, cruzó las piernas y se quitó el barro de un lado de su bota negra
43.
Sonrió complacido y le apoyó el duro tacón de su bota sobre la frente
44.
Pero no era eso sino una bota militar en cuyo interior había un pie cercenado un poco por encima del tobillo
45.
Creyó haberlo encontrado, introdujo en él la punta de la bota y dejó caer el peso
46.
Sacó el estilete de la bota, se lo colocó por detrás, en el cinturón
47.
El bardo echó el montón de fusca sobre la playa y comenzó a escarbar en él con la punta de la bota
48.
Había cantidades de detalles que nunca había observado antes, como el pez rojo que me espiaba en la sombra, las hojas verdes y las algas que crecían en las pequeñas manchas de luz, cerca de los portillos, y hasta una bota de goma, en excelente estado al parecer, que yacía aún donde alguien debió de tirarla
49.
Luego les trajeron vino y empinaron la bota
50.
Él llevaba unas pistolas en el cinto y otra en la bota
51.
Sintió que el talón de una bota le pisaba la mano cuando los soldados salieron de la celda en estampida
52.
Ella contempló su melena en el suelo, la esparció en silencio con la punta de la bota; luego alzó la mirada hacia mí y me encontré ahora con un hombre joven cuyo cabello corto se rizaba contra su mejilla
53.
Pero, también allí, los detalles me hicieron pensar que lo estaba imaginando todo: las gotitas de agua condensadas en una capa, el corte en una mejilla, la araña medio aplastada bajo una lustrosa bota de cuero
54.
Ese hombre era Casiodoro, y su monasterio estaba emplazado en la misma punta de la bota de Italia, en la paradisíaca tierra de la verde Calabria
55.
Luego, le puso la bota en el cuello impidiéndole todo movimiento
56.
con ello habéis de llenar esa alta bota? hasta arriba;
57.
A continuación sintió la punta de una bota que le propinaba una patada en el trasero
58.
Era evidente que el grueso de la bota y de la fuerza de la patada había alcanzado a Swann entre las piernas, desde atrás
59.
El enlace venía calzado con la calentísima walensky rusa, bota alta de fieltro en lugar de cuero; llevaba el pasamontañas ceñido a la cabeza, dejando apenas sitio a los ojos, boca y nariz, y el camuflaje blanco, medio sábana medio gabardina, con su caucha perlada de hielo, le cubría de la cabeza a los pies
60.
A continuación empezó a golpear el suelo con el tacón de su bota
61.
-Fernando, no disparates más, o quien tira la bota soy yo, y te rompo con ella las narices
62.
Hoy, Calabria es la punta de la bota, pero en la época antigua era el tacón
63.
A cada instante empinaban la bota, y compadecidos de su compañero de viaje, que tumbado iba de largo a largo, descompuesto el rostro, sin más señales de vida que los suspiros hondísimos con que a cada momento echaba el alma por la boca, le requirieron a que bebiese, sin conseguirlo; mas tanto puede la ruda cortesía aragonesa, que al fin, incorporándole uno, aplicándole el otro a los labios el pito de la bota, hubo de reconocer el macilento cura que era bueno meter en su estómago una corta porción de vino
64.
El vejete, que ostentaba el timbre glorioso de haberle cosido a Wellington una bota, la víspera de Arapiles, procedía también del Bocal de Aragón, y le llamaban el Tío Concejil
65.
¿Quién le limpia las botas y los zapatos? ¡Mire aquí! – Empujó al perro del regazo, buceó bajo la mesa y apareció acto seguido con una vieja bota y un frasco de betún, poniéndose a frotar activamente-
66.
Su bota izquierda es de suela ordinaria con punta cuadrada y tiene una tira de hierro alrededor del tacón
67.
Dejando a un lado la macabra historia de la muerte de Sir Charles, contábamos con una cadena de incidentes inexplicables, todos en el espacio de cuarenta y ocho horas, entre los que figuraban la recepción de la carta confeccionada con recortes de periódico, el espía de barba negra en el cabriolé, la desaparición de la bota marrón recién comprada, la de la vieja bota negra y ahora la reaparición de la nueva
68.
Lo que alzó en el aire fue una bota vieja de color negro
69.
Casualmente, sin embargo, la primera bota que consiguió era una de las nuevas y, por consiguiente, sin utilidad para sus planes
70.
