1.
abalorio de las horas y de los días, que piden ser recorridos a lomo de rucio y de rocín, como
2.
El descanso del golpe sobre un lomo de silencio
3.
Formas á cual más caprichosas, combinaciones depiedras y y perlas imitando insectos de azulado lomo y élitrostransparentes; el zafiro, la esmeralda, el rubí, la turquesa, elbrillante, se asociaban para crear libélulas, mariposas,avispas, abejas, escarabajos, serpientes, lagartos, peces, flores,racimos, etc
4.
se azotaba el lomo con la cola paraespantar las moscas que le hostigaban
5.
El lomo decerdo, con las primeras habas de la cosecha,
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palmadas sobre el lomo a la cabra, que por los cuernostenía, diciéndole:
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traía hacia sí y principiabaa pasearle las manos por el lomo, a rascarlela cabeza y
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de yerbas sobre el lomo de su ganado antes que lo llevaran por lamañana al pasto, y segar el retoño para el
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apareció[11] sobre indefinible bicho, pues desde el lomo á los pechos y desde el rabo al
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lossoldados, se hace paso por entre ellos, y tendiéndose sobre el lomo delcaballo para
11.
Explicaron que la cubierta del libro estaba hecha de piel humana y que el lomo del
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tomándolas por los cuernosó pasándoles la palma de la mano por el lomo, gozaba más
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garrotazos en el lomo del pirata, logró escapar de sus garras
14.
sobre el lomo de los elefantesdóciles, y el pueblo pone en los
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única, meparece un disparatón de tomo y lomo
16.
—Sois un embustero de tomo y lomo, señor arquero, como lo prueban laspatrañas
17.
lomo barato y cordero tierno en un «horno deasados» de los Cuatro Caminos, o
18.
con las páginas al viento o puestas en ángulo conel lomo en alto
19.
patas y arqueaba el lomo, abriendo la bocahasta las orejas
20.
lomo, se lesaca un nudo de la espina dorsal y se le cortan las demás espinastransversales que se puedan;
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yemas y se aplastan bien en el mortero; sereúnen con un picadillo de carne, lomo y jamón; se rellenan las
22.
—Se abre el lomo y se estira bien con el mazo, rellenándolocon aceitunas picadas, tiras
23.
—Limpio el lomo de cerdo de las grasas y cortado enruedecitas, se pone en el adobo,
24.
Después seatraviesa con el asador por lo más grueso del lomo; se envuelve en unpapel de barba bien
25.
—Se abre un trozo de lomo y se estira con el mazo, serellena con aceitunas picadas,
26.
mermando, se corta el lomo en rajas y semezcla con el arroz, hasta que termina la cocción
27.
deshuesa y la carne se pica muy menuda,mezclada con lomo de ternera y jamón
28.
del mismo con picadillo de ternera, tocino,jamón, lomo, huevos duros, piñones, ciruelas y aceitunas
29.
Con el resto de la carne del pavo, lomo y jamón, se hace un picadillo yse pone en una vasija con la sal
30.
lastiras de pechuga y jamón y lomo, y encima la otra mitad del picadillo
31.
—Se deshuesan y pican muy menudo las patas y lomo delconejo, agregando ternera
32.
en manteca un picadillo de jamón, lomo, terneray ajo; se echa pimiento encarnado, pimienta y nuez
33.
jamón, lomo y lo que se quiera
34.
Recordaba con remordimiento los animales de lujo de la estancia de supadre, novillos enormes, con el lomo plano como una mesa, casi sincuernos, de reducido esqueleto y exuberantes carnes, verdaderas«montañas
35.
En su lomo se marcaban los perfiles
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aristafosforescente en cada pliegue como el lomo de una sirena
37.
lomo de elefante seredondeaban las cúpulas de una batería
38.
garbanzos y el lomo negro de las morcillas
39.
lo general, el lomo azul y elvientre plateado
40.
lomo recibía las más finas caricias, y a la del mirlo quesaltaba en su jaula
41.
florecitas silvestresasomaba de vez en cuando el lomo turgente
42.
enormidad de lomo y dejamón frito, con su correspondiente
43.
acariciaba el alma con la suavidad de la piel de gato,que se deja rascar el lomo
44.
chingolos se paseaban por el lomo delas vacas, las lechuzas
45.
hacerte la cruz en el lomo?
