1.
inexplicablesimpresiones, mezcla extraña de pavor y de alegría,
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producir un gran sacudimiento y pavor en las filas enemigas por la violencia del primer choque,
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Déxanl' en tierra, solo: todos an dél pavor:
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Y, en esto, la blandió tan fuerte y tan diestramente, que puso pavor entodos los que no le
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Sintió pavor á impulsos de una impresión supersticiosa
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huye llevando el pavor en elalma
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tierra los naturalesque las presienten se llenan de pavor y se
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pavor, la curiosidad venció almiedo supersticioso y abrió un
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recordar el llantoextraño del hijo, sentía correr un espeluznamiento da pavor por todo sucuerpo
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dominaba el pavor de lo sobrenatural y buscabacon infantil ansiedad una protección,
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Los Griegos con el pavor del nombre de Catalanes
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Si cupiera el pavor en un corazón magnánimo,
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Pasaban abandadas con el pavor de la fuga,
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pronto seinició en la turba el pavor de la fuga
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del consejero áulico daba pavor
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sacudimiento, dió un grito muyagudo y sus ojos expresaron el pavor más grande
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de la rabia y el pavor que esparcía por los pueblos ycampiñas aquel hocico agazapado
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vengadora, esparciendo el pavor entrelos infieles
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fiebre trotaba, galopaba por loscampos del pavor y la demencia, y su cráneo
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enlos sueños? ¿Por qué tanto pavor entremezclado al más delicioso consuelodel
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divertirse con su pavor, mostró empeño enllevarles a una expedición; y los dos
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estanterías; pensaba con pavor en cierto Cristoensangrentado, con lacias melenas, que
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del pavor que leinspiraban estos encuentros
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maravillososque infunden pavor, y tras ellos las criadas, las
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entodas las actitudes y gestos del pavor, del asombro, de
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francés, y losalemanes sentían un estremecimiento de pavor ante
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huído,contagiada por el pavor de la muchedumbre que seguía la
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direccionesmiradas de pavor, hasta que caía muerto de cansancio en la cama
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desconocido, malencarado y en acecho, le infundía el pavor irracional de los niños, queadivinan
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poníaen el alma repugnancia y supersticioso pavor, induciendo a fantasear sien aquellas robustas
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inspiraban cierto pavor, y por lomismo decidió acabar con ellos:
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invierno y hablaban con pavor de losbergantines berberiscos
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Sussupersticiones de navegante le infundían cierto pavor
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llenóse el miserable todo de pavor, ymiedo, porque el corazón le
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aquellos momentos, sintiendoel irresistible pavor de las cosas que ocurren al otro lado
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la cara con ese movimiento de pavor queimpulsa a los hombres a la ceguera para
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cual viendo delante de sí, dicen que hubo gran pavor, yque
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cesar labarba; y ante estas miradas, sentía ella pavor inmenso, cualsi en despoblado se
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Sus rostros quedaron en la penumbra, con los ojos muy abiertos y sus cuerpos encogidos de pavor
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Lisa tenía los ojos desorbitados de pavor y los labios apretados, reducidos al filo de una hoja
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Los libros gritan su desesperación, su pavor
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El joven adalid incluso concluyó que los agredían por miedo a su Señora, un pavor muy superior al que les inspiraban las Dragonlances
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Tuvo conciencia de que algo helador la habitaba por dentro, poniéndole pavor en las entrañas
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Ceferina temblaba de excitación y de pavor
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En lugar de temer que los aspirantes a Van Helsing les clavaran una estaca en el corazón, los vampiros tenían pavor a unos empresarios modernos conocidos como "drenadores"
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) ¿Queréis que os diga la verdad? Pues mi ilustre suegro, que me inspiraba un pavor horrible, ya no
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- (Sintiendo un intenso pavor
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La larga prisión, el pavor que le infundía la guillotina, la humedad del calabozo, le hicieron contraer una penosa dolencia
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¡Oh, este era un pensamiento terrible! La maldición del Conde, su atroz aspecto, su frenesí, que casi parecía de ultratumba, le imponían un pavor indecible
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Mientras tanto, a ella se le enseñará que la visita mensual de la sangre es una maldición (todas las religiones han manifestado pavor ante ella, y muchas continúan prohibiendo que las mujeres con la menstruación asistan a los servicios religiosos) y que ella es un receptáculo impuro
51.
