1.
cuya operacion tuvo que atravesar elcaudaloso Zulia con una miserable canoa, y cayendo sobre las
2.
Al cabo de veinte y quatro horasviéron otra vez la luz; pero la canoa se hizo añicos en los
3.
nacion de los Yuracarees, con quieneshice construir una canoa; continuando en seguida por el rio
4.
Al arribo de cada canoa, multitud de
5.
camino se hace atravesando la llanura ácaballo; pero en la época de lluvias es menester bajar en canoa
6.
en línearecta hácia el oeste, es menester atravesar en canoa una llanura cruzadaen todas direcciones por
7.
quiere, dos jornadas de navegacion,subiendo en canoa por el rio Blanco que es muy profundo,
8.
Partiendo del puerto de Loreto se anda primeramente una legua,atravesando en canoa por un bañado que
9.
mantienen de pié en la parte trasera elcapitan de la canoa y su ayudante; otros dos indios van sentados en
10.
viagero es un personage de distincion, envian losadministradores una canoa cargada de comestibles, en la
11.
impetuosa, seenreda la canoa entre las ramas, y se llena de agua en un momento:justamente alarmados se
12.
pertenecientes á los remeros de cada canoa: en elcentro de estos grupos se encendió una fogata; y en la
13.
El armamento de la canoa de guerra consiste en un cañoncillo
14.
Elalferez tiene en la canoa para defensa del
15.
Los soldados llevan tambien en mediode la canoa su toldo
16.
De los que una canoa habian tomado,
17.
La canoa en que viene gobernaban,
18.
En la canoa comprada por él arrostraría los peligros
19.
Entróse para este fin, en una canoa el P
20.
Fernández pasasen la canoa á
21.
Rafael, queél en una canoa iría á los Payaguás, de quien por
22.
hombres estaban«mateando» junto a la canoa que los trajera, a
23.
Orión se movía impulsado por explosiones de bombas de hidrógeno, armas nucleares, contra una placa de inercia, proporcionando cada explosión una especie de puf puf, como si fuera una enorme canoa nuclear en el espacio
24.
Quiso partir enseguida en su busca, pero le sugerí que con Rajá para ayudarme, sería mejor que permaneciera allí, le quitase la piel al thag, sacase su vejiga, y después regresaríamos al punto de la playa donde habíamos escondido la canoa
25.
Una figura apareció en la proa de la primera canoa; una figura que reconocí antes incluso de que hablase
26.
¿Dónde se encuentra la tierra firme? ¿Quién eres tú, y qué cosa extraña es esa que se agita en el pequeño árbol que has puesto al frente de tu canoa?
27.
Se estaban situando entre la flota de Hooja y nuestra pequeña canoa
28.
En consecuencia abrimos fuego sobre ellos, si bien, a sugerencia mía, centramos nuestro ataque sobre la canoa del jefe
29.
El resultado fue que en unos treinta segundos de aquella canoa de guerra no quedaba más que un puñado de astillas, mientras que su tripulación —aquellos que habían logrado sobrevivir— forcejeaba en el agua, batallando contra los miles de espantosas criaturas que habían surgido para devorarles
30.
El guerrero se dio la vuelta y conversó con los otros que iban en la canoa
31.
Cuando la enana negra Doña Casilda nos trae la tercera botella de aguardiente avellanado, Simón se ha ofrecido ya a llevarme, en su canoa, hasta donde encontré los instrumentos destinados al Curador
32.
Simón se levanta, toma el botador y lo hunde en el agua, buscando apoyo en el fondo, para echar la canoa atrás
33.
Y por el silencio de las aguas se deslizaba una canoa bronceada por la luz del sol, enjoyada por las gotas saladas que la cubrían de un lado al otro, con una estela de algas con diamantino esplendor, y en la proa un hombre bañado de sudor
34.
—En cuanto a esa canoa
35.
Los hombres que se embarcaban en una canoa respondieron con disparos
36.
La canoa se alejó velozmente, comenzando a desaparecer en la oscuridad que caía
37.
Ahora la canoa se distinguía perfectamente, pues atravesaba de nuevo una zona de fosforescencia
38.
A cuatrocientos pasos, de pie en la canoa, el Corsario tronó: —
39.
Una vez terminada la operación, éstos estrecharon la mano al capitán, le adelantaron que al día siguiente recibiría la visita de otro interesado, ocuparon su canoa y regresaron a tierra
40.
Una galería estrecha se prolongaba todavía, en dirección a Brondolo, según los cálculos del doctor; pero era tan estrecha que no permitía el paso de la canoa
41.