46.
un cochinillo retorcido derabo y potente de lomo, ejecutado en fino esmalte
47.
célebrelibro de un misionero, cuidadosamente encuadernado, en cuyo lomo seleía:
48.
–La niebla amarilla que se restriega el lomo en los cristales de las ventanas, el humo amarillo que se restriega el hocico en los cristales de las ventanas, metió la lengua lamiendo los rincones del atardecer, se demoró en los charcos quietos sobre los sumideros, dejó que le cayera en el lomo el hollín que cae de las chimeneas, se enroscó una vez en torno a la casa y se quedó dormido
49.
Leí el título en el lomo
50.
Con su carga de toros bramantes, gallinas enjauladas, cochinos sueltos en cubierta, que corrían bajo la hamaca del capuchino, enredándose en su rosario de semillas; con el canto de las cocineras negras, la risa del griego de los diamantes, la prostituta de camisón de luto que se bañaba en la proa, el alboroto de los punteadores que hacían bailar a los marineros, este barco nuestro me hacía pensar en la Nave de los Locos del Bosco: nave de locos que se desprendía, ahora, de una ribera que no podía situar en parte alguna, pues aunque las raíces de lo visto se hincaran en estilos, razones, mitos, que me eran fácilmente identificables, el resultado de todo ello, el árbol crecido en este suelo, me resultaba desconcertante y nuevo como los árboles enormes que comenzaban a cerrar las orillas, y que, reunidos por grupos en las entradas de los caños, se pintaban sobre el poniente -con redondez de lomo en las frondas y algo de hocico perruno en las copas- como concilios de gigantescos cinocéfalos
51.
Ahora voy corriendo, bajo la lluvia, a la casa del Adelantado, para pedirle una de sus libretas; una de esas en cuya portada se lee: Cuaderno de… Perteneciente a… -que me entrega, por cierto, con alguna mala gana-, y empiezo a esbozar ideas musicales sobre pentagramas que yo mismo trazo, sirviéndome, como regla, del lomo casi recto de un machete
52.
Cada tarde camino hasta los raudales y me acuesto en las piedras estremecidas por el hervor del agua metida en pasos, tragantes y socavones, hallando una suerte de alivio a mi irritación cuando me encuentro solo en ese fragor de trueno, aislado de todo por las esculturas de una espuma que bulle conservando su forma -forma que se hincha y adelgaza, según las intermitencias del empuje de la corriente, sin perder un dibujo, un volumen y una consistencia que transforma su mutación perenne y vertiginosa en objeto fresco y vivo, acariciable como el lomo de un perro, con redondez de manzana para los labios que en él se posaran
53.
–¿Hace otra ración de lomo?
54.
Dos que excedían el tamaño de las palmas de Obi-Wan, y salían de las costillas, y otras dos la mitad de grandes que emergían del lomo
55.
—Sí, eres un buen representante de tu tribu, Tooqui —Luminara asintió distraída mientras comprobaba que las provisiones estaban bien atadas al lomo de su suubatar—
56.
Por lo menos no estaban lejos del Consejo, hacía buen tiempo y era bastante reconfortante ir andando en lugar de manteniendo el equilibrio sobre el lomo de un suubatar al galope, pensó Luminara
57.
Pero el gran aedo era Ernest, que terminaba por acaparar la palabra y mimar con una justeza de gestos —que Jacques y Daniel estaban en condiciones de juzgar— la salida de los perdigones, el conejo que se precipita dando dos rodeos y rueda sobre el lomo como un jugador de rugby que marca un ensayo detrás de la línea de gol
58.
Las piedras llanas, lamidas por el mar, lanzadas sobre los momentos tranquilos de su lomo, lo punteaban, súbitas, en tres, cinco y hasta siete saltos que la perrita en delirio perseguía
59.
botan sobre las ondas sobre el lomo escamado
60.
!, y al compás de aquellos pases por el lomo del nervioso animal, ¡qué de pensamientos brotaban en mí, todos luminosos y cargados de razón!
61.
Me dice que me incorpore y doble el torso cual lomo de gato para que él pueda desinfectarme la espalda, introducir una cánula gruesa entre las vértebras lumbares y administrarme la inyección por ella
62.
—Para los de carne hay lomo en salsa con patatas y guisantes
63.
