1.
Tan sólo Moussa acompañaría a Vuk en su expedición al corazón del laberinto vertical que
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Dinteles y pilares, dignos del laberinto
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ratoncillo suelto en un laberinto entrampado, mientras seres
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Abenjacán el Bojarí, muerto en su laberinto
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En primer lugar, esa casa es un laberinto
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Nuestro rector, el señor Allaby, hombre de curiosa lectura, exhumó la historia de un rey a quien la Divinidad castigó por haber erigido un laberinto y la divulgó desde el púlpito
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Allaby trató de pensar que el moro estaba loco y que el absurdo laberinto era un símbolo y un claro testimonio de su locura
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»Aquél, apenas concluyeron los albañiles, se instaló en el centro del laberinto
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Unwin pensó que tendrían que dormir en el laberinto, en la cámara central del relato, y que en el recuerdo esa larga incomodidad sería una aventura
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anécdota, los amigos hicieron noche en el laberinto
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Empezaré por la mayor mentira de todas, por el laberinto increíble
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construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se
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El laberinto de la soledad, 7
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¡El laberinto es uno,
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diéndome en el laberinto de la mente y el mundo?
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Pero ¿dónde la había conocido? Eso es lo que ella quería saber paraacabar de orientarse en aquel laberinto de coincidencias tan de suagrado
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El viaje desde Troya hacia Itaca es un recorrer con coraje este laberinto interno para desanidar a los monstruos y liberarse del odio, de las pasiones y de las pretensiones
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uno empieza a tirar por su lado diciendo lo que quiere, se armará un laberinto tal que no podrán
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laberinto como el deCreta; porque allí, por los resquicios o por el aire, con el celo de lamaldita
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señales para que mehalles cuando vuelvas, a imitación del hilo del laberinto de Teseo
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pienses lo que piensas, y ponerte en un laberinto de imaginaciones,que no aciertes a salir dél,
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Desgraciado del que sedesorientara en el laberinto infinito de las grutas paralelas yramificadas que suben y bajan; tendría que tomar la resolución desentarse sobre un banco de estalagmitas, y contemplar
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El bufón empezó áandar encorvado y cojeando por aquel laberinto
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El rey se quedó hecho un laberinto de confusiones, y creyendode buena fe que
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ninguno,habrá andado atolondrado y confuso algunos dias,en el laberinto de calles y plazas,
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Entre la catedral y el palacio, abríase el laberinto de callejones
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hechicería que pesabasobre El Laberinto
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transcurridosdesde su instalación en El Laberinto, y los únicos
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toda ideaconvencional, perdida en un extraño laberinto,
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vagaba,complaciéndome en perderme en el laberinto de puentes,
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enredó en un laberinto de explicacionesmetafísicas sobre las diferencias y afinidades
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Enfrascóse después en el trágico laberinto delos folletines que, si bien le mantuvieron
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necesito citar, y, por último, encomendóse laadministración y casi dirección de todo este laberinto, á la
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la portadaviñeta de la divisa del laberinto cerrado, y elMinotauro, en 8
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conductor en ese laberinto de variaciones incesantes
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negras y relucientes mejillasllevaba un laberinto de incisiones, formando caprichosos dibujos,
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Ciencia al enmarañado laberinto
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El grande laberinto, que de Creta
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El bravo laberinto en que me meto,
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El establecimiento era un verdadero laberinto, como
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despeñadaen el voraginoso laberinto de las calles
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Y se perdió en un laberinto de razones especiosas, de cuya falsedad ellamisma se daba cuenta turbándose un poco al decirlas
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,y se trastornó de tal modo el rezo, que al cabo de un momento seencontraron perdidas en un laberinto
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tardos, recorriendo, mareando, el confuso laberinto de las calles,animadas con vivas
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Sin embargo, cuando, entreel laberinto de casas
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los intersticios deaquel laberinto, riendo de nuestros
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laberinto, excavado en latierra y a trechos en durísimas rocas: admirable labor de la tenacidad,de
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y sumarido en vivir en este laberinto de la corte
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de líquidospedernales: la contemplación de aquel laberinto de
