1.
clemente, lo sé,y no quiere transigir con las debilidades del
2.
Sóloquiero decirle que la segunda edición tipo del Breviario fué publicadabajo Clemente VIII,
3.
naciones y el Colegio mayor de San Clemente de losEspañoles fundólo el Cardenal Albornoz, según
4.
Clemente Lopez, y el Capitan D
5.
Clemente Lopez y D
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guardasen;el Capitán Clemente, siciliano, que es un valientesoldado, y de los que mejor
7.
menos clemente, lainsurrección empezó en los arenales del
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el Evangelio, con Clemente tambien, y losdemás mis colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la
9.
el Evangelio, con Clemente tambien, y losdemás mis ayudadores, cuyos nombres están en el libro de la
10.
Con alma tierna y corazon clemente
11.
La Orden del Temple recibió el golpe de gracia en 1317, cuando el papa Juan XXII confirmó la sentencia provisional de su predecesor Clemente V
12.
Incluso en 1312, cuando el papa Clemente escribió la bula que suprimía la Orden, Diniz, el rey de Portugal, declaró que los templarios poseían el usufructo eterno de sus tierras y que era imposible quitárselas
13.
»-El papa Clemente, representante de Dios en la tierra
14.
Tras un primer torneo en el que inesperadamente ganó la regla de bronce, algunos expertos creyeron que la estrategia era demasiado clemente
15.
Que un hombre sin escrúpulos cambie de actitud por una mujer se interpreta con demasiada frecuencia como un acto de debilidad, de cobardía incluso, pero ¿acaso no es la mayor de las grandezas volverse clemente por amor?
16.
Al culpado que cayere debajo de tu juridición considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia
17.
Clemente de Alejandría nos ha dejado una lista de los prodigios de Simón el Mago:
18.
—Piensas que las olas son demasiado violentas y que el Atlántico no es muy clemente con los hombres de hace cien años
19.
La llegada al solio pontificio del papa Clemente XIV derrumbó las esperanzas de los que aún creían viable la beatificación de sor María
20.
Clemente XIV decretó «silencio perpetuo» de la causa
21.
Era una noticia que hasta merecía uno o dos vasos de vino, a cuenta del clemente perdón de Alá
22.
–¿También en la ciudad? – se interesó Clemente, el rostro hosco, el acordeón al hombro, y una preocupación presente en sus ojos
23.
Pero Clemente sabía cómo era ella en la realidad, y lo sabía en cada partícula de su ser, en la punta de los dedos y en la piel del pecho
24.
En la noche oscura y asustadora, Clemente sentía la presencia cercana de Gabriela, no se animaba ni siquiera a mirar el árbol de ombú en el cual ella se recostara
25.
Clemente sabía de las extensiones de tierra por vender que había, no se le salía eso de la cabeza, pensando tener juntos una plantación
26.
–Comprá la plantación con Clemente
27.
Al fin de la tarde, en aquel crepúsculo interminable de las plantaciones, cuando las sombras parecen fantasmas por efecto de las plantas, la noche llegando sin prisa como para prolongar el sofocante día de trabajo, Fagundes y Clemente terminaron de plantar
28.
El rey Enrique creyó con firmeza que el papa Clemente VII le facilitaría un divorcio rápido de Catalina de Aragón
29.
La caída del papa Clemente del poder a manos de Carlos V es un hecho demostrable, así como la furia que se apoderó del rey Enrique en contra de Wolsey y del papa do
30.
–Bien dicho -corroboró el padre Clemente, el pelirrojo de temible erección-
31.
No es posible dar una idea de la forma en que las terribles proporciones del pene de aquel hombre excitaban la lasciva imaginación de Bella, como vano sería también intentar describir la frenética pasión que le despertaba el sentirse ensartada y distendida por el inmenso órgano genital del padre Clemente
32.
De pronto el padre Clemente se detuvo
33.
Aquella tarde el padre Clemente se había apostado en las proximidades de la casa, y
34.
Mientras, la noche avanzaba, y observando Clemente que todo estaba tranquilo, logró empinarse hasta alcanzar el nivel de la ventana
35.
Las piernas de Bella se flexionaban espasmódicamente cuando Clemente se lanzó entre ellas, siguió metiendo y sacando su largo y ardiente miembro entre las mismas, con movimientos lujuriosos
36.
–¡ Esto es el cielo! – dijo el padre Clemente con la mirada perdida, y un ligero movimiento convulsivo en sus dedos que denotaba su placer
37.