Arilyn bajó de su lomo y se puso de pie, antes de recomponerse la cota de malla, ajustarse el cinturón y alzar los hombros para enfrentarse a la prueba que tenía ante ella
64.
Como si percibiese que había acabado la entrevista, el lobo plateado apareció de nuevo y Arilyn pudo regresar en su lomo y a través de su mundo al bosque de Tethir
65.
¡Si los pudiera sorprender les acariciaría bien el lomo con mi "cangiar"!
66.
—¡Saphira! —gritó Eragon, y la golpeó en el lomo
67.
Ella se levantaba cada día a las cuatro de la madrugada para dirigir las faenas del campo y de la casa, recorrer su propiedad a lomo de bestía, comprar y vender con regateos de sirio, criar animales y cultivar las magnolias y los jazmines de su jardín
68.
Cuando los pulmones del muchacho empezaron a necesitar aire, Saphira arqueó el lomo y levantó la cabeza de golpe
69.
Pocas semanas trabajando como lomo mojado le bastaron a Reeves para comprender que el sueño americano no alcanzaba para todos
70.
Eragon apoyó una mano en el lomo de Saphira, y los dos siguieron andando hacia el trono
71.
-¿No puede enviar aviones al monasterio? – sugirió Kate, impaciente ante esa guerra que se llevaba a cabo a lomo de caballo, como si hubieran retrocedido varios siglos en el tiempo
72.
Eragon sabía que la dragona se dirigía hacia él con la intención de aterrizar en el lomo de Thorn y de clavarle las fauces en el cuello
73.
Eragon se soltó las correas que le sujetaban las piernas y se dejó caer desde el lomo de Saphira
74.
Por fin Eragon recogió sus mantas y volvió a atar la silla al lomo de Saphira, y los tres se pusieron en marcha en dirección a la roca de Kuthian
75.
Ella se estremeció, como de frío, y las escamas del lomo se le erizaron un poco
76.
Al verlo así, siempre en el lado más oscuro de la cocina, me parecía una bestia grande y generosa y sentía el impulso de acariciar su pelo rizado, de pasarle la mano por el lomo
77.
Hice un esfuerzo por invocar imágenes felices: mi madre trenzándome el cabello mientras cantaba una canción, una niña cabalgando sobre el lomo paciente de un puma embalsamado, las olas reventando en el comedor de los solterones, los velorios de risa con Elvira, la abuela brava
78.
Cuando no estaba a lomo de caballo y con la espada al cinto se le ensombrecía el alma y se convencía de que lo perseguía la mala suerte
79.
Lo secundaba de mal humor, haciéndole notar que se partían el lomo por volver a poner en pie la riqueza del patrón, pero que ellos seguían siendo tan pobres corno antes
80.
Entonces, por una coyuntura favorable tuve en mis manos un tomo que me mostró un fraile que fue miniador59 habilísimo, y que acostumbraba coleccionar los mejores trabajos que le interesaran de miniadores antecesores suyos; en esta ocasión se trataba de un códice muy curioso en cuyo lomo se veía claramente un número 1, y del que el monje al que encargaron el original, por orden de su superior según constaba en la primera página, hizo una copia donde se podían ver todas las manchas que se atribuyen al maligno, manchas que figuraban en la piel de algunos de los condenados por herejía, a fin de reconocerlas posteriormente en descendientes de los mismos, sobre todo en caso de que tuvieran relación carnal fuera del matrimonio con cristianos viejos y ésta tenía consecuencias
81.
Él mismo escogía cada pescado que los botes traían del mar al amanecer y cada vegetal que llegaba de los plantíos a lomo de mula; así su fama trascendió la isla
82.
Era un hombre alto, apuesto, viril, de frente clara y porte noble, hijo de amores novelescos, criado a lomo de caballo, con una fusta en una mano y un pistolón en la otra
83.
Recordaba vagamente que a la vuelta de Cuévanos habían sido atacados y que, requerido por David, había saltado sobre el lomo de su cabalgadura, y que al no poder alcanzar el segundo estribo había caído al suelo, siendo arrastrado lastimosamente hasta sentir que su cabeza reventaba, como una calabaza hueca, al golpearse con las piedras del camino
84.