Una última onda de pavor le envolvió al comprender que las voces que oía eran voces enemigas y que sus amigos habían sido destruidos
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El goce fue tan intenso que ya no pudo domeñar su instinto y la tomó como devota51 porque no la quería compartir con nadie, ya fuere por un instinto de propiedad carnal desmesurado e impropio, pues la había conocido ejerciendo el oficio de hurgamandera52, ya porque tenía pavor a contagiarse del mal francés53, pues en sus visitas a los hospitales había tenido ocasión de ver muertes terribles de desgraciados llenos de bubas purulentas adquiridas al frecuentar, sin ningún reparo, a gorronas de puchero y cinta54, viejas pellejas55 famélicas llenas de afeites que prostituían su cuerpo en las calles a cambio de un cuenco de comida y que no estaban sujetas a inspección sanitaria alguna del alguacil de turno encargado de las mancebías, amén de que si se descuidaban les daban perro muerto56 y tras el servicio se iban de vacío
53.
A la niebla se sumó el humo y el polvo, cubriendo el horizonte con un manto impenetrable, mientras el aire se llenaba de pavor con las cornetas llamando a la carga, el chivateo y los alaridos de combate, los aullidos de los heridos, los relinchos de las cabalgaduras y el rugido de los cañonazos
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Por eso entró en la oficina con los brazos caídos, los hombros encogidos, y una expresión de pavor reverencial que no cedió ante la presencia del enemigo
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Miró a sus colegas con una mezcla de pavor y sorpresa mientras recogía los paquetes
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Es decir, hay un par que se salvan, pero a los demás les tengo pavor
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Eran jóvenes, atractivos e inocentes, y aguardaban sobrecogidos de pavor a que se cumpliera la voluntad del dios
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»Y esos dioses terribles contaban con sus devotos adoradores entre los hombres, con esclavos humanos que les proveían de víctimas y temblaban de pavor en el momento en que ellos mismos caían bajo el capricho del dios
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Vanse alegrando las damas, ya van perdiendo el pavor
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Tras la viga de un lagar metióse con gran pavor,
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golpeándose en los escudos sin reposo ni pavor
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Mis temores no fueron vanos, pues aún no estaba fuera la mitad de la tripulación cuando un sordo rumor de alarma y pavor resonó en nuestro navío
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Ataque tan imprevisto y tan rudo había aterrado a muchos que huían con pavor, y al mismo tiempo acaloraba la ira de otros, que parecían dispuestos a arrojarse sobre los artilleros; mas en aquel choque entre los fugitivos y los sorprendidos, entre los que rugían como fieras y los que se lamentaban heridos o moribundos bajo las pisadas de la multitud, predominó al fin el movimiento de dispersión, y corrieron todos hacia la calle Mayor
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En la versatilidad de sus juicios, Salvador achacó las incoherentes palabras de Garrote a extenuación y debilidad mental ocasionada por la falta de sustento y el pavor de la próxima muerte
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-No, señor de Pipaón; ni me asusta ni me aterra la idea de que un gran criminal expíe sus crímenes; lo que me causa pavor y más que pavor repugnancia, es la horca, esa herramienta vil
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Habiendo conocido en el sobre la letra de Andrea, sintió tanta ansiedad como pavor
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Lo más terrible de todo era que, a pesar de que los ataques no eran ya ninguna novedad, ella continuaba sintiendo pavor, extrañeza ante la realidad, incapacidad para controlarse
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y yo le apreté la manga con fuerza creyendo que tal vez podríamos partir todavía y no podíamos, con qué dificultad se curvan las espaldas, con qué dificultad los brazos, con qué dificultad las piernas se mueven, en el sitio de la Estrada Militar no hay soldados marchando con un oficial y un tambor al frente, sino chabolas de negros y gitanos, de gitanos y de negros, sin una luz salvo la de los dientes y la de la baba de los perros tan enclenques como ellos, barracas con trozos de cartón, con tablas, con duelas de barricas, con maderas de andamios, mujeres descalzas calentando cazos en las piedras, niños con rostros como charcos, cieguitos, aun en septiembre un lodazal de lluvia, pobres de vosotras que habréis de entrar a la iglesia (y yo encerrada en el ataúd) y al empujar la antepuerta las llamas de los cirios se inclinarán trémulas hacia vuestro luto que dura lo que una misa y un entierro y habréis de mediros, indecisas, ¿A cuál de nosotras le tocará, Manuela?, ¿A cuál de nosotras le tocará, Luisa?, el cementerio lleno de maridos que