1.
Lo extraño del mundo, delirando con una piedra, mientras pepita y tan indiferente a un adecuado equilibrio ecológico
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Por la mañana, Pepita, Carmen, Lola se peinan en la entrada, luciente ensus mosaicos pintorescos
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Pepita le ha dicho si estaba constipado y él ha contestado que sí, quehabía cogido un enfriamiento en el tren
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—Hace un momento, yo hojeaba este libro que Pepita tiene aquí sobre unasilla
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Pepita no desea nada
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Pepita se halla en la entrada tramando sus encajes con sus dedossutiles
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Pepita ha proferido una ligera exclamación de terror
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Paso tranquilo las horas enel jardín, oyendo á Pepita
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El cariño á Pepita era lo que mantenía las
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social, en la que hombrea y mujeresvivían separados, era Pepita
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quererlo Pepita: lodespreciaba á pesar de que la perseguía en las
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Pepita presenciaba desde un rincón el tocado de su madre
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Pepita seguía, con una expresión de lástima en los ojos, el
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Pepita, pensando en el cuadro, veía el salón de reuniones de
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Pepita apreciábalo en mucho porque eraun
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Pepita quería que se encontrasen en el jardín, á la vista de
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Y Pepita, mirándole por primera vez en los ojos, dijo con
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Se agrandaron los ojos de Pepita con expresión de asombro,
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de visita y se habíapaseado con Pepita por el jardín, siempre
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Pepita! Bien se conoceque en tu casa falta una buena dirección á
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Pepita también estaba triste; pero le pesaba el silencio que
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Apareció Pepita en la puerta haciendo señas misteriosas á su
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Pepita, sencilla ydevota, dejando sus bienes para la salvación del alma
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Pepita, la última, era
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A pesar de la vigilancia exquisita de Pepita, se los veía tan pronto enun rincón
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En el andén estaban Pepita Anguita y otrascuatro amigas
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Este antojo de Pepita de obsequiar tanto a mi padre, quien lapretende y a
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aunque carece deiniciativa, y, por lo visto, los problemas y cuestiones que Pepita lepresenta, le
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las mujeres! Lo que de Pepita me cuenta el padrevicario me sorprende, y si bien más a menudo
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En cuanto a la belleza y donaire corporal de Pepita, crea Vd
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que Pepita produce puede ser como el golpe deleslabón que hiere el pedernal y que hace brotar la
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evidente, que en lospocos minutos que había estado a solas con Pepita junto al arroyo de
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En casa de Pepita esmi padre el propio comedimiento
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la de Pepita, quien de algún tiempo a esta partese va haciendo algo ventanera y estaba a la reja,
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contestando a sus recelos de que Pepita puede sentircierta inclinación hacia mí
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siguiente en casa de Pepita, y sin embargo voy
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A todos losseñoritos y señoritas de la edad de Pepita, o de
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que no lo estaba, habló a Pepita de las miradas
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Pepita estaba en una sala alta al lado de sualcoba y de su tocador,
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Pepita, se entabló la conversación
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—Me quiere—dijo Pepita con un ligero y mal disimulado acento desatisfacción y de triunfo,
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quebrase un cordelque la ahogaba, rompió Pepita en lastimeros gemidos, vertió un raudal
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Mientras que ocurrían estas cosas en casa de Pepita, no estaba másalegre y sosegado en la
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de haber sido uno de los másobstinados pretendientes de Pepita, había recibido las
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el mal de Pepita en vez desanarle
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en vez de una, y así era la casa de Pepita
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Dios iba a poner en sus labios un raudal deelocuencia, por donde persuadiría a Pepita, que era
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Pepita, que hablaba de morirse, quetenía los ojos encendidos y los párpados un poquito
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El carácter de Pepita, en quien los
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penetróen pos de Pepita en la estancia sombría
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Al decir esto, Pepita hincó en tierra ambas rodillas y se inclinó luegohasta tocar con la frente
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cuandosupiese el compromiso que ligaba a Luis con Pepita, se ofrecían al ánimode D
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hacia lareina Edita; pero en él y en Pepita Jiménez no había razón de Estado, nigrandes ni
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Desde que estás enfermo viene aquí Pepita
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de las once y se fueron a casa de Pepita
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No imagines, sin embargo, que la afición de Luis y Pepita al bienestarmaterial haya entibiado
