1.
síntesis cuya responsabilidad tan sólo a él le incumbe
2.
contar con ellos para todo, también en esto le incumbe la responsabilidad al Pajuel
3.
voz el peso de la responsabilidad y el hábito del mando
4.
Se da mayor responsabilidad a quien mayor
5.
representantes sobre los que recae la responsabilidad y el
6.
si bien el Estado tiene la responsabilidad de formular políticas nacionales de comunicación, estas, necesariamente, deben ser la expresión del máximo consenso posible
7.
G) Conscientes de la responsabilidad de los medios por
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el estado producido en la política por la política de los medios de información puede contribuir a la incapacidad de nuestras instituciones gubernamentales para hacer frente con responsabilidad a los problemas sociales, económicos y tecnológicos de importancia
9.
G) Asumir la responsabilidad por la veracidad de las informaciones, pero no de los anuncios
10.
Con la gracia de la conciencia viene la responsabilidad
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responsabilidad del Estado (…) Sabemos que la intervención en el ámbito
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que la educación sexual no es una responsabilidad exclusiva de la familia y la
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responsabilidad de garantizar el aprendizaje de las lenguas extranjeras por parte
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Cuando hablaré acerca del comportamiento de Ulises en relación a su propia envidia, cuando vuelve a encontrar a Eolo después de que sus compañeros hubieran abierto el odre de los vientos, aparecerá de manera evidente que Ulises oscila entre el reconocer y el negar su locura tratando de descargar la responsabilidad en el sueño, en sus compañeros o en los dioses
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Y de aquí,joroba = responsabilidad; un
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Que todos sepan que la responsabilidad de mantener el orden
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obligaciones para solicitar puestos de responsabilidad y sin
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responsabilidad de ser el mando central y todos siguen las
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sujusticia, su providencia, y la libertad y responsabilidad
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—Ahora bien; vuecencia comprenderá que sobre mí cargala responsabilidad del
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meditandoen la grave responsabilidad en que incurriría ante
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responsabilidad para ellos! ¡Niaun sabrían lo que se habían
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sensación de mi responsabilidad en presencia deaquello, y en el acto me quité el
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responsabilidad colectiva, que losmantiene en un diapasón
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de que el grave peso de la responsabilidad individual
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responsabilidad de la autoridad, equilibrio de los poderes,educación pública; todo, en
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ejemplo: prosperidad, ilustración, justicia,regeneración, siglo, luces, responsabilidad,
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Dejandopues á este filósofo la responsabilidad de susintenciones, me
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responsabilidad y el juicio y los impulsa a correrfrenéticos por las calles y a chocar con el
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su propia responsabilidad moral
31.
Sutremenda responsabilidad alcanzará indudablemente á los que hancolaborado con él en la dirección de estas empresas engañosas
32.
divisiónde los poderes y el principio de la responsabilidad, tuvo,
33.
El trabajo disciplinado por la responsabilidad se le apareció
34.
Y al adivinar el amor en estos esclavos de la responsabilidad
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DE LA INFORMACIÓN PROPORCIONADA, NIASUME RESPONSABILIDAD
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Exoneración de responsabilidad
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Limitación de responsabilidad
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absoluto que confieren la responsabilidad y el peligro
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responsabilidad á quien corresponda apartando de la gestión de los negocios públicos á los
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parecía ponerlesfuera de aquella esfera de responsabilidad, de mengua y desesperación enque
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La envidia, el pesar me oprimían el corazón y achacaba la responsabilidad de mis
42.
Suyo es su dinero,suya su opinion, suya su responsabilidad; á quien toca la empresa, tocael
43.
El FBI asume toda la responsabilidad
44.
Ahora es cuando se juzga la responsabilidad individual, se evalúan la imperdonable culpabilidad de los pecadores criminales y los pecados veniales
45.
Elferturm se consideraba mejor tirador que su señor, si bien todos sabían que era al contrario, y había esperado, contra toda esperanza, tener la oportunidad de demostrar su destreza ante Kitiara acabando con el leucrotta Nellthis y Kitiara, seguidos por los otros dos, cuya principal responsabilidad era portar las armas y suministros, condujeron despacio a sus caballos cuesta abajo, hacia la angosta garganta
46.
La «Torre de los Gatos» se refería a la tía de sir Robert, llamada Mariel, que se había encerrado en el alto torreón sudeste del Castillo Di Caela y se había mantenido apartada de todo: de cualquier responsabilidad, de los alimentos, de la higiene y, como se supo luego, incluso del cuidado de sus animales favoritos
47.
Por esa razón y en esas circunstancias, les confiaron otra responsabilidad, también relacionada con la organización del Templo, pero que ya no requería el máximo nivel de pureza genealógica necesario para el sacerdocio
48.