Si este hombre triunfara y pudiera manifestar tranquilo y seguro lo que lleva en su corazón y en su cabeza, sería un dictador severo y paternal, rigorista y clemente, próvido para todo, y hasta liberal [170] dentro de su poder soberano indiscutible»
38.
Allah, compasivo y clemente una vez más, se puso de mi parte
39.
Resonó en un escrito jeremíaco recomendando que al imponer castigo a los desleales, se hiciera justicia magnánima, generosa, clemente
40.
Quiso limitar el poder temporal del papa y no cesó hasta trasladar la Santa Sede a Aviñón, poniendo al frente de la iglesia a Clemente V Suprimió la orden del Temple en 1314 y quiso, en alguna ocasión, estrechar sus lazos con Castilla
41.
Una de las bulas dictadas por el anterior Papa, Clemente V, durante el proceso a los templarios — la bula Ad Providam—, ordenaba que el Hospital de San Juan de Jerusalén, como principal beneficiario de los bienes templarios tras la suspensión de la Orden, pagaría, con cargo a las rentas procedentes de esos mismos bienes, unas altas pensiones a los freires, sargentos y principales responsables templarios que, habiendo abandonado su templarismo, hubieran decidido permanecer en los reinos cristianos en los que la persecución y aniquilación llevada a cabo en Francia no se hubiera producido de manera tan brutal
42.
El 5 de junio el papa tenía ya todos los informes y pudo proceder al cierre de la comisión y a la convocatoria del concilio aplazado en Vienne, que se inauguró el 16 de octubre de 1311, tras un año de retraso, con presencia de Clemente V
43.
El 13 de septiembre del año 2001 la investigadora Bárbara Frale aseguró haber encontrado en el Archivo Secreto del Vaticano un pergamino de un metro de longitud en el que, tras la declaración de Jacques de Molay ante los delegados del papa Clemente V, éste absolvía a los templarios de toda culpa de herejía y apostasía
44.
GONZÁLEZ GARCÍA, Clemente, La Orden del Temple
45.
Lo curioso del caso, volviendo nuevamente a la inexacta clavazón de las manos que es norma en la iconografía cristiana, es que no sólo engañó durante siglos a pintores y escultores sino incluso a estigmatizados y siervos de Dios tan alejados de sospecha como san Francisco de Asís, santa Teresa de Ávila, santa Catalina de Ricci, santa Verónica Giuliani, Ana Catherine Emmerich, santa Gema Galgani y el papa Clemente, pontífice del Palmar de Troya felizmente reinante: a todos, sin excepción alguna, les sangraba la huella de los clavos de Cristo en las palmas de las manos
46.
Con sobornos y presiones consiguieron que el papa Clemente VI declarara 1350 año santo y jubileo dotado con grandes indulgencias para los peregrinos que concurrieran a venerar la Verónica
47.
El mayor, el conde Clemente de Negrepelisse, entraba ya en el decimosexto año de su vida, y hacía ya dos años que había dejado de llevar la bonita blusa que aún llevaba su hermano el vizconde Camilo de Espard
48.
Vagan, se dan la vuelta, deambulan, se detienen, desfilan, retroceden, a lo mejor se sientan -en el suelo, o en un propicio, clemente, asiento- conscientes de estar viendo algo que les gusta, pero en modo alguno seguros de verlo, de verlo verdaderamente
49.
Y le explicó que la belleza de una recta es inalcanzable, porque en ella están disueltas todas las curvas, todas las trampas, en nombre de un orden clemente y justo
50.
Seguramente, Napoleón se hubiera sentido clemente
51.
Por ejemplo, sabía que el papa Clemente había trasladado la sede del papado a Aviñón, pero ¿por qué? ¿Y dónde estaba Aviñón? ¿Cómo era ese sitio? Una noche, escuché la primera discusión de mi vida
52.
Max, frente al león dormido que yace a los pies del monumento a Clemente XIII, sigue filmando la portentosa arquitectura vaticana
53.
Un sol, todavía clemente, estabilizó la temperatura, y bajo sus rayos los cereales terminaron de encañar y de granar y se secaron en pocos días
54.
En los alrededores, en esta estación, el tiempo era clemente: la humedad alta, la conductividad excelente
55.
¡GARANTIZADOS vivos a su entrega! Asociación para la Fertilidad de las Plantas, San Clemente, California
56.
–¿Los compró a La Fertilidad de las Plantas en San Clemente?
57.
A una tímida protesta del papa Clemente V cuando se produjo la orden de arresto, siguió una total claudicación ante los intereses del rey Felipe y el 22 de noviembre de 1307, la Bula Pastoralis Praeminientae obligaba a todos los príncipes de la cristiandad a detener a los templarios
58.
