1.
—¡Repóblica puerca, repóblica cochina!—rebuznó Platón, dando en lamesa un porrazo tan recio, que todo el ventorro tembló
2.
Luego, comoque era recio de subir, le escogieron para sus penitencias los devotos,y es fama que por su falda pedregosa subían de rodillas en lo más fuertedel sol, los penitentes, contando el rosario
3.
El prófugo tenía que ser mozo recio y de cabeza
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quienen lo más recio de un combate que cerca de San Juan del
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de un primitivo,de un vate natural y recio: sus ecos rebotan de los peñascales delCáucaso, donde
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delrio, y se encuentra uno tan mojado por la mañana como si hubiesellovido de recio toda la noche
7.
boca, arrojó de sí, más recio que unaescopeta, cuanto dentro tenía, y dio con todo ello en las
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elladado el sí de ser su esposa, le había tomado un recio desmayo, y que,llegando su esposo a
9.
Y, estando comiendo, a deshora oyeron un recio estruendo y un son deesquila,
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— Yo, señor gobernador, me llamo el doctor Pedro Recio de Agüero, y soynatural de un lugar
11.
— Lo que agora se ha de hacer, y ha de ser luego, es meter en un calabozo aldoctor Recio;
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Recio, que comiese yo alguna cosa de peso y de sustancia,aunque fuese un pedazo de pan y una
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Llegó la noche, y cenó el gobernador, con licencia del señor doctor Recio
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sus palabras y razones almayordomo, al secretario, al maestresala y a Pedro Recio el doctor, y
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comenzó a rebuznar, tan recio, que toda la cuevaretumbaba
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¿Por qué se las echa de recio Don Jorge cuando habla a la criada?
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De pronto, cuando el cañoneo fue más recio, cayeron
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recio de la voz y por labrusquedad con que acostumbraba a hablarles,era para las
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Figueroa se le hacía muy recio creer; queconocía bien a
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años: es unhombre recio y tranquilo; la serenidad de su ademán
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El ataque fue tan recio, que lancé un grito, dándome vuelta en el actopara
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subigote recio tostado por el cigarro
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Oyéronse en la sala fuertes murmullos por algunos instantes, y unmarinero contestó después muy recio:
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tumbaban chicos que cañas un vendaval recio
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poco numerosas, lo recio del combate es de cortaduración; de manera que siempre
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Más tarde, y en lo más recio de la
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(yugo es el amor tan recio de sobrellevar),
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El recio corazón del milagro de hermosura,
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temple más recio y más fino
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En lo más recio de la disputa acertó a entrar en la botica el señor donPaco, y antes de llegar a
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batalla de las Navas da el ejemplometiéndose en lo más recio de la pelea, por lo que el rey,
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La trompa es lo que más cuida de todo su cuerpo recio el
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Al banquero le acometió entonces oportunamente un recio golpe de tos
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tragos de agua cenagosa; y todavía recuerdocómo se lanzó en lo más recio del
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el recio bigote, haciéndole preguntas sobre lasaventuras de su vida
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Al día siguiente, al amanecer, Hullin, muy endomingado con su pantalónde recio
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El golpe recio de la caída retumbó por la casa abajo como el eco sordode un trueno
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cielo se muestre sereno eneste mes y el viento no sople recio, a
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estabadisimulada en parte por lo recio del esqueleto
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Era el maestro Sosahombre duro de carácter y recio de mano, por lo que, a fuerza de golpescon las hormas, de correazos con el tirapié y de atarle con cadena dehierro, cual animal indómito y montaraz, para quebrantarle la propensióna la fuga, al cabo de cuatro años logró que aprendiese siquiera a hacerzapatos de mujer
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perales y cerezos, y acariciaba el recio follajede las higueras, a cuya sombra, en un ribazo de
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calzado tan pesado y tan recio, quesonaba en las lastras del
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Al aparecer yo en la cocina, cesó el recio clamoreo de la
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que estaba abierta de par en par; picamos recio; salimos, y abuen
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En fin, he ganado la patente de hombre recio y de jinete de primeracalidad
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16 Y nadie echa remiendo de paño recio en vestido viejo; porque el talremiendo tira del vestido, y se hace
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2 Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que
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16 Y nadie echa remiendo de paño recio en vestido viejo: porque el talremiendo tira del vestido, y se hace
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soplandomuy recio el viento y alterado el río, y caminando el
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El apoderado, jinete en una yegua blanca y huesuda, iba en traje decampo: recio
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recio castoreño, perdido en la caída, y volvía a montar enel mismo caballo, que los
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Pero el viento sopló más recio, y haciendo un fuerte remolino en todo el recinto del corral, la
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dosfranceses y una fragata, que llegaron en lo más recio de la pelea
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en lo más recio de un combate, salió seguido delHermano
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vascongadosplaticaban de recio, por ser el asunto de su conversación de aquellosque no
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Silvando recio, y desgarrando el aire,
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De las nuestras del recio tiro y presto,
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Del mas recio navio y mas armado
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Del recio mar y vientocontrastada,
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parte ó cara interna del recio muro, dejandodestinado todo
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recio fuste ó árbol, queluego se convierte en gracioso grupo
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Enriquecía el panorama un elemento adicional: un castillo alto, recio, encaramado sobre una aserrada cresta
63.