Dentro de la concepción teísta es posible reconocer una segunda responsabilidad: la que habrá de ponernos en presencia de un juez soberano
49.
Y basta con estas tres responsabilidades, cada una de las cuales está provista de su respectiva sanción y que equivalen a la responsabilidad a secas, de la que se habla siempre sin decir qué se entiende por ella
50.
El secreto que envuelve el desarrollo de armas, llevado a extremos extravagantes en la Unión Soviética, implica que las personas con estos empleos casi nunca tienen que aceptar la responsabilidad de sus acciones
51.
Si, además, todo —el aire, el agua, el clima y la implacable luz del sol— va a peor, ¿cuál es nuestra responsabilidad común?
52.
¿Qué presidente, qué Congreso desea asumir la responsabilidad de decretar el fin del programa espacial americano? Y en la antigua Unión Soviética se escucha un argumento similar; se preguntan: ¿debemos abandonar la única alta tecnología en la que todavía somos líderes mundiales? ¿Vamos a ser herederos desleales de Konstantin Tsiolkovsky, Sergei Korolev y Yuri Gagarin?
53.
–En 1945 al profesor Gierek se le confió la responsabilidad de codificar una colección de manuscritos judíos, saqueados en sinagogas y bibliotecas de la región de Lodz
54.
La responsabilidad de la declaración de entradas y salidas recae sobre los propios patrones de las embarcaciones; los impresos se guardan en las oficinas de los comandantes de puerto, donde son revisadas por los más concienzudos e ignoradas por los otros, y los puertos más pequeños ni siquiera tienen comandancia
55.
Esa es mí responsabilidad"
56.
Llevada de su afecto por Isabel, Mercedes decidió asumir la responsabilidad del crimen que imputaba a su amiga y aceptó la propuesta de exilio que le hizo Peraplana, deseoso de desembarazarse de ella y de no complicar más las cosas con un nuevo asesinato
57.
La insistencia del marxismo-leninismo en la responsabilidad de unos pocos para explicar la injusticia social se acompañaba de un sentimiento de desprendimiento y generosidad individual, movido por la vocación irreductible de unos cuantos para transformar el mundo
58.
Lo anterior no exonera a Carrillo de toda responsabilidad en los hechos: no hay constancia de que participara en la reunión restringida posterior a la Junta de Defensa en que los fusilamientos se planificaron -no se decidieron: la decisión ya estaba tomada-, pero Serrano Poncela dependía de él y, aunque es probable que las ejecuciones de los primeros días se consumaran sin que Carrillo lo supiera, es muy difícil aceptar que las de los posteriores no llegaran a sus oídos
59.
Carrillo lo entendió y por eso -y aunque probablemente en la España de los años ochenta muy pocos se atrevían a exculparlo de la responsabilidad directa de los asesinatos, nunca negó su responsabilidad indirecta en ellos
60.
Son otros los que han propiciado esta situación» (la cursiva es suya); de Manuel Fraga, que según su criterio hubiera debido ocupar el lugar de Suárez, afirma: «La vida es así y sacrifica muchas veces a los mejores para dar paso y puestos de responsabilidad a los atrevidos y sin ideas ni escrúpulos»
61.
La realidad es que Tejero era un oficial técnicamente competente a quien se confiaron puestos de la máxima responsabilidad -como la comandancia de la guardia civil de San Sebastián- y que, aunque su idealismo fogoso y emocional provocaba los recelos de sus mandos y sus compañeros, también provocaba la devoción de sus subordinados
62.
Así pues, es altamente probable que el 23 de febrero el jefe de la AOME ordenara a varios miembros de su unidad -al menos Gómez Iglesias, García-Almenta y los tres integrantes de la SEA- que apoyaran el golpe, De este modo se explicaría que en la madrugada del día 24, cuando el fracaso de la intentona era ya inevitable y regresó desde la sede central del CESID hasta la sede central de la AOME, Cortina se reuniera en dos ocasiones, a puerta cerrada y durante largo tiempo, con Gómez Iglesias y García-Almenta, sus dos principales cómplices, posiblemente para asegurar coartadas y acorazarse contra cualquier sospecha; y de este modo se explicaría también que el día 24 Cortina realizara una ronda de reuniones en todas las sedes de la AOME con el fin de despejar los rumores que corrían por la unidad -casi todos procedentes de las infidencias de Monge-, establecer un relato oficial e inmaculado de lo ocurrido en ella el día anterior y eximir de cualquier responsabilidad en el golpe al general Armada, de quien Cortina había hecho grandes elogios ante sus hombres en las jornadas previas, como si quisiera prepararlos para lo que debía ocurrir
63.