Pero poco tiempo duró el restablecimiento, ya que cuando llega a emperador Clemente Máximo, fueron nuevamente perseguidos
59.
Tal vez no sea lo suficiente como para igualar la riqueza del Rey Don Carlos o el Papa Clemente, pero tendrá lo suficiente como para jamás volverse a sentir ambicioso y codicioso
60.
Tras enterarse por su amigo, el luthier Roberto Clemente, de que alguien acababa de poner fin a la vida de Ane Larrazábal, Arsène Lupot decidió
61.
—¿Oíste alguna vez una vieja canción que empieza: Naranjas y limones, dicen las campanas de San Clemente
62.
¿cuántos? ¿Veinte? Estaba casada con ese estúpido de Flavio Clemente, siempre tan débil
63.
Clemente era un informador y amigo que debía de haber caído en desgracia, mientras que Epafrodito era secretario y tesorero; alguna cuenta no le parecería correcta al emperador o quizá habría insinuado al César que el gasto diario en juegos circenses, luchas de gladiadores y los pagos anuales a Decébalo para que no atacara las fronteras no eran soportables por mucho tiempo más
64.
El pretoriano asintió y marchó de regreso hacia la Domus Flavia para transmitir la aceptación de Clemente a la invitación del emperador
65.
Sólo cuando Flavio Clemente vio que sus esclavos habían cerrado bien la puerta se volvió hacia su esposa y le respondió suspirando con impotencia
66.
En el dormitorio de los pequeños, Estéfano, que ya comprendía bien por qué Partenio había insistido en que fuera a servir en la casa de Clemente, había cogido en brazos al más pequeño y empezaba a correr hacia la puerta seguido por el hermano mayor cuando justo en el umbral emergió la figura terrible del prefecto del pretorio
67.
Sin embargo, comprendía que Craso era un anciano enloquecido por la senilidad y la codicia y, por tanto, sería clemente con él
68.
Clemente se lo enseñó, en unos cuantos listones de la cuba de roble
69.
Clemente pareció visiblemente impresionado al saber que Josep era ahora el dueño de las tierras de los Torras, además de las de los Álvarez
70.
Atraídos por una legislación más clemente, vienen de Alemania, habiendo llegado los primeros con los tratados de Westfalia (1648)
71.
Cuando los ocupantes piden la sustitución de Xavier Vallat al frente del comisariado de las cuestiones judías, por considerarle antialemán y demasiado clemente en sus funciones, la Unión General de los Israelitas de Francia, fundada por una ley del Estado francés, interviene en Vichy para pedir que se le mantenga en su puesto
72.
El espejo del baño, con la ayuda de una iluminación clemente y un ángulo correcto, concede a Henry un recordatorio ocasional de su juventud
73.
Tu dios es menos clemente que el mío
74.
Siglos más tarde, en 1604, el papa Clemente VIII se obsesionó tanto con esta reliquia que incluso reclamó una parte del rostro para la iglesia romana de San Juan de Letrán, donde aún se encuentra
75.
D'Aux estaba seguro de que, tras la maldición del gran maestre contra Clemente V, el cardenal Godin quería por encima de todo hacerse con los secretos de la Orden Templaria y con el cargo más elevado de la Iglesia Católica
76.
—Sí—asintió Clemente acompañando su afirmación con un gesto de la cabeza—
77.
Otra décima parte de sus ingresos tenía que entregarla al camarlengo del Papa para las propiedades de la Santa Sede en Carpentras, y una vigésima parte iba a parar al priorato de Malaucene, allí donde empezaba el escarpado camino hacia el monte Ventoux, que el papa Clemente V había gustado de recorrer en los últimos años cuando necesitaba estar cerca del cielo en aquella montaña azotada por los vientos y cuando sus obligaciones en calidad de Santo Padre le dejaban algo de tiempo para la reflexión en soledad
78.
—Puede que tú no, pero en la coronación de Clemente V, en Lyon, hace ocho años, había un muchacho que quiso proteger a su padre del muro que caía sobre él y que se apoderó del rubí que se había desprendido de la tiara del Papa, el cual había caído de su caballo y estaba rodando entre él y vuestro padre aplastado por las piedras
79.
Con todo, los misteriosos señores del Estado de la Iglesia dudaban de que el papa Clemente V hubiera causado una gran impresión a los presentes
80.
Clemente se despertó sobresaltado
81.
Por un lado el anillo del obispo, que Clemente entregó a su hijo Bertrand de Comminges después de ser elegido papa
82.