El monstruo reaccionó con un espasmo, arqueó el lomo y lanzó la testuz de costado contra la borda del Kiku
85.
—Yo, en cambio, me estoy rompiendo el lomo por ti
86.
Jaskier se rió con fuerza, apoyando el codo sobre una estantería, sobre el lomo de un libro encuadernado en piel
87.
El gorrión se lanzó sobre el lomo del carnero, y quiso llevárselo
88.
-Y pasando la mano por el lomo a los serviles, que serán los mandarines de mañana
89.
Y le echaron una cuerda al pescuezo, y le pusieron una albarda al lomo y se lo llevaron al campo para que arrastrase el arado
90.
el genealogista de caballos lanzó, pues, al noble bruto una ojeada, una sola, contrajo sus facciones, sonrió, y dijo encarándose con el sultán: "¡He visto y he sabido!" Y el sultán le preguntó: "¿Qué has visto ¡oh hombre! y qué has sabido?" Y el genealogista contestó: "He visto ¡oh rey del tiempo! que este caballo es, efectivamente, de una hermosura rara y de una raza excelente, que sus proporciones son armónicas y su aspecto está lleno de arrogancia, que su poder es muy grande y su acción ideal; que tiene la espaldilla muy fina, la estampa soberbia, el lomo alto, las patas de acero, la cola levantada y formando un arco perfecto, y las crines pesadas, espesas y barriendo el suelo; y en cuanto a la cabeza, tiene todas las señales distintivas que son esenciales en la cabeza de un caballo del país de los árabes: es ancha, y no pequeña, desarrollada en las regiones altas, con una gran distancia de las orejas a los ojos, una gran distancia de un ojo a otro, y una distancia pequeñísima de una oreja a otra; y la parte delantera de esta cabeza es convexa; y los ojos están a flor de cabeza y son hermosos como los ojos de las gacelas; y el espacio que hay en torno de ellos está sin pelo y deja al desnudo, en su vecindad inmediata, el cuero negro, fino y lustroso; y el hueso de la carrillada es grande y delgado, y el de la quijada queda de relieve; y la cara se estrecha por abajo y termina casi en punta al extremo del belfo; y los nasales, cuando están quietos, quedan al nivel de la cara y sólo parecen dos hendiduras hechas en ella; y la boca tiene el labio inferior más ancho que el labio superior; y las orejas son anchas, largas finas y cortadas delicadamente como las orejas del antílope; en fin, es un animal de todo punto espléndido
91.
El título del lomo es Ewige Genesing; en la cubierta aparece el título entero: Deur 'n gevaarlike krankheid tot ewige genesing, De una enfermedad incurable a la curación eterna
92.
Porque debes saber ¡oh sabio derviche! que el hombre ve con sus dedos tanto como con sus ojos, sobre todo si no tiene la piel tan dura como el lomo del cocodrilo
93.
El buen señor no oyó, pues, los fúnebres maullidos del gato; no le vio entrar en la estancia con los bigotes tiesos, el lomo erizado, los ojos como esmeraldas atravesadas de rayos de oro, las uñas amenazantes: no le sintió saltar y hacer locuras cual si perdiera el juicio o estuviese tocado de mal de amores; no oyó sus horribles lamentos, seguidos de roncos bramidos, ni presenció la ferocidad con que a la postre se lanzó fuera, escalando la pared, cayendo, levantándose, subiendo por un poste, precipitándose por oscuros agujeros, para reaparecer luego desesperado y jadeante
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Lamiendo y succionando, deslizando con lentos y deliciosos movimientos la piel que rodeaba el rojo y sensible lomo de la tremenda yerga, Bella estaba provocando unos resultados que ella sabía no iban a dilatar mucho en producirse
95.
Cortaron a continuación la cabeza y el cuello, separaron el lomo del costillar, y arrojaron algunos trozos a un matorral, para los cuervos
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un problema, lector, de tomo y lomo,
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se la sacude en el lomo
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Yo estaba empezando a parecer un cornudo de tomo y lomo, y lo de ese desgraciado de Travers fue ya el colmo
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Era un pez de más de cuarenta libras, tan recién llegado del mar que aún se le veían sobre el arqueado lomo algas y parásitos marinos
100.
Sacamos el lomo del horno, rompemos la costra de sal y lo cortamos en lonchas que se colocan en el plato de la ensalada