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    prieto exemples de phrases

    prieto


    1. Dada la alta proporción de emigrantes, estas dinámicas tienen un alcance general en la sociedad: mal que bien, todas las personas son protagonistas directas o indirectas de esta situación (Herrera, 200b en Prieto, 2005)


    2. Por lo demás, el salmorejo, dentro de la rustiqueza del pan prieto,


    3. García Prieto, por ejemplo, podría sostenerseen la corte


    4. Durante la vista oral los principales protagonistas del golpe se comportaron como lo que eran: Tejero, como un patán embrutecido de buena conciencia; Milans, como un filibustero uniformado y desafiante; Armada, como un cortesano millonario en dobleces: aislado, despreciado e insultado por casi todos sus compañeros de banquillo, que exigían que delatase al Rey o reconociera que había mentido, Armada por un lado rechazaba la implicación del monarca, pero por otro la insinuaba con sus proclamas de lealtad a la Corona y aún más con sus silencios, que sugerían que callaba para proteger al Rey; en cuanto al comandante Cortina, demostró ser con diferencia el más inteligente de los procesados: desmontó todas las acusaciones que pesaban sobre él, sorteó todas las trampas que le tendieron el fiscal y las defensas y, según escribió Martín Prieto -cronista de El País en las sesiones del juicio-, sometió a sus interrogadores a «un sufrimiento superior a la capacidad humana de resistencia»


    5. Entre los amigos del gremio que la visitaron recuerdo a Gregorio Prieto, ya bastante conocido, y a Francisco Bores, en víspera de partir para Francia, donde se convertiría de la noche a la mañana en uno de los pintores más personales y seguros del grupo español -«école de Paris»- que ya comenzaba a perfilarse


    6. También Gregorio Prieto, que ya entonces me estimaba mucho más como poeta que como pintor, vino a verme aquel verano a San Rafael


    7. No hace mucho, el mismo Prieto me mandó a Buenos Aires una fotografía de aquel cuadro


    8. Para mostrársela a un conocido escritor y a la vez darle a conocer algunos de mis poemas, citó Prieto, una tarde, en su estudio, a Enrique Díez-Canedo


    9. Poco después de su marcha, el general de la Guardia Civil Manuel Prieto López contribuye decididamente a dar a conocer el informe entre los integrantes del Ejército español


    10. Todos los presentes en el alcázar formaron un prieto círculo en torno a Baldor, escudándolo con sus cuerpos de la malévola mirada del ra'zac

    11. Excuso decir el alivio y las voces con que los vizcaínos del capitán Machín de Gorostiola —«¡Ekin! ¡Cierra! ¡Ekin!», gritaban, alentados— saludaron nuestra llegada, pues cuando apoyamos espolón y amura en su popa peleaban ya sin esperanza, soportando a pie firme y diente prieto el abordaje de dos galeras enemigas


    12. Prieto siguió el cauce normal en aquel tiempo: envió la obra a la Junta de Espectáculos


    13. –decía mientras atrapaba al pájaro y lo bajaba, sintiendo el coral de las zarpas prieto en torno a su dedo


    14. En un pueblo de la provincia de León cuyo Ayuntamiento estabagobernado por los seguidores del político demócrata García Prieto,


    15. Don Indalecio Prieto dijo en el Congreso:


    16. Indalecio Prieto: que el marxismo no le interesaba en absoluto


    17. Negrín no quería ni oír hablar de entablar negociaciones de paz con el enemigo, tal como le sugería Prieto, el ministro de Defensa (lo que le valió su destitución), y había persuadido a Léon Blum, su colega del Frente Popular francés, para abrir los pasos fronterizos de Port Bou y la Junquera, para que empezara a fluir el material de guerra soviético largamente retenido por el Pacto de No Intervención


    18. Desde que Indalecio Prieto dejó el gobierno en abril, no se ha discutido a fondo en el seno de la dirección sobre el significado de esos hechos


    19. Prieto hace un discurso que resulta para muchos mezquino y rencoroso, además de parcial


    20. Si la plantea, el presidente Azaña podría incluso encargar, de acuerdo con Indalecio Prieto, la formación del gobierno a Besteiro, un partidario confeso de acabar la guerra al precio que sea

    21. Pero decide esperar y darle la salida mascada, como ya hizo durante la crisis que desembocó en la salida de Prieto


    22. La mano de Indalecio Prieto puede estar detrás de esta fuga


    23. Francisco Largo Caballero, pero también Indalecio Prieto, dieron su consentimiento a la operación, que tuvo caracteres rocambolescos: no sólo se trataba de evitar que los franquistas que se acercaban a Madrid se hicieran con el oro de la República, sino también de preservarlo de un nada descartable asalto a cargo de alguna de las Milicias incontrolables que pululaban por la capital


    24. Indalecio Prieto fue uno de ellos


    25. Pero unos meses después, Fernández Cuesta, preso en Madrid, fue canjeado por Franco, y con la influencia de Prieto, por un ilustre intelectual republicano: Justino de Azcárate, hermano del embajador en Londres


    26. Además de este envío, que los franquistas pueden considerar «envenenado», a los oídos de la jerarquía franquista han llegado noticias de que el propio Prieto ha propiciado el funcionamiento en el sur de Francia de una «Falange Española Auténtica»