Allí es donde se retiraba la corte de Clemente cuando el calor apretaba en Aviñón
83.
Los gascones de la parentela del Papa deseaban un pontífice gascón; los franceses, uno francés, y los italianos querían rectificar su elección de Clemente en Perugia, eligiendo a un hombre que devolviera el papado a Roma
84.
Sin embargo, los parientes de Clemente V irrumpieron, con un gran número de gascones, en el cónclave de Carpentras el veinticuatro de julio de 1314 y prendieron fuego a la ciudad
85.
Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción, considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente; porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver, el de la misericordia que el de la justicia
86.
Al nombrar a los Papas anunciados por la profecía se había detenido en el papa Clemente X, el número ochenta y cinco
87.
Algunos de los hombres sentados encima parecían disgustados mientras otros parecían divertirse, pero ninguno parecía muy clemente, lo que tenía sentido cuando Jack recordó que el barco era un buque de esclavos
88.
El partido de la nobleza le encareció que supiera mostrarse clemente con los vencidos y el emperador accedió y de los trescientos comuneros sujetos a juicio, sólo mandó ejecutar a veinte y al resto perdonó la vida, aunque confiscándoles los bienes
89.
Al fin, la persistencia del sindicato hizo su efecto ante Vasconcelos y José Clemente Orozco fue contratado para pintar en la Escuela Nacional Preparatoria
90.
A fin de cuentas, y justo un siglo antes de lo de Breda, su antecesor Clemente VII había tenido que poner pies en polvorosa, remangándose la sotana para correr más deprisa y refugiarse en el castillo de Santángelo, cuando los españoles y los lansquenetes de nuestro emperador Carlos V -que llevaban sin cobrar una paga desde que el Cid Campeador era cabo- asaltaron sus murallas y saquearon Roma sin respetar palacios de cardenales, ni mujeres, ni conventos
91.
A lo cual contribuía mi persuasión de que gracias a la liturgia y a los ritos en que tan versada estaba la señora de Swann existía entre su toilette y la estación del año y la hora del día un lazo necesario y único, de suerte que las florecillas de su rígido sombrero de paja y los lacitos de su traje se me antojaban aún más natural producto del mes de mayo que las flores de bosques y jardines; y para sentir la nueva inquietud de la primavera bastábame con alzar la vista hasta la estirada tela de su abierta sombrilla, que era un cielo cóncavo, clemente, móvil y azulado, un cielo más cercano que el otro
92.
Fue el llamado brûlement des Cévennes o "quema de las Cevenas", para beneplácito de Clemente XI, que san-cionó el baño de sangre protestante con una bula
93.
Gracias sin duda al recuerdo difuso de olvidadas citas que, colegial aún, había tenido con mujeres bajo el follaje ya espeso, esta región de la primavera en que el viaje de nuestra morada, errante a través de las estaciones, la había detenido bajo un cielo clemente, y cuyos caminos huían todos hacia comidas en el campo, paseos en barca, excursiones gozosas, me parecía el país de las mujeres tanto como de los árboles, y en el que el placer que se ofrecía en todo a cada paso era ya permitido a mis convalecientes fuerzas
94.
En 1286, sin embargo, se puso fin al movimiento cátaro y la Inquisición catalana, entrado el siglo xiv, recibió órdenes por parte del papa Clemente V de dirigir sus esfuerzos hacia la proscrita orden de los caballeros del Temple tal como se estaba efectuando en el vecino reino francés
95.
Y una vez que Afranio, en un abyecto discurso, hubo implorado clemencia para él mismo y para sus hombres, tomé la palabra y hablé durante bastante rato, puesto que deseaba que se supiera quién en aquella guerra estaba dispuesto a mostrarse clemente y quién no lo estaba
96.
En cuanto a mí, soy clemente y me niego a traicionar a un amigo por la sencilla razón de que soy César; en cambio Bruto y su tío Catón se inclinan a buscar precedentes o pretextos para su humanidad
97.
En su estudio privado, Cirilo el Pontífice se hallaba conferenciando con dos de sus ministros más importantes: el cardenal Goldoni, su Secretario de Estado, y el cardenal Clemente Platino, prefecto de la Congregación para la Propagación de la Fe
98.
Abril de 1738 reserva a los masones una sorpresa desagradable; por medio de una bula, el papa Clemente XII, de 85 años de edad, excomulga a los francmasones porque son herejes y admiten en su seno a personas de cualquier religión
99.
Puesto que Clemente XII añade que condena a la masonería «por otras causas justas y razonables que nos son conocidas», muchos historiadores han procurado descubrirlas