Tan pendiente del Rey como de los generales que lo escuchan, en vez de contestar la pregunta Armada continúa interpretando su papel de servidor abnegado: la idea le parece una extravagancia, casi un despropósito, pero, puesto que Milans, los capitanes generales y el resto del ejército aseguran que no hay otra solución, él está dispuesto a sacrificarse por el bien de la Corona y de España y a cargar con la responsabilidad y con los costes personales que eso supone
64.
Pese a ello, es probable que durante esa época de desastres -mientras se acercaba el momento de su renuncia a la presidencia y el momento del golpe militar y se imaginaba a sí mismo en el centro del ring, ciego y tambaleándose y resollando entre el aullido del público y el calor de los focos, políticamente hundido y personalmente roto-Suárez se imbuyera más que nunca de su papel aristocrático de hombre de estado progresista, cada vez más convencido de ser el último baluarte de la democracia cuando todas las defensas de la democracia se derrumbaban, cada vez más seguro de que las innumerables maniobras políticas emprendidas contra él entreabrían las puertas de la democracia a los enemigos de la democracia, cada vez más profundamente investido de la dignidad de su cargo de presidente de la democracia y de su responsabilidad como hacedor de la democracia, cada vez más incorporado el personaje a su persona, como un Suárez inventado pero más real que el Suárez real porque se sobreponía al real trascendiéndolo, como un actor a punto de interpretar la escena que lo justificará ante la historia escondido tras una máscara que antes que ocultarlo revela su auténtico rostro, como un Emmanuele Bardone ya convertido sin retorno en el general De la Rovere que en la tarde del 23 de febrero, en el momento de la verdad, mientras las balas zumbaban a su alrededor en el hemiciclo del Congreso y los diputados buscaban refugio bajo sus escaños, hubiera permanecido en el suyo en medio de aquel estruendo de batalla para aplacar el temor de sus compañeros y ayudarles a encarar el infortunio con estas palabras: «Amigos, os habla vuestro presidente
65.
Tal vez menos pendiente de su futuro político que de acabar de cincelar su figura histórica, empeñado en el propósito inútil de fundir la ética de la convicción con la ética de la responsabilidad, a esa imagen sólo en parte irreal intentó ser fiel durante el resto de su vida política: la imagen de un estadista sin ambición de poder, consagrado a lo que por entonces denominaba «llevar la ética a la política», a preservar la democracia, a fomentar la concordia, a ensanchar las libertades y a combatir la desigualdad y la injusticia
66.
Los primeros se limitaron a defenderse mejor o peor del delito de rebelión militar que se les imputaba y a tratar de desvincularse para ello del golpe y del resto de los procesados; en cambio los segundos -con la excepción del comandante Pardo Zancada, que asumió sin esconderse su responsabilidad en los hechos- trataron de vincularse a los primeros y, a través de ellos, al Rey, buscando convertir aquel consejo de guerra en un juicio político y presentándose como un grupo de hombres de honor que había actuado bajo las órdenes de Armada, que a su vez había actuado bajo las órdenes del Rey, con el fin de salvar a un país corrompido por un régimen político corrompido y una clase política corrompida, y en consecuencia con la eximente militar de obediencia debida y la eximente política de estado de necesidad
67.
Al observar cómo las llamas se elevaban altas en el crepúsculo, Valerio se dio cuenta de lo grande que se había vuelto ahora su responsabilidad
68.
Mi abuelo se encontró a cargo de dos familias, con un total de quince personas bajo su responsabilidad
69.
La auténtica responsabilidad -que nadie persiguió- permaneció oculta bajo una interminable lista de autocríticas, empezando por la del propio Mao
70.
La responsabilidad era ineludiblemente suya, si bien no de modo exclusivo
71.
–Tal como yo lo veo, están relacionadas con el amor, la responsabilidad, la espiritualidad, la conciencia
72.
La responsabilidad de dirigir estas entidades debe recaer únicamente sobre quienes las sostienen económicamente
73.
Había asumido una grave responsabilidad
74.
Yo repliqué, con todo el respeto que debía a su experiencia (pero me temo que sobre todo con el respeto que debía al padre de Dora), que quizá era un poco absurdo que los registradores de aquel Tribunal, que contenía todos los testamentos originales de todas las personas que habían dispuesto desde hacía tres siglos de alguna propiedad asentada en el inmenso distrito de Canterbury, se encontrasen colocados en un edificio que no había sido construido con ese objeto; que había sido alquilado por los registradores bajo su responsabilidad privada; que no era seguro; que ni siquiera estaba al abrigo de un fuego, y que estaba tan atestado de los documentos importantes que contenía que era todo él, de arriba abajo, una prueba de las sórdidas especulaciones de los registradores, que recibían sumas enormes por el registro de todos aquellos testamentos y se limitaban a meterlos donde podían, sin otro objeto que desembarazarse de ellos con el menor gasto posible
75.
