1.
—¡Otro inglés! murmuró el empleado; y levantándose perezosamente entróen la habitación contigua
2.
Entretanto, unos alzaban el bieldo perezosamente, otros,tiesos como postes sobre las
3.
El buque cabeceaba perezosamente, con largos intervalos de
4.
Todos marchaban perezosamente, con la boca entreabierta, gozando, sindarse
5.
perezosamente en el sofá y estirando laspiernas con demasiada confianza,—hablemos
6.
perezosamente sus ojossobre los renglones del libro y leía frases como esta de los
7.
Las haciendas se alzaban perezosamente, entumecidas por el
8.
cuádruple mechero; los mozos charlaban sentados en losrincones, o conducían perezosamente a
9.
Los diamantinos dedos de la aurora perezosamente plegaban los cresponesde las sombras, en el
10.
que perezosamente se iba confundiendocon las matinales brumas, bien claramente demostraban que el
11.
Los hombres revisaban sus armas para la próxima cacería o se recostaban perezosamente sobre las pieles que se hallaban colocadas en las abiertas salas de sus hogares, o por lo menos así lo hacían aquellos que no se encontraban todavía durmiendo bajo los efectos del pesado banquete
12.
ante sus pies pasó andando perezosamente una paloma, le resultaba siempre odioso el movimiento del cuello de las palomas, estupidez, como esposas estúpidas y jefes estúpidos y presidentes estúpidos y Cristos estúpidos
13.
Una voz gangosa, lánguida, que arrastraba perezosamente las sílabas, resonó en la puerta, murmurando:
14.
Las palabras brotaban perezosamente de sus labios y sus modales eran de una absoluta indiferencia
15.
Luego los cuatro se dirigieron a la puerta perezosamente
16.
Al verla crecer, y mientras la Discovery se elevaba perezosamente hacia su inevitable destino, Bowman se dio cuenta de una observación inquietante que le asaltaba
17.
Los niños encontraron un lugar sombreado junto a un gran arbusto y se tendieron perezosamente
18.
Peces deslumbrantes como anuncios de neón vagaban perezosamente entre animales que semejaban arbustos
19.
Peces tan deslumbrantes como rótulos de neón se movían perezosamente entre animales con aspecto de árboles
20.
Barcas y botes, amarrados a la orilla, se balanceaban perezosamente en el agua rizada por la lluvia, entrechocaban con sordos golpes, rechinaban, tiraban de las cadenas
21.
» Su mano descendió lenta, perezosamente, y tocó su garganta, los tiernos huesos que había roto a los otros
22.
Y se tendió perezosamente en los almohadones, esperando la llegada del mago
23.
Salió a la nevada calle, pasaron por delante de las tiendas que circundaban el muro exterior de la casa de viviendas de Aurelia hasta el vértice del edificio triangular, en donde estaba lo que parecía una taberna y era en realidad la sede de la Hermandad de las encrucijadas, encargada del buen estado y la vida espiritual de las intersecciones de las calles del barrio, y en particular del altar a los Lares y la gran fuente que manaba perezosamente en medio de una cortina de estilizados carámbanos, por el frío que hacía aquel invierno
24.
Lo puso sobre el vientre de la muchacha y con una sonrisa de prestidigitador lo hizo patinar sobre sus ancas, marcó con él perezosamente la línea del culo, lo digitó hasta el costado derecho, en tanto Beatriz, con la boca entreabierta, seguía con el vientre y las caderas sus pulsaciones
25.
Tocó al caballo con el látigo y salimos disparados a través de la interminable sucesión de calles sombrías y desiertas, que poco a poco se fueron ensanchando hasta que cruzamos a toda velocidad un amplio puente con balaustrada, mientras las turbias aguas del río se deslizaban perezosamente por debajo
26.
La Galaxia poblaba el cielo a gran altura, y su forma de lente nebulosa se extendía perezosamente a lo largo del horizonte
27.
Colocó un grueso muslo sobre la mesa de mármol y balanceó perezosamente una pierna, mientras su fatua y sonriente mirada llenaba a Bayta de silenciosa furia
28.