-¿Que no está la canoa? - dijo el doctor, avanzando hacia ellos mientras un frío sudor le corría por la frente-
42.
En algunos momentos, creyendo que la canoa había sido hallada, preguntaba, pero siempre recibía la misma dolorosa respuesta
43.
¡Ay de ellos si terminaba la claridad antes de que llegasen al sitio donde estaba la canoa! Existía el peligro de que aquellos dos valientes se perdiesen entre las sombras y no pudiesen encontrar la orilla de que habían partido
44.
En el mismo momento, como para confirmar las palabras del pescador, fue levantada casi del todo la canoa por la parte de la popa y derribada hacia un costado
45.
La canoa había penetrado en el interior de una caverna de dimensiones muchos menores que la anterior, pero erizada también de rocas y sembrada de escollos
46.
Apenas hubieron traspasado la abertura que les sirvió de entrada en la caverna, chocó la canoa contra un gran bulto que sobrenadaba en las aguas del canal
47.
La corriente era muy lenta y el peso de la canoa muy ligero; no tenían, por lo tanto, que hacer un
48.
Los tres pescadores sacaron en seguida a tierra la canoa, descargándola antes de algunas cajas y barriles, y después la arrastraron, hasta colocarla sobre la arena de la playa, detrás de unas rocas
49.
Los cuatro hombres saltaron como relámpagos sobre la canoa y la empujaron a toda marcha hasta el lado opuesto, atravesando la línea de las escolleras
50.
Probablemente habían descubierto las linternas de la canoa antes de que al doctor se le ocurriera apagarlas e intentaban evitar el encuentro
51.
Volvieron a la canoa y, aprovechando un pequeño escape del gas que ardía en la base
52.
En seguida vio un objeto que flotaba a babor de la canoa
53.
Hicieron encallar la canoa en la arena, y Vicente y el señor Bandi saltaron a tierra con dos lámparas de seguridad
54.
La canoa reanudó su carrera, manteniéndose cerca de la pared de la izquierda, en la cual había numerosas excavaciones, como nichos y hornacinas, en las cuales podrían refugiarse en caso de peligro
55.
En aquel momento la canoa se hundió bajo sus pies, desapareciendo bajo las tenebrosas aguas del túnel
56.
Los dos indios saltaron a la canoa y se dirigieron rápidamente hacia el náufrago
57.
El malayo sacó de una vieja vasija de tierra, asegurada a un travesaño de la canoa, algunas provisiones y se las ofreció a Sandokán, pero éste, absorto siempre en sus contemplaciones y en sus angustias, no respondió siquiera, ni abandonó su posición
58.
Durante el día el viento cayó varias veces, y la canoa, que se zambullía pesadamente con los empujes de las olas, embarcó muchas veces gran cantidad de agua
59.
Ante aquel grito, Sandokán, por primera vez desde que había puesto los pies en la canoa, se movió alzándose de golpe
60.
El griego le ató y después, entre los dos, le introdujeron en una canoa vieja
61.
Antes de que Eragon pudiera preguntarle qué quería decir, Orik montó en su canoa, mientras Arya y Lifaen tomaban la segunda
62.
Durante un breve rato, Eragon y Orik maniobraron la canoa mientras Narí toqueteaba las cintas entrelazadas
63.
Era preciso una canoa, pues no creían cosa fácil atravesar la larga floresta que los separaba de las playas del otro lado, sabiendo, además, que en los bosques pululaban los tigres, y que, en caso de
64.
Con la esperanza de que el esfuerzo no despertara su dolor de espalda, Eragon alzó la canoa con Lifaen y se la echó a los hombros
65.
Tomó el espadón del español y se dirigió hacia la canoa, que estaba amarrada a la orilla
66.
Empujó la canoa bajo las plataformas, pasando hábilmente por entre los palos que la sostenían, y se dirigió hacia el ángulo oriental de la aldea
67.
Una gran canoa tripulada por los españoles y seis indios con Kumasa los esperaban ante la última plataforma
68.
DE LA CANOA EN LA SELVA
69.
Desde que Aristóteles saltara de la canoa, él había estado esperando el momento para disparar
70.
De la canoa en la selva
71.
Fácilmente podían procurarse una o más novias los chicos que lograban pescar credencial de ocho mil en sus floridos años, y se consideraba buen partido casar a la hija predilecta con un mozo de catorce mil, que gastaba guantes, y cubría su cabeza, bien peinada, con enorme canoa de fieltro
72.
Asintiendo, el montañés se fue hasta las embarcaciones varadas, para detenerse ante una canoa de cuero, estrecha y ligera
73.
Botaron la canoa entre todos
74.