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árboles altos, que con las matas y yerbas, creanun intrincado laberinto y una sombría espesura
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un laberinto de luz
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laberinto y nadiese entendía
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los que en el laberinto artificioso delas sociedades han derrocado la Naturaleza para
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que á las meningesencefálicas, y á la pleura, con preferencia al intrincado laberinto
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forma de laberinto con líneas paralelas que vigilaban los guardas
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Siguió al jefe de seguridad por un laberinto de pasillos y salas polvorientas, hasta llegar a la entrada de la exposición
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Cuando recorría el laberinto de vigas y paneles
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Si el tiempo transcurriera en este laberinto subterráneo al mismo ritmo que en la fortaleza solámnica, los restos de Wyrmfather habrían iniciado su proceso de descomposición y los carroñeros de todas las calañas estarían estableciendo su cuartel general en la vecindad
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Me sometí a los desafíos del laberinto subterráneo y los superé
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La muchacha contuvo la respiración y se detuvo a contemplar la escalofriante visión del denso entramado de cientos de vigas de acero, arcos y bóvedas superpuestas, en un laberinto insondable de metal y cristal astillado por el fuego
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Respiró aliviado y corrió hacia la luz con la certeza de haber escapado de la pesadilla del laberinto tras un interminable peregrinaje
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Ella dudó, incapaz de optar por un camino a través del cual adentrarse en el laberinto de Cravenmoore
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Lazarus los condujo a través de un intrincado laberinto de túneles que parecía recorrer las entrañas de Cravenmoore, a modo de estrechos conductos paralelos a galerías y corredores
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Y el eco infinito del laberinto de túneles bajo la ciudad
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Tengo para mí que la droga suministrada a Isabel era de breve efecto y que, una vez en el laberinto, le dieron éter para que siguiera inconsciente
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El laberinto del apego y el desamparo
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Sólo así funcionaba, ya que una vez metida en el laberinto del delirio, era harto difícil salir de él
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Es como si el tiempo de este laberinto y de otros laberintos semejantes estuviera ya pesado, contado, dividido
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Cuando todo parecía perdido, allá -¡y qué de allá me parece todo ahora!– fue zanjado el vínculo legal, y un acierto en la composición de un falso concierto romántico destinado al cine me abrió la puerta del laberinto
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El propio Carrillo resultaba irreconocible: atrás había quedado el héroe de la defensa de Madrid, el mito de la lucha antifranquista, el líder internacionalmente respetado, el símbolo del nuevo comunismo europeo, el secretario general investido de la autoridad de un semidiós y el estratega capaz de convertir cualquier derrota en victoria, el fundador de la democracia a quien sus propios adversarios consideraban un estadista sólido, lúcido, pragmático, necesario; ahora era apenas el capitoste nervioso y a la defensiva de un partido tangencial, enzarzado en abstrusos debates ideológicos y en peleas internas donde la ambición se disfrazaba de pureza de principios y el rencor acumulado de anhelos de cambio, un político menguante con maneras de brontosaurio comunista y lenguaje avejentado de aparatchik, perdido en un laberinto autofágico de paranoias conspirativas
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Fue justo entonces, en el momento quizá más oscuro de su vida, cuando llegó lo inevitable, la hora anhelada del reconocimiento público, la oportunidad de que todos le agradecieran el sacrificio de su honor y su conciencia por el país, el humillante aquelarre nacional de la compasión, era el gran hombre abatido por la desgracia y ya no molestaba a nadie ni podía hacerle sombra a nadie ni volvería jamás a la política y podía ser usado por unos y por otros y convertido en el perfecto paladín de la concordia, en el as invicto de la reconciliación, en el hacedor sin mácula del cambio democrático, en una estatua viviente apta para escudarse tras ella y asear conciencias y calzar instituciones tambaleante s y exhibir sin pudor la satisfacción del país con su pasado inmediato y organizar escenas wagnerianas de gratitud con el prócer caído, empezaron a lloverle homenajes, galardones, distinciones honoríficas, recuperó la amistad del Rey, la confianza de sus sucesores en la presidencia del gobierno, el favor popular, consiguió todo lo que había deseado y previsto aunque todo fuese un poco falso y forzado y apresurado y sobre todo tardío, porque para entonces él ya se estaba yendo o se había ido y apenas alcanzaba a contemplar su desplome final sin entenderlo demasiado y a mendigar de quien se cruzaba en su camino una oración por su mujer y por su hija, como si su alma se hubiera extraviado definitivamente en un laberinto de contrición autocompasiva y meditaciones atormentadas sobre los frutos culpables de la egolatría y él se hubiera definitivamente transformado en el viejo príncipe pecador y arrepentido de una novela de Dostoievski
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Antes de entrar había que atravesar un laberinto de tenderetes árabes en los que se mezclaban cacahuetes, garbanzos tostados, altramuces, pirulíes teñidos de colores violentos y pegajosos caramelos ácidos
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En julio el barrio entero se convertía en una especie de laberinto gris y amarillo,{166} desierto de día, con todas las persianas de todas las casas herméticamente cerradas, y en lo alto el sol reinaba ferozmente, abatiendo a los perros y los gatos en los umbrales de las casas, obligando a los seres vivientes a caminar pegados a las paredes para librarse de él