—La responsabilidad me preocupa en extremo
76.
El día anterior, el acusado había comprado estricnina en la farmacia del pueblo, llevando un disfraz por medio del cual pensaba echar la responsabilidad del crimen sobre otro hombre, esto es, sobre el marido de la señora Inglethorp
77.
—A veces se encuentra uno en una situación de gran responsabilidad
78.
Durante muchos años él ha llevado el peso de los negocios, y suya ha sido toda la responsabilidad
79.
Sin embargo, supo conquistar el asentimiento del coronel Weston, quien declaró que rehuía toda responsabilidad
80.
Es necesario el concurso de alguien de mente clara, que acepte la responsabilidad de la acción
81.
¿Cómo podría mantenerse de algún modo vinculado a las futuras generaciones? Recordemos que el Vaticano no afirmó que fueran algunos judíos los que mataron a Cristo, sino que quienes habían ordenado su muerte fueron los judíos y que el pueblo judío en su conjunto era portador de una responsabilidad colectiva
82.
No reconocen ninguna responsabilidad
83.
El Vaticano predicaba que todos los judíos heredaron la responsabilidad del deicidio
84.
Por haber subrayado en sus libros sagrados la importancia del origen tribal, dinástico y racial, la religión debe asumir la responsabilidad de haber transmitido durante generaciones una de las ilusiones más primitivas de la humanidad
85.
Respondió en consecuencia, pronunciando muy despacio cada palabra, para que cayeran como martillazos y transmitieran todo el peso de su condición, su responsabilidad y su rabia:
86.
Cualquier error, por lo tanto, no es responsabilidad suya, sino enteramente mía
87.
¿Se trataba de un accidente? ¿Habían sido los soldados? ¿Sería que los ra'zac castigaban a los aldeanos por haberlo protegido? ¿Tenía él alguna responsabilidad por esto?
88.
Amaba su trabajo de biólogo y pensaba dedicarse a la docencia, pero las circunstancias lo encaminaron a un laboratorio comercial, donde en pocos años ocupó altos cargos, porque su sentido de responsabilidad iba aparejado a una fértil imaginación que le permitía adelantarse a los más atrevidos proyectos de la ciencia
89.
Roran pasó los dedos por el borde mellado de su martillo y pensó que se sentía en gran medida como Garrow cuando éste le soltaba algún sermón sobre la responsabilidad; Roran sentía incluso que las mismas frases brotaban de su garganta
90.
Él era el responsable de esos destinos, le gustara o no, y le parecía mal delegar esa responsabilidad en otro, incluso en un dios o en la idea de un dios
91.
Pasado el entusiasmo inicial, midió el tamaño de su responsabilidad y se puso a meditar sobre la mejor forma de complacer a tan distinguida clientela
92.
Para los efectos prácticos, más que un honor esto ha sido una grave responsabilidad
93.
Según Cecilia, su estrella se elevó cuando me conoció y comenzó a declinar cuando se separó de mí, teoría aterradora, porque no deseo la responsabilidad de sus éxitos ni la culpa de sus fracasos
94.
Simplemente estaba asumiendo la responsabilidad de todos los pecados del mundo
95.
Lo que ocurrió después escapa a mi responsabilidad
96.
De no atraparlos «con las manos en la masa» y en la tesitura incuestionable de que, quien fuera, estaba conduciendo un carromato lleno de armas hacia Toledo, siempre cabría la posibilidad de que aquellos astutos individuos se zafaran de su responsabilidad alegando que se les quería cargar un mochuelo que no era suyo
97.
Maeltzer, el gobernador militar, hombre de mediana edad, más conocido como Tiberio por su afición al buen vino y a las mujeres, y que residía en el hotel Excelsior, intentó desviar su responsabilidad al coronel Kappler, jefe de la Gestapo cuyo superior era el general Wolf
98.
En los días en que se preparaba el atentado, pensó frecuentemente en la responsabilidad que había adquirido frente a la historia al brindarse a ser una pequeña ruedecilla del engranaje que iba a derrocar al tirano
99.
Carlos V, cansado de la responsabilidad imperial, había cedido el gobierno del imperio a su hermano Fernando
100.
El pleito tuvo trascendencia, en cuanto dejó claramente sentados ante el poder y ante los varones que las mujeres, una vez unidas en la Junta y tomada conciencia de su responsabilidad social ante el país, no eran ya manejables como antes