—Creo que la ocasión se merece un taco más recio, niño
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Arbeteta es un hidalgo recio, cincuentón, ya sesentón quizá, fornido, lleno de salud
65.
Dejamos al gran gobernador enojado y mohíno con el labrador pintor y socarrón, el cual, industriado del mayordomo, y el mayordomo del duque, se burlaban de Sancho; pero él se las tenía tiesas a todos, maguera tonto, bronco y rollizo, y dijo a los que con él estaban, y al doctor Pedro Recio, que, como se acabó el secreto de la carta del duque, había vuelto a entrar en la sala:
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Las únicas imágenes de Tarrou que conservaría serían las de un hombre que cogía con ánimo el volante de su coche para conducirlo todos los días y la de aquel cuerpo recio, tendido ahora sin movimiento
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En el bungalow se encuentra un tipo recio
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y, gracias a ti, el cielo más antiguo es fresco y recio
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Antes de partir, Monica les trajo una gran caja de cartón amarrada con un recio bramante
70.
El fuego se hacía cada vez más recio
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Puso en obra su idea, aun cuando tuviese pocas esperanzas de lograr su intención a causa de lo recio de las redes, de la falta de un arma cortante y de la escolta
72.
Con el recio balanceo rodaban de un lado al otro los pobres negros
73.
Sus blancos muros de recio hormigón presentaban muchas curvas, campeando en ellos numerosas ventanas
74.
Podía hacer lo mismo con los niños de muy corta edad, siempre que nadie estuviera observando, porque frente a la gente prefería el papel de hombre recio y solitario
75.
Consistía éste en dos recias tablas de madera de roble en forma de «L»; la más corta se desplazaba arriba y abajo mediante un vástago encajado sobre una ranura que presentaba la mayor, de tal manera que colocando el invento en la pierna del sujeto y ajustándolo mediante correas apretadas, quedaba el pie apoyado en la tabla menor y la pierna en la mayor e inmovilizada firmemente; en el talón de la tabla corta se encontraba un recio tornillo con una manija de tal forma colocado que, al girarlo, obligaba a la tabla pequeña a deslizarse hacia abajo, forzando al pie a seguirla y haciendo que la pierna se alargara por la fuerza de la tracción
76.
Diego y don Suero, éste último con el guantelete de recio cuero todavía colocado en su puño y un halcón con la negra capucha sobre la cabeza posado sobre él, regresaban del campo de una sesión de cetrería en la que el escudero trataba de enseñar al joven pájaro a cazar torcazas
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Antón, que tenía una especial inquina al fraile y a la priora, y había observado los turbios manejos del primero más de una vez cerca de la pobre Fuencisla, creyó a pie juntillas todo lo que Casilda le relató y se dispuso, consecuente con su recio carácter, a hacer frente a cualquier contingencia que amenazara a su nueva familia y, por extensión, a todo aquello que su mujer amara
78.
Creo que más de algo se ablandó también en el recio corazón de mi abuela, porque a partir de esa estadía en el campo se acercó de a poco a la religión, empezó a ir a la iglesia por gusto y no sólo para ser vista; dejó de maldecir al clero por costumbre, como hacía antes, y cuando volvimos a Santiago mandó construir una hermosa capilla con vitrales de colores en su casa de la calle Ejército Libertador, donde rezaba a su manera
79.