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Los rusos se hallaban ya muy cerca de ella, y mi madre decidió internarse en una guardería infantil desierta que conocía bien y cuyo interior era como un laberinto
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Y es que en cuanto me detuve a tomar aliento llegué a la conclusión de que me había perdido, y es aquél un laberinto de árboles y lianas en el que resulta imposible encontrar la salida
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Aquello es un laberinto
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Pero resultaba evidente que el ex gobernador de Túmbez no tenía la más mínima intención de reírse, ya que acababa de perder a su mejor oficial y se encontraba clavado en mitad de un diminuto sendero sin más opciones que una flecha al frente y un laberinto de barrancos y montañas a la espalda
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Por entonces estaba ya seguro de que se trataba de un laberinto
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En este laberinto dominaba una evidencia muy desconsoladora, en la cual la verdad era luz que alumbraba mi espíritu y llama que me freía los sesos
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Los otros retrocedieron, perdiéndose en el laberinto de aquellas calles hechas para la defensa
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Ninguna familia estuvo más en aquel laberinto de ambiciones, en los secretos de los secretos de aquel palacio de mentiras que se edificó en torno a María, reina de los escoceses
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Una y otra vez se repetían y volvían a esfumarse dibujos bizantinos, como el apagado reflejo del oro sobre el que se destacaban, y sólo quedaba de ellos la límpida pared de piedra con la silueta brillante del pez que parecía trazado mojando el dedo en la luminiscencia de los peces; pues aquél era el símbolo que vio en el momento de oír la voz de su enemigo procedente de una esquina del lóbrego laberinto
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Y allí, entre el despilfarro de decoración rococó a la que jamás se dirigía la mirada, entre el gorjeo de aquellas aves exóticas que nadie escuchaba, entre el esplendor de la más fastuosa tapicería y un laberinto de lujosa arquitectura, se sentaban los tres hombres comentando que el éxito depende del pensamiento, rapidez, vigilancia de la economía y dominio de sí mismo
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ellos bajaban hacia las entrañas de la tierra, a través de un laberinto de precipicios
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La casa de al lado, siendo muy parecida en lo exterior, era un laberinto de pasillos oscuros donde jugaban cinco o seis chiquillos sucios y cubiertos de andrajos
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Poco después la chalupa navegaba por entre un laberinto de plantas acuáticas y bancos de arena
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Por encima del soplo de su respiración, Eragon distinguía el ruido de alguna piedra rodando por entre el laberinto de túneles y el continuo repiqueteo de las gotas de agua condensada que resonaban contra la superficie de un estanque subterráneo como un tambor
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Con un revuelo de faldas, ambas mujeres emprendieron la marcha y muy pronto se perdieron entre el laberinto de tiendas grises, todas idénticas
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Siguiendo el penetrante perfume de las flores logró salir de aquel laberinto de desfiladeros y abismos y llegar por fin a las cercanías de un camino
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La idea del palacio partió de unos constructores italianos, quienes se presentaron ante Su Excelencia con los planos de una abigarrada villa de mármol, un laberinto de innumerables columnas, anchos corredores, escaleras curvas, arcos, bóvedas y capiteles, salones, cocinas, dormitorios y más de treinta baños decorados con llaves de oro y plata
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Un laberinto de oposición
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Se sentía mejor que en su casa en el laberinto de callejuelas y pasajes, en los sitios baldíos y en los edificios abandonados, donde jugaba con los hermanos Morales y media docena de otros niños de su edad, evitando siempre el encuentro con las pandillas mayores
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Ese lugar era más violento que el ghetto donde se había criado, la gente debía luchar por su pequeño espacio, abundaban rencores y escaseaban esperanzas, estaba en un país de pesadilla ignorado por los turistas, un laberinto terrible en torno a la hermosa ciudad fundada por los aztecas, un enorme conglomerado de viviendas míseras y calles sin pavimento y sin luz, inundadas de basura, que se extendía hacia una periferia sin término
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Roran los condujo por el laberinto de edificios en dirección a la muralla interior de la ciudad
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Muy pronto, al comprobar la apabullante fuerza de los vardenos, los soldados se batieron en retirada y huyeron por el laberinto de calles que se abría desde la avenida
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Normalmente no le molestaba encontrarse en espacios cerrados, pero ese túnel le hacía recordar el laberinto de toscos pasajes del interior de Helgrind, donde él y Roran habían luchado contra los Ra’zac
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Deseó que el hombre gato no se hubiera perdido en ese laberinto de habitaciones
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Valiéndose del GPS, los forajidos recorrieron el laberinto de habitaciones con varias puertas y asomaron por fin al jardín en sombras del palacio, donde los aguardaba el resto de la banda
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En la última habitación del laberinto que protegía al Dragón de Oro, la más amplia de todas, los demonios y las escenas de horror desaparecieron súbitamente y fueron reemplazados por un paisaje maravilloso