Un incidente muy instructivo, porque me demostró sin lugar a dudas que se trataba de un sabueso de verdad: ninguna otra explicación justificaba la apremiante necesidad de conseguir la bota vieja y la indiferencia ante la nueva
71.
-El señor lo habrá soñado -replicó la huesuda, tirando de la bota derecha de su amo-
72.
Acudieron las mujeres a sujetar a la fiera, que en el espasmo de su ira arrojaba sobre el caballero cuantos proyectiles a mano encontraba: una bota, un candelero, un corsé
73.
Nos habíamos levantado ya para marcharnos cuando Baskerville lanzó un grito de triunfo y, lanzándose hacia uno de los rincones de la habitación, sacó una bota marrón de debajo de un armario
74.
Al cabo se volvió de espaldas, blasfemando entre dientes, mientras el capitán escondía la cuchilla de matarife en la caña de una bota
75.
No eran las de una típica bota o las del calzado deportivo
76.
–Bueno, ahora no está en condiciones de discutir el asunto… -Oso aplastó la colilla de un cigarrillo con la puntera de la bota
77.
Una canica bota varias veces y luego se detiene
78.
Si Antíoco se hubiese enterado de que, mientras él realizaba grandes marchas por vastas extensiones, Aníbal trataba de mantener su ejército en el pie de la bota italiana y Escipión completaba la conquista de España, se habría burlado de esas insignificantes acciones
79.
–Bien, sí, pero yo soy quien decide y no quiero inquietarte sin necesidad -dijo Jondalar, y se levantó para acercarse a la bota de agua, que colgaba de un poste cercano a la entrada de la tienda, a pocos pasos del fuego
80.
Se giró con un movimiento muy lento, la bota se apartó del cuello de Karla y entonces ella vio el mango de un cuchillo de caza que sobresalía entre los omoplatos
81.
La bota de la pata trasera derecha de Whinney había desaparecido y le pareció que la yegua se encogía cuando le examinó la pata
82.
¿Habría quebrado el hielo del borde del glaciar y, al soltarse, se habría desprendido la bota y se habría lastimado la pata? Fue la única explicación que Ayla pudo imaginar
83.
Su bota izquierda lo encontró al pasar por encima de él
84.
Las suelas resbalaron sobre el hielo y la bota pasó de largo, pero cuando la jarcia volvió a pasar hacia la popa, ambas botas tropezaron con la verga cubierta de hielo y él la empujó con toda la energía de sus piernas
85.
Goodsir trepó hacia arriba, recibió una patada en la cara por parte de una bota que pertenecía al capitán o al primer oficial, y luego se encontró en la cubierta del sollado
86.
Una vieja -su nombre era Beulah Stansky- cogió la bota del guardia y comenzó a besarla
87.
Él intentó soltarse, pero como ella no lo dejaba, le pegó en el vientre con la punta de la bota y la arrojó volando, quejándose y sollozando como un perro apaleado
88.
Mientras caminaba hacia la puerta, su bota resbaló en la madera del suelo, donde había una mancha
89.
Entonces Hettar, con expresión tenebrosa, deslizó la mano izquierda por su pierna y sacó una daga larga y gruesa de su bota
90.
—¡Despierta, bárbaro! —Sintió el golpe de una bota en las costillas—
91.
Un tártaro lo movió con la bota como si se tratara de algo que había encontrado muerto en el suelo
92.
Permaneció allí, golpeando el suelo con la punta de su bota, mientras le abrían las esposas a Savage y mientras éste, se bajaba los pantalones y se desabrochaba la parte posterior de sus calzoncillos largos
93.
Había conseguido erguirse sobre los codos cuando Carl lo volvió a derribar con un golpe directo a la cara de una bota bien dirigida
94.
Se acercó un paso y le dio una patada en la cara con toda su fuerza, con la punta de la bota directa a la mandíbula
95.
–No, es que se me ha perdido el tacón de la bota, que se me ha soltado
96.
Tejas de rojo y ventanas de verde, el patio empedrado donde los cascos del caballo hacían saltar la chispa y, a dos pasos, el frescor de las naves bodegueras, el silencio que quiebra muy levemente el vino al desperezarse dentro de la bota, aquel olor pastoso, el chorro como de cobre encendido, de la venencia de plata a la copa, y el abrazo a la chiquilla entre las andanas, bajo la luz malva, la caricia con las manos mojadas en un palo cortado, dulzón y áspero a la vez…
97.
Suponía que al llegar quedaría aplastado como un cascarón de huevo balo la pesada bota de un guardia