no esperaron, que no esperan, ¿Oyes la tormenta?, no es que yo tenga miedo, tú sabes que no tengo miedo, de qué sirve tener miedo, pero habla conmigo, pero quédate ahí un rato, pero no cuelgues todavía, en Ericeira encendía la salamandra al atardecer, el viento en los pinos me aterraba, por la ventana de la sala la colina bajaba hacia las dunas y la arena brillaba, las olas me rompían los huesos en la muralla, mis sobrinos seguían en bicicleta hacia el agua que la bandera roja prohibía, había un café desierto, con grandes letras pálidas, en la cima del farallón, nadie frecuentaba aún la playa de Sao Lourenço, sólo habitada por raras gaviotas, ningún veraneante, ninguna sombrilla, ningún bañista, adolescentes lejos de sus padres saltando por las rocas, y ellas proyectando partidas de canasta, proyectando excursiones a Sicilia, a Yugoslavia, a Leningrado, a Egipto, ¿No te parece, Maria Antonia?, y yo que sí con la cabeza, imaginando un autobús de visitas que tejen por Europa, Sicilia claro, Yugoslavia claro, Leningrado claro, tiene un museo estupendo, Egipto, las pirámides, la Esfinge, y por qué no una excursión a Benfica, y por qué no una excursión a lo que fuimos, bodas, procesiones, bailes de carnaval, partidos de hockey, el lobo de Alsacia de mi padre, encerrado y soltando aullidos, en una jaula, y después de salir las visitas, con sus Sicilias y sus museos, mi sobrino, de espaldas a mí, observando el mercado nuevo, Si la tía no quiere ponerse en tratamiento de quimioterapia no se pondrá, no se preocupe, y yo a él ¿Cuánto tiempo, hijo mío?, y él, cambiando los cacharros de posición, No lo sé, y entonces lo vi sentado en la Quinta do Jacinto, bajo un nogal seco, él, que vivió en Londres, que trabajó en Londres, que tenía ocho canales de televisión y una criada española, ni de la existencia de la Quinta do Jacinto sabía, viviendas con dalias mustias en el otero de Alcántara, el borracho que irrumpía en la sala de costura asegurando Yo vuelo, la modista que lo amenazaba con la plancha y después, ya más calmada, La niña disculpe pero es por culpa de estas cosas y otras más que tengo el corazón hecho una pena, y mi sobrino, con la cartera en las rodillas, en espera de la noche para entrar en casa como yo espero el día para entrar en la muerte porque, no sabiendo gran cosa, sé que moriré de día, durante las primeras horas del día, con un vecino médico, llamado con tal urgencia que ni tiempo tuvo de peinarse, que me auscultó el corazón parado pensando que lo oía cuando lo que realmente oía era el cangilón del ascensor, y conmigo morirán los personajes de este libro al que llamarán novela, que en mi cabeza, poblada de un pavor del que no hablo, tengo escrito y que, según el orden natural de las cosas, alguien, un año cualquiera, repetirá por mí del mismo modo que Benfica se ha de repetir en estas calles y fincas sin destino, y yo, sin arrugas ni canas, cogeré la manguera y regaré, por la tarde, mi jardín, y la palmera de Correios crecerá de nuevo antes que la casa de mis padres y que el molino de zinc pidiendo viento, y mi hermana, viuda también y sin el pecho izquierdo, amputada del pecho por un cáncer, un cáncer como el mío, un cáncer, un cáncer, No es que yo tenga miedo a las tormentas, hay pararrayos por todas partes y además de qué sirve tener miedo, pero no cuelgues todavía,
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Su mirada era furibunda y los peticionarios se refugiaron unos contra otros, muertos del pavor
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Mientras Floyd descendía lentamente la rampa, en dirección al negro rectángulo, sintió una sensación no sólo de pavor sino de desamparo
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Me quedé clavada en el sitio, temblando y estremeciéndome como si me poseyese la fiebre, enferma con las agonías execrables del pavor y el asco, y pasaron cinco minutos antes de que encontrara fuerzas para moverme
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Un estremecimiento de pavor recorre la desordenada columna, pues podría tratarse de una avanzadilla de caballería enemiga
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Los formidables guerrilleros, aquellos que habían destripado a Juniac, la causa de que en España ningún francés se atreviese a internarse solo por terreno desconocido, se tornaban de pronto en rápida visión de un rostro crispado por el pavor, una cabeza que saltaba del tronco, el sudor y el miedo, la respiración entrecortado en la última carrera que jamás lograría ganar terreno a la muerte que pisaba los talones
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—La mayoría de los oficiales siente pavor cuando se los menciona —respondió el joven al tiempo que asentía con la cabeza—
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El pavor fue tremendo
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«Puertas y ventanas tenían echados los cerrojos y tras ellas lloraban los niños, en bajo, como si el pavor mantuviera las bocas cerradas, incluso la suya, mientras sus padres acechaban la noche preguntándose, temerosos, cuan sombrío se tornaría el futuro bajo su nuevo señor
77.