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éter, ni en las flores y frutos quehermosean el campo, ni en los ojos de Pepita, ni en la inocencia
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Triste caminó Pepita hacia la puerta del penal
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Y Pepita se gira con intención de marcharse
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Los murmullos de sus compañeras de vagón llevan a Pepita al sobresalto
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Se le ha escapado en voz alta, a Pepita, pero ninguna de las pasajeras lo ha oído
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Cuando Pepita abra la puerta de la pensión, encontrará a su patrona en el pasillo:
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Con el vaso extendido hacia Pepita, insiste:
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Pepita se puso el abrigo y abrió la puerta; don Fernando la dejó pasar, y salieron los dos al descansillo
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Ha abandonado a Pepita como abandonó a Elvira y a su madre en el puerto de Alicante
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Era un pavo enorme, sonríe Pepita, y ella sabía que los señores no podrían comérselo entero aunque les ayudaran los padres de don Fernando
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Pepita explicó a La Veneno el parentesco de todos y de cada uno con tanta rapidez y tanta firmeza que a todos los dejaron pasar
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Y le pidió a Pepita que les acompañara
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Pepita ya ha dejado de oír por completo
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Y Pepita recupera la conciencia, y el espanto
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Y saldrá de la prisión pensando en Pepita
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Durante un mes y medio, Pepita acudirá por las mañanas a la puerta de la prisión
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Los días de visita verá a Hortensia en el locutorio, siempre con su hija en los brazos, preguntando siempre si Pepita le trae noticias de su marido:
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Al cumplirse un mes y medio del nacimiento de la niña, cuando Pepita llegue temprano a la puerta de la prisión para preguntar por Hortensia, la portera no le contestará que regrese el día de visita
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Pepita recoge la carta y los cuadernos y se marcha murmurando a su habitación:
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Y Pepita seguirá ayudando a doña Celia en la limpieza de la pensión por las mañanas y coserá por las tardes, atenta al timbre, por si suena la puerta, por si viene el cartero, por si llega otra carta de Francia
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Pepita lee una y otra vez los diarios de Hortensia
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Pepita cuenta las páginas de los cuadernos azules y las veces que las ha leído para Tensi, mientras Tensi crece
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Pepita se levanta de un salto y se sitúa frente a la puerta con la niña en los brazos
80.
Pepita se ha sentado ya en el primer vagón, ellos subirán al último
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Pepita ya había perdido un trabajo por haber pasado unas horas en Gobernación, cuando don Fernando la sacó de allí y le dijo que ya no podía servir en su casa
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Pepita cobrará el trabajo, aceptará el obsequio y rogará a la dependienta de Pontejos que espere en el pasillo, porque está acabando de envolver el vestido en la cocina
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Ante aquel anuncio tan inesperado, Pepita levantó la vista
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Durante la reunión con el comisario político en Ave María, intentó alejar de su mente la imagen de Pepita
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Dudó al salir a la calle, y en la esquina con Magdalena volvió a dudar, Pepita vive tan cerca
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En el andén de los besos, pensaba en Pepita, en sus ojos de un color imposible, en el mechón que le resbala siempre en la frente y en sus labios esperando los suyos
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Dos días faltan para el encuentro con Pepita
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Entre los barrotes, Jaime extiende hacia Pepita su mano derecha
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Después de vomitar la indigestión de los churros y el chocolate, Tensi busca el mimo de los convalecientes en los brazos de Pepita
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Las cajas de ebanistería cumplirán su función de palomas mensajeras y Pepita, sin pretenderlo, se convertirá en un miembro más del Partido Comunista en la clandestinidad, aunque jamás se afiliará
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Y siempre se niega a coger el dinero que Pepita le lleva una vez al año
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Pero cuando las mujeres hablen de que los aliados han ganado su guerra y ya tienen bastante con eso, indignadas al saber que no intervendrán en territorio español, y comenten que han creado la Organización de Naciones Unidas excluyendo a España, Pepita guardará silencio
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Y cuando llegue la noticia de que Argentina, Portugal, la República Dominicana y la Santa Sede son los únicos países que mantienen sus embajadas en España, a pesar de que la ONU ha propuesto como medida sancionadora la ruptura de relaciones diplomáticas, Pepita seguirá guardando silencio
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Escribirá Pepita la carta
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Pepita no es capaz de controlar el llanto
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Tensi abandonará sobre su cama los cuadernos azules de su madre, cuando oiga la voz de Pepita
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Limpia las lágrimas de Pepita con sus dedos, le da un beso en la mejilla, y le pregunta qué es lo que guarda en el puño
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Pepita recoge las cartas y la sentencia, besa el trocito de tela antes de guardarlo todo en la lata, y contesta que es un recuerdo
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Pepita mira al frente con ansiedad y marca el paso de la joven y de la anciana que la acompañan
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Pepita se retira del balcón