Los muchachos sobresaltáronse al oír el recio tactactac
80.
En efecto: el bombardeo, que no había cesado durante todo el día, continuaba en la noche, aunque un poco menos recio; y de vez en cuando caían algunos proyectiles, aumentando las víctimas que ya en gran número poblaban la ciudad
81.
Y no me digáis que habéis visto el cráter de un volcán en lo más recio de sus erupciones, o una furiosa tempestad en medio del Océano, cuando la embarcación, lanzada al cielo por una cordillera de agua, cae después al abismo vertiginoso; no me digáis que habéis visto eso, pues nada de eso se parece a los volcanes y a las tempestades que hacen estallar los hombres, cuando sus pasiones les llevan a eclipsar los desórdenes de la naturaleza
82.
Sin hacer reverencia alguna, impávido, formidable, como el guerrero que ha cumplido su deber en lo más recio de un combate, salió seguido del Hermano
83.
El padre de Mario, no obstante, se las amañó para infiltrar en el tocadiscos Un vals para jazmín de Tito Fernández el Temucano, mediante el cual echó un recio lagrimón evocando a su difunta esposa que «desde el cielo mira este día de dicha de Marito» y trajo a la pista de baile a doña Rosa, la cual se abstuvo de frases históricas mientras giraba en los brazos de ese hombre «pobre, pero honrado»
84.
–En el fondo de la sala -dijo, señalando con un dedo corto y recio hacia el grupo de periodistas- están los representantes de la prensa mundial
85.
Viene todo magullado de la carrera de baqueta que le dieron antes de empezar la acción, y de los pisotones de tropa y patadas [200] de caballos que luego sufrió el pobre en lo más recio de un ataque
86.
En el plato había tres huevos, y él jamón era recio y fibroso
87.
Era don Casto Méndez Núñez de estatura mediana tirando a corta, recio y bien plantado
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Asimismo bendijo las demás subsiguientes maravillas: la implacable gentileza de Chia; la paciente destreza de sus operarios; la casi incompleta incorruptibilidad del recio capataz; incluso el tiempo que, con su fulgurante hechizo en los últimos días, había convertido en un gran éxito la ceremonia inaugural, a la que asistieron cortésmente, la semana antes, las familias de los Chia y los Pao
89.
Felizmente, cuando los conspiradores se hallaban en lo más recio de aquel apuro, llegó de Cádiz la noticia de que estaba concertada la expedición del Buenaventura, mandado por el capitán Lagier
90.
de 1870, supo España que toda puerta es practicable cuando no hay un cuerpo bastante recio que la tape y asegure
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Esa es la razón de que el mariscal Víctor, furioso hasta los rizos de las patillas, haya abroncado en su recio estilo cuartelero al general Menier, jefe actual de la división responsable de Puerto Real, poniéndolo de inútil para arriba, y haya hecho venir a Simón Desfosseux a toda prisa desde el Trocadero, con plenos poderes y orden de estudiar la situación y prevenir que algo así no vuelva a repetirse —son palabras literales del mariscal, transmitidas verbalmente— en la puta vida
92.
Había hablado con aquel tono recio y arrogante que era tan suyo, asaeteándolo con las puntas negras y duras de sus ojos, la sonrisa todavía visible bajo el fiero mostacho
93.
En el piso superior se detuvo ante una de las puertas, de recio roble
94.
Faraday modificó luego el experimento: colocó un trozo de papel recio sobre los dos imanes y esparció por encima las limaduras
95.
El idiota se quejaba quedito y recio como un perro herido
96.
"Te incitan: ¿Eres lo bastante bueno? ¿Eres lo bastante recio? Te alaban: ¡Elite! ¿Artillero de primera! Te envuelven en banderas, te prenden alas en el bolsillo y galones en los hombros y medallas de cintas coloridas, todo simplemente por hacer lo que te ordenan quienes manejan tus hilos
97.
Sin la camisa que ha llevado todo el rato, da la impresión de que su cuello, ya de por sí recio, se ha acortado todavía un poco más
98.
Había sido un hombre fornido y recio que, supuso Emma, habría trabajado todas las horas posibles de todos los días para que su granja funcionara bien y fuera rentable
99.
Weierstrass era alto, Kronecker diminuto pero recio, y aunque su altura no llegaba a metro y medio sus proporciones eran perfectas