Dedo Polvoriento ocultó tras una sonrisa el pavor que invadía su corazón
78.
Nadie hubiera podido contemplar aquella lamentable escena sin sentir lástima ni sin imaginar con pavor la horrible muerte que sufrieron aquellos miles y miles de personas para satisfacer la megalomanía de un solo hombre, de un rey que se creyó todopoderoso
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En cuanto Kay Scarpetta entra en el departamento de Medicina Forense con Marino a la zaga, esforzándose por caminar con normalidad, Bruce, el guarda de seguridad, se yergue y adopta una expresión de pavor
80.
Al abrir las puertas, miraron con pavor la visión que se les ofrecía
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A la mañana siguiente, ojeroso, exhausto, mirándome en el espejo, viendo con pavor una cara miserable que ya no reconozco, decido que ese pájaro no puede derrotarme tan fácilmente y que, como buen hijo de mi padre, compraré un arma de fuego y lo reduciré a un puñado de plumas volando por los aires cálidos de esta isla después del estrépito que acabará con su corta vida cantarina
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Al declinar el día se detienen al pie de un monte; el pavor ha agotado a la reina; reclina su cabeza sobre el cuerpo de Tristán y se duerma
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Según parece, hubo muchos más episodios de pavor ante el combate en el bando alemán
84.
hasta el agua, 200 metros sobrecogedores con un declive que llenó de pavor a todos los que nos hallábamos en cubierta durante esa botadura
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Recordó con una sonrisa de satisfacción el rostro de pavor de Pere al divisar entre la corriente de visitantes de la feria también algunas prostitutas que ahora callejeaban de aquí para allá a la espera de sus clientes
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–Los gnomos les tienen pavor -gritó Cara de Luna-
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Lleno de pavor, Logan miró hacia abajo por la reja
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Era evidente que el doctor Cain estaba muy verde y que le daba pavor verse convertido en actor de aquel drama
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¿Pero las tres son tan feas? – les había preguntado él, en medio de una de esas confesiones que Arturo y Raúl le habían soltado mientras lo sometían a todo aquel curso de capacitación y adaptación a sus circunstancias sociales, a sus temores, a sus sueños, a sus más fervientes anhelos, pero también al pavor que les producía que alguien los mirara de arriba abajo
90.
Caminando con extremo cuidado, nos abrimos un camino tortuoso a través de la estancia, mientras que los grandes banths, olisqueando con hambre la tentadora presa, se desplegaban delante de tantos infelices sumiéndolos en el consiguiente pavor
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María dos Prazeres, que había vivido aquella época de grandes pasiones, no conseguía dominar la inquietud, y por primera vez fue despertada en mitad del sueño por zarpazos de pavor
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Se encontró de pronto en una calle intempestiva con mujeres taciturnas sentadas a la puerta de sus casas iguales, y cuyas luces rojas e intermitentes le causaron un estremecimiento de pavor
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El dolor de la mala noticia se le confundió a Beatriz con un pavor retroactivo
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Al llegar al pie de los árboles, el cuerpo se elevó en el aire y, cuando desapareció engullido por el follaje, los aterrados súbditos de Mbonga, entre gritos de pavor, emprendieron como locos la carrera hacia el portón de la aldea
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Tiene pavor a las llamas
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Sus ojos violáceos estaban llenos de pavor
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Sintió que el pavor le recorría la espina dorsal
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Habían abierto mucho los ojos y lo escudriñaban con desconfianza y pavor
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El profundo pavor que los envolvía les impidió pronunciar palabra alguna
100.
perder el pavor que había: