Utiliser "espejo" dans une phrase
espejo exemples de phrases
espejo
1. La Venus del Espejo
2. ante el espejo, me parece un suntuoso galeón
3. él el engañoso espejo de la belleza y la seducción, haciéndole soñar con la inmensidad del
4. de un espejo ante el cual cada uno debe aportar su verdad personal y si lo que aparece a un
5. ensayaba en el espejo de su casa de tan bien como le salían
6. habitación y el espejo del lavabo
7. gafas en el espejo del lavabo, un momento antes de retirarse, y
8. espejo? Ella también quería casarse y
9. parecía el centro de Londres en un día de niebla intensa, al espejo le costaría
10. espejo del dormitorio, un espejo de cuerpo entero
11. casa, era descolgar un sombrero y probármelo ante el espejo
12. El proceso investigativo se inició con toda diligencia, y como es obvio, la» primeras llamadas a rendir declaración fueron precisamente Carmen y Marcela Espejo
13. estar vivo es un espejo de todos los momentos en que estuvimos muertos
14. La unidad del yo se rompe como un espejo que se conviene en
15. de los miedos imaginados, como el adolescente ante el espejo que
16. Llegó a los treinta y cuando se miraba en el espejo decía:
17. Pueden ser el espejo en el cual la humanidad vea reflejada su locura
18. —agrególa señora examinando más las facciones del chico—, bien se le conoce eneste espejo que es guapa
19. También me encerré en mitocador en cuanto me levanté de la mesa: igual que el día antes; peroesta vez no fue para estudiar en el espejo afeites ni aliños que meembellecieran, sino para afirmarme en mis ya bien firmes propósitos,dando un repaso mental a lo que me tocaba hacer y decir paracumplimiento de la más delicada e interesante cláusula de mis planes
20. Lucía, como una flor que el sol encorva sobre su tallo débil cuandoesplende en todo su fuego el mediodía; que como toda naturalezasubyugadora necesitaba ser subyugada; que de un modo confuso eimpaciente, y sin aquel orden y humildad que revelan la fuerzaverdadera, amaba lo extraordinario y poderoso, y gustaba de los caballosdesalados, de los ascensos por la montaña, de las noches de tempestad yde los troncos abatidos; Lucía, que, niña aun, cuando parecía que lasobremesa de personas mayores en los gratos almuerzos de domingo debíafatigarle, olvidaba los juegos de su edad, y el coger las flores deljardín, y el ver andar en parejas por el agua clara de la fuente lospececillos de plata y de oro, y el peinar las plumas blandas de suúltimo sombrero, por escuchar, hundida en su silla, con los ojosbrillantes y abiertos, aquellas aladas palabras, grandes como águilas,que Juan reprimía siempre delante de gente extraña o común, pero dejabasalir a caudales de sus labios, como lanzas adornadas de cintas y deflores, apenas se sentía, cual pájaro perseguido en su nido caliente,entre almas buenas que le escuchaban con amor; Lucía, en quien un deseose clavaba como en los peces se clavan los anzuelos, y de tener querenunciar a algún deseo, quedaba rota y sangrando, como cuando elanzuelo se le retira queda la carne del pez; Lucía que, con suencarnizado pensamiento, había poblado el cielo que miraba, y losflorales cuyas hojas gustaba de quebrar, y las paredes de la casa en quelo escribía con lápices de colores, y el pavimento a que con los brazoscaídos sobre los de su mecedora solía quedarse mirando largamente; deaquel nombre adorado de Juan Jerez, que en todas partes por donde mirabale resplandecía, porque ella lo fijaba en todas partes con su voluntad ysu mirada como los obreros de la fábrica de Eibar, en España, embutenlos hilos de plata y de oro sobre la lámina negra del hierro esmerilado;Lucía, que cuando veía entrar a Juan, sentía resonar en su pecho unascomo arpas que tuviesen alas, y abrirse en el aire, grandes como soles,unas rosas azules, ribeteadas de negro, y cada vez que lo veía salir, letendía con desdén la mano fría, colérica de que se fuese, y no podíahablarle, porque se le llenaban de lágrimas los ojos; Lucía, en quienlas flores de la edad escondían la lava candente que como las vetas demetales preciosos en las minas le culebreaban en el pecho; Lucía, quepadecía de amarle, y le amaba irrevocablemente, y era bella a los ojosde Juan Jerez, puesto que era pura, sintió una noche, una noche de susanto, en que antes de salir para el teatro se abandonaba a suspensamientos con una mano puesta sobre el mármol del espejo, que JuanJerez, lisonjeado por aquella magnífica tristeza, daba un beso, largo yblando, en su otra mano