Según la leyenda, muchos siglos atrás, una tribu familiar abandonó las lejanas islas del sudoeste, probablemente Tahití, y viajó en una gran canoa a través del océano para unirse a los miembros de otras tribus que habían inmigrado a Hawai décadas antes
75.
Los dioses, enfadados con ellos por haberse marchado de su tierra natal, cambiaron la posición de las estrellas, y el timonel de la canoa perdió el rumbo
76.
Cargaron con la canoa hasta la orilla, comieron un poco de cecina y aprovecharon para descansar mientras esperaban que se pusiera el sol
77.
Después amarraron la canoa entre las otras embarcaciones, la taparon con una lona y subieron al muelle
78.
Nighthawk sumergió la cabeza y se agarró a la canoa para mantenerla debajo de la superficie
79.
Y, a pesar de esto, todas las leyendas de la En todo caso, el rey conservaba aún la canoa en que ha¬
80.
Al ver que se dirigían a la canoa, Christine se detuvo
81.
La canoa se deslizó en silencio por las negras aguas y la oscura orilla de enfrente se perfiló poco a poco ante ellos
82.
Las ramas de los árboles se extendían por encima del agua, y los monos y los pájaros treparon a ellas con rapidez cuando la canoa se acercó
83.
Me encuentro en medio de un lago infestado de pirañas y cocodrilos en una canoa con filtraciones y no deseo estar en ningún otro lugar
84.
Ella se acurrucó junto a él y la canoa cabeceó con suavidad mientras ellos se abrazaban bajo las estrellas
85.
y la canoa quieta en el remanso,
86.
–¿Cuándo lo has visto? – preguntó Leslie mientras Hal subía a la canoa y la alejaba del embarcadero de un empujón
87.
Hal deslizó la canoa alrededor de un árbol que había caído en el río
88.
En 1999 una reconstrucción de la canoa polinesia Hokule'a consiguió arribar a Pascua desde Mangareva tras una travesía de diecisiete días
89.
Para nosotros, simples marineros de agua dulce, resulta literalmente increíble que los pasajeros de una canoa que navegara rumbo al este desde Mangareva pudieran haber tenido la suerte de acertar, tras un viaje tan largo, a encontrar una isla de apenas quince kilómetros de ancho de norte a sur
90.
Mi experiencia sobre las travesías marítimas en canoa de nativos del Pacífico se basa en viajes mucho más cortos, en los cuales nunca logro superar el terror ante la posibilidad de que una canoa vuelque o se rompa, cosa que ya en una ocasión me costó casi la vida
91.
Eso hace que la sola idea de realizar un viaje de varios días en canoa a través del océano abierto me resulte insoportable, algo que solo una desesperada necesidad de salvar la vida podría inducirme a emprender
92.
Todo ese caos político en condiciones de aislamiento habría hecho difícil reunir la fuerza de trabajo y las provisiones necesarias para emprender viajes en canoa a través del océano, o marcharse durante un mes y dejar indefenso el huerto propio, aun cuando hubieran estado disponibles los mismísimos árboles con los que construir canoas
93.
El primer contacto maya con los europeos se produjo ya en 1502, solo diez años después del “descubrimiento” del Nuevo Mundo por parte de Cristóbal Colón, cuando en el último de sus cuatro viajes Colón interceptó una canoa comercial que debía de ser maya
94.
Se incorporó con un gruñido, palpándose un leve corte que se había producido en el lugar donde la canoa rota le había golpeado la frente
95.
No sé por qué, pero me estaba acordando de cuando salía por la noche con la canoa y remaba hasta el centro del lago, para tumbarme bajo las estrellas y pensar en esas cosas
96.
Todo el mundo mostró gran interés por sus waziris y los negros recibieron numerosos regalos de los amigos de su rey, pero cuando se enteraron de que éste seguramente zarparía en aquella gran canoa fondeada a una milla del litoral y se alejaría de ellos, la tristeza los invadió
97.
Todo fue bien hasta que la canoa dejó atrás los arrecifes de la bocana del abra
98.
En el campamento de Kaviri, Tarzán se detuvo sólo el tiempo preciso para tomar los alimentos que le suministraron los negros y llegar a un acuerdo con el jefe, al que pidió una docena de remeros que impulsaran la canoa
99.
Unos segundos más y la canoa estaría flotando libremente en el agua
100.
Los furiosos esfuerzos de Jane Clayton para poner la canoa fuera del alcance del ruso tuvieron su recompensa cuando una leve sacudida hizo comprender a la muchacha que la embarcación había llegado a la corriente… En el preciso momento en que Rokoff alargaba la mano para aferrarse a la proa