–¿Dónde la has escondido? – dijeron los labios por debajo del pasamontañas de lana, mientras el hombre se apoyaba perezosamente en la pared
29.
Ellos tenían en su imaginación algo heroico y, en cualquier caso, intenso, y, en todo caso, especial: pero sentados perezosamente en el café veían pasar los días sin más obligación que la de ser disciplinadas máquinas entre las nuevas máquinas, con miras a un común progreso económico y civil
30.
Su cerebro estableció perezosamente la relación
31.
Mientras corría, repasaba perezosamente las oraciones que su madre le había enseñado por si las necesitaba, pero los años las habían ido erosionando y casi las había olvidado por completo
32.
El jardín estaba dominado por malas hierbas y flores desobedientes que se mecían perezosamente al viento
33.
No esperamos a contar… Sonó perezosamente doce veces mientras Julia y yo, tomando la tabla cada uno por un extremo, la ubicamos en su sitio y, probando y equivocándonos, finalmente logramos encajar los clavos en su sitio
34.
La miré y, mientras aguardaba a que el hombre de la taquilla arrancara perezosamente dos billetes de su tira, observé que fuera, al final de la vía única, un tren de un solo vagón estaba esperando, con el frente de la locomotora casi a la altura de la caseta de la estación
35.
Antes, normalmente me levantaba lenta y perezosamente, ahora saltaba temprano de la cama, completamente despierto y lleno de excitación ante el pensamiento sobre el memorable acto que tenía el privilegio de llevar a cabo
36.
Perezosamente, la baronesa se ciñó de nuevo el salto de cama y se acercó a la ventana que daba al frente de la mansión
37.
En menos de una hora capturó tres topos más y apenas el resplandor rojo del sol se anunció sobre los cuetos y tendió las primeras sombras el Nini se incorporó, estiró perezosamente los bracitos y dijo a los perros: «Andando»
38.
Cuando salió, frotándose perezosamente con una toalla, al encontrarse con el camarero con las bebidas le entró un súbito deseo de tomarle el pelo
39.
Los pies de Edith, que habían estado balanceándose perezosamente, se detuvieron y su voz bajó un tono
40.
Se estiró perezosamente, intentando recordar cuándo había sido la última vez que disfrutó de un sueño tan largo y reparador
41.
Volutas de niebla flotaban perezosamente entre ellos
42.
Salieron por la parte superior del denso cúmulo y empezaron a recorrer perezosamente sus contornos, mientras Fenchurch, a su vez, quitaba la ropa a Arthur, y cuando le liberó de todas las prendas, éstas emprendieron el descenso, sorprendidas, entre la blancura que todo lo envolvía
43.
Se encontraban en la corta franja de horas muertas en que el gentío de la noche por fin se ha ido a la cama, y todos los demás empiezan a despertarse perezosamente
44.
Tomaron el té perezosamente en la playa y Berta se recobró lo suficiente como para gozar de él
45.
El grupo observaba a los nobles que descargaban el carro con ojos desinteresados, apoyados perezosamente en sus lanzas
46.
Los días se fueron deslizando perezosamente y cada uno iba dejando detrás, un poco aligerado, el peso de esas preocupaciones
47.
Todos estaban tumbados perezosamente al sol invernal, excepto los centinelas de guardia
48.
Luego chupó y dijo perezosamente:
49.
Tarzán se levantó y se estiró perezosamente
50.
Entonces se estiraba perezosamente, descendía hasta el suelo y se encaminaba al río con paso lento
51.
En la escollera se abrían bocas de cavernas, y los dos del bote se acercaban perezosamente a explorarlas
52.
Hablaban de todo, perezosamente, excepto de aquello en lo que todo el mundo estaba pensando
53.
Ralph y Piggy, tumbados en la arena, contemplaban el fuego y arrojaban perezosamente piedrecillas al centro de la hoguera, limpia de humo
54.
Un elefante se movía perezosamente a través de la alta hierba
55.
Dos bombas, sólo dos, se desprendieron perezosamente del Condor envuelto en humo
56.
Quinn habló perezosamente desde la cama en un tono, Ethan se daba cuenta, que encubría la velocidad de su pensamiento
57.
Confiaba en las buenas artes del conductor, así que se abandonó perezosamente a sus pensamientos
58.
En el aeropuerto, mientras esperaba el avión hacia el norte, observó perezosamente la llegada de un avión de Tokio, del que bajaron los pasajeros que se quedarían en Anchorage
59.
Así, pues, a última hora de la tarde de un día en el que se habían producido fuertes tormentas, además de un tórrido calor, se presentaron en el barracón dos jesuítas mayores que, tras pasar cuidadosamente por entre los cuerpos perezosamente tendidos en el suelo, llegaron hasta el lugar en que Luta permanecía encadenada
60.
Sus dedos le acariciaron perezosamente el brazo
61.
Era algo más real que la niebla azul de tabaco que se alzaba perezosamente de las tribunas
62.
El avión sirio flotaba perezosamente en la mira circular, donde se expandió, hasta cubrirla totalmente, cuando el morro del Mirage pareció rozar el estabilizador de cola del avión enemigo
63.
Flynn se quedó recostado sobre su silla, con el rostro todavía color púrpura brillante, pero con la respiración normalizándose, y Joyce se alejó hacia el otro lado de la cabina para inhalar con alivio el aire húmedo y tropical que entraba perezosamente por el ojo de buey
64.
cía una amable expresión de no compromiso, y el teniente se había desabrochado el botón de arriba de su chaqueta y estaba recostado en el sofá con un pequeño puro negro colgándole perezosamente de los labios
65.
—¡Tienes razón! —exclamó Mony y, echando a la enfermera encima de una camilla, la trabajó perezosamente y mientras copulaban, charlaban de temas galantes y remotos
66.
Y, a esta señal, algunos hombres empezaron a ponerse en pie surgiendo de la zanja junto a la vía, y estiraron los brazos perezosamente al cálido sol matinal
67.
Helen comió lentamente; después, ya en la sala, se sentó delante del fuego agitando perezosamente las brasas de los chisporroteantes leños
68.
Se estiró perezosamente en la amplia
69.
Stella está acurrucada perezosamente en la butaca del dormitorio
70.
Menion se apoyaba perezosamente contra un alto roble, unos metros a la izquierda
71.
Un vapor venenoso y denso flotaba invisible sobre las grandes llanuras cubiertas de arena, proveniente de las aguas del río Lethe, un arroyo insalubre que serpenteaba perezosamente a través del desierto desde el sur, y desembocaba en un pequeño lago del interior
72.
En tono explosivo, se dirigió a su ayudante, que estaba perezosamente apoyado en el camión
73.
Miró en todas las direcciones, y por fin clavó los ojos en el suelo, en el lugar donde Gaspode se rascaba perezosamente una oreja
74.
Antes de que le diera tiempo a sorprenderse, Conina se adelantó con paso elástico, saltando sobre los cuerpos caídos y frotándose perezosamente los cantos de las manos
75.
Se estiró perezosamente en la amplia cama
76.
Se puso en pie perezosamente y se acercó a la barandilla de babor
77.
Sancha, nativa de Kordava, bostezó delicadamente, estiró perezosamente sus gráciles miembros y luego se acomodó mejor en el lecho de piel de armiño y seda montado en la cubierta de popa
78.
Pero éste ha recibido un ascenso, lo destinan al otro extremo de Francia; el solitario ya no podrá ir a preguntarle las horas de los trenes, el precio de las primeras, y antes de volverse a casa, a soñar en su torre, como Grisélidis, se demora en la playa, como una extraña Andrómeda a quien ningún argonauta vendrá a libertar, como una medusa estéril que perecerá sobre la arena, o bien se queda perezosamente, antes de la salida del tren, en el andén, lanzando sobre la muchedumbre de los viajeros una mirada que parecerá indiferente, desdeñosa o distraída a los de otra raza, pero que, como el fulgor luminoso con que se ornan ciertos insectos para atraer a los de su misma especie, o como el néctar que ofrecen determinadas flores para atraer a los insectos que habrán de fecundarlas, no engañarían al aficionado casi inencontrable de un placer demasiado singular, demasiado difícil de situar, que se le ofrece, el cofrade con quien nuestro especialista podría hablar en la lengua insólita; a lo sumo, algún pordiosero hará como que se interesa por ésta, pero por un beneficio material solamente, como los que van al Colegio de Francia, a seguir el curso, a la sala en que el profesor de sánscrito habla sin auditorio, pero solamente, por calentarse
79.