21. Toda la habitación le pareció a Lucía llena deflores; del cristal del espejo creyó ver salir llamas; cerró los ojos,como se cierran siempre en todo instante de dicha suprema, tal como sila felicidad tuviese también su pudor, y para que no cayese en tierra,los mismos brazos de Juan tuvieron delicadamente que servir de apoyo aaquel cuerpo envuelto en tules blancos, de que en aquella hora denacimiento parecía brotar luz
22. Que el cabello la sombree un poco con sus ondasnaturales; pero ¿a qué cubrir la frente, espejo donde los amantes seasoman a ver su propia alma, tabla de mármol blanco donde se firman laspromesas puras, nido de las manos lastimadas en los afanes de la vida?Cuando se padece mucho, no se desea un beso en los labios sino en lafrente
23. —«Se da el nombre de espejo á toda superficiepulimentada, [93]destinada á producir por la reflexion de laluz las imágenes de los objetos situados delante de dichasuperficie por las sustancias que forman estas superficies se dividenen espejos metálicos y espejos de cristal
24. —¡El espejo de kamagon entre los espejos demadera!
25. Y se internó de nuevo en una larga explicacion, y como notenía delante ningun espejo que pueda comprometer suteoría, insertó todos los disparates posibles queacabó por no saber él mismo lo que se decía
26. _____ (2000a) El espejo de la producción
27. en los papiros como en un espejo
28. Se miró en un espejo,
29. delante de los ojos el gran espejo dela Verdad, iluminado por la
30. eternamente límpidas y serenas, se retratancomo en espejo clarísimo las copas de los árboles, los
31. la luna biselada de un gran espejo, quebrábaseen el cristal azulado o rosa de las polveras y los
32. Las dos ofrecían un seductor grupo mirándose en el espejo del tocador,despechugadas, con los
33. El Espejo de la Moda
34. querespetaria la vida y propiedad de cuantos ocupaban la plaza; pero á losdos dias el coronel Alcover, el Doctor Espejo, todos los oficiales,menos Escalona que pudo huir á favor de un disfraz, los sargentos
35. quesu propia imagen reflejada en un espejo pintarrajeado la cual
36. En seguida volviose hacia el espejo del mostrador y se atusó el
37. resistir latentación de probar delante del espejo el efecto de una
38. estaba arreglándose ante un espejo del café los bucles de sucabellera y su chorrera de
39. espejo, torna la cabecita, rubia y rulosa, hacia loshombros, para contemplarse el perfil;
40. Diez veces por día interrumpía a su marido para ir con el brillanteante el espejo
41. El Padre Juan de Espejo salió de la mision de San José en 1694 para ir ávisitar las naciones de los
42. luz y espejo de la caballería manchega, y el primeroque en nuestra edad y en estos tan
43. Era el espejo en que semiraban,
44. se fue a él abiertos los brazos y diciendo a voces:— Para bien sea hallado el espejo de la
45. guardaba,siempre puesta en la imaginación la bondad de Amadís, flor y espejo de losandantes
46. mientras él se poníalos tirantes y ella, ante un espejo roto, se
47. Cristeta,en pie, frente al espejo, pincha en el rodete rubio la
48. Y una lágrima obscureció también la mirada de Blasillo; porque todo loque impresionaba el alma o la cara del maldito, se reflejaba en él comoen un espejo
49. Mis vestidos eran ricos; sentía perlas en mi cuello, y cuandome miraba en el espejo,
50. de raso al igual que las paredes, un armariode espejo, de palo