    27. Hablé con el periodista, Joaquín Prieto, y le exigí el compromiso cerrado acerca de la fecha de publicación


    28. Y hete aquí que ese día Lucía llevaba un jersecito elástico muy prieto por encima de su pecho sin sujetador; y una faldita negra más bien corta y estrecha


    29. Al cabo de un siglo de luchas y frustraciones, una mayoría amplia, de los españoles apoyaba al partido de Pablo Iglesias, Jaime Vera, Julián Besteiro, Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos, Largo Caballero, Zugazagoitia y tantos y tantos personajes históricos que parecían gigantes, hombres de una capacidad magnífica, elementos clave de la historia de mi país


    30. El 23 de marzo de 1935, Prieto escribió a la comisión ejecutiva socialista, enfatizando la importancia de la alianza y mencionando también la necesidad de disciplinar a las Juventudes Socialistas [19]

    31. A finales de mes, el aliado de Prieto, Juan Simeón Vidarte, secretario de la comisión ejecutiva, emitió una circular que acentuaba la importancia de las libertades republicanas (al menos en cuanto se aplicaban a los izquierdistas), la naturaleza defensiva de la insurrección y el carácter moderado y responsable del Partido Socialista [20]


    32. Más adelante, el 14 de abril de 1935, cuarto aniversario de la instauración de la República, tanto Prieto como el republicano de izquierda moderado Sánchez Román publicaron artículos en El Liberal acerca de la necesidad de la unidad de la izquierda


    33. En ese momento —con la clara intención de provocar y debilitar a Largo Caballero— Prieto, con habilidad, reintrodujo una vieja cuestión que había dividido a la cúpula del partido en vísperas de la insurrección


    34. Cuando el comité nacional aprobó la moción de Prieto por nueve votos a cinco, con dos abstenciones, Largo presento su irrevocable dimisión a la que se unieron con rapidez sus tres partidarios más próximos en la comisión ejecutiva


    35. La creciente antipatía, ahora convertida en franco odio, entre Prieto y Largo Caballero había salido a la luz y comenzaba a escindir al partido


    36. Si Prieto se había enfrentado a considerables dificultades a la hora de obtener el acuerdo de la izquierda socialista, Azaña tenía dificultades continuas con los dos partidos más moderados de la izquierda republicana


    37. A pesar de esto, el plan original de Azaña y Prieto se llevó a la práctica hasta el extremo de que los partidos republicanos de izquierda obtuvieron la mayor parte de las candidaturas electorales, aunque era más que dudoso que obtuvieran la parte del león en votos, a fin de que un futuro gobierno de todos los republicanos de izquierda contara con una base un poco menos exigua


    38. Con todo, tras la dimisión de Largo y tres de sus seguidores de la comisión ejecutiva, la retirada de otros dos de sus miembros significó que la ejecutiva quedaba formada por Prieto y cuatro de sus seguidores que, en conjunto, formaban menos de la mitad de la militancia


    39. En el curso de los procedimientos, el presidente de la Comisión, Indalecio Prieto, dimitió, no porque se opusiera a la descalificación de los votos derechistas en principio, sino porque era de la opinión de que la mayoría frentepopulista estaba yendo demasiado lejos


    40. La petición estaba orquestada por Prieto —lo que aporta todavía más pruebas de que no era el simple socialdemócrata «moderado» que algunos describieron— y la firmaron diecisiete diputados de los partidos obreros, sobre todo socialistas

    41. Prieto prefirió evitar el artículo 82 por temor a no contar con suficientes votos y la propuesta inicial se aprobó por 181 votos a favor y 88 en contra, con numerosas abstenciones


    42. Lo que es más, Prieto leyó en voz alta extractos de los discursos de campaña de Gil Robles en los que declaraba que la disolución de enero no había estado justificada


    43. Los siguientes cuatro días en los que finalizó la campaña electoral en Cuenca no dieron prueba alguna de que las palabras de Prieto hubieran tenido el menor efecto


    44. Era típico de Prieto que, por un lado, quisiera mayor responsabilidad y comedimiento y, por otro, estuviera igualmente decidido a que la izquierda dominase el proceso electoral


    45. La actitud de Prieto, en cierto modo esquizofrénica, era bastante similar a la de Azaña


    46. La clase de gobierno que propuso Prieto no era una gran «coalición nacional» sino una simple y genuina coalición frentepopulista (probablemente salvo los comunistas y el POUM) que acelerase las reformas económicas, aplastase la latente conspiración militar con una purga limitada pero decisiva del ejército y restaurase el orden mediante una política policial más enérgica y responsable, para lograr lo que denominaba la «despistolización» de España


    47. Sin embargo, más adelante, Largo Caballero se lamentaría de que «según Prieto, el Partido Socialista no tuvo otro papel en la vida política española que el de mozo de estoques de Azaña» [60], y la izquierda estaba decidida a evitarlo, por temor a ver a Prieto convertido en el «Noske español», en referencia al ministro socialdemócrata alemán de Interior que había aplastado a la izquierda revolucionaria tras la Primera Guerra Mundial


    48. Fue éste un amargo golpe para Prieto, pero también fue un resultado previsible


    49. Con todo, Prieto no se resistió gran cosa


    50. Aparentemente, el día 15 Prieto envió un emisario a Gil Robles para explorar la posibilidad de obtener el respaldo de la CEDA en el supuesto de una escisión del Partido Socialista, pero la polarización entre la izquierda y la derecha era todavía más profunda y la contestación de Gil Robles fue que no podía prometerle tal respaldo [61]





































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