Perezosamente, o así se lo pareció a él, y a regañadientes, los mellizos sacaron su avión a la azotea
80.
Remontando perezosamente cada día como en una barca, y viendo aparecer ante mí siempre nuevos recuerdos encantados, que yo no escogía, que un momento antes me eran invisibles y que mi memoria me presentaba uno tras otro sin que pudiese elegirlos, proseguía perezoso mi paseo al sol por aquellos espacios lisos
81.
Quizá lo hacía para restar importancia ante mis ojos a su indiscreta gestión, quizá porque era de carácter cobarde y vivía alegre y perezosamente en la mentira, como las medusas a flor de agua, quizá porque, aun cuando perteneciera a otra raza de hombres, como los demás no pueden nunca situarse en el mismo punto de vista que nosotros, no calibran el daño que pueden causarnos sus palabras pronunciadas al azar
82.
Y lo decía quizá por quitar importancia, ante mis ojos, a lo que había hecho; quizá porque era cobarde y vivía alegre y perezosamente en la mentira, como las medusas a flor de agua; quizá porque, aunque hubiera pertenecido a otra raza de hombres, como los demás no pueden situarse nunca en el mismo punto de vista que nosotros, no comprenden la importancia del mal que pueden causarnos sus palabras dichas al descuido
83.
Por otra parte, a fuerza de mirar el cielo perezoso y demasiado bello, que no encontraba digno de él cambiar su horario y, perezosamente, prolongaba sobre la ciudad iluminada, en aquellos tonos azulados, su jornada, que se iba retrasando, daba vértigo: ya no era un mar extenso, sino una gradación vertical de glaciares azules
84.
Así, en otro tiempo, por ejemplo el día en que tenía que ir por primera vez a casa de la princesa de Guermantes, desde el patio soleado de nuestra casa de París miraba yo perezosamente, a elección mía, ya la plaza de la iglesia de Combray, o ya la playa de Balbec, como hubiera yo ilustrado el día que hacía hojeando un cuaderno de acuarelas tomadas en los diversos lugares donde había estado; y, con un egoísta placer de coleccionista, me dije catalogando así las ilustraciones de mi memoria: «La verdad es que he visto cosas bellas en mi vida»
85.
Su nariz seguía siendo grande y roja, pero parecía más bien tumefacta por una especie de catarro permanente que podía explicar el acento nasal con el que pronunciaba perezosamente sus frases, pues, lo mismo que había encontrado un peinado que iba bien a su tez, había hallado una voz adecuada a su pronunciación, en la que la gangosería de antes adquiría un tono de desdén de articular que se compaginaba con las aletas inflamadas de la nariz
86.
Por esto se entregó con una pasión que compensaba su indolencia a la lectura de Catulo, Horacio, Lucrecio, sin dejar de estar tumbado, adormilado perezosamente, sí, pero sin dejar de observar, fijándose, con pasión, a los jugadores de cricket, mientras con una mente como la lengua del camaleón, rápida, diestra y voraz, recorría todas las curvas y recovecos de aquellas romanas frases, y buscaba una persona, siempre una persona a cuyo lado estar
87.
Denise Averil estaba apoyada perezosamente en la puerta y le susurraba:
88.
–Vamos, Rowan -dije desde la puerta abierta de la furgoneta mientras unas moscas revoloteaban perezosamente alrededor de mi cabeza-
89.
Aunque no corría brisa, las hojas se mecían perezosamente, ofreciendo una agradable sensación de vaivén
90.
Jojo y Perkins saltaron al rebote ::::::::::FRAGOR:::::::::: FRAGOR::::::::: La pelota salió despedida, perezosamente, casi en vertical, y ambos jugadores volvieron al suelo y tuvieron